Bô Thyjo
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Después de haber escapado de Ilusia con la premisa de llegar a la isla de aquel niño rico al que le había sacado los ojos por haber intentado robar mi embarcación, me encontraba en una extraña isla de la que jamás había escuchado hablar. El pequeño Greed aún permanecía en mi embarcación, parecía haberse limpiado ya los restos de sangre. Había resultado ser un viaje de lo más movido, el mar había empujado con fuerza mi barco y el propio viento arreció mi vela provocando que no me quedase otra que tomar puerto en Baristán.
Decidí atar mi barca a lo que parecía ser el resto de un naufragio que me aseguré que estuviese bien unido a aquella isla, que no parecía ser otra cosa más que un cementerio de naufragios. Avancé sin temor hacia su interior, pues desconocía el tiempo que aquel temporal nos retendría allí y sabía que sería inteligente comprobar si en aquel lugar existía algún resto de civilización humana, de nuevo, y antes de marcharme, actué como lo hice en todos los puertos, pero esta vez lo hice a la inversa, me quité mis prendas de ciudadano y las sustituí por mi ropa de combate pues no sabía qué peligros podrían aguardarme allí.
Por precaución llevé conmigo mis E-Gloves, así como también mi vara de combate Bō Thyjo. Me equipé tanto mis ropajes como mis armas con completa naturalidad y sin ocultarme, a fin de cuentas no parecía haber nadie alrededor mía y tampoco es que me importase. El pequeño Greed se quedó para vigilar mi equipamiento, o al menos eso es lo que quiso mostrar, yo sigo pensando que él estaba acojonado.
Después de avanzar durante no más de treinta minutos llegué a lo que parecía ser el centro de aquella inhabitable isla, que no fue más que el centro del gran naufragio, compuesta por un suelo de madera podrida, una gran cantidad de restos de antiguos muebles, algún cañón oxidado arrojado por allá, y alguna barandilla de algún barco por acá. Una imagen desoladora para lo que yo fui a buscar.
Decidí atar mi barca a lo que parecía ser el resto de un naufragio que me aseguré que estuviese bien unido a aquella isla, que no parecía ser otra cosa más que un cementerio de naufragios. Avancé sin temor hacia su interior, pues desconocía el tiempo que aquel temporal nos retendría allí y sabía que sería inteligente comprobar si en aquel lugar existía algún resto de civilización humana, de nuevo, y antes de marcharme, actué como lo hice en todos los puertos, pero esta vez lo hice a la inversa, me quité mis prendas de ciudadano y las sustituí por mi ropa de combate pues no sabía qué peligros podrían aguardarme allí.
- Ropa de Civil:
- Ropa de Combate:
Por precaución llevé conmigo mis E-Gloves, así como también mi vara de combate Bō Thyjo. Me equipé tanto mis ropajes como mis armas con completa naturalidad y sin ocultarme, a fin de cuentas no parecía haber nadie alrededor mía y tampoco es que me importase. El pequeño Greed se quedó para vigilar mi equipamiento, o al menos eso es lo que quiso mostrar, yo sigo pensando que él estaba acojonado.
Después de avanzar durante no más de treinta minutos llegué a lo que parecía ser el centro de aquella inhabitable isla, que no fue más que el centro del gran naufragio, compuesta por un suelo de madera podrida, una gran cantidad de restos de antiguos muebles, algún cañón oxidado arrojado por allá, y alguna barandilla de algún barco por acá. Una imagen desoladora para lo que yo fui a buscar.
- Reglas del combate:
- El rol se realizará en pasado.
- El campo de batalla será en Baristán, la isla de los barcos.
- No se permite la muerte.
- Aunque existan amputaciones no se llevarán on-rol.
- Existirán cicatrices (a decidir por el usuario que ha recibido el impacto).
Sayumi Asagiri
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West BLUE | Baristán | Pasado
No sé por qué habíamos decidido que una de las paradas que teníamos que hacer en el viaje era este lugar, había muchísima agua, todo lleno de barcos destrozados la isla llena de sedimentos era tremendamente inestable, por mucho que los carpinteros intentaran que no le pasara nada, vale que teníamos que ver si podíamos hacernos con un bajo mejor pero creo que podríamos ir a un mercado que no fuera a venirse abajo en cualquier momento. El sitio parecía muy peligroso, y por su puesto llevaba todas mis armas encima, hasta la más insignificante de mis pertenencias el mechero que ni si quiera sabía de donde lo había sacado. Llevaba mi ropa habitual, que me servía tanto para un día tranquilo como para un combate, mis pistolas estaban en las pistoleras de mi torso ocultas bajo mi sudadera negra, mis dagas dentro de mis mangas, para poder usarlas sin problemas con solo un pequeño tirón y bueno mis armas más grandes estaban colgando de mi espalda, mi sudadera podía disimularlas solo hasta cierto punto.
Mientras caminaba junto a Kumi, mirando a todas partes mientras íbamos adentrándonos cada vez más, estaba tentada a usar mis poderes para ver a mi alrededor, pero no quería precipitarme en ese aspecto, sería mejor por ahora solo ir con cuidado. Sin perder de vista por donde iba me dirigí a Kumi. -Parece que este sitio está lleno de chusma. Puede que no fuera muy lista y que a veces me metía en problemas si no fuera por los consejos de Kumi me hubiera metido en más de un problema, pero no era completamente idiota, en un sitio como este nosotras dos éramos un caramelito, y no iba a permitir que ningún hombre le pusiera una mano encima a Kumi, o perdería aquello por el cual le llaman hombre.
Después de un rato, llegamos a lo que parecía el centro de la isla, unos cañones tirados, algunas barandillas de barco, y muebles, siendo que el suelo era de madera podrida, entre aquello vi lo que parecía sobre una cómoda un bonito joyero, este estaba en perfectas condiciones, raro en este lugar. Parecía ser un regalo perfecto para Kumi pero no quería que ella se diera cuenta así que lo que hice fue distraerla, le di un beso en la mejilla y le susurre espera aquí tengo una sorpresita. Para salir corriendo como solo yo podía hacerlo de manera completamente inconsciente ignorando que allí se encontraba un joven haciendo dios sabe que ni si quiera le preste atención ni si quiera cuando le empuje con mi casi ninguna fuerza, desconociendo si es que le llegaba a empujar o simplemente se apartaba, en cualquier caso llegue hasta donde estaba el joyero y lo tome, para guardármelo inmediatamente para que ella no pudiera verlo, ahora sabría que tendría que responder a lo que me dijera aunque bueno, yo simplemente soltaba una risa risueña en este momento.
Mientras caminaba junto a Kumi, mirando a todas partes mientras íbamos adentrándonos cada vez más, estaba tentada a usar mis poderes para ver a mi alrededor, pero no quería precipitarme en ese aspecto, sería mejor por ahora solo ir con cuidado. Sin perder de vista por donde iba me dirigí a Kumi. -Parece que este sitio está lleno de chusma. Puede que no fuera muy lista y que a veces me metía en problemas si no fuera por los consejos de Kumi me hubiera metido en más de un problema, pero no era completamente idiota, en un sitio como este nosotras dos éramos un caramelito, y no iba a permitir que ningún hombre le pusiera una mano encima a Kumi, o perdería aquello por el cual le llaman hombre.
Después de un rato, llegamos a lo que parecía el centro de la isla, unos cañones tirados, algunas barandillas de barco, y muebles, siendo que el suelo era de madera podrida, entre aquello vi lo que parecía sobre una cómoda un bonito joyero, este estaba en perfectas condiciones, raro en este lugar. Parecía ser un regalo perfecto para Kumi pero no quería que ella se diera cuenta así que lo que hice fue distraerla, le di un beso en la mejilla y le susurre espera aquí tengo una sorpresita. Para salir corriendo como solo yo podía hacerlo de manera completamente inconsciente ignorando que allí se encontraba un joven haciendo dios sabe que ni si quiera le preste atención ni si quiera cuando le empuje con mi casi ninguna fuerza, desconociendo si es que le llegaba a empujar o simplemente se apartaba, en cualquier caso llegue hasta donde estaba el joyero y lo tome, para guardármelo inmediatamente para que ella no pudiera verlo, ahora sabría que tendría que responder a lo que me dijera aunque bueno, yo simplemente soltaba una risa risueña en este momento.
Naiara Riera
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Akuma no mi
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Más viajes, un trabajo sin descanso en busca de algo que ni siquiera sabía qué era. ¿O bastaba el sentimiento puro de querer vengarse de una persona lo suficiente para todo esto? ¿Realmente valía la pena moverse entre todos los mares para escapar de los crímenes que había cometido, hacerse más fuerte y volver a la isla natal a terminar lo que en su día empezó? Tal vez, el sentimiento de no saber de su familia también estaba afectando a esa pobre mente que no daba más de sí tras lo ocurrido aquel día, hace ya un buen tiempo. En todo caso, esta era una aventura a la cual no estaba para nada preparada, pues anteriormente, rara vez salía de la zona de la montaña y, la mayoría de esos casos, era solamente un viaje corto para entregar los pedidos de la herrería, la cual suponía, ahora mantenía su padre en solitario y como podía con las fuerzas que le quedasen, junto a la noticia de que su hija era una delincuente y estaba actualmente desaparecida, en busca y captura lo más probable. Como fuese, estar pensando en el pasado no serviría de nada, lo importante era el presente.
Se hallaba en la necesidad de encontrar un barco con el que navegar, pues la pequeña barca en la que había estado viajando ya no daba más de sí, había completado con éxito su misión de ponerla a salvo y ahora tocaba buscar algo que le sirviese de verdad para moverse. Oculta entre el resto del gente aprovechando que todavía no era conocida, moverse no era complicado por canales públicos y actuar de forma normal. El objetivo ahora era la isla de Baristán, donde podría encontrar algo a un precio razonable. Más valía que fuese así, el dinero no era exactamente el punto fuerte en estos momentos y no estaba dispuesta a robar un barco aleatorio, no mientras no sea algo forzado y que no haya otra opción. O bueno, si es que había algún barco no destrozado allí y todo servía de algo, volver atrás ahora estaba complicado pues la embarcación que tenía ya no estaría disponible para salir de la isla.
El lugar era un completo desastre, nada parecido al bello hogar que eran las montañas de Ilusia, Baristán más parecía un simple lugar de mala muerte donde cualquiera que quisiera vivir por esa zona sería considerado un demente sin sentido de lo que es estar en esas condiciones inhabitables. Era deprimente pasar de la dura vida de antes, a la cual ya estaba totalmente acostumbrada y poseía sus partes buenas que compensaban, a no tener un lugar al que llamar hogar, todo por culpa del gobierno y sus acciones hipócritas. Pero eso era otro tema que se trataría después. Ahora, a lo importante. Parece que no estoy sola... Habían unas cuantas personas a lo lejos, unas caminando y otra que estaba quieta. Tal vez podría obtener algo de información preguntando, que supiesen dónde conseguir un transporte para pasar a la siguiente isla. O... tal vez eran ladrones/asesinos que deambulaban por la zona. En todo caso, se acercaría a la persona que estaba sola, con su arma preparada para defenderse en caso de ser necesario.
Perdón por molestar. ¿Sabes si hay algún barco cerca a la venta? Necesito un transporte para poder volver a casa.
Se hallaba en la necesidad de encontrar un barco con el que navegar, pues la pequeña barca en la que había estado viajando ya no daba más de sí, había completado con éxito su misión de ponerla a salvo y ahora tocaba buscar algo que le sirviese de verdad para moverse. Oculta entre el resto del gente aprovechando que todavía no era conocida, moverse no era complicado por canales públicos y actuar de forma normal. El objetivo ahora era la isla de Baristán, donde podría encontrar algo a un precio razonable. Más valía que fuese así, el dinero no era exactamente el punto fuerte en estos momentos y no estaba dispuesta a robar un barco aleatorio, no mientras no sea algo forzado y que no haya otra opción. O bueno, si es que había algún barco no destrozado allí y todo servía de algo, volver atrás ahora estaba complicado pues la embarcación que tenía ya no estaría disponible para salir de la isla.
El lugar era un completo desastre, nada parecido al bello hogar que eran las montañas de Ilusia, Baristán más parecía un simple lugar de mala muerte donde cualquiera que quisiera vivir por esa zona sería considerado un demente sin sentido de lo que es estar en esas condiciones inhabitables. Era deprimente pasar de la dura vida de antes, a la cual ya estaba totalmente acostumbrada y poseía sus partes buenas que compensaban, a no tener un lugar al que llamar hogar, todo por culpa del gobierno y sus acciones hipócritas. Pero eso era otro tema que se trataría después. Ahora, a lo importante. Parece que no estoy sola... Habían unas cuantas personas a lo lejos, unas caminando y otra que estaba quieta. Tal vez podría obtener algo de información preguntando, que supiesen dónde conseguir un transporte para pasar a la siguiente isla. O... tal vez eran ladrones/asesinos que deambulaban por la zona. En todo caso, se acercaría a la persona que estaba sola, con su arma preparada para defenderse en caso de ser necesario.
Perdón por molestar. ¿Sabes si hay algún barco cerca a la venta? Necesito un transporte para poder volver a casa.
Kumi Asagiri
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West BLUE | Baristán | Pasado
En nuestra búsqueda de un barco grande, nos topamos con una isla un tanto extraña, como era de costumbre, no tenía ni idea de donde habíamos llegado. Lo único que sabía es que este lugar era un gran cementerio de barcos, era una vista bastante tétrica. La madera que sostenía todo parecía estar en bastante mal estado. La verdad no parecía una buena idea haber venido a aquel lugar inhóspito, pero necesitábamos recaudar cualquier cosa servible para nosotras, y total, nos pillaba de camino así que no perdíamos nada con probar suerte. Como de costumbre, tanto mi hermana como yo, nos habíamos equipado correctamente, portaba todo mi arsenal, que constaba de dos espadas las cuales una era una katana completamente negra, que mantenía atada a la cintura a la parte izquierda. Al otro lado un estoque de color plateado, unas dagas ocultas en mi sudadera, en los muslos, una en cada lado se encontraban mis dos pistolas. En la espalda portaba mi subfusil, un UMP45, le tenía bastante aprecio, pues me había salvado de más de una ocasión. Y por último portaba un poco más arriba que mi subfusil una mochila, la cual tenía un apartado para unos cuantos cartuchos de mis armas, unos fármacos y diales. Pero no solo llevaba todo eso, si no repartidos en distintos bolsillos también llevaba más. Pero eso no era nada raro en mí, estar armada hasta los dientes era para mí, lo que una persona normal era ponerse ropa interior.
Mi hermana decía que había muy mala gente, y la verdad, una extraña sensación me advertía de que en la isla acechaba gente peligrosa, debía estar atenta por si algo sucedía. Pero mientras debía actuar como si nada me preocupase. Mi hermana juguetona como de costumbre me indicó que le esperase, y eso hice, vi como correteaba por los puestos hasta que se topó con un tipo. Al ver eso me preocupé, pero en ese instante la voz de una joven me distrajo por unos segundos. Me volteé a mirar a la muchacha la cual me preguntaba si sabía dónde vendían barcos, al escuchar eso una pequeña y leve sonrisa se dibujó en mi rostro. -Pues no, yo también estoy buscando uno... Decía cuándo entre medio que decía eso me callé, pues aquella sensación se incrementó. Desesperadamente busqué a mi hermana con la mirada, y pude ver como un hombre a agarraba fuertemente del hombro a mi hermana.
Ver eso, me enfureció, sin decirle nada a la muchacha rápidamente, comencé una carrera hacia aquel hombre a toda velocidad. No nos separaba mucha distancia así que llegaría antes de que este pudiera hacer algo, a mitad del trayecto con mi diestra empuñé mi katana y rápidamente la desenvaine. No tardé más de unos segundos, mientras aquel tipo se dedicaba en increparle a mi hermana de que era una ladrona. En ese momento, aquel hombre no sabía lo que se le venía encima, pues yo ya estaba a su lado. Con un hábil y veloz movimiento, realicé un corte vertical de forma descendente hacia el antebrazo de este tipo. Mi katana seccionó completamente el antebrazo del hombre que se atrevió a tocar a mi hermanita. Un gran torrente de sangre salía del corte, a la vez que la mano del hombre caía al suelo. El hombre soltó un gran grito estridente denotando el dolor que sentía, mientras alzaba su brazo recién amputado, como autoreflejo de su dolor. La sangre del hombre manchaba mis ropas, como mi rostro y cabello, pero no me inmutaba. Agité con fuerza mi arma limpiando la sangre de su filo. -Tocar a mi hermana, se castiga con la muerte. Decía a la vez que una sonrisa completamente siniestra a la par que sombría aparecía en mi rostro, acompañando así con una mirada desencajada.
Alcé mi diestra hasta la altura de mis hombros, para luego empuñar mi Rengoku con ambas manos, y sin piedad, ni tan siquiera titubeaba ante las suplicas de este tipo. Mi irada implacable estaba centrada en el cuello de esté. Y con una velocidad vertiginosa, mi filo se movió ejecutando un corte limpio en el cuello de forma horizontal. El corte fue tan limpio, que, por un segundo, parecía como si no hubiera pasado nada. Pero entonces, pequeñas gotas de sangre comenzaron a derramarse del cuello, dibujando una línea justo por donde había pasado mi Katana. Instantes después, un gran chorro de sangre salía de esa herida a la vez que la cabeza lentamente se precipitaba al suelo, despegándose de su cuerpo. Mi mirada impasible observaba como la cabeza caía y rodaba unos metros, hasta que finalmente se detuvo. El cuerpo sin vida del hombre se desplomó, no sin antes teñir de un precioso rojo el suelo. Tras eso, me volteé, para mirar a mi hermana y dedicarle una leve sonrisa con los mofletes sonrojados a mi Sayumi, como si nada hubiera pasado. -¿Estas bien? Pregunté con un tono dulce, lo cual contrastaba enormemente a mis acciones y a tal y como estaba repleta de sangre. No había nada más importante ahora mismo que saber cómo se encontraba mi preciosa hermanita, pero aun así no bajaría la guardia, al igual que no guardaría mi katana ensangrentada por si debía seguir usándola.
Mi hermana decía que había muy mala gente, y la verdad, una extraña sensación me advertía de que en la isla acechaba gente peligrosa, debía estar atenta por si algo sucedía. Pero mientras debía actuar como si nada me preocupase. Mi hermana juguetona como de costumbre me indicó que le esperase, y eso hice, vi como correteaba por los puestos hasta que se topó con un tipo. Al ver eso me preocupé, pero en ese instante la voz de una joven me distrajo por unos segundos. Me volteé a mirar a la muchacha la cual me preguntaba si sabía dónde vendían barcos, al escuchar eso una pequeña y leve sonrisa se dibujó en mi rostro. -Pues no, yo también estoy buscando uno... Decía cuándo entre medio que decía eso me callé, pues aquella sensación se incrementó. Desesperadamente busqué a mi hermana con la mirada, y pude ver como un hombre a agarraba fuertemente del hombro a mi hermana.
Ver eso, me enfureció, sin decirle nada a la muchacha rápidamente, comencé una carrera hacia aquel hombre a toda velocidad. No nos separaba mucha distancia así que llegaría antes de que este pudiera hacer algo, a mitad del trayecto con mi diestra empuñé mi katana y rápidamente la desenvaine. No tardé más de unos segundos, mientras aquel tipo se dedicaba en increparle a mi hermana de que era una ladrona. En ese momento, aquel hombre no sabía lo que se le venía encima, pues yo ya estaba a su lado. Con un hábil y veloz movimiento, realicé un corte vertical de forma descendente hacia el antebrazo de este tipo. Mi katana seccionó completamente el antebrazo del hombre que se atrevió a tocar a mi hermanita. Un gran torrente de sangre salía del corte, a la vez que la mano del hombre caía al suelo. El hombre soltó un gran grito estridente denotando el dolor que sentía, mientras alzaba su brazo recién amputado, como autoreflejo de su dolor. La sangre del hombre manchaba mis ropas, como mi rostro y cabello, pero no me inmutaba. Agité con fuerza mi arma limpiando la sangre de su filo. -Tocar a mi hermana, se castiga con la muerte. Decía a la vez que una sonrisa completamente siniestra a la par que sombría aparecía en mi rostro, acompañando así con una mirada desencajada.
Alcé mi diestra hasta la altura de mis hombros, para luego empuñar mi Rengoku con ambas manos, y sin piedad, ni tan siquiera titubeaba ante las suplicas de este tipo. Mi irada implacable estaba centrada en el cuello de esté. Y con una velocidad vertiginosa, mi filo se movió ejecutando un corte limpio en el cuello de forma horizontal. El corte fue tan limpio, que, por un segundo, parecía como si no hubiera pasado nada. Pero entonces, pequeñas gotas de sangre comenzaron a derramarse del cuello, dibujando una línea justo por donde había pasado mi Katana. Instantes después, un gran chorro de sangre salía de esa herida a la vez que la cabeza lentamente se precipitaba al suelo, despegándose de su cuerpo. Mi mirada impasible observaba como la cabeza caía y rodaba unos metros, hasta que finalmente se detuvo. El cuerpo sin vida del hombre se desplomó, no sin antes teñir de un precioso rojo el suelo. Tras eso, me volteé, para mirar a mi hermana y dedicarle una leve sonrisa con los mofletes sonrojados a mi Sayumi, como si nada hubiera pasado. -¿Estas bien? Pregunté con un tono dulce, lo cual contrastaba enormemente a mis acciones y a tal y como estaba repleta de sangre. No había nada más importante ahora mismo que saber cómo se encontraba mi preciosa hermanita, pero aun así no bajaría la guardia, al igual que no guardaría mi katana ensangrentada por si debía seguir usándola.
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Akuma no mi
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El paso del tiempo había tensado mis músculos, mis prendas se habían recubierto de una fina capa de polvo. ¿Cuánto tiempo llevaría allí? No lo sabía con exactitud. Mi mirada se nubló durante algunos segundos que me habían parecido cerca de tres meses, de hecho, la zona que me rodeaba había cambiado por completo. Tenía un vago recuerdo de que Baristán era una isla de antiguos naufragios sobre la que una serie de personas bastante tozudas trataban de mantener una isla a flote, en resumen, una puta mierda podrida mantenida por cabezones, pero... Aquel lugar había parecido progresar bastante bien, en mi tiempo de colapso cerebral habían conseguido montar una serie de puestos alrededor de mía similar a la que te encontrarías en una ciudad estilo Ohara.
Sentí mi cuerpo tambalearse y contemplé atónito el cómo una tarántula había decidido poner su nido de telarañas en mis rodillas. ¿Qué demonios me estaba sucediendo? Intentaba echarla a la vez que me limpiaba de aquella sustancia pringosa, pero aquello no provocó más que la sorpresa y la curiosidad de un joven anciano que se encontraba a mi derecha, sentado en un banco que había visto tiempos mejores, el banco estaba ubicado frente a la escultura del "gran cañón" que no era más que un antiguo cañón de nosecuantas libras que ya estaba oxidado. El anciano comenzó a tocar una música clásica que no sé de dónde era pero sonaba así, y el mono de tití que había en su hombro comenzó a bailar a la par que tocaba unos platillos que tenía atados en sus manos.
Al ritmo de la canción y sin parar de tratar de quitarme de encima a la molesta araña, comencé a mover las piernas en lo que parecía ser un grácil baile de borracho, aunque juraría que aquel día no había consumido nada extraño, pese a que mi entorno lo fuese. En medio del cantar de una persona de oscura piel que se acercó al espectáculo y comenzó a tocar las palmas comencé a pensar acerca de la existencia, concretamente de la de mi loro, el pequeño Greed. ¿Cuánto tiempo lo habría dejado en la barca en soledad? ¿Continuaría vivo? Una serie de preguntas que fue interrumpida en cuanto una asquerosa jovencita impacto su hombro contra el mío, acto que continué tal y como debía de hacer, dándome la vuelta y arreándole una portentuosa patada en su espalda, la cual recé porque le diese en el centro de la espalda y le provocase que se zampase el joyero que tenía delante, por molesta.
- ¡Mira por dónde vas, niñata!-
Exclamé sin prestar atención a la loca que le cortaba el brazo al otro hombre, ya estaba acostumbrado a ver esas cosas.
Sentí mi cuerpo tambalearse y contemplé atónito el cómo una tarántula había decidido poner su nido de telarañas en mis rodillas. ¿Qué demonios me estaba sucediendo? Intentaba echarla a la vez que me limpiaba de aquella sustancia pringosa, pero aquello no provocó más que la sorpresa y la curiosidad de un joven anciano que se encontraba a mi derecha, sentado en un banco que había visto tiempos mejores, el banco estaba ubicado frente a la escultura del "gran cañón" que no era más que un antiguo cañón de nosecuantas libras que ya estaba oxidado. El anciano comenzó a tocar una música clásica que no sé de dónde era pero sonaba así, y el mono de tití que había en su hombro comenzó a bailar a la par que tocaba unos platillos que tenía atados en sus manos.
- Canción que toca el anciano:
- https://www.youtube.com/watch?v=f5UGmlSWQYs
Al ritmo de la canción y sin parar de tratar de quitarme de encima a la molesta araña, comencé a mover las piernas en lo que parecía ser un grácil baile de borracho, aunque juraría que aquel día no había consumido nada extraño, pese a que mi entorno lo fuese. En medio del cantar de una persona de oscura piel que se acercó al espectáculo y comenzó a tocar las palmas comencé a pensar acerca de la existencia, concretamente de la de mi loro, el pequeño Greed. ¿Cuánto tiempo lo habría dejado en la barca en soledad? ¿Continuaría vivo? Una serie de preguntas que fue interrumpida en cuanto una asquerosa jovencita impacto su hombro contra el mío, acto que continué tal y como debía de hacer, dándome la vuelta y arreándole una portentuosa patada en su espalda, la cual recé porque le diese en el centro de la espalda y le provocase que se zampase el joyero que tenía delante, por molesta.
- ¡Mira por dónde vas, niñata!-
Exclamé sin prestar atención a la loca que le cortaba el brazo al otro hombre, ya estaba acostumbrado a ver esas cosas.
Sayumi Asagiri
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En el momento que lo toque sabía que algo no iba bien, me había metido en suficientes peleas para saberlo, así que solo por precaución empecé mi despliegue, el ojo en mi nuca me advirtió de lo que ocurría, más como iba corriendo no había nada que temer, la patada simplemente no me alcanzo con solo seguir corriendo, dado que mi velocidad era muy superior a la de su golpe siendo el triple. Momento en el que dije hasta aquí habíamos llegado, no dejaría de correr, pero eso no significaba que no iba a atacarle. Use mi técnica ¿Te hecho una mano? Lo que hizo que once brazos aparecieran o bien en su cuerpo o bien en el suelo. Una para intentar tapar cada ojo, dos para cada brazo, otras dos por cada uno de sus tobillos para que no pudiera dar un solo paso, siendo la última de todas las manos la que iba a empezar a apretar sus órganos reproductivos con extrema fuerza, usando mi técnica Robando las joyas, siendo que cinco brazos más aparecieron sobre su cuerpo para darle de puñetazos, esto formaba parte de mi técnica ¿Te hecho una mano? Los puñetazos por su puesto apuntaban a zonas sensibles, dos de ellos a cada uno de los riñones, otro de ellos al hígado, y los otros dos a zonas no determinadas del torso. Sumado a su inmovilización estaría completa la técnica, con esto finalizando mi ataque de tres segundos. Aunque por su puesto esto seria en caso de impactar, porque por supuesto él podría intentar defenderse. De funcionar se quedaría estático en el sitio, recibiendo cinco puñetazos mientras dejaba de poder ver y sus partes nobles eran aplastadas con mucha fuerza.
Ahora venia mi movimiento, en el cual use mi técnica Ahora somos más para aparecer mi clon, el cual tardo dos segundos en estar presente, estando yo a una buena distancia de él, no menos de 15 metros, y mi clon a mi lado, este mirándole de frente mientras yo me giraba sin perderle nunca de vista, siendo que podía verlo con mi ojo de la nuca el cual era posible gracias a mi postura de combate, y a mi ámbito, este ojo se ponía sobre mi nuca estando mi pelo recogido no había problemas. Este movimiento había usado 3 segundos, en los que por su puesto me puse en mi pose de combate completa es decir con mis armas en mano. La UMP 9, la Famas, las Pistolas modificadas 1911 45Acp y las dagas sangrientas. Por su puesto El clon no iba a quedarse quieto usando la técnica Una mano amiga ni si quiera necesitaba moverse para colocar uno de sus brazos sobre mi cuerpo e inyectarme el Insensibiliador con absoluta rapidez. Siendo que esta acción ocurrió mientras me daba la vuelta y miraba haca aquel hombre, es decir en un intervalo de 2 segundos. Los efectos del Insensibiliador se harían patentes al instante impidiéndome sentir dolor de cualquier de las extremidades o de mi clon, aumentando mi efectividad en combate.
Ahora venia mi movimiento, en el cual use mi técnica Ahora somos más para aparecer mi clon, el cual tardo dos segundos en estar presente, estando yo a una buena distancia de él, no menos de 15 metros, y mi clon a mi lado, este mirándole de frente mientras yo me giraba sin perderle nunca de vista, siendo que podía verlo con mi ojo de la nuca el cual era posible gracias a mi postura de combate, y a mi ámbito, este ojo se ponía sobre mi nuca estando mi pelo recogido no había problemas. Este movimiento había usado 3 segundos, en los que por su puesto me puse en mi pose de combate completa es decir con mis armas en mano. La UMP 9, la Famas, las Pistolas modificadas 1911 45Acp y las dagas sangrientas. Por su puesto El clon no iba a quedarse quieto usando la técnica Una mano amiga ni si quiera necesitaba moverse para colocar uno de sus brazos sobre mi cuerpo e inyectarme el Insensibiliador con absoluta rapidez. Siendo que esta acción ocurrió mientras me daba la vuelta y miraba haca aquel hombre, es decir en un intervalo de 2 segundos. Los efectos del Insensibiliador se harían patentes al instante impidiéndome sentir dolor de cualquier de las extremidades o de mi clon, aumentando mi efectividad en combate.
- Datos Belicos:
Nivel actual y para el resto del combate: 30 Nivel del clon: 15
Ficha: Link
Extremidades usadas y disponibles:
Sayumi: 25/25
Clon: 10/25
Acciones en los 9 segundos:
¿Te hecho una mano?: 2 segundos.
Ahora soy más, desplazarse y desenfundar: 3 Segundos.
Robando las joyas: 1 Segundo.
Tiempo total: 6 Segundos.
Acciones del clon en los 9 segundos:
Movimiento: Usar una mano amiga para tomar del bolsillo de la original el Insensibiliador e inyectárselo a la original: 3 Segundos.
Tiempo total: 3 Segundos.- Técnicas y objetos usados:
Estilo de lucha:
Nombre: Hana-Tatakau
Resumen//Ejecución: El estilo de Sayumi se basa en una combinación de sus poderes de Akuma con el uso de múltiples armas al mismo tiempo, de medio y corto alcance, haciendo brotar brazos adicionales en su cuerpo, mientras que usa al mismo tiempo extremidades adicionales para atacar y entorpecer a sus enemigos, siendo que su filosofía se basa en controlar el campo de batalla. Este estilo es más eficaz contra un solo objetivo que contra varios porque el número de extremidades que Sayumi puede invocar, esto sería solo una limitante temporal siendo que Sayumi eventualmente podrá invocar muchísimas más extremidades.
Otras particularidades de este estilo es que Sayumi es que pocas mientras pelea ella no tiene puntos ciegos ni visuales ni auditivos, porque puede generar ojos y oídos adicionales donde ella quiera para suplir esto, eso incluye ella misma.
Postura básica: Guan Yin: En esta postura Sayumi invoca 8 brazos y empuña todas sus armas principales al mismo tiempo, es decir: La UMP 9, la Famas, las Pistolas modificadas 1911 45Acp, las dagas sangrientas, además de invocar en su nuca un ojo adicional para no tener un punto ciego a la hora de luchar.
Nombre de la técnica: La mujer de los mil brazos.
Naturaleza de la técnica: Mejora pasiva [Ámbito]
Descripción de la técnica: Esta técnica usa el poder de la Akuma para sacar brazos extra desde sus hombros antebrazos, u otras partes del cuerpo, según la situación se requiere. Esto hace que Sayumi tenga todas sus opciones de ataque disponible sin ningún tipo de esfuerzo y no solo eso al tener tantos brazos puede fácilmente acortar el tiempo de sus acciones haciendo que las técnicas físicas (Las que usan destrezas) que requieren canalización simplemente ya no la requieren. (El número de extremidades está fijado por el dominio de la Akuma, ademas si se fuera a hacer una acción que requirieran el o los brazos se realizara una canalización normal puesto que los brazos anteriores no ganaron ese tiempo).(Puede usar si se requiere cualquier otra extremidad sobre si misma para otros usos).
Tiempo de canalización: Sin tiempo es activada por defecto.
Tiempo de recarga: No aplica.
Nombre de la técnica: ¿Te hecho una mano?
Naturaleza de la técnica: Mejora de Akuma
Descripción de la técnica: Sayumi invoca tantos brazos como sean necesarios sobre cualquier numero de objetivos, estos brazos intentan aprisionan brazos y piernas, incluso la cabeza y tapar sus ojos, para que este no pueda ver. Mientras intentan esto otras extremidades intentan golpearlos. Esto hace que esta técnica sea al mismo tiempo ofensiva, defensiva y de apoyo. (El número de extremidades está fijado por el dominio de la Akuma)(La nota importante de la Akuma se aplica).
Tiempo de canalización: 2 Segundos.
Tiempo de recarga: Duración 3 Turnos | 2 Turnos de reposo.
Nombre de la técnica: Robando las joyas.
Naturaleza de la técnica: Mejora de Akuma
Descripción de la técnica: Sayumi hace aparecer un brazo en la zona lumbar de su enemigo o enemigos. Según la cantidad de extremidades disponibles. Pudiendo atacar a tantos adversarios a la vez como extremidades disponibles tenga. Una vez el Brazo a aparecido Sayumi lo utiliza para intentar apretar con gran fuerza los genitales del adversario pudiendo provocar un gran dolor, pudiendo a llegar a ser este insoportable. Esta técnica es ligeramente menos eficaz en mujeres, pero también produce un gran dolor. (El número de extremidades está fijado por el dominio de la Akuma).
Nota Importante: Debido a como funcionan los poderes de la Akuma las extremidades de la usuaria sienten el dolor de un posible contra ataque, y o efectos de las Akumas esto puede ser extremadamente peligroso según que efectos, puesto que si por ejemplo uno de los brazos de la usuaria fueran convertidos en un juguete por el efecto de la Hobi Hobi, ella se convertiría en un juguete. Esto provoca que si siente desasido dolor su agarre se debilite notoriamente. Ademas hacer brotar una extremidad sobre la piel de alguien puede sentirse como si te estuvieran tocando. Esto es aplicado a todas las técnicas de la Akuma.
Tiempo de canalización: 1 Segundo.
Tiempo de recarga: Duración 3 Turnos | 2 Turnos de reposo.
Nombre de la técnica: Ahora soy más.
Naturaleza de la técnica: Power Up Genuina Akuma
Descripción de la técnica: Usando la capacidad de crear miembros u otras partes del cuerpo Sayumi ha desarrollado la capacidad de crear un cuerpo completo de sí misma como si de una extremidad se tratara. Esta copia a todos términos es una segunda Sayumi que entra en el campo de batalla, con sus acciones y capacidades inalteradas. La única pega es que solo posee su ropa, ningún otro objeto por lo que la Sayumi original deberá proveerle de armas y equipo.
Datos a tener en cuenta: La técnica acaba de ser creada, apenas es un ápice de su punto final siendo que esa segunda Sayumi, pose solo el 50% de los niveles de Sayumi, aunque con un entrenamiento enfocado en esto puede y va a cambiar.
Esta Segunda Sayumi posee todas las habilidades que posee la original. Ámbitos incluidos. La pega es que sus habilidades roban el 50% de los brazos que Sayumi puede utilizar y los utiliza para ella misma.
Tiempo de canalización: -
Tiempo de recarga: Duración 5 Turnos | 2 Turnos de reposo.
Nombre de la técnica: Una mano amiga.
Naturaleza de la técnica: Mejora de Akuma no mi. Básica.
Descripción de la técnica: Sayumi puede crear una serie de brazos en una superficie de cualquier tipo y esta puede darle una de sus armas u objetos para que la use por ella, el modo de empleo se basara en el tipo de objetos y la acción a realizar, puede ser Ataque, defensa o apoyo, no teniendo un uso específico por extremidad.
Tiempo de canalización: 2 Segundos.
Tiempo de recarga: Duración 6 Turnos | 2 Turnos de reposo.
Objetos:
Nombre del objeto: Insensibiliador
Descripción: Una mezcla potente de sustancias adormecedoras, que combinadas provocan el adormecimiento general del cuerpo, insensibilizando los tejidos a cualquier fuente de dolor, placer, fio, calor. En resumen, anula los receptores de los nervios de la piel. Sayumi pose tres formas diferentes de administrarlo, pero en cualquier de las tres en incoloro, inoloro, e insípido. En pastilla, el polvo y en jeringuilla. Los efectos son permanentes hasta que se tome el Intensificador de sensaciones. Pose por batalla 3 en cualquiera de sus formas.
Cualidades del material: Especial
Cualidades excepcionales: -
Funciones: Otorga insensibilidad a la ingesta, hasta que se tome el antídoto.
Base científica: Las sustancias químicas alteran los nervios.
Nombre del objeto: Ump9
Descripción: Se trata de un subfusil semiautomático de la nomenclatura Ump está utiliza la munición 9mm parabellum, lo que le da una buena penetración comparado con otros modelos de Ump, el arma es de un color negro mate. Pose un cargador de 40 balas debido al reducido tamaño de las balas. Sus opciones de disparo son. Automático, semiautomático, pudiendo también efectuar ráfagas cortas. (Común).
Velocidad de la bala: 285 m/s.
Munición: 9mm.
Cadencia de fuego: 650 BPM.
Capacidad del cargador: 40 balas + 1 en la recamara.
Cualidades del material: Liviandad, Dureza y Elasticidad
Cualidades excepcionales: -
Funciones: -
Base científica: -- Aspecto del armamento:
Nombre del objeto: Famas
Descripción: Se trata de una modificación del modelo estándar de Famas para las necesidades de los poderes de Sayumi, esta modificación es la conversión de este fusil de asalto en una vertiente de francotirador, aunque no tiene tanta potencia como los calibres 50 lo compensa con una mayor capacidad de cargador una potencia superior a la munición .45Acp. La munición que usa esta arma es la 5.56x45mm en un cargador de 50 balas. Esta equipada con una mirilla telescópica de 8 aumentos. (Común).
Velocidad de la bala: 925 m/s.
Munición: 5,56 x 45 mm.
Cadencia de fuego: 1.000/1.100 BPM.
Capacidad del cargador: 50 balas + 1 en la recamara.
Cualidades del material: Liviandad, Dureza y Elasticidad
Cualidades excepcionales: -
Funciones: -
Base científica: -- Aspecto del armamento:
Nombre del objeto: Pistolas modificadas 1911 45Acp.
Descripción: A diferencia del modelo estándar de esta arma y en especial comparado al de Kumi esta versión es muchísimo más incontrolable, porque lleva una modificación de fuego automático, por su puesto esta arma tiene un retroceso incontrolable para ser usada con una sola mano, siendo que Kumi puede usarlas por que puede utilizar brazos extra, además suple su corto cargador de 8 balas usando sus brazos extra para realizar recargas rápidas. Esta arma de hecho tiene un cañón mas largo que es lo que permite que todo el sistema funcione, estas son de un color negro. (Común).
Velocidad de la bala: 300 m/s.
Munición: ACP .45
Cadencia de fuego: 450 BPM.
Capacidad del cargador: 8 balas + 1 en la recamara.
Cualidades del material: Liviandad, Dureza y Elasticidad
Cualidades excepcionales: -
Funciones: -
Base científica: -- Aspecto del armamento:
Nombre del objeto: Chimamire no tanken [Dagas sangrientas]
Descripción: Se tratan de unas dagas que siempre ha llevado Sayumi con ella, estas han quitado incontables vidas y han sido empapadas en sangre innumerables veces, por lo que desprenden un tenue olor a esta. Son en apariencia bastante simples mango negro, hoja con un solo filo, buenas para cortar y apuñalar.
Propiedades del material: Tenacidad, Dureza y Liviandad genuina
Cualidades excepcionales: El número de veces en las que ha entrado en contacto con sangre le ha dado la capacidad de que las dagas de una forma misteriosa se reparen usando el hierro de la sangre, lo que la hace un arma perpetua.
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