Rhaegel, Khal Rhaegel...

Exp: 4,500

Nivel: 17

Nombre: Rhaegel Vaes

Apodo: Khal Rhaegel

Edad: 17 Años

Sexo: Hombre

Raza: Humano

Rango - Empleo: Cazador - Aspirante

Rango Social: Medio

Estilo de Lucha:
-Nombre: Khal Kikku
-Ejecución: Rhaegel, normalmente se siente indiferente ante cualquier aspecto amenazante en el cual se pueda ver involucrado, ya ponga en peligro su vida o simplemente sea una mera pelea verbal; de forma habitual, se queda mirando fija y únicamente a los ojos de su adversario, sin apenas mostrar rencor, adoptando así un rostro serio pero impasible, por lo que a primera vista, no se puede llegar a pensar que se trata del comienzo o del posible, de lo que viene siendo una batalla. De manera constante, para dar el comienzo definitivo a dicho combate Rhaegel se desprende su chaqueta, lanzando esta por los aires, de modo que al caer al suelo, ya se encuentra en posición de lucha, a modo preventivo, esperando cual será el primer movimiento de su adversario, ya que le gusta mantener la calma hasta el último momento, para ver en que consiste la técnica de lucha de su rival, y así encontrarse en ventaja a la hora de actuar. El estilo de lucha de Rhaegel se caracteriza por el abundante uso de sus piernas, lo que viene llamando a dichos ataques, patadas, patadas consecutivas, dándoles a estas el papel protagonista en su manera de combatir, y haciendo de estas una numerosa variedad que deja con la boca abierta a todo aquel que nunca antes haya visto a Rhaegel luchar; claro que estos ataques se centran en la rapidez y la precisión con la cual se ejecutan. Estas patadas, de forma simultánea, las combina en mayor parte, con giros de cuerpo entero, para conseguir así más fuerza en sus golpes a la hora de impactar, y para apoyarse con sus puños en caso de que los ataques con las piernas fracasaran. Los ataques de puño también engloban bastante importancia en este estilo de lucha, ya que usualmente, quien suele luchar con las piernas se centra en eso, asimismo que quién lucha únicamente con los puños, dejando desprovisto su parte inferior del cuerpo. Rhaegel, de forma predominante, se centra más en el control de su propio cuerpo y en el conocimiento del estilo de lucha de sus oponentes, ya que sabiendo si actúan de manera activa o son pasivos hasta recibir un golpe y contraatacar, puedes ganar fácilmente la batalla. El estilo Khal Kikku resulta muy efectivo en peleas de cuerpo a cuerpo de larga distancia, ya que al emplear como principales las piernas, estas le dan mayor distancia que si atacara con los puños, consiguiendo así aprovechar al máximo su fuerza y velocidad. Otro secreto de este tipo de estilo, es que esconde una pequeña navaja en su manga derecha, empleando esta únicamente en momentos en que no quede otra opción y corra riesgo de muerte, lanzándose a atacar con esta al propio cuello del rival con intención de degollarle y salir victorioso de dicho combate, pero casi nunca la emplea en las peleas si no es situación de extrema urgencia y lo requiera obligatoriamente. También es poseedor de un wakizashi, arma que lleva consigo, enganchada al cinturón, colgando esta de su cintura en la parte trasera, el uso de esta es meramente un hobby, siempre le ha llamado la atención el arte de la espada, pero no se siente cómodo empleándola en combate, únicamente hace uso de ella si la situación lo requiere, y siempre acompañando los cortes con golpes de piernas, manos y codos; a pesar de llevarla consigo, no se puede destacar que con ella haga muchas apariciones, ya que la utiliza, mayormente, en sus tiempos libres.

Técnicas del Estilo de Lucha:

Akuma no Mi: Ryūsei Ryūsei no Mi
-Tipo: Paramecia
-Apariencia: Fruta de color azul turquesa, con forma similar a los pétalos de un tulipán y con pequeñas espirales de color negro en su superficie. Es una fruta que no se distingue con las demás como Akuma no Mi, adoptando el color de las que le rodean para hacer creer que es una más del montón. Por dentro, tiene un pequeño hueso similar a las semillas de las sandías, pero este más grande, rodeado de un jugoso líquido viscoso, este es de color naranja intenso. Su tallo es en forma de enredadera y de color verde bambú.
-Poder Característico: Meteoro, en su uso astronómico, es un concepto que se reserva para distinguir el fenómeno luminoso que se produce cuando un meteoroide atraviesa nuestra atmósfera. Es sinónimo de estrella fugaz, término impropio, ya que no se trata de estrellas que se desprendan de la bóveda celeste. Esta fruta, otorga al usuario la capacidad de adoptar las características de un meteoro pero sin transformarse en este, pudiendo alcanzar grandes velocidades y ser capaz de emitir su propia luz por medio de la piel , a parte de soportar un gran calor y aprovecharse de la energía de este para hacese más potente en combate; todo esto dentro de las propias cualidades de un meteoro, lo que hace de esta Akuma una fruta completa pero deficiente. Este poder está limitado, ya que a pesar de ser muy útil en determinadas ocasiones, se ha de saber cuando o no utilizar, debido a que si se exprime demasiado, el usuario podría caer inconsciente o morir, como el propio meteoro al descomponerse casi completamente y transformarse en meteorito. No confundir, ya que esta fruta se basa únicamente en meteoros.

Tabla de Niveles de la Akuma no Mi:

Descripción Física: Rhaegel es un chico con una apariencia casual, es decir, bastante sencilla, similar a la de muchos otros chicos que rondan por su misma edad, pero ninguno de estos se haría llamar, o le harían llamar, Cazador, puesto que las ropas que lleva, según las creencias de la gente, no se asemejan a dicha profesión. Comenzando a narrar su descripción física, podríamos comentar que se trata de un muchacho de cabellera corta, de color marrón bastante apagado, pudiendo llamar a este por el término azabache; el peinado típico de Rhaegel consiste en un corte simple, sin complicación alguna, el pelo le cae por los costados de la cabeza y portando un ligero flequillo que le cae hacia el lado derecho, metiéndose varios mechones de este en su rostro pero sin llegar a arrebatarle ninguna facción, su cabello normalmente se encuentra despeinado y en forma de puntas, no le da demasiada importancia, ya que a él le gusta así y poco le interesan los comentarios ajenos; este peinado es el que ha llevado desde pequeño y le tiene bastante aprecio, no tiene intención de variar su look a menos que se trate de algo destacado y requiera una gran formalidad. La tez de nuestro personaje es blanquecina, con un leve toque rosado, pero manteniendo ese color característico que le identifica junto con el resto de sus rasgos. Sus ojos son de un tono de un color violeta eléctrico, oscureciéndose hasta alcanzar un tono café, profundizando más, combinado con el color ámbar, consiguiendo de estos unas miradas profundas, llenas de sentimientos, pero estos pudiendo ser de odio, amor, o simplemente de mostrar el mínimo interés hacia lo que quiera que se encuentre observando; la mayoría de las veces, lo hace con cautela, pero con miradas penetrantes... Gracias al color habitual de sus ojos, es capaz de esconder todas y cada una de sus intenciones, sin mostrar un gesto de picardía o una leve comisura en el labio que le delate. Cejas finas, de igual color que su cabello y pestañas no destacadas como en los rostros de mujer. Sus manos son delgadas, ligeras y hábiles, consiguiendo con estas un dominio singular con su navaja; sus piernas son, de forma destacable, sumamente ágiles, haciendo de estas su principal método de ataque. No posee una fuerza descomunal, pero tampoco se puede decir que es una persona débil, sabe cuando y como atacar, al igual que defenderse. Rhaegel es un chico de aproximadamente 1'75 metros de estatura, talla media que se hace llamar, con una complexión esbelta, en su cuerpo no hay músculos que se puedan apreciar, ya que estos no son marcados, pero eso no descarta la posibilidad de que los entrene, ya que a pecho descubierto si que se puede apreciar que se preocupa por su físico; gracias esta constitución física de la que goza y se siente orgulloso, es bastante rápido y gracias a que posee una agilidad acentuada y se puede decir de buena forma, que es enormemente notable.

Por estética, Rhaegel suele vestir con unos zapatos formales, sin llegar a tratarse de deportivas pero otorgándole gran movilidad y cero molestia, se podrían considerar botas de poca altura, y perteneciendo estas al género masculino; subiendo un poco más, nos encontramos con su pantalón, de color negro, vaquero y un poco ancho para no restringir ademán alguno, acompañando a este y en forma de sujeción, lleva un cinturón, de color azul bastante apagado, llegando a confundir este con el negro, y de hebilla plateada. Del mismo color del cinturón lleva la camiseta, de manga larga, pero de tela ligera y de una mísera cantidad de peso, de cuello desbocado y acabado en punta, normalmente la camiseta la lleva remangada hasta la altura de los codos. Como complemento a todas sus vestimentas, siempre se adjunta una chaqueta, de un color negro ligeramente apagado y terminando esta con pelo de un color blanco bastante destacado y pulcro por el redondel de la capucha, el final de las mangas, estas largas, y la terminación en la cintura. Para finalizar la descripción física de Rhaegel, siempre lleva consigo dos anillos, ambos plateados y sin decoración alguna, en los dedos índices de sus manos; dos pendientes de igual color que sus ojos son los que lleva, uno en cada oreja, simples y pequeños, pero bastante llamativos; también lleva al cuello sus cascos, de color negro, plateado y el de sus propios ojos, enlazando estos con su reproductor musical, el cual le proporciona música de fondo, empelada para motivarse y sacar lo mejor de sí.

Descripción Psicológica: Podríamos comenzar diciendo que Rhaegel es un muchacho con una curiosidad bastante destacada, en lo que viene siendo su propia personalidad, se siente atraído por todo aquello que desconoce, ignorando si le puede suponer un enorme peligro el descubrir ciertas cosas que antes desconocía, o si se puede llegar a tratar de un descubrimiento que le de la fama y le otorgue una abundante cantidad de riquezas; de igual manera, siente curiosidad por las personas que le rodean, como son o como se creen que son, que impresión e imagen de ellos tiene la gente que los rodea, su pasado y lo que más le llama la atención, las caras, los rostros, las facciones características que diferencian a las personas, le encanta observar a la gente, le parezca atractiva o no, es una manía que tiene desde pequeño, y esta manía, le gusta, ya que no es el morderse las uñas o tener tics, sino la curiosidad, y ser curioso no es algo malo, de echo, Rhaegel lo considera algo bastante bueno. Es un chico considerablemente activo al que encanta descubrir mundo en su tiempo libre, no soporta el estar ahí, sin hacer nada, y perdiendo el tiempo. A pesar de su edad y su mentalidad, es algo más pasivo a la hora de encontrarse en situaciones que requieran la máxima velocidad posible, se lo suele tomar todo con calma, sin prisa, ya que opina que estas son una buena forma para conseguir que todo lo que precisas que te salga bien, te salga mal. Una de las cosas que más le gusta es perderse en cualquier parte, para entrenar su estilo de combate, poco importa que golpee piedras, troncos de árboles o simplemente al propio aire; le encanta la sensación de sentir la adrenalina correr por su venas, lo ve como una aventura, ya que ese sentimiento solo le ocurre en pocas ocasiones, y estas en plazos de tiempo bastante distantes, esta es una de las razones por las que ha decidido convertirse en Cazador, creyendo que de dicha forma, las situaciones complejas se le harán más presentes en su día a día y estas le proporcionarán la sensación tan ansiada por nuestro personaje. Claro que, no hay que dejar atrás su verdadero ser, y como adolescente, a parte de encantarle hacer lo mínimo posible por conseguir lo que quiere, le gusta relacionarse con el resto de las personas, ya sea para hacer amigos o para conocer a alguna chica que le atraiga, y uno de los motivos por los cual se puede considerar una persona bastante sociable, es que desde pequeño ha convivido con la marginación por parte de los chicos de su misma edad. Le encanta realizar los trabajos que requieren precisión y un punto de vista diferente para la mayoría de las personas, ya que piensa que si lo hace él, sabrá que para su ser, estará bien, y no le faltaría nada de lo que desea. Otra de las razones por las cuales le gusta conocer antes, que no mencionada anteriormente, es por el mero hecho de que cuantas más amistades o conocidos tenga una misma persona, se resultará más fácil escabullirse de situaciones de odisea, y salir menos mal parado en caso de no funcionar la técnica de escapar sin culpa alguna; ahora bien, hacer amistades no le es complicado, pero si confiar en ellas, después de la tragedia que le sucedió a su familia, le es imposible conseguir confiar completamente en alguien aun queriendo, le resulta bastante difícil.

Rhaegel es un chaval que se cuida de sus relaciones, estudiando con quién debería o no juntarse, y los beneficios que este pudiera ofrecerle, pero dejando esto a un lado, se puede decir que es un tipo simpático, que no amable, ya que esta es una de las características escasea en un persona; un chico decidido, osado a finalizar exitosamente cualquier situación que le haga presente en escena, valeroso, sin rendirse en ninguna situación por difícil que parezca y sincero, odia la mentira, jamás a mentido a nadie y jamás cree llegar a hacerlo, se le da bien ocultar la verdad, pero nunca contradecirla para sacar algo en beneficio o que se pongan de su parte. Por el solo, se considera una persona bastante inteligente, dispuesta a no dejar de aprender nunca aquello que le llama la atención, una persona a la que le gusta descubrir cosas nuevas y de ellas extraer la máxima información posible, el tener una idea más culta y sabia del mundo en el que vive le fascina, pero a su misma vez, también le fascina el hecho de poseer riquezas, se ha criado en una familia noble pero de un rango social medio, por lo que no siempre ha tenido la oportunidad de gozar de todo aquello que deseaba en determinados momentos. Al contrario de su forma de verse a sí mismo, el resto de la gente lo ubica como un chico cariñoso pero hiperactivo a su vez que calmado, dependiendo de la situación, con un comportamiento extraño para un muchacho de su edad, mezclando las cualidades de un viejo sabio que busca el conocimiento por medio de lo que le rodea, y un joven en busca de algo que le excite y le obligue a desear más. Puede llegar a ser de todo menos bipolar, una persona falsa, o alguien a quién no le importan los demás, ya que a pesar de sus expresiones de indiferencia, en su interior ama la vida, y solo desea la muerte para aquellos que aportaron algo de mal al mundo, cuestionando de esta manera si es un buen Cazador, ya que a la hora de cobrar el precio de la cabeza de una persona, siempre la juzga antes de arrebatarle lo único de vital importancia que se tiene en este mundo, y eso, es la vida propia, la vida de uno mismo.

Gustos: Si hablamos sobre los gustos de Rhaegel, se podría decir que son los típicos de la gente normal y corriente, a parte de querer saber más sobre todo aquel o aquello que le rodea, sus gustos son simples y comunes, pero esto no quita la posibilidad de que los lleve a su propio terreno. Rhaegel es un chico al que le gusta, como a muchos otros, hacer el vago a su manera, no es del tipo de gente que se quedaría tumbado todo el día, pero si lo haría durante horas después de haber realizado alguna acción que pudiera justificar el porqué de dicha holgazanería, ahora bien, no es el dormir lo que le agrada, sino el descansar en algún lugar digno de admiración, un lugar bonito a la vista y en el que se respire paz... Otra de sus pasiones es la lectura, desde niño le ha encantado leer todo tipo de libros, desde fantásticos hasta históricos, biografías e incluso cuentos populares, intenta leer todo lo que puede y más, le gusta recopilar información, sea del lugar que sea, ahora bien, debido su apariencia, la gente nunca podría llegar a imaginarse esta afición suya. A parte de las ya mencionadas anteriormente, a Rhaegel también le gusta mucho la cocina, tanto que incluso se dedica a ella, pero a pesar de su enorme alabancia a esta, no se le da lo que se puede decir bien, únicamente, dos o tres recetas bien preparadas son dignas de degustación, pero sus comidas, generalmente son soportables. También le gusta muchos el hacerse con antigüedades, se podría decir incluso que es un coleccionista de todo aquello con valor histórico que le llame bastante la atención, no ejerce como anticuario, pero podría llegar a planteárselo algún día, pero de momento, se basa más en buscar cosas enterradas, o buscarlas en lugares desconocidos, bien para quedarse con ellas o para esconderlas en otro lugar, lejos de las manos de los asaltadores. Le resulta fascinante...

Desagrados: Hay demasiadas cosas que desagradan a nuestro personaje, pero como la mayoría no tienen la menor importancia como para dedicarle parte de una sección en la ficha, en este apartado trataremos las más destacables e incluso incomprensibles. Comenzaremos comentando que no le gusta nada en absoluto que se metan con los demás, claro que si tienen motivo, puede llegar a ser comprensible, pero de igual manera, no lo ve como método para resolver las cosas; el abuso hacia los que son más débiles tampoco le hace ninguna gracia, por lo que si se encuentra presente en alguna situación de este tipo, y se da el caso, intenta terminar con el lo más rápido posible, intentando que nadie salga mal parado y que el abusón, reciba lo que se merece. Tampoco le gusta que en las peleas, haya demasiada lucha y poco diálogo, no las encuentra divertidas si por medio no se cuela alguna frase que haga enojar al rival y viceversa, sin acción verbal, la batalla pierde gran parte de su jugo, ya que es esto lo que la hace animada y que tenga parte de humor. Otra cosa que no le gusta es la gente creída, aquella que se piensa que es mejor que los demás por vete a saber que y tiene su persona por encima de todas las demás, no las soporta, ya que nadie es mejor que nadie aun por muchas riquezas que tenga o impresión que haya causado. Tampoco le agrada que le digan que debe o no hacer, o que ha de hacer o no, se niega a tolerar que hay veces que debe hacer caso y que hay que saber diferenciar entre si lo que va a hacer esta bien o está mal, pero como se considera un espíritu libre, va a su aire... Rhaegel, a pesar de adorar la música, el intento de crear o imitar alguna melodía lo detesta bruscamente, gracias al hecho de que no se le dan bien los instrumentos ni el cantar, ha llegado hasta el punto de que, aun el amago para esta, le de completo asco y se le revuelvan las tripas...

Habilidades: Una de las habilidades de Rhaegel, resulta ser su increíble capacidad de concentración, podría centrarse en una cosa y, o bien no prestar atención a nada que no sea en relación a ella, o simplemente estar en varias conversaciones a la vez sin que tengan que ver una con la otra. Rhaegel no destaca por su fuerza, pero si por su velocidad y agilidad, debido a su complexión, no le es difícil recorrer grandes distancias en poco tiempo, claro que después, es muy fácil que termine cansado. Otra de las cosas que se podría decir que se le da bien, es la deducción, hacia cualquier cosa, siempre intenta buscar cuales son las cualidades de la gente, eso, e incluso intentar encontrar respuesta sobre de lo que están formados los materiales, como serían si se analizaran... Se le es muy divertido el aprender cosas nuevas, y estas las recopila con total facilidad, se podría decir que es un chico con memoria, y esta prácticamente fotográfica. Sin dejar a un lado su dominio con los cuchillos cortos, no se le dan bien para la cocina pero si para el combate, de ahí que siempre lleve consigo una navaja por si la situación lo requiere.

Torpezas: Podríamos decir a a Rhaegel, el intentar reparar algo le es prácticamente imposible, no es lo que se puede llamar un manitas, de hecho, la gente lo considera una marabunta, casi todo lo que intenta arreglar, ya por simplemente el hecho de tocarlo, termina rompiéndolo, y en parte, esa es una de las razones por las que es incapaz de ataviar nada en absoluto, al menos en el aspecto de lo físico, ya que a la hora de consolar a la gente, le es fácil. Otra de sus torpezas, y la que más le molesta de todas, es su poca maña para la cocina, a pesar de encantarle y ceder a dedicarle gran parte de su vida ejerciendo como cocinero, no le salen unas comidas que se puedan llamar exquisitas o simplemente decir “que bueno”, aunque a pesar de esto, se esfuerza por conseguir mejorar y seguro que terminará siendo un gran Chef. Si continuamos hablando de sus torpezas, Rhaegel es incapaz de esquivar un ataque si le viene por la espalda, suele concentrarse demasiado en lo que ve y no en lo que escucha, ya que a pesar de adorar la música, no tiene oído musical, y como una cosa se lleva la otra, no se molesta en escuchar al rival en la batalla, sino en verlo, y ese es un tremendo error, ya que hay quienes son considerablemente silenciosos...

Profesiones:
• Asesino
• Arqueólogo - Cocinero - Espía

Banda: N/A

Armas:
-Nombre: Khal Kami Sori
-Descripción: Pequeña navaja de 85 milímetros de larga y 2'25 milímetros de espesor, con empuñadura de metal tintado en negro y hoja de acero inoxidable considerablemente afilada. Rhaegel, con esta arma, consigue que sus apariciones en combate sean letales, otorgando con esta un golpe certero en el cuello con intención de degollar, o simplemente de cortar algún tendón para dejar a su adversario sin oportunidad de utilizar dicha parte de su cuerpo, refiriéndonos a la afectada por el ataque y así tener ventaja.

-Nombre: Khal Wakizashi
-Descripción: Espada de tamaño medio, rondando entre los 55 centímetros de longitud y un peso aproximado de 725 gramos. Hoja de filo ligeramente delgado, consiguiendo que sus cortes hieran con mayor severidad, empuñadura de madera pulida y barnizada, al igual que la funda, y estas entintadas de un color bastante fosco proporcionado por el ébano. Esta arma casi no aparece en combate, ya que para Rhaegel es un simple hobby, pero cabe destacar que normalmente este tipo de espada se rige más en la defensa que en el ataque.

Historia: Comida familiar en época estival, una de las cosas divertidas que se pueden hacer durante esta época del año, estar con la familia para compartir lo vivido hasta el momento; se encontraban todos reunidos en la casa de los padres Ingrid, quién tomará un papel importante en la historia junto con Marco Durante el tiempo de llegada a la casa, todo parecía ir en orden, no había alborotos y se respiraba en el ambiente un aire de felicidad, pero aun siendo este un tanto empalagoso, la alegría se hacía presente; todo se podía considerar hermoso, cada uno hablaba de lo que le gustaba y todos compartían sus ideas sin llegar a herir con las palabras al prójimo. Esta felicidad tuvo una duración notablemente prolongada, ya que todos se encontraban alegres de que se realizara dicha comida familiar, reuniendo así a los parientes que vivían en mares diferentes o islas del mismo pero no tan cercanas, en resumen, reunirse todos aun estando separados por grandes distancias. Una vez todo estaba listo en la mesa, y la gente podía comenzar a comer la deliciosa comida que allí tenían presentes, entre ellas una langosta bastante exquisita a los ojos de los especialistas, acompañada de una salsa de champiñón con limón y una pequeña ensalada de hortalizas y bayas silvestres comestibles, toda una delicia que debía ser digna para un día considerado tan especial para la familia. Pero Caitlyn notó cierta incomodidad por parte de su prima Ingrid y su acompañante, así que dejando a este a un lado, se la llevó para intentar que le contara que era lo que le sucedía y porque esa expresión tan cabizbaja. No pasó mucho tiempo cuando ya terminó de aclararle los acontecimientos anteriores a la comida, y como reacción lógica por parte de Caitlyn, esta se quedó completamente sorprendida por lo que ahora conocía, jamás llego a pensar semejante pérdida de cabeza por parte de su prima, a pesar de su temprana edad para tal advenir, sabía que ella era consciente de las consecuencias que esto le propinaría por parte del resto de la familia, pero a pesar de eso, debía entender que lo mejor era que lo dijeran cuanto antes, tanto ella como Marco, para prevenir posibles consecuencias secundarias que podría propinarles el ocultar algo que en su momento sería evidente.

Pero volviendo al tema principal de la historia, y este era, el que posiblemente tirara todo aquel hermoso día por la borda, ya que el hecho de comentarlo iba a desagradar a más de uno... Y en efecto, así fue... La noticia fue devastadora para prácticamente toda la familia. Un hijo fuera de matrimonio, no podía haber nada más desastroso en este mundo, y más aun teniendo en cuenta las circunstancias en que vivía la pareja en ese preciso momento, claro que en un futuro, nuestro personaje no pensaría de igual manera. Marco prometió hacerse cargo de Ingrid y el bebé, quién nueve meses más tarde nacería bajo el nombre de Rhaegel, nombre originario del antagonista de una historia, no para niños, pero que a los padres les llamó bastante la atención, y quizá esta historia sea narrada por el propio Rhaegel en un futuro; Marco dijo esto para calmar un poco al resto de la familia, a parte de querer hacerlo por si mismo, ya que el amor que sentía hacia su compañera era eterno, y el fruto de ese amor solo podía demostrarse completamente con un hijo. Durante el tiempo en que el niño se encontraba aun en el vientre de su madre, el apoyo por el resto de la familia para salir adelante con el bebé era nulo, el simple hecho de saber que iba a nacer un bastardo dentro de su propia familia, les daba una muy mala sensación, y por ese mismo motivo se apartaban de los que iban a ser los padres, todos menos Caitlyn, que al ser amiga de su prima desde la niñez, mostraba algo de interés por el que iba a ser su sobrino. Semanas después del nacimiento de Rhaegel, Rhaegel Vaes si se le nombra con su apellido, sus padres llevaron a cabo la boda y el bautizo de este en la misma ceremonia, pero esto no ayudaba mucho, pues Rhaegel permanecería como un bastardo fuera de matrimonio, y ese fue el comienzo de los problemas que le siguen. Para un niño, el crecer bajo miradas de desprecio por parte de familiares, no es fácil, ni siquiera el más joven de sus primos le recibía con buena cara. Durante los primeros años de su vida, Rhaegel fue tratado como un ser completamente ajeno a la familia, y debido a esto, no es una sorpresa que creciera retraído de la sociedad. Que un niño crezca sin familia aun teniéndola delante... ¿Como era eso posible? Era obvio que sus padres le querían y el pequeño era consciente de ello, pero debido a que trabajaban la mayor parte de su tiempo, cuando no estaban no le quedaba nadie, era él con sus pensamientos, entreteniéndose al leer o al mirar por la ventana, a parte de invenarse sus propios juegos...

Cuando Rhaegel entró a la escuela de primaria, sus compañeros de clase, siendo estos muy espabilados para su edad, no dejaban de hablar pestes acerca de sus padres sin saber siquiera la historia, y eso a Rhaegel le tocaba la moral demasiadas veces, pero conseguía reprimir su ira concentrándose más en los libros que disponía por aquel entonces. Siendo un niño de unos 7 años, le resultaba molesto el no tener amigos, y este acto comenzó a propinarle episodios de depresión a causa de ese mismo motivo, y de la actitud de sus compañeros de clase. Rhaegel era muy pequeño para caer en ese depresiones... Una vez sus padres se dieron cuenta de ello, no dudaron en llevarle con un psicólogo, tenían, al igual que su tía al enterarse de tal cosa, la esperanza de poder dar con alguna solución a tan grave problema, pero de una forma sincera, al resto de la familia le importaba bien poco los problemas de su pariente... Ingrid dejó el trabajo para poder cuidar más de su pequeño y así pasar más tiempo con él; por otro lado, Marco comenzó a trabajar horas extra para poder pagar así al psicólogo y cubrir la pérdida al dejar su mujer de trabajar. Las cosas comenzaban a mejorar lentamente, o al menos, eso parecía, las citas con el psicólogo fueron disminuyendo gradualmente, para su cuarto año de la escuela primaria, Rhaegel solamente acudía una vez al mes, pero a veces, si la situación lo requería, se presentaba una segunda de manera voluntaria, acompañado de su madre. Una vez sus seres queridos dejaban de preocuparse demasiado por la actitud de Rhaegel, su nombre, de forma abreviada, y aliviándose de que su actitud y su mentalidad, las cuales ya parecían ser estables, algo estaño le sucedió, comenzó a mirar fijamente a todas las personas que se encontraban cerca suyo, con la mirada desorbitada y una ligera sonrisa torcida. Y pensar que hacía como unas dos semanas le había estado contando chistes a su psicólogo y riéndose con él... Esta nueva actitud que se presentaba en él no parecía ser algo grave, pero creían que era mejor mantenerlo vigilado, su psicólogo temía que empezara a sufrir ataques de esquizofrenia o volviese loco, por ello, las visitas se volvían cada vez más monótonas y tediosas.

Su psicólogo, quién ya era prácticamente considerado un miembro más en la familia de Rhaegel, y eso que en ella solamente se encontraban sus padres y su tía, se dio cuenta del porqué del cambiazo de su joven paciente y el origen de aquellas miradas a desconocidos. Rhaegel, quién desde pequeño, su único entretenimiento en la escuela eran los libros, gracias a que sus demás compañeros no le hacían el menor caso y le insultaban, pasando de él los molestos profesores por el mismo motivo, se centraba en querer saber más acerca del mundo, con tan solo 9 años era capaz de leer un libro adecuado para una persona adulta sin llegar a cansarse, y lo más impresionante, mostrando interés. Por este motivo, y con el objetivo de recopilar más información, se queda mirando a todo aquel que se le cruza, intentando averiguar el porqué de que su ADN haya decidido que su rostro y su complexión sean de esa forma, y con intención de relacionar a todas las personas posibles para averiguar de quién son familiares o con que personaje histórico han tenido relación. No era nada grave, pero el psicólogo le recomendó no mirar tanto a las personas, ya que lo tomarían por una persona que no esta cuerda. En algún momento de su vida alguien lo trataría como una persona normal... En algún momento... Dejando a un lado la depresión de este, lo que se podía llamar alivio comenzó a llamarse preocupación de una manera más fuerte que la ya mencionada anteriormente, aun mantenía sus 9 años de edad cuando ya comenzó a dar patadas a las cosas, al contrario que las veces anteriores, que en sus momentos de rabia se iba a llorar a su habitación, tirándose boca abajo en la cama e ignorando al mundo que le rodeaba, su rabia se transformó en odio y de ahí el que comenzara a romper cosas, para pocas semanas después, lo único que quedaba en pie de su cuarto era la cama y el armario con su ropa, no rompía nada del resto de la casa porque sabía que no era solo suyo y perjudicaría también a sus padres...

El pequeño niño alejado de la sociedad, tímido amable con aquellos que se preocupaban por él, cambió drásticamente a un muchacho rebelde que se encaraba a todo aquel que decía lo más mínimo sobre él, con el impulso de querer atacar a alguien y hacerle sufrir lo máximo posible, pero conseguía contenerse y reprimir tal acto de venganza por lo sufrido en el pasado; las cosas iban bien, ya que Rhaegel comenzaba a calmarse, pero no fue hasta que en un pequeño viaje junto con sus padres y el psicólogo, quién ya lo consideraba su abuelo, fallecieron en un accidente naval, mientras Rhaegel salía con vida de aquella terrible escena, lo que iban a ser unas vacaciones en familia se convirtió en un naufragio para el pequeño, viendo como el barco de sus padres se hundía en el mar y como él era el único que había conseguido sacar la cabeza del agua, todo por culpa de un ataque, un ataque propinado por piratas, aun siendo pequeño, Rhaegel era capaz de diferenciar banderas.. . Para un niño, ahora con 11 años, ver morir a tres de sus seres queridos en un abrir y cerrar de ojos no era nada fácil. Pensando que ahora se encontraba solo de verdad, ignorando a su tía, quién vivía bastante lejos del lugar, intentó volver nadando pero casi no lo cuenta, suerte que un barco pesquero pasaba por allí y fue capaz de llevarlo hasta la orilla, al ser este extranjero no conocía el pasado del chico y se molestó en ayudar. Pocos días después de recuperarse, y dándole las gracias al hombre por haber cuidado de él, volvió corriendo a su casa para llorar, comprando antes un reproductor musical que le ahuyentara las penas de sus pérdidas, este conseguía absorberle y llevarle a otro mundo con tan solo cerrar los ojos, un mundo en que podía imaginar...

Alejándose de esta forma completamente el resto del mundo y sobreviviendo con el dinero que aun le quedaba en casa, no tardó en sonar el Den Den que tenían fijo allí en el salón, su tía, preocupada por la noticia y desconociendo si su hermana seguía con vida, llamó al teléfono, no tardó poco más de una semana en llegar para hacerse cargo de Rhaegel e impedir que se quedara en un orfanato, rodeado de aquellos niños que le hacían acoso en el colegio, para llevárselo lejos del lugar, a un sitio que lo más probable era que le gustara, Ohara, la isla del conocimiento ubicada en el West Blue. Tomando las pertenencias del chico y haciéndole subir al barco, al cual este aceptó gustosamente, lo único que quería era abandonar aquel lugar lleno de malos recuerdos, sus padres y su "abuelo" se habían esforzado lo máximo por intentar conseguir que Rhaegel fuera feliz, pero lo único que lo impedía era el propio lugar... Pactando con su tía Caitlyn que nunca volvería a perder la cabeza, ya que tenía la oportunidad de empezar una nueva vida, aun este negándose, ya que quién se arrepiente de su pasado se arrepiente de uno mismo, su personalidad dio un vuelco inesperado, comenzó a ir a los bosques que rodeaban la isla, golpeando a los árboles con las piernas para entrenarse, pero no con malas intenciones, al igual que con los puños, cedió por comprarse una pequeña navaja, la cual domina con precisión, ya que como su tía trabajaba de mañana, era él quién tenía la obligación de hacer la comida para ambos, y gracias a esto ha conseguido un gran dominio con armas blancas de corta distancia, pero no se puede considerar el mejor cocinero, ya que a pesar de hacer las comidas con todo el amor del mundo, no le salían para chuparse los dedos. Entre tanto, acudía de vez en cuando a la gran biblioteca del centro de la isla, le encantaba leer y allí dentro se encontraban recopiladas miles de historias más interesantes que las que había en su anterior ciudad. Rhaegel se interesaba lo suficiente por aquel lugar que incluso llegó a hacer trabajos para sacar algún dinerillo extra, su tía cobraba más que bien en su trabajo de cirujana, no debían de preocuparse por el dinero, pero como ya tenía edad de trabajar, quería formarse como una persona independiente. En Ohara, el resto de los ciudadanos se encariñaron con él, consiguiendo que se volviera una persona simpática y cariñosa, dejando atrás su antigua personalidad de enfermo mental; actualmente vivía como un buen chico, curioso e hiperactivo, podía decir que tenía amigos, pero no confiaba en ellos debido a su terrible pasado. A su vez, se interesa por el pasado de las personas pero no le gusta contar el suyo, sabía que mucha gente había sufrido más que él, pero al vivirlo de nuevo gracias a los recuerdos, le entristecía considerablemente, aunque se siente orgulloso de ellos, ya que de lo contrario, no sería la persona que es ahora y siente aprecio por sí mismo.

Una vez cumplidos los 17 años, mientras tomaba el postre que él mismo había preparado, un delicioso cóctel de frutas, con una de ellas un tanto diferente, la cual le daba un toque especial al plato, junto con su tía, decidió comentarle sus ideales para el futuro, salir a la mar en busca de recompensas, convertirse en Cazador para cobrar el precio de criminales, matando así a aquellos que no deberían existir, y vengando así su pasado para que niños como el que él fue no sufrieran porque a sus compañeros de clase, sus padres no le hayan dado educación y no les castiguen al hacer cosas que él considera malas y despreciables; para terminar con aquellos que les gusta hacer el mal como el ataque al barco de sus padres cuando tan solo tenía 11 años, para conseguir cambiar la mentalidad de la gente y no hagan sufrir a un niño por nacer fuera de matrimonio como le pasó al él con el resto de su familia... Para erradicar las injusticias en el mundo y los desechos de la sociedad, y a su vez, cobrando una recompensa que le ayude a crecer, convertirse en Cazador para cazar o ser cazado, ese era su destino, o quizá no... Pero de momento era la idea que tenía en mente... Mientras su tía, orgullosa de su sobrino fue en busca de unos regalos para su partida, Rhaegel terminó con el resto de las frutas en la mesa, desconociendo que le podía pasar al engullir aquella de tan extraña forma y sabor, la cual resultaba ser un kaki en mal estado, para volver con su tía y que esta le regalara un Wakizashi; sabía que le iba a gustar dicho regalo porque cuando se celebraban representaciones de antiguas batallas o una simple presentación de una academia de dicha arma, su sobrino se notaba sorprendido por el manejo de dicha espada. Eso, y un pequeño cubo apodado con el nombre de Shakukotsu, el cual desconocía su utilidad pero que iba a conservar como un tesoro, ya que iba a ser su regalo de cumpleaños al cumplir los 18, creado con la ayuda de sus padres, su “abuelo” y su tía. Al parecer, como abandonará su casa, mejor dicho, la casa de Caitlyn, con 17 años, no va a tener oportunidad de abrirlo como agasajo, pero si de tomarlo en mano como muestra de afecto.

Fue una despedida bastante calurosa, por parte de su tía e incluso de los ciudadanos de la isla, quienes se ofrecieron a dejarle comida para el viaje y un pequeño barco de dos personas por si se daba el caso. Tomando sus pertenencias, le vino a la cabeza un nombre por el que le gustaría que le conocieran, Khal, le recordaba al nombre de un personaje de un libro que debió leer hace cierto tiempo pero del cual no se acuerda. —¡Khal Rhaegel!— gritó antes de partir. —¡Khal Rhaegel! ¡Y recordad mi nombre, porque yo seré el próximo Rey de los Cazadores!

Mar de Origen: North Blue - Galuna

Pertenencias:
-Nombre: Khal Shakukotsu
-Descripción: Pequeño cubo del propio tamaño de un terrón de azúcar, su color es blanco y su superficie plana y pulida, dejando a este pequeño objeto como si fuera un dado recién sacado de la fábrica. Este pequeño cubo recibe el nombre de Shakukotsu, y fue un regalo para Rhaegel el día en que decidió abandonar su casa para hacer su propia historia. Para él, este objeto tiene un gran valor sentimental, pero todavía desconoce las utilidades de este y lo que puede llegar a hacer con el, aunque de seguro que es algo importante...

-Nombre: Khal Ongaku
-Descripción: Nombre que le ha puesto a su reproductor musical, siempre acompañado este por los cascos de igual color. En este pequeño aparato Rhaegel recopila todas las canciones o sonidos que le llaman la atención y puedan servirle de motivación en un futuro, ya sea para acelerar sus impulsos o para relajarse. Normalmente lo lleva encendido para darle a su vida una banda sonora, pero no es algo con lo que necesite estar para considerarse persona, ya que es capaz de estar sin el durante días.

Botín de Partidas: N/A

Sueños: Los sueños de Rhaegel son sencillos de entender pero difíciles de conseguir, y por ello, se esfuerza cada día, o no todos, por intentar conseguir, en gran parte, sus objetivos. Una verdad evidente, es que como todo ser humano, le encantaría poseer una gran cantidad de riquezas para poder hacer lo que le venga en gana, si se puede decir de esa manera, pero este aspecto no era destacable; lo que realmente desea es poder terminar con el mal y todos aquellos que lo proporcionan al mundo, terminar con esa gente a la que llama escoria o simples desechos para la sociedad es uno de sus sueños a cumplir. Pero dejando esto a un lado, su mayor deseo es el saber acerca del mundo en el que vive, es su único y verdadero sueño, a parte de descubrir para que sirve el Khal Shakukotsu, ya que de seguro esconde algún que otro secreto. De manera rápida y para terminar, como todos aquellos en la mar, Rhaegel quiere hacerse con el One Piece, pero no para gozar de sus riquezas, sino para esconderlo en otro lugar, aun más difícil de encontrar, para que la búsqueda de este codiciado tesoro no termine, ya que es prácticamente lo único que le da emoción al mundo en el que vivimos. También le gustaría volver, en un futuro lejano, a la isla en la que se crió, como muestra de que sus conocimientos han aumentado lo suficiente como para ser considerado un arqueólogo prestigioso y digno de admiración, al igual que para recordar su pasado de cerca.