Izanami Reiko
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Nombre: Santa Xenia
Apodo: Izanami Reiko (por todos), Diabla celestial (por su tripulación)
Raza: Misterios de la evolución
Sexo: Fluido, aunque suele ser femenino.
Edad: Dieciocho
Rango/Empleo: Desconocida
Aspecto: Depende mucho de cómo me pilles, pero la que me ha dado la madre Naturaleza es una que suele abrirme muchas puertas… Mi madre me dio unos ojos del color del cielo que brillan allá por donde van, aunque también me dio la posibilidad de colorear el izquierdo de un rosa precioso, especialmente cuando me siento juguetona. Mi boca es lo suficientemente amplia para dejarme crear una gigantesca sonrisa que suele ocuparla permanentemente ahora que soy libre. Por otro lado, tengo unas orejas pequeñas que son cubiertas por una gigantesca mata de pelo salmón que jamás ha sido cortado de verdad desde mi nacimiento; solo las puntas. Suele estar organizado en dos coletas, aunque no es tan raro verme con trenzas o con él suelto, momento en el que cubre toda mi espalda hasta las nalgas.
Mi piel siempre ha sido muy blanca, no por genética sino porque he estado más de diecisiete años sin pisar los dominios de la luz del Sol, por lo que la única vitamina D que tengo es de suplementos. Aun así, me gusta pensar que soy como un jarrón de cerámica y, como tal, no puedo dejar que me toquen con rudeza o podría surgirme alguna raja, ¿no? Hoy por hoy sigo sin tener ninguna cicatriz llamativa, especialmente porque siempre he sido tranquila, aunque en la espalda hay tres que no pude evitar: una en cada omoplato y otra sobre el coxis. Y eso me lleva a otras dos particularidades sobre mí: mi madre también me otorgó la posibilidad de tener una preciosa cola negra terminada en un corazón y un par de alas pequeñas pero monísimas. Soy capaz de mover ambas y, aunque suelen estar ocultas para evitar más problemas de los necesarios, no es extraño verme donde me sienta como en casa con la cola haciendo vaivenes, a veces hasta como un perro que mueve el rabo. Eso sí, no siempre los he tenido.
Eso me lleva al resto del cuerpo: mido un metro setenta y cuatro. Algo llamativo teniendo en cuenta que mi padre no supera los ciento sesenta, así que supongo que es otra cosa que —por supuesto— le debo a mi queridísima madre. Igual que el pelo, que se me olvidó mencionarlo. ¿Mi padre me ha dado algo? Bueno, de todas formas, soy bastante delgada, cerca de los cincuenta y cinco kilos, aunque la vida me ha sonreído y no me ha dejado desprovista de unas buenas tetas y un culazo. Si tienes curiosidad, apunta: es una 90E. ¿Se me olvida algo…?
Ah, bueno, cómo voy vestida. En resumidas cuentas, como una colegiala tras una fiesta. Espero que te sea útil la definición, porque es la mejor posible. Mis conjuntos favoritos son los que me recuerdan lo joven que soy, así que suelo llevar conjuntos estudiantiles: chaqueta, minifalda a cuadros, corbata casi desecha y unas buenas botas altas, todo en colores negros y rojos. Aun así, no le digo que no a un buen traje, un vestido o una toalla de ducha.
Personalidad: ¿Qué cómo soy? ¿Qué será la siguiente pregunta, mi signo del zodiaco? Ains, qué se le va a hacer. Porque me gusta tu voz, que si no…
La gente me suele decir que soy bastante inesperada y que improviso demasiado, pero prefiero decir que soy honesta con mis sentimientos. Hago lo que quiero, cuando quiero y como me pide el cuerpo, independientemente de lo que sería lo ''correcto''. ¿Que eso es egoísta? Bueno, como dicen los libros, ''Solo se vive una vez'', que es una excusa impresionante e irrebatible para decir que puedo hacer lo que me salga de ahí abajo. No creo que haya que contar mucho más al respecto.
¿Cómo? ¿Que no es suficiente? Bueno… Por herencia materna supongo —de nuevo—, gracias a la raza creo, soy incapaz de tener sentamientos negativos de cualquier tipo: envidia, tristeza, pena, añoranza. Que no sensaciones, ojo, porque algo me sigue pudiendo dar placer o dolerme. Simplemente puedo estar con un rifle en la frente que no sentiré miedo, perder millones de berries y solo reírme o cualquier otra locura que le provocaría a otros el replantearse seriamente las cosas. Hay veces que puedo soltar algún tipo de comentario que pueda hacer pensar que sí lo hago, pero se debe a que he interiorizado tanto la psicología humana que puedo hacerme una idea automática de cómo se sentiría una persona normal en cualquier momento. Y sí, puedo sentir empatía. Bueno, no. No me puedo poner en el lugar de nadie que lo esté pasando mal, pero sí puedo hacerme una idea objetiva y bastante fría de lo que puede significar a nivel anímico y psicológico.
Por otro lado, soy una persona curiosa por excelencia. Llevo toda mi vida haciéndome la princesita en la torre del castillo sin que llegara nadie a rescatarme, por lo que fuera de la teoría no conozco nada de la vida real. Sé aquello que he estudiado, cocina y cómo moverme, pero no he vivido ninguna de las situaciones que otra persona de la calle podría. Por eso, soy incapaz de evitar emocionarme en cuanto veo que algo nuevo se aproxima, sea lo que sea, aunque si pone en peligro mi integridad seguramente no trate de hacerlo. O sí, depende. Podría llamárseme, por esa razón, la optimista definitiva, que ve todo por el lado bueno y es incapaz de sentirse mal, aunque no voy soltando frasecillas de mierda por todos lados.
Es muy distinto: tengo una lengua que puede variar desde lo más dulce hasta lo más mordaz, dependiendo de la reacción que busque. Disfruto tanto de camelar a alguien como de ponerlo de los nervios, algo que puedo comprar con mi ojo izquierdo, así que no es extraño que me tome confianzas sin más razón que mi capricho. Y diciendo eso, también soy una persona caprichosa, algo que creo que he heredado de mi padre —lo poquito—. Si veo algo y lo quiero, lo voy a tener, sea como sea, a menos que el hecho de no tenerlo signifique algo mucho mejor para mí. Y en el camino no voy a utilizar mi cargo por la mera razón de que no quiero ser descubierta y traída de vuelta a casa por la Marina.
Respecto a mis aficiones… Lo que se presente. No le hago ascos a nada, diría. Prefiero la lectura de temas relacionados con medicina o cocina, ya que son las cosas en las que más me he especializado, pero no le voy a decir que no a lo que se me ofrezca a menos que sea extremadamente aburrido. Jugar, en general, es lo que más disfruto, sea con la comida o con una presa.
Trasfondo: Oh, ¿interesado en mí? Pequeño bribón… O bribona, me da igual. Eso es de primer capítulo de libro de la seducción, pero por hoy te va a funcionar. Nací en Mary Geoise y, como es lógico, soy una Tenryuubito que solamente —no— tiene a su padre. Si eso no te ha echado para atrás, quizás es que tienes agallas, y eso me gusta. Obviamente los Dragones Celestiales no nos guiamos por esas mierdas morales que tienen el resto, así que es normal que alguien se pueda sentir insultado cuando hablo o actúo, no es la primera vez que pasa ni pasará. Espero que tú seas distinto~. Sabiendo que nunca he hablado más que con empleados de mi padre —''empleados''—, pues poca gente conozco y el listón está realmente bajo, así que no te preocupes por decepcionarme. ¿Cómo? No, no. Soy completamente libre lejos de mi padre, así que no estoy atada a nada, aunque eso también signifique que no tengo una dirección fijada. Simplemente voy por aquí y por allí, y así es como he terminado frente a ti. ¿Que si algo me asusta? ¿Cómo se siente el miedo?
Habilidades:
Fortalezas:
Torpezas:
Debilidades:
Apodo: Izanami Reiko (por todos), Diabla celestial (por su tripulación)
Raza: Misterios de la evolución
Sexo: Fluido, aunque suele ser femenino.
Edad: Dieciocho
Rango/Empleo: Desconocida
Aspecto: Depende mucho de cómo me pilles, pero la que me ha dado la madre Naturaleza es una que suele abrirme muchas puertas… Mi madre me dio unos ojos del color del cielo que brillan allá por donde van, aunque también me dio la posibilidad de colorear el izquierdo de un rosa precioso, especialmente cuando me siento juguetona. Mi boca es lo suficientemente amplia para dejarme crear una gigantesca sonrisa que suele ocuparla permanentemente ahora que soy libre. Por otro lado, tengo unas orejas pequeñas que son cubiertas por una gigantesca mata de pelo salmón que jamás ha sido cortado de verdad desde mi nacimiento; solo las puntas. Suele estar organizado en dos coletas, aunque no es tan raro verme con trenzas o con él suelto, momento en el que cubre toda mi espalda hasta las nalgas.
Mi piel siempre ha sido muy blanca, no por genética sino porque he estado más de diecisiete años sin pisar los dominios de la luz del Sol, por lo que la única vitamina D que tengo es de suplementos. Aun así, me gusta pensar que soy como un jarrón de cerámica y, como tal, no puedo dejar que me toquen con rudeza o podría surgirme alguna raja, ¿no? Hoy por hoy sigo sin tener ninguna cicatriz llamativa, especialmente porque siempre he sido tranquila, aunque en la espalda hay tres que no pude evitar: una en cada omoplato y otra sobre el coxis. Y eso me lleva a otras dos particularidades sobre mí: mi madre también me otorgó la posibilidad de tener una preciosa cola negra terminada en un corazón y un par de alas pequeñas pero monísimas. Soy capaz de mover ambas y, aunque suelen estar ocultas para evitar más problemas de los necesarios, no es extraño verme donde me sienta como en casa con la cola haciendo vaivenes, a veces hasta como un perro que mueve el rabo. Eso sí, no siempre los he tenido.
Eso me lleva al resto del cuerpo: mido un metro setenta y cuatro. Algo llamativo teniendo en cuenta que mi padre no supera los ciento sesenta, así que supongo que es otra cosa que —por supuesto— le debo a mi queridísima madre. Igual que el pelo, que se me olvidó mencionarlo. ¿Mi padre me ha dado algo? Bueno, de todas formas, soy bastante delgada, cerca de los cincuenta y cinco kilos, aunque la vida me ha sonreído y no me ha dejado desprovista de unas buenas tetas y un culazo. Si tienes curiosidad, apunta: es una 90E. ¿Se me olvida algo…?
Ah, bueno, cómo voy vestida. En resumidas cuentas, como una colegiala tras una fiesta. Espero que te sea útil la definición, porque es la mejor posible. Mis conjuntos favoritos son los que me recuerdan lo joven que soy, así que suelo llevar conjuntos estudiantiles: chaqueta, minifalda a cuadros, corbata casi desecha y unas buenas botas altas, todo en colores negros y rojos. Aun así, no le digo que no a un buen traje, un vestido o una toalla de ducha.
Personalidad: ¿Qué cómo soy? ¿Qué será la siguiente pregunta, mi signo del zodiaco? Ains, qué se le va a hacer. Porque me gusta tu voz, que si no…
La gente me suele decir que soy bastante inesperada y que improviso demasiado, pero prefiero decir que soy honesta con mis sentimientos. Hago lo que quiero, cuando quiero y como me pide el cuerpo, independientemente de lo que sería lo ''correcto''. ¿Que eso es egoísta? Bueno, como dicen los libros, ''Solo se vive una vez'', que es una excusa impresionante e irrebatible para decir que puedo hacer lo que me salga de ahí abajo. No creo que haya que contar mucho más al respecto.
¿Cómo? ¿Que no es suficiente? Bueno… Por herencia materna supongo —de nuevo—, gracias a la raza creo, soy incapaz de tener sentamientos negativos de cualquier tipo: envidia, tristeza, pena, añoranza. Que no sensaciones, ojo, porque algo me sigue pudiendo dar placer o dolerme. Simplemente puedo estar con un rifle en la frente que no sentiré miedo, perder millones de berries y solo reírme o cualquier otra locura que le provocaría a otros el replantearse seriamente las cosas. Hay veces que puedo soltar algún tipo de comentario que pueda hacer pensar que sí lo hago, pero se debe a que he interiorizado tanto la psicología humana que puedo hacerme una idea automática de cómo se sentiría una persona normal en cualquier momento. Y sí, puedo sentir empatía. Bueno, no. No me puedo poner en el lugar de nadie que lo esté pasando mal, pero sí puedo hacerme una idea objetiva y bastante fría de lo que puede significar a nivel anímico y psicológico.
Por otro lado, soy una persona curiosa por excelencia. Llevo toda mi vida haciéndome la princesita en la torre del castillo sin que llegara nadie a rescatarme, por lo que fuera de la teoría no conozco nada de la vida real. Sé aquello que he estudiado, cocina y cómo moverme, pero no he vivido ninguna de las situaciones que otra persona de la calle podría. Por eso, soy incapaz de evitar emocionarme en cuanto veo que algo nuevo se aproxima, sea lo que sea, aunque si pone en peligro mi integridad seguramente no trate de hacerlo. O sí, depende. Podría llamárseme, por esa razón, la optimista definitiva, que ve todo por el lado bueno y es incapaz de sentirse mal, aunque no voy soltando frasecillas de mierda por todos lados.
Es muy distinto: tengo una lengua que puede variar desde lo más dulce hasta lo más mordaz, dependiendo de la reacción que busque. Disfruto tanto de camelar a alguien como de ponerlo de los nervios, algo que puedo comprar con mi ojo izquierdo, así que no es extraño que me tome confianzas sin más razón que mi capricho. Y diciendo eso, también soy una persona caprichosa, algo que creo que he heredado de mi padre —lo poquito—. Si veo algo y lo quiero, lo voy a tener, sea como sea, a menos que el hecho de no tenerlo signifique algo mucho mejor para mí. Y en el camino no voy a utilizar mi cargo por la mera razón de que no quiero ser descubierta y traída de vuelta a casa por la Marina.
Respecto a mis aficiones… Lo que se presente. No le hago ascos a nada, diría. Prefiero la lectura de temas relacionados con medicina o cocina, ya que son las cosas en las que más me he especializado, pero no le voy a decir que no a lo que se me ofrezca a menos que sea extremadamente aburrido. Jugar, en general, es lo que más disfruto, sea con la comida o con una presa.
Trasfondo: Oh, ¿interesado en mí? Pequeño bribón… O bribona, me da igual. Eso es de primer capítulo de libro de la seducción, pero por hoy te va a funcionar. Nací en Mary Geoise y, como es lógico, soy una Tenryuubito que solamente —no— tiene a su padre. Si eso no te ha echado para atrás, quizás es que tienes agallas, y eso me gusta. Obviamente los Dragones Celestiales no nos guiamos por esas mierdas morales que tienen el resto, así que es normal que alguien se pueda sentir insultado cuando hablo o actúo, no es la primera vez que pasa ni pasará. Espero que tú seas distinto~. Sabiendo que nunca he hablado más que con empleados de mi padre —''empleados''—, pues poca gente conozco y el listón está realmente bajo, así que no te preocupes por decepcionarme. ¿Cómo? No, no. Soy completamente libre lejos de mi padre, así que no estoy atada a nada, aunque eso también signifique que no tengo una dirección fijada. Simplemente voy por aquí y por allí, y así es como he terminado frente a ti. ¿Que si algo me asusta? ¿Cómo se siente el miedo?
Habilidades:
- Tú también me quieres como hija: Gracias a la educación que he recibido a lo largo de casi toda mi vida, no es de extrañar que en mi cabeza estén almacenados datos de todo tipo que ni voy a usar. Desde hechos aleatorios hasta las más refinadas de las finanzas, geografía o algún idioma bastante básico. Esto también incluye, por supuesto, los modales que una hija de la más alta clase merece, lo que le permite abarcar un espectro muy variado de niveles comunicativos.
- En diagonal se ahorra tiempo: He pasado tanto tiempo leyendo que he desarrollado la habilidad de saltar de línea en línea mientras formo las frases en mi cabeza y me quedo con los conceptos. Así que, mejor o peor, puedo leer libros al doble de velocidad que una persona normal, y quedarme con carteles o anotaciones de un solo vistazo.
- Sí, a ti también te leo en diagonal: Gracias al don que me brinda mi ojo izquierdo y mis libros sobre psicología para tontos, puedo leer muchas veces tus pensamientos solo con tus reacciones corporales. ¿Para qué sirve eso? Verás, se me da terroríficamente bien actuar en base a los gustos de alguien o a los desagrados, según si quiero un arrumaco o reírme de alguien. Tristemente, suele ser más lo segundo. Además, eso me permite emular según qué sentimientos, aunque los suelo utilizar.
- Bebedora abusiva: Soy capaz de beber lo que haga falta si es por necesidad, siempre y cuando me centre en ello.
- De la práctica nace… alguien: Se me da realmente bien aprender de la gente, viendo cómo llevan a cabo según qué tareas. Aun así, no hablemos sobre imitar porque queda un largo trecho hasta ser así de hábil.
- Zurda: ¿Qué esperas que te diga?
Fortalezas:
- Se valora el interior: Sí, es un chiste muy malo, pero qué se le va a hacer. Puedo tornar mi ojo izquierdo a color rosa, momento en el que dejo de ver la epidermis de la gente para poder fijarme en sus adentros: huesos, músculos, vísceras… No me resultan grotescas, así que fijándome en ellas puedo actuar en consecuencia, tanto para relacionarme con alguien como para aprovechar su debilidad.
- Tengo mejor cola que tú, lo siento: Aquello que me surge tras el coxis funciona como una quinta extremidad que mover a conciencia. Eso significa que puedo agarrar a alguien, atacar o sujetar objetos, además de poder aguantar cierto peso —y no, no me puedo sentar encima como un canguro—. Además, según mi padre, cuando encontró a mi madre la tenía cortada a la mitad y le terminó creciendo de nuevo, así que algo me dice que soy mitad lagartija.
- No me lo esperaba ni yo: No existe el miedo en mí, por lo que en muchas ocasiones termino recurriendo al sentido de la supervivencia. A lo largo de estos años, siendo en lo único que podía utilizar para defenderme, se ha ido afilando hasta simplemente cortar con la mirada. Ni yo misma me espero lo que pueda hacer a continuación, ya que me muevo por impulsos mayormente, para bien y para mal, aunque es cierto que eso arranca de mí en ocasiones más del cien por cien.
- ¿Por qué tienes los ojos tan grandes?: En la cocina y en la medicina se enseña un pilar básico: no puedes centrarte en una sola cosa. Si ignoras una olla para ponerte a picar verduras, se te quemará el caldo. Si te ofuscas en medir su presión arterial, quizás ni tienes en cuenta que está enfermo. Así mismo, en batalla una debe estar atenta a todo lo que te rodea a la vez, jugando con lo que el lugar te ofrece, las ventajas de tu cuerpo y los problemas de tu rival.
Torpezas:
- Tampoco me lo esperaba: Actúo por instinto, así que en muchas ocasiones me es difícil ceñirme a un plan. Mi hemisferio lógico, que me gusta pensar que es el derecho, se pelea con el emocional para evitar que la curiosidad tire más de mí, pero está claro cuál suele perder.
- Si se pelean es que se desean, ¿no?: Mi padre decía que tenía la lengua de una víbora y que me moriría el día que me mordiese, pero ya ha pasado y sigo aquí. Aun así, le tengo que dar parte de razón, ya que no es la única persona que me lo dice: suelo tener un humor tan mordaz que asusta. Qué se le va a hacer, me lo paso bien abusando de los débiles y no tan débiles.
- Bebedora pasiva: Va a sonar un poco extraño, pero si estoy bebiendo y veo que hay más gente borracha… Soy dada a que se me contagie la ebriedad, aunque también soy bastante sensible si bebo sin darme cuenta.
- Me faltan nociones de vida: Me he pasado todo el tiempo que llevo con conciencia viviendo en una habitación de una isla casi aislada de gente que no fueran paletos, bordes y amargados… Además, siendo la máxima autoridad. No esperes que sepa mucho de las cosas más normales y lógicas, porque te va a costar un disgusto.
- Mal dormir: Duermo bien, aunque suene contradictorio, la mayoría del tiempo. Aun así, he desarrollado desde mi marcha de Mary Geoise una tendencia a necesitar dormir con algo abrazado, igual que no puedo dormir bocarriba por culpa de las alas y la cola.
Debilidades:
- Mi ojo es un vampiro: El ojo izquierdo, sea del color que sea, no puede tocar la luz del Sol o cualquier luz intensa, ya que es terriblemente sensible. Eso convierte los paseos por la calle de día —sin nubes— en una necesidad de llevar unas gafas de sol muy tintadas, y una experiencia casi traumática ser apuntada con una linterna.
- Bueno, es parte de mi cuerpo: La cola puede ser útil, sí, pero no quita que sea otra parte más de mí a la que se puede apuntar con bastante facilidad, que sangra y duele, además de poder ser explotada de otras formas bastante distintas.
- Mártir de mi curiosidad: No tengo problema alguno en degollar a alguien. Es más, me resulta satisfactorio y me permite descubrir más de este mundo, pero a veces me puede más las ansias de conocer. A veces soy incapaz de matar a alguien si sé que le puedo sonsacar algo, aunque eso no elimina la posibilidad de torturarle, algo que también me place demasiado.
Izanami Reiko
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Clase
Nivel 31
Puntos a asignar: 410
Puntos asignados:390
Puntos restantes: 20
Puntos a asignar: 410
Puntos asignados:390
Puntos restantes: 20
Puntería [Ojo de Cuervo] — Rango 4+2
Velocidad [Aceleración] — Rango 2
Destreza [Reflejos] — Rango 2
Agilidad [Coordinación] — Rango 2
Resistencia [Aguante] — Rango 2
Combate callejero — Rango 3
Suerte — Rango 3
Velocidad [Aceleración] — Rango 2
Destreza [Reflejos] — Rango 2
Agilidad [Coordinación] — Rango 2
Resistencia [Aguante] — Rango 2
Combate callejero — Rango 3
Suerte — Rango 3
Nombre del estilo de lucha: Ups, ¿se te ha caído el brazo?
- Ejecución: Aprovechando los dotes que me brinda mi ojo izquierdo y mis conocimientos de anatomía humana, me limito a dar los tajos justos y necesarios donde debo. A veces corto partes del cuerpo por completo, otras lo justo para impedir que se mueva o incluso me dedico a agujerear conductos sanguíneos para desangrar al rival mientras me muevo por el campo de batalla.
- Postura básica: ¿Hay de eso?
- Técnicas básicas: No le llamaría técnica básica a pegarle a alguien con lo que tenga más a mano, ni navajear a nadie, así que creo que esto se queda vacío.
Izanami Reiko
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Horu Horu no mi
Tipo: Paramecia
Descripción: Otorga a su consumidor la capacidad de producir cualquier tipo de hormonas, por lo que es capaz de modificar el cuerpo humano a voluntad bajo el efecto de estas. Además, le permite crear unas agujas para inyectarlas.
Aptitudes menores: Son aquellas simplemente escénicas y que no implican un beneficio o perjuicio directo para el usuario o el rival a nivel bélico:
- Hormonas de transformación: Son las que le permiten alterar partes del cuerpo a sí misma o a otra persona, sea dentro o fuera de combate. Le permite desde cambiar el color de la piel o hacer crecer el pelo hasta aumentar o disminuir el tamaño de alguien o cambiar el sexo.
- Velocidad de acción del concentrado de hormonas: Al tratarse de hormonas, es obvio que el efecto no es instantáneo sino que avanzan con el pasar de los turnos. Así, el primer turno no tendrán reacción en el rival y su efecto irá incrementando hasta que alcance el culmen. A partir de este punto, tras cuatro turnos se alcanzará nuevamente la normalidad, salvo que el usuario disponga de medios para acelerar o remediar esto.
Aptitudes mayores: Son aquellas que tienen implicación bélica y tienen un efecto en el usuario o en otros:
- Hormonas de potenciación: Son aquellas que le permiten incrementar las capacidades inherentes del cuerpo para conseguir una ventaja, aplicables a sí misma y al resto. Así, irán desde el aumento de las defensas del cuerpo para evitar enfermedades o acelerar procesos de curación hasta eliminar sensaciones y emociones negativas —o generar felicidad— o aumentar las características.
- Hormonas debilitadoras: Estas provocan problemas, desventajas e inconvenientes a aquel que los reciba, sea la usuaria u otra persona. Irán desde sensaciones negativas —mareo, cansancio— hasta una disminución de las aptitudes físicas.
Aclaración: Muchas de las hormonas que se desarrollen pueden otorgar beneficios con su justa cantidad, mientras que un exceso resultará con un desorden perjudicial de una forma u otra.
- Tabla de akuma:
- Nivel 1: A través de la experimentación, descubre el variado arsenal que ofrecen sus nuevos poderes, no solo apto para la batalla. Empieza a controlar las hormonas femeninas como primer paso, especialmente su relación con las uñas, el pelo y la piel. Es capaz de alterar estas tres partes para hacerlas crecer o desaparecer —en el primer y segundo caso—, mientras que la tercera puede cambiar de color. Le permite transformarse hasta cierto punto con estas características, además de fortalecer las uñas y hacerlas crecer hasta parecer acero, igual que su pelo. Por el otro lado, también puede hacer que se caigan ambos, provocando gran dolor al tacto en el caso de las garras. Además, las hormonas ofensivas llegan a su punto más álgido tras seis turnos.
Nivel 10: Comienza a darle un par de vueltas al metabolismo, más concretamente a su eficiencia. Es capaz de, con un pinchazo de su preparado de hormonas, eliminar el cansancio durante tres turnos, dándole un chute de energía, tras lo que recaerá con algo más de fuerza. Por otro lado, también puede aumentar la dosis y simplemente provocar una explosión de energía de un turno, tras la que el cansancio invadirá el cuerpo junto a un claro dolor muscular.
Nivel 20: Empieza a jugar con lo respectivo al crecimiento y la musculatura. Esto le permite inyectarlas en un punto del cuerpo para desarrollar sus movimientos y, más concretamente la fuerza explosiva de esa zona, ganando un rango de fuerza durante tres turnos, tras lo que no podrán ser inyectadas de nuevo para no causar un envenenamiento. Por el otro lado, esto mismo le da la posibilidad de causarle debilidad en dicha extremidad a alguien.
Nivel 30: Da otro paso más con su control del crecimiento, lo que le da la posibilidad de aplicar un conjunto de hormonas que provoca poder duplicar el tamaño de alguien, haciendo que pierda un rango de agilidad pero gane uno en fuerza, siendo un cambio positivo en la comparación. Aun así, puede darle la vuelta y simplemente disminuir la grasa y, en menor medida, el tamaño, perdiendo fuerza y ganando agilidad en la misma medida que antes.
Nivel 40: Se centra por un tiempo en ciertas vitaminas, más concretamente en la que se encarga de fortalecer y debilitar las estructuras óseas. Esto permite que sus dosis puedan aumentar la resistencia del cuerpo en un rango o, por el contrario, descalcificar la estructura ósea del enemigo y provocar que sus huesos pierdan rigidez.
Nivel 50: Desarrolla más su control de las hormonas femeninas y las puede combinar con las masculinas, de forma que puede alterar el género de una persona de forma permanente en caso de NPCs, mientras que en usuarios durará el rol —a menos que este desee que sea permanente. No conlleva cambios mayores a nivel de características, aunque puede medir según qué cambios derivados —tamaño de busto, glúteos, entrepierna. Además, las hormonas ofensivas llegan a su punto más álgido tras cuatro turnos.
Nivel 60: Perfecciona su control del crecimiento hasta el punto de que puede triplicar el tamaño o dejarlo hasta la mitad. Independientemente de esto, cuando crece gana dos rangos de fuerza y pierde dos de agilidad, invirtiéndose esta relación cuando reduce el tamaño.
Nivel 70: Estudia sobre las hormonas relacionadas con los procesos neuropsicológicos, que le permiten provocar una felicidad explosiva en una persona durante cinco turnos, lo que borra toda huella de miedo, cansancio y duda en la persona. Aun así, tras esto sentirá cierto mono y terminará sufriendo un bajón donde sufre exactamente lo contrario. También puede usarlas en menor medida para simplemente generar felicidad en dosis moderadas. Por el otro lado, en el espectro negativo, puede provocar la aparición de una líbido que en su punto más alto será inaguantable, desconcentrando en el proceso y nublando los pensamientos.
Nivel 80: Se centra en las hormonas relacionadas con la sangre, más concretamente en la que se encarga de generar glóbulos rojos. De esta forma, puede aumentar la velocidad a la que el cuerpo se mueve y responde en dos rangos durante cinco asaltos, tras lo que no se podrán utilizar para no envenenar el cuerpo. Además, le permite mejorar la propia curación del cuerpo en gran medida.
Nivel 90: Investiga acerca de los ciclos de sueño y las hormonas implicadas en este proceso, por lo que las puede aprovechar activamente. Puede dormir directamente a alguien predispuesto a esto o que lo desee, mientras que a alguien que no lo quiera le provocará una somnolencia que en su clímax casi cierra los ojos y pierde gran parte de la coordinación motriz.
Nivel 100: Llega al culmen de su conocimiento sobre el crecimiento: puede hasta quintuplicar el tamaño o reducirlo en esa misma medida como máximo. Aun así, al crecer se ganan tres rangos de fuerza y se pierden tres de agilidad, invirtiéndose la relación cuando se reduce el tamaño.
- Tabla de mejoras:
- Nivel 10: Sus hormonas pueden aplicarse a todos los humanos y sus derivados.
Nivel 20: Las agujas que puede generar para inyectar sus hormonas —que surgen de sus dedos— ahora podrían atravesar la madera de roble sin dificultad, además de cambiar de color —porque sí, es mu bonito.
Nivel 30: Puede canalizar más de una hormona a la vez.
Nivel 40: Es capaz de disparar las agujas de forma absolutamente silenciosa y estas crecerán de forma veloz.
Nivel 50: Puede aplicar sus hormonas en especies que se puedan cruzar con humanos.
Nivel 60: Es capaz de generar las agujas con sus mechones de pelo, convirtiéndose en algo muy parecido a un erizo.
Nivel 70: Puede alargar las agujas hasta el triple de su tamaño, retrayéndolas con facilidad.
Nivel 80: Sus agujas evolucionan enormemente, por lo que podrían atravesar sin dificultad una placa de acero de diez centímetros.
Nivel 90: Si moja las agujas en cualquier líquido (menos agua de mar, lógicamente) podrá absorber una dosis moderada de 10ml que podrá introducir en el torrente sanguíneo de la misma forma que las hormonas.
Nivel 100: Las agujas podrían atravesar sin dificultad una placa de grafeno de varios centímetros de grosor.
Izanami Reiko
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Oficios:
Nivel 31
Puntos a asignar: 1620
Puntos asignados: 1220
Puntos restantes: 400
Puntos a asignar: 1620
Puntos asignados: 1220
Puntos restantes: 400
- Cocinero {Excelencia}:
Rango 0: El cocinero es una persona que desde siempre se encuentra cómodo entre las sartenes y las ollas y su curiosidad pronto te lleva a explorar sus posibilidades. De momento sabes que no se moriría de hambre, aunque sus platos no son ninguna maravilla.
Rango 1: Poco a poco comienza a salir de su zona de confort. Se atreve con otros ingredientes, prueba recetas o experimenta por su cuenta. De una forma u otra, su cocina comienza a ser objetivamente buena y cada vez más compleja. Sin embargo puede hacer más y ha llegado la hora de especializarse en un campo.- Cocinero de Campo:
Rango 2: Un Cocinero de Campo es alguien práctico y conciso, capaz de crear un plato estupendo incluso en lugares inhóspitos. Comienza a investigar diferentes tácticas de supervivencia y de paso crea su primera receta ancestral. Sus platos especiales tendrán un efecto reconstituyente sobre quien los tome y lograrán cosas desde despertar a alguien dormido o desmayado hasta hacer que no sienta miedo o dolor por un periodo determinado de tiempo.
Rango 3: Domina cosas básicas como encontrar agua en un lugar desconocido y distinguir los champiñones comestibles de los alucinógenos, aunque a veces se equivoque a posta. Todos tenemos nuestros pasatiempos, ¿Verdad? Aparte de esto, nota que cada vez le resulta más fácil quedarse al lado de los fogones, como si se estuviera acostumbrando al calor.
Rango 4: Investiga una nueva receta ancestral, con propiedades sorprendentes. Podrá repetirla en cualquier momento y quizás sus aliados lo agradezcan. Aprende a filtrar agua de tal modo que aunque se la encuentres en una alcantarilla tras pasar por sus manos parecerá sacada de un manantial de montaña.
Rango 5: Continúa sus indagaciones y poco a poco va descubriendo nuevos trucos que le permitirían encontrar comida en casi cualquier lugar. Quizás sitios con paisajes extremos se le resistan un poco, pero es seguro no moriría de inanición. Oh y ha dejado de sudar por más fuegos que encienda, ya que definitivamente está acostumbrándose.
Rango 6: Distingue a la perfección las plantas comestibles de aquellas que no lo son. Es capaz también de extraer el veneno de cualquier animal para poder cocinarlo tranquilo. Además, saca tiempo para estudiar y reproducir una nueva receta ancestral.
Rango 7: Las islas de verano son a estas alturas para él como una agradable y fresca primavera. Ni que decir que el calor de los hornos y hornillos no le afecta en lo más mínimo. Comienza a ser capaz de extraer ingredientes de sitios desconcertantes, allí donde no parece haber nada comestible.
Rango 8: Estudia una nueva receta ancestral, que añade a su repertorio. Además, empieza a tontear con métodos para volver comestibles diferentes plantas y animales. Hasta ahora ha sido capaz de eliminar efectos secundarios como diarrea o fiebre.
- Boucher:
Rango 2: Un Boucher es alguien que sabe utilizar a fondo todos sus utensilios de cocina, especialmente los cuchillos y su uso para despiezar y cortar con presteza y precisión. Puede escoger un animal o vegetal y profundizar su estudio sobre él, adquiriendo ingredientes de calidad 1 nivel superior a la que debería tener. Comienza también a ganar bastante destreza con sus utensilios, usándolos con gran agilidad.
Rango 3: Comienza a adquirir destreza con los cuchillos y otros utensilios. Podría utilizar los primeros como defensa en caso de necesidad, aunque todavía no es muy ducho con ellos. La habilidad que tiene con los cuchillos se traduce también en rapidez y constata que le lleva menos de lo normal preparar sus ingredientes.
Rango 4: Escoge otro animal o vegetal para profundizar su estudio sobre él, adquiriendo ingredientes de calidad 1 nivel superior a la que deberían tener. Su agilidad en lo que a cocina se refiere continúa aumentando y comienza a reducir el tiempo en los platos que prepara. Es preciso en cada paso y recorta segundos aún antes de ser consciente de que lo hace.
Rango 5: Su habilidad a la hora de despiezar y cortar sus ingredientes mejora considerablemente. Juliana, Mirepoix, Paisana… las conoce todas. Es certero en sus movimientos y el resultado se deja entrever en sus platos. Además, estando sobre aviso una olla o una sartén pueden volverse mortíferas en sus manos. Su rapidez comienza a ser apreciable a simple vista. El sonido de sus ingredientes al ser preparado es regular y preciso, bien orquestado por sus manos hábiles.
Rango 6: Profundiza su estudio sobre otro animal o vegetal y adquiere ingredientes de calidad 1 nivel superior a la que deberían tener. Su eficiencia en la cocina es sin duda superior y aunque no suele cocinar platos enteros, cuando lo hace termina antes que sus compañeros. Además, se sabe de memoria la anatomía de cualquier animal apto para el consumo que pase por sus manos.
Rango 7: Ha mejorado sus habilidades y sabe que puede utilizar todos los cuchillos a su disposición como armas de ser necesario, a pesar de no haber entrenado para ello. Sí. Incluso el de la mantequilla. Recetas que normalmente llevarían tres o cuatro horas salen por la puerta en dos gracias a su destreza.
Rango 8: Escoge otro animal o vegetal y mejora sus conocimientos sobre él, adquiriendo ingredientes de calidad 1 nivel superior a la que deberían tener. Es tan rápido a la hora de cortar y preparar sus ingredientes que a algunos de sus compañeros les cuesta seguir sus manos con la vista.
- Recetas ancestrales:
- A añadir.
- Mejoras de alimentos:
- A añadir.
- Médico:
Rango 0: Un médico novato es capaz de dar primeros auxilios de forma eficaz, además de conocer superficialmente la anatomía humana.
Rango 1: Conoce y ubica con facilidad los huesos, músculos y órganos en el cuerpo. Conoce también remedios caseros para cosas como resfriados o quemaduras graves. Quiere seguir estudiando y profundizar, por lo que es hora de especializarse.- Cirujano {Adaptación}:
Rango 2: Comienza a indagar más y aumenta sus conocimientos sobre el sistema nervioso del cuerpo humano. Además, decide especializarse en uno de los siguientes campos para aprender operaciones propias del mismo: cirugía general, vascular (y cardiovascular), neurocirugía, otorrinolaringología, cirugía genital (urología y ginecología), torácica o plástica.
Rango 3: Aprende a dar pequeños masajes para desestresar a la gente, aunque todavía le asusta apretar demasiado y no son muy eficaces en cuanto a los músculos, aunque sí relajantes. Comienza también a practicar para que no le tiemble el pulso, aunque todavía está lejos de lograrlo.
Rango 4: Aprende a coser heridas de forma práctica y rápida, aunque un poco tosca. Si el paciente no está anestesiado seguramente se queje bastante. Es capaz de hacer pequeños procedimientos como recolocar un hueso o sacar una bala de una herida no fatal. Además, decide especializarse en uno de los siguientes campos para aprender operaciones propias del mismo: cirugía general, vascular (y cardiovascular), neurocirugía, otorrinolaringología, cirugía genital (urología y ginecología), torácica o plástica.
Rango 5: Continúa su periplo estudiando medicina. Aprende a reinsertar cosas como orejas o dedos y podría atreverse con pies o manos. El problema es que todavía no domina del todo las articulaciones y la movilidad podría verse resentida. Su manejo del escalpelo mejora y podría utilizar de igual manera cualquier arma blanca de pequeña envergadura.
Rango 6: Sus masajes mejoran, ahora ha perdido el miedo y mejorado su técnica. Los nudos de músculos no tienen ningún secreto para él y en una horita puede dejar como nueva a cualquier persona. Además, decide especializarte en uno de los siguientes campos para aprender operaciones propias del mismo: cirugía general, vascular (y cardiovascular), neurocirugía, otorrinolaringología, cirugía genital (urología y ginecología), torácica o plástica.
Rango 7: Decide seguir estudiando el sistema nervioso y comienza a aprender los puntos débiles del ser humano. Aunque todavía le cuesta aplicarlo, sabe en qué zona golpear para hacer un mayor daño. El pulso ya solo le tiembla cuando está a punto de hacer una operación importante o si algo le sobresalta. Va mejorando, sin duda.
Rango 8: Ha mejorado en su dominio de las herramientas de cirugía y ahora ninguna operación que involucre músculos tiene secretos para él. Además, decide especializarse en uno de los siguientes campos para aprender operaciones propias del mismo: cirugía general, vascular (y cardiovascular), neurocirugía, otorrinolaringología, cirugía genital (urología y ginecología), torácica o plástica.
- Psicólogo:
Rango 2: El psicólogo sabe que la sangre y los problemas físicos no son exactamente lo tuyo. Prefiere conocer a las personas, entender sus mentes. Comienza a estudiar patrones de comportamiento básicos y sus relaciones con la personalidad de una persona. Además, escoge centrarte en el estudio de un problema psicológico o una característica (Irritabilidad, calma, estar alerta…) Una vez detectada en un objetivo, puede trabajar en ella durante cinco asaltos para multiplicar su efecto exponencialmente o eliminarlo. Un estudio más concienzudo reduciría el tiempo necesario en un asalto cada vez.
Rango 3: Por supuesto, una persona no sigue un patrón de comportamiento al pie de la letra. Comienza a desmenuzar esa información y es capaz de relacionar ciertos modos de actuar con rasgos básicos de la personalidad de una persona. Si suele ser alguien alegre o triste, impulsiva o pensativa, cosas que pueden verse poco más que a simple vista. Decide también profundizar en el estudio de las mentiras, aunque de momento solo es capaz de discernir las más obvias.
Rango 4: Continua sus estudios y se centra en los gestos faciales. Movimientos de cejas, sonrisas falsas y verdaderas, expresión en la mirada… puede reconocer el estado de ánimo de una persona sin muchas dificultades, aunque si estuviera intentando ocultar su estado emocional necesitaría un escrutinio más exhaustivo. Además, escoge centrarte en el estudio de un nuevo problema psicológico o una característica en concreto. Una vez detectada en un objetivo, puede trabajar en ella durante cinco asaltos para multiplicar su efecto exponencialmente o eliminarlo. Un estudio más concienzudo reduciría el tiempo necesario en un asalto cada vez.
Rango 5: Empieza a hablar con las personas con el objetivo de ver cómo reaccionan a él. Tras algo de práctica, es capaz de hacerse una idea del carácter general de la persona en unos pocos minutos. Su conocimiento de las mentiras mejora y es capaz de pillar en el acto a alguien que no esté muy acostumbrado a mentir, aunque se esfuerce en ocultarlo.
Rango 6: Se atreve a hacer suposiciones, no muy alejadas de la realidad, de los gustos y desagrados de una persona a la que haya estado observando. Incluso podría especular sobre sus miedos y sus sueños, de forma no muy fiable. Además, escoge centrarse en el estudio de un nuevo problema psicológico o una característica en concreto. Una vez detectada en un objetivo, puede trabajar en ella durante cinco asaltos para multiplicar su efecto exponencialmente o eliminarlo. Un estudio más concienzudo reduciría el tiempo necesario en un asalto cada vez.
Rango 7: Aprende a leer el lenguaje corporal de forma básica, pero en conjunto con el resto de tus conocimientos podría hacerse una muy buena idea de los datos básicos de la persona solo con intercambiar un saludo: edad, origen y carácter general. Puede detectar en el acto las mentiras de gente que lleva haciéndolo años, gracias al tono de voz y ciertos factores faciales. De todas formas, aún no sería capaz de decir el 100% de las veces en qué consiste la mentira.
- Operaciones de cirujano:
- Especialidades:
- Vascular (y cardiovascular)
- Otorrinolaringología
- General
- Torácica
- Vascular (y cardiovascular)
- Terapias de psicóloca:
- A añadir las 3.
Pertenencias:
Nombre del objeto: Kawaīkumasan, kuma para los amigos.
Descripción y habilidades: Un peluche especial en forma de oso, partido en dos colores (negro y blanco), cada uno con un ojo distinto (siendo el blanco el normal y el negro, uno rojo agresivo) que no hace absolutamente nada más que ser monísimo. Se le hace especialmente bonito y cuco a aquel quien lo ve, lo que les impide atacarlo a excepción de que presente algún problema para ellos —lo que se traduce en que no sirve para batalla, negociaciones, etc—. Solo quiero que le digan cosas bonitas.
Propiedades exóticas: Elasticidad especial para aguantar las patadas que recibirá durante la noche.
Pertenencias: Un poco de ropa de todo tipo, lo suficiente para cambiarse a diario.
Además, un galeón en muy buen estado.
También cuenta con un set de cocina común, regalado por su padre.
Ficha aceptada, señorita, recuerde pasarse por el censo para recibir color y demás.
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
|
|