Conociendo al pequeño Shiro [Privado - Kumi, Shiro & Sayumi]

Habia pasado bastaste tiempo en el que había podido salir de paseo por los mares sin que mis padres estuviese regañandome por hacer este tipo de cosas pero en esa ocasión lo estaba haciendo por algo muy puntual y era que nos habíamos quedado sin madera para los barcos pesqueros y ahora era uno de los pocos jóvenes que tenia una "embarcación" para eso y ahora mi destino era la isla Copo. Obviamente me había tenido que llevar la embarcación de mi padre para poder hacer el transporte correcto como también tener el dinero suficiente como para poder comprar toda la madera necesaria para el nuevo lote de barcos que habían encargado algunos marineros y otros personas cuyos nombres no los conocía. 

La llegada a la isla fue algo peculiar dado que, en la misma casi no había demasiadas personas en el puerto en donde había dejado el barco encallado y tampoco había tenido demasiado problemas con la policía costera, resultandome totalmente extraño que no se me pidiese algún papel que dijese que ese barco estaba a mi cargo o incluso aun mas, de que nadie sospechara que alguien de mi edad estuviese a cargo de un barco tan "grande" para lo que mi tamaño resultaba. De todas maneras, eso era algo que no haría preguntas tontas o inmiscuir realmente en esas cosas dado que yo tenia tareas que cumplir y por lo tanto, tras bajar del barco con una carretilla de tiro, fui directamente hacia el mercado a realizar las compras necesarias. El tiempo en el que me había demorado realizar dicha tarea no había sido mas de unas horas de ida y de vuelta entre el mercado y el puerto donde había dejado toda la madera en el almacén del pesquero para luego volver a la ciudad en cuestión.

La razón era simple, como los barcos estaban siendo cuidados por algunos guardias armados, me parecía seguro estar por lo menos uno o dos días dentro de la isla, principalmente porque, quería conocer mas sobre la madera que esta isla otorgaba y sus propiedades porque después de todo, yo formaba parte de los artesanos a cargo de la construcción de los barcos mas momentáneamente solo me habían dejado haciendo pequeñas cosas con la madera. Mas la noche cayo sobre mi persona y por lo tanto, mi próxima parada era estar en una de las posadas para poder descansar de un día tan largo mas la gente al verme ingresar a esa hora, me quedo mirando porque después de todo, mi altura no correspondía para nada a la edad que yo tenia en esos momentos, siendo que el mozo del local casi comete el error de pensar que yo era un niño perdido en búsqueda de sus padres en aquel local.

Obviamente la pare las intenciones a este, mostrandole una identificación preparada para esos casos para evitar situaciones tan incomodas como la que me estaba haciendo pasar ese hombre, donde había pagado por la estadía de ese día junto a la cena con el dinero que me había sobrado. Un largo suspiro salio de mis labios habiéndome sentado en una mesa apartada de todas las molestas e impertinentes personas del local, dado que sus miradas realmente me fastidiaban la noche mas tenia que esperar la cena en cuestión para ir a descansar, siendo que, mi mirada fue a parar en varias mesas que estaban a mi alrededor en lo que esperaba y notando algo bastante particular. En una de esas mesas, podía ver que una joven dama estaba bastante acalorada o por lo menos, eso notaba por el rubor de sus mejillas y la cantidad de vasos vacíos que estaban frente a ella, haciéndome pensar de que esta estaba rumbo a estar ebria mas la silla a su lado parecía estar ocupada por alguien mas pero momentáneamente no había "llegado" esa personas, pero eso solo era un detalle menor en lo que yo esperaba la comida que había encargado.

Suspiraba ligeramente incomodo por lo que estaba pasando en la mesa de al frente mio dado que esas dos mujeres eran demasiado descaradas para hacer ese tipo de cosas en una taberna casi poblada de personas pero parecía que todas estas directamente las ignoraban o solo las miraban de reojo. Obviamente el pensamiento que surcaba en mi mente que todos eran unos interesados por el "sexo en publico" como parecía ser de ambas mujeres mas como las tenían de espaldas claramente no veía que estaba pasando exactamente pero poco me importaba eso, tan solo deseaba comer e irme a descansar de una buena vez. Ademas, al no ser mi problema no les iba a causar algún drama si el dependiente del establecimiento no le importaba lo que estaban haciendo, ya fuese por miedo o incluso por el propio morbo de ver a dos mujeres teniendo ese tipo de afectos.

Mas minutos después de que la dama se fuese al baño o a donde fuese, el pedido de mi comida había llegado siendo este una chuleta bien cocinada con una modesta ensalada a su lado y ademas un vaso con una bebida colorida la cual era solamente un zumo de uva siendo que el aroma que emanaba parecía bastante bueno mas revise si el mismo en cuestión no había sido alterado de alguna manera porque después de todo, no quería ser drogado o envenenado. Para cuando termine de revisar mi comida y haberle pagado al mozo con anterioridad todo lo necesario para el hospedaje y la comida, la otra que se había retirado había regresado a la mesa con la otra dama y ahora estaban fumando algo, cosa que podría haberme molestado pero con una mesa de diferencia y de que estaba comiendo realmente me importaba poco lo que hicieran.

Pocas mesas cerca de mio paso un disturbio en una discusión entre ebrios siendo que gracias a mi agudo oído pude escuchar que algo salio volando hacia mi, donde agache la cabeza para que la botella que fue lanzada terminara estrellada contra un muro en lo que yo terminaba de comer lo que me quedaba. Mas el mal humor surco mi rostro porque parte de esa bebida había caído sobre mi cuerpo, y el aroma a cerveza golpeo mi nariz de manera brusca, cosa que realmente era incomodo sin contar que la misma se había derramado de tal manera de que mi camiseta se pegara a mi cuerpo y resaltara mi cuerpo ligeramente inmaduro ademas de erectar ligeramente mis pezones por lo fría que era la bebida. Brame una maldición de manera sutil mientras la pelea entre ebrios se realizaba mesas mas adelante pero tardo un par de minutos en ser mitigada por unos hombres bastante grandes que echaron a esos dos hombres fuera mas estuve tentado de arrojarle mi propia mesa en la cabeza de estos, mas solo esto provocaría que me echaran del establecimiento y perderia todo mi dinero invertido.

Por lo que tome un respiro largo mas le pedí al mozo que me desocupara el cuarto cuanto antes así podría darme un baño rápido y cambiarme la ropa antes de que el aroma se pegara a mi piel y en el peor de los casos, comenzar a estar ebrio por la absorción del alcohol en mi pálida piel, mas mi trato con el mozo siempre fue cortés por mas irritado e malhumorado que estaba en esos momentos por el disturbio de los ebrios.

Una de mis cejas se elevo al ver la pequeña escena de ambas mujeres siendo que sinceramente no me importaba tratar de escuchar lo que estaban "discutiendo" debido a la cara de mala hostia que tenia la dama de pelo grisaseo siendo que tan solo lance un suspiro al aire de también el mal humor que me estaba cargando en esos momentos por la tardanza del mozo de decirme sobre lo de la habitación y el baño preparado. Cuando ambas se acercaron a mi mesa, ya me olía bastante raro mas de lo que olía a alcohol, notando que una de ellas me había quitado parte del pan que tenia sobre la mesa que no había probado bocado mas no me molestaría demasiado por ello dado que, el pan en la mayoría de las tabernas posaderas lo solían entregar como bocadillo de entrada siendo este pan negro.

Si ya tenia una ceja levantada, eleve la otra con algo de sorpresa pero a la vez con molestia, poniendo una mano frente a la dama rubia en cuestión tras darle un golpe cito con los dedos a la peligris, apartándole la pequeña canasta de pan de su alcance como si se tratase de a un niño que se le regañaba por tocar las cosas que no eran suyas pero mas delicado por ser una mujer a quien se lo hacia- En primer lugar, no quiero nada con ustedes señoritas, y en segundo lugar, si vas a sacar algo de una mesa ajena se pide permiso, los modales primero - le dije a ambos mas usando un tono severo y frió hacia la dama que tenia un humor que realmente se le llevaba sola mas golpee con mis dos manos la mesa indicando que estaba por retirarme de la misma - Con o sin su permiso señoritas, un baño de agua caliente me espera, no esto no es una invitación no me gustan las niñas como ustedes y menos con ese aroma particular encima - dije tras hacerle una señal con la cabeza al mozo para que me indicara donde quedaba el cuarto del baño dado que, algo me decía en mi intuición que no debía quedarme en ese lugar con ese dúo de mujeres, no porque fuesen feas o de lo contrario, sino que mi antiguo capitán me había advertido que tuviese cuidado con ese tipo de personas porque tratarían de seducirme y drogarme para luego robarme todo lo que tuviese encima.

Mi expresión en el momento de haber visto como la dama de cabello castaño casi rubio de dejar un arma sobre la mesa solo hizo que todas las alarmas posibles y por haber saltaron porque eso claramente era un "asalto" o incluso peor por lo que mi cuerpo se había tensado de tal manera de que estaba rígido en esa postura semi encorvada de haberme parado anteriormente. Trague en seco porque la voz de la otra dama sonaba en un tono bastante peor del que había sonado, esa sed de sangre solo lo había sentido una vez y fue cuando paso la masacre de mi antigua tripulación, y sabia que no estaba por pasarla nada bien en esos instantes por lo que mis ojos seguían fijos entre esas dos damas mas mi mente corría mas rápido que una locomotora para idear un plan de escape. Sabia que abrían bajas de cualquier manera, mas no me importaba en lo mas mínimo en ese sentido, si bien la muerte en masa por imprudencias era algo que me molestaban ahora mismo estaba mi propio pellejo por lo que todas las salidas ya estaban marcadas en mi mente en caso de que se fuese todo al mismísimo demonio.

Si bien el arma de una de ellas estaba sobre la mesa, no sabia ninguna de las capacidades de combate de las dos o incluso si eran parte de esos miembros raros que usaban los poderes de las frutas del diablo mas la única opción estaba dada a la mano al estar levantado y solo era aprovecharme de mis artes marciales. Por eso, lo único que pude pensar y hacer era usar el factor sorpresa, pateando con mi rodilla la mesa cuadrada hacia el frente para que la misma fuese directamente hacia las damas en cuestión en lo que yo daba un rol hacia atrás usando la silla como seudo protección en la caída en lo que rodaba hacia mesas mas atrás de mi, la razón era una sola y era que necesitaba llegar hasta la barra en cuestión de segundo y refugiarme tras de ella antes de que comenzara la balacera  que comenzaría en represalia por lo hecho. No sabia como pero debía llegar lo mas rápido y por lo que, cuando toque con mis manos la pared del local, use el mismo impulso para patear el armario de vinos que estaba en ese lugar para rodar hacia detrás de la barra ante la sorpresa de los barmas y el resto de las personas que no tardarían en darse cuenta de la pistola que seguramente estaría tirada en el suelo cuyo con las jóvenes damas asaltantes o por lo menos eso pensaba. En lo que, yo en lo que estaba pensado claramente por cual de las tres salidas tomaría, que serian la puerta de la cocina, alguna de las ventabas que daban al interior del local o la misma puerta de entrada, debido a que la escalera que daba a las habitaciones todavía estaba demasiado lejos de mi alcance por mas rápido o flexible que pudiese ser para esquivar balas o incluso algo peor.  

Maldije por lo bajo mientras trataba de llegar hasta la barra mas mi rostro fue a parar al suelo de manera fuerte cuando sentí que algo había atrapado uno de mis tobillos y por ello, hacerme caer al suelo impidiéndome llegar mucho mas de ese lugar, siendo que tuve que arrastrarme un poco hasta poder cubrirme con el borde de la barra. Chasquee la lengua al notar ese brazo que enredaba mis piernas de manera fuerte que me hizo sentir que mi fuerza no seria suficiente para escapar de ellas mas debería usar todo mi ingenio para poder escapar de las mismas.Tome una de las botellas que estaba cerca de mi y la estrelle contra uno de los bordes de la barra para romperla, para luego apuñalar esa mano que todavía se extendia en mis tobillos y me impedía caminar con regularidad esperando que aquella extremidad desapareciera mas un ensordecedor disparo hizo que tirara la botella rota al suelo del susto porque después de todo, no esperaba aquello mucho menos del tema de que las mismas habían inmovilizado a las personas con sus armas.

Mi mente volaba de ideas pero si ambas estaban armadas con armas de fuego se me hacia complejo tratar de idear un plan ideal, mas porque una de ellas parecía ser una usuaria de las frutas del diablo y de la otra no sabia nada, cosa que era aun mas jodido de pensar. Lo único que se me ocurrió fue hacer una improvisada bomba de humo dado que, tenia una cantidad grosera de alcohol pero a su vez, también tenia algo de jabón neutro a la mano. Obviamente no dude en usarlos con una botella de la mayor pureza alcohólica y disolví el trozo de jabón dentro de esa solución, la cual lentamente comenzó a liberar un humo pálido, a sabiendas de que dicha reacción seria mas rapida si tuviese una fuente de calor mas no la tenia en esos momentos pero era la unica cosa a mano ademas de que se tardia mucho tiempo en que esa hiciera el efecto que deseaba para darme tiempo de escapar por alguna salida que no estuvieran cerradas por sus manos como era las escaleras a los cuartos superiores.