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La travesía de los dioses [Pasado] [Privado] Empty La travesía de los dioses [Pasado] [Privado] {Mar 19 Jul 2022 - 14:57}

Una misión. Otra. Otra más. Rokuro ya no recordaba cuántas misiones había realizado desde que se había unido al Cipher Pol. Apenas recordaba cuántos años hacía que se había unido a las filas del cuerpo de inteligencia del Gobierno Mundial, pero ya daba igual. Su vida ahora consistía en realizar toda clase de misiones, a cada cual más peligrosa o extravagante. En algunas ocasiones Rokuro no estaba seguro de que la agencia de inteligencia fuese tan «inteligente».

Aquella mañana era uno de esos días. En el comedor común destinado a los agentes del Cipher Pol, apareció un agente informándole de que era requerido en el despacho de su superior. Rokuro apuró el desayuno y pasó de nuevo por su habitación para vestirse de forma más presentable, dándose prisa para no hacer esperar a su superior.

Sabía de qué se trataba. O al menos eso creía. Cada vez que le llamaban de aquella forma le habían ordenado una nueva misión. Y esta vez fue igual.

—Pero señor... —dijo a escuchar en qué consistía la operación—. Creo que se equivoca de hombre.

—¿Por qué? ¿No te ves capaz? ¿Acaso crees que nos hemos equivocado eligiendote para este puesto? —inquirió el veterano agente levantando una ceja. Rokuro supo al instante que estaba pisando terreno escabroso.

—No creo que se hayan equivocado señor, y confío mucho en mis capacidades, pero... —No sabía cómo escapar de la conversación, así que optó por decir la verdad—. Creo que hay compañeros mejor preparados para esta misión. Además, aunque confío mucho en mis capacidades, me encuentro más preparado para otro tipo de operaciones.

—Pues ahora te encontrarás más preparado para ejercer de escolta.

Y ahí terminó la conversación. En la agencia, cuando alguien ordenaba algo, está orden era llevada a cabo sin miramientos, y cuestionarlas estaba mal visto. Rokuro lo sabía y aún así no podía evitar preguntarse si sería lo más lógico. Sin embargo, respiró hondo y fue a prepararse para coger el primer barco que saliese.

Seis días más tarde, se encontraba a bordo de la Bella Ramona, un gigantesco navío, con capacidad para más de doscientos tripulantes, con una cubierta superior llena de toda clase de lujos. Allí, desde la cubierta, podía ver cómo toda clase de legionarios y algunos agentes del Cipher Pol terminaban de subir la mercancía restante al barco. También pudo distinguir la silueta de cuatro personas: un hombre, con su mujer, y dos niños. Los cuatro eran sus clientes, las personas a las que tendría que escoltar y proteger, y también eran Tenryubitos.
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La travesía de los dioses [Pasado] [Privado] Empty Re: La travesía de los dioses [Pasado] [Privado] {Mar 19 Jul 2022 - 19:46}

El mundo era un lugar difícil, un lugar donde los problemas solían venir acompañados de mucho dolor y sangre.  Había sido llamado desde la "comodidad" del cuartel al despacho de mi superior, el cual me había asignado un trabajo de lo más peculiar: Mantener el orden, junto a varios legionarios más, dentro de un navío llamado el Bella Ramona. Debía de admitir que hacer de guarda no era algo que me gustara mucho, sobre todo porque eso se traducía en largas y aburridas estancias de pie sin hacer nada. Como mucho me encontraría el problema de que alguien se hiciera daño a bordo al manejar los aparejos, o que alguien pudiera beber más de la cuenta y tuviera que intervenir.

Este tipo de "misiones" eran bastantes comunes para los peones que conformábamos la Legión, sin embargo, mi superior destacó un punto importante: Que aparte de defender el barco, debía proteger a sus pasajeros más valiosos...una familia de  Tenryubitos. Nobles celestiales, bueno, eran órdenes al fin y al cabo. Así que sin dudarlo subí al navío una vez me había embarcado para hacer transbordo desde el cuartel hasta donde estaba aquel navío. Este era bastante grande, lo cual era bueno, y ver por su cubierta a todo tipo de personas pertenecientes al Gobierno Mundial me aseguraba de que fuera un lugar lo suficientemente protegido cómo para hacer mi tarea sin demasiado esfuerzo.

Una vez en la cubierta del navío que debía proteger, me asomé por la batayola hasta ver a la familia objetivo, por así decirlo. Pude notar como no era el único que había posado su vista sobre ellos. Aún así procuré seguir a mi tarea, defender al navío.

Portaba mi habitual atuendo de cuero negro con la boca tapada, como no podía ser de otro modo. Estiré mis guantes tirando de las mangas mientras esperaba de pie, junto al mástil de la mayor, a que subieran anclas una vez todos estuvieran a bordo....iba a empezar la misión de guardia.
Por suerte pude echar un cigarro antes de subir al navío sin que me vieran, por lo que el mono estaba controlado por el momento, aunque sabía que tarde o temprano debía echar otro. Miré a los nobles mundiales en cubierta, con disimulo eso si, ya que se me había dado prioridad a defender el navío, y a sus ocupantes como objetivo secundario....aunque todos sabemos que esos nobles eran más importantes que todo el buque y las almas que contenían. A pesar de esto no pude susurrar para mis adentros:

"Sin duda algo va a pasar con estos pasajeros"

Era obvio que cualquier forajido que quisiera hacer daño a un noble mundial se lo haría cuando más vulnerable fuera esta. ¿Y que mejor forma de atacar a una alimaña cuando ha salido de la madriguera por propia voluntad? Esto seguro lo sabría más de algún malnacido...y sabía de sobra que aquellos nobles eran un objetivo claro, del mismo modo que sabía que no era el único de la tripulación que velaba por su seguridad.
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La travesía de los dioses [Pasado] [Privado] Empty Re: La travesía de los dioses [Pasado] [Privado] {Jue 21 Jul 2022 - 21:03}

Hacía poco que había salido el sol, pero el navío estaba tan lleno de vida como un jardín de infancia. Desde bien temprano, los trabajadores del barco que servían directamente a los Nobles Mundiales habían estado preparando todo lo necesario para que la travesía de sus señores fuera lo más cómoda, agradable y placentera posible. Rokuro observó y supervisó como preparaban metódicamente hasta el último detalle, sin llegar a comprender del todo el nerviosismo de la mayor parte de la tripulación. «Todo tiene que ser perfecto» le habían dicho sin dar más explicaciones.

El peliblanco se había criado en una isla desligada del Gobierno Mundial y toda clase de organización que intentase unir diferentes naciones, por lo que no conocía a fondo la reputación de los Tenryubitos. Sabía que los Dragones Celestiales eran los descendientes de los fundadores del Gobierno Mundial, y que su palabra era la ley, pero no fue hasta aquella mañana que supo hasta qué punto eran tan temidos.

El desayuno comenzó con un increíble despliegue de toda clase de alimentes de lujo. Rokuro no había visto en su vida la gran mayoría, y mucho menos los había probado, y no podía evitar sentir que aquello era excesivo, pero se mantuvo callado. Había aprendido que no debía hablar si no era necesario, y aquel no momento no lo era. Al poco de estar servida la comida, la familia entró por la puerta mientras unas criadas desenrollaban una alfombra roja y varios criados les lanzaban pétalos de flores. Todo un espectáculo. Varios sirvientes más arrastraron sus sillas para que pudieran sentarse y entonces aparecieron los camareros, quiénes comenzaron a servir la comida de las fuentes y bandejas a los platos a la vez que atendían toda clase de peticiones extravagantes.

Desafortunadamente, uno de ellos cometió un error: se tropezó y volcó una taza de infusión sobre la niña pequeña. Ella, a su vez, comenzó a gritar histérica.

—¡Quema, quema, quema!

Al momento aparecieron toda clase de personas intentando ayudar. Fue tal el despliegue, que varios sirvientes trajeron un vestido nuevo para la niña y un biombo para ocultar su desnudez, a la vez que varias criadas seguían dándole de comer. El incidente se solucionó enseguida gracias a la rápida reacción de todos los sirvientes, pero aún así el camarero no pudo evitar las consecuencias. El padre de la criatura, el cabeza de familia, entró en cólera. A pesar de los intentos de las personas de su alrededor por calmarlo, nadie lo consiguió, y ordenó castigar al camarero.

Más tarde, cuando le ordenaron examinar la seguridad del navío, Rokuro caminó sobre la cubierta oteando el horizonte, esperando no encontrar ninguna bandera pirata. O marine. O revolucionaria. Lo cierto es que tenían muchos posibles enemigos, y aquello preocupaba al agente. Sabía que el viaje podría estar plagado de peligros, pero también pensaba en los propios sucesos del barco. Allí, en la cubierta, el camarero que por la mañana había derramado el líquido caliente sobre la pequeña noble, se encontraba de pie, atado a un poste de madera, sin ropa de cintura para arriba, mientras exhibía varios latigazos recientes en su espalda.

—Qué horrible —murmuró Rokuro para sí mismo mientras observaba al joven con una extraña mirada entre la pena y la compasión.
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La travesía de los dioses [Pasado] [Privado] Empty Re: La travesía de los dioses [Pasado] [Privado] {Vie 22 Jul 2022 - 14:39}

Lo que sucediera entre los nobles y la plebe me daba completamente igual, sobre todo porque no era de mi incumbencia. Bien sabíamos todos lo del fatal accidente de esta mañana con la pequeña noble. La verdad es que había llegado a pensar que el peligro estaba fuera de este navío, sin embargo, la propia gente del barco había demostrado ser un auténtico peligro más que los piratas que pudieran atacarnos. La verdad es que no me daba pena alguna aquel camarero, ya que su castigo era bien merecido. Igualmente, me daba lo mismo, ya que yo seguía haciendo patrulla por la cubierta, deteniéndome varias veces en el castillo de proa mientras oteaba el horizonte y cavilaba sobre mis propios pensamientos, pero ante todo, cavilaba en pensar porque todo estaba tan sumamente tranquilo.

Fuere como fuere, la ronda estaba siendo tan tranquila que hasta era aburrida. Cuando me disponía a ir a la sección de popa pude ver a un tipo que se estaba acercando a la zona de castigo del camarero. Por su mirada parecía no estar muy de acuerdo con aquel castigo, y hasta parecía que lo fuera a ayudar ( aunque esto solo podía suponerlo). No dudé en girar sobre mis tobillos, y con paso calmado y las manos juntas a la espalda caminé hacia él para darle un pequeño aviso, al fin y al cabo debía proteger el barco y mantener el orden junto al resto de legionarios presentes.

- Le pido que se aleje de la zona de castigo caballero- le dije con un tono firme a la par que seco sin quitarle la vista de encima. Mantuve mi pose hasta ponerme a pocos metros del camarero y del tipo, y nuevamente le volví a decir a este segundo una frase - Esto es una zona restringida, y a no ser que sea el oficial, cosa que dudo, o el que alimente a este hombre, está cumpliendo un castigo asignado por el navío. Así que le invito a dar media vuelta.

Dicho esto me mantuve en posición, y solo el ruido de las olas golpeando el barco en movimiento se podían escuchar ahora mismo.

Al margen de todo esto, no pude evitar echar un vistazo de arriba a abajo al pasajero, de lo más peculiar. Igualmente se veía que no era un militar ni nade asignado a la tripulación, al menos que supiera. Dichas mis palabras me di media vuelta para comenzar a caminar por la cubierta, a no ser que aquel hombre me replicara algo...pobre de él.
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La travesía de los dioses [Pasado] [Privado] Empty Re: La travesía de los dioses [Pasado] [Privado] {Mar 26 Jul 2022 - 11:24}

«No sé si preocuparme más por los posibles ataques o por los propios pasajeros del barco —reflexionaba Rokuro mientras observaba al pobre hombre torturado enfrente suyo—. Nunca pensé que los Tenryubitos pudieran ser tan crueles; debo de tener cuidado».

El peliblanco se cuestionaba por qué había sido seleccionado para la misión. Ahora, después de ver los sucesos con aquel pobre hombre, comprendía el por qué no podía negarse a realizar el trabajo. Cualquier desacato hubiera sido pagado con la sangre de sus superiores y la suya propia, y ninguno de los agentes del Cipher Pol se encontraban deseosos de experimentar nada parecido. Sin embargo, se preguntaba si había sido seleccionado a propósito por alguien que me odiaba. No estaba seguro: nunca había destacado en hacer amigos, aunque también evitaba ganarse enemigos. Aquel pensamiento fue interrumpido por un legionario que se acercó, de forma altiva, hacia él y le invitó a abandonar la zona. ¿Es que no reconocía a un agente a cargo de la seguridad del barco y sus pasajeros?

Rokuro se ajustó el nudo de la corbata con elegancia y le encaró.

—No soy ningún civil, soldado —explicó con el mismo tono firme. Sabía que estaba haciendo su trabajo, pero no se iba a dejar amedrentar por un legionario—. Soy el agente Kurokage, a cargo de la seguridad del barco y de sus pasajeros. No se preocupe por mi, puede continuar con su ronda.

A pesar de todo, Rokuro no le quitó el ojo de encima. No le gustó el tono con el que lo trató, ni tampoco el poco deje de humanidad que demostró al tratar al castigado como si fuera un despojo humano. Nadie se merecía un castigo tan horrible por un pequeño accidente que literalmente le podría haber ocurrido a cualquiera.

«Podrían haberle descontado la tintorería del sueldo —se dijo sin apartar la mirada del legionario con medio rostro oculto—, pero... ¿Castigarlo de esta forma?». Cuanto más observaba al joven atado al poste, mayor iba siendo su animadversión hacia los Nobles Mundiales. Y también hacia los hombres, como el que tenía enfrente, que solo sabían seguir órdenes y trataban a los demás como sacos de carne. Aquello hacía que su sangre hirviera, aunque tampoco era como si pudieras expresar sus sentimientos en voz alta. El Gobierno Mundial le había ofrecido un hogar cuando no tenía nada, y él mismo se había convertido en uno de esos hombres que solo sabía seguir órdenes. Apretó sus puños, y enseguida los aflojó, resignado.
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La travesía de los dioses [Pasado] [Privado] Empty Re: La travesía de los dioses [Pasado] [Privado] {Vie 5 Ago 2022 - 18:21}

Rokuro había estado atento a todo desde que comenzó la travesía. Estaba atento a los pasajeros del barco y a la mercancía que llevaban, estaba atento a los sitios dónde podían abordar el barco y a los sitios dónde podía refugiarse la mayor cantidad de pasajeros en caso de un ataque. Y sobretodo estaba atento a aquel hombre que lo mira arrogantemente por encima del hombre y al joven camarero desnudo que se encontraba atado al poste. Enseguida dio media vuelta y continuó con sus quehaceres.

Rokuro terminó de recorrer el barco, prestando atención a cualquier nimio detalle. Al fin y al cabo, tenía que velar por la seguridad de unos pasajeros especialmente importantes y no podía permitirse ni un solo error. Ni uno solo. Tenía que dar todo de sí en aquel trayecto si quería seguir vivo.

—Eh, cambio de turno —le dijo un compañero en mitad de la noche, sobre la proa del barco cuando se encontraba oteando el horizonte. Estaba oscuro, muy oscuro. El compañero bostezó—. Joder, qué sueño. En fin, vete ya antes de que nos echen la bronca.

Rokuro asintió y se dirigió a su pequeño camarote compartido. El resto de sus compañeros estaba de guardia, así que aprovecho para dormir unas horas antes de volver al trabajo. El descanso era necesario, más de lo que muchos pensaban. Pero apenas había conciliado el sueño cuando un estruendo lo desveló.

«No puede ser —pensó amargamente—. No puede ser».

Rokuro salió rápidamente de la cama, se vistió con su chaqueta de traje negra del Cipher Pol que tenía ocultos en su interior shurikens y pergaminos y se dirigió a la cubierta. No la había alcanzado todavía cuando escuchó otro estruendo, aún más fuerte. Cañones. Y de gran calibre.

Rokuro maldijo y se dio aún más prisa. En mitad de la noche, casi de la nada, había aparecido un barco enemigo. No sabía si eran piratas, revolucionarios u otros. Solo sabía que tenía que hacer su trabajo.

Cuando echó una ojeada encontró al compañero que le había sustituido en el suelo, muerto, sobre un charco de su propia sangre. A su alrededor había hombres peleando, algunos a puñetazos otros con espadas y muchos disparando. Rokuro se movió raudo hacia una pareja con rifles gracias al Soru, la técnica del Cipher Pol, y los neutralizó realizando un tajo sobre sus espaldas.

Una vez la amenaza en la cubierta parecía haberse controlado, fue en dirección a los Nobles Mundiales. Ellos tenían sus propios guardaespaldas, pero no sabía si se encontraban a salvo. Un fuego, que parecía hacerse cada vez mayor, apareció a la altura de los camarotes de los Tenryubitos, y Rokuro voló hacia allí caminando por el aire gracias al Geppou.

Una vez entró en la primera habitación que encontró, descubrió a una niña pequeña. La misma niña cuya perreta había hecho latiguear al pobre camarero. Se acercó a ella, lentamente, mientras guardaba la espada en la vaina que le colgaba de la espada y le susurraba palabras tranquilas para intentar calmarla. El fuego había entrado en la habitación y la niña tenía miedo.

Entonces, sin saber cómo, tuvo una especia de premonición. No sabía cómo, o por qué, solo supo que algo terrible iba a ocurrir, y en la pequeña fracción de segundo que transcurrió a continuación se debatió entre sus principios y su vida.

Podría haberse apartado. Podría haber dicho que todo había sido un accidente. Incluso podría haber mentido sobre su presencia en la habitación. Sin embargo, su cuerpo automáticamente se giró, dando media vuelta y adoptando una pose protectora. Detrás suyo estaba la niña y, enfrente, un hombre aparecía entre las llamas portando una pistola.

Pum.

Rokuro apenas se movió lo suficiente para bloquear la bala y, apretando con fuerza los dientes en un vano intento de soportar el dolor, lanzó tres shurikens contra el agresor en respuesta al ataque.

Y entonces se desmayó.

Cuando Rokuro se despertó se encontraba en unas instalaciones médicas. Sabía que se encontraba aún en alta mar porque sentía el vaivén de las olas, y al poco de abrir los ojos un médico se le acercó.

—Enhorabuena, chaval —dijo con un tono apremiante—. Has cumplido tu misión y has sobrevivido para contarlo.
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La travesía de los dioses [Pasado] [Privado] Empty Re: La travesía de los dioses [Pasado] [Privado] {}

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