Elyria Priscraft
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Por primera vez desde sus vacaciones en Kyuka Land, Elyria se dio un pequeño descanso. Seguía de servicio, claro, pero si no ocurría nada que requiriese de su atención podría relajarse un poco. Sus últimos casos y batallas habían sido duros, y había perdido parte de su ropa favorita, así que tenía que conseguir algo nuevo, siempre le gustaba comprarse nuevos vestidos, uno de los pocos caprichos que se permitía con su sueldo.
Aunque no iba a descuidarse, llevaba ropa bonita, por supuesto. Lucía un vestido corto de color negro con detalles dorados, con hombros y la mayor parte de los brazos al descubierto. Como contraste, sus piernas eran decoradas con unas medias blancas, acabando en unos tacones negros. También llevaba el pelo suelto, y por su puesto, sus característicos guantes de cuero negros.
No tenía mucha prisa, así que paseo por las calles de Water 7 tranquilamente, disfrutando de la ciudad y del buen tiempo. Le encantaba el frío, pero últimamente solo había estado en islas heladas, y se agradecía el cambio. De cualquier manera, se dirigió al centro, contemplando la compañía Galley-La. Entonces, se fijó en un grupo de carpinteros que se veían un tanto alterados.
“Otra vez esos hijos de puta…”
“Han vuelto a mancharlo todo de pintura.”
“Terminamos de reparar el último estropicio hace dos días.”
“Encima no tienen ningún gusto, son pegotes de pintura para molestar.”
“El cliente se está empezando a cabrear con los retrasos que nos provoca esto.”
“Menudo hijo de puta.”
“¿El cliente?”
“¡No, no! Quién sea que esta estropeándolo todo.”
“Bueno, el cliente un poco también, quiere que le hagamos un descuento por todas las molestias.”
“En parte es comprensible.”
“Que le follen, nosotros no tenemos culpa de nada.”
“Somos responsables de vigilar.”
“Pienso pillar a ese capullo con las manos en la masa, ¿quién está conmigo?”
“Le pienso meter el pincelado por donde le quepa.”
“Siempre pensando en esas cosas…”
“Sí, mejor le partimos las piernas.”
“No creo que pinte con las piernas, mejor los brazos.”
Entonces Elyria alzó una ceja, acercándose al grupo. Por el tono en el que hablaban dudaba que fuesen a llegar a esos extremos, pero no venía de más intervenir. Y bueno, si se ponían feas las cosas podría acabar muy mal si les daba un calentón.
“¿Hay algún problema aquí, caballeros? Porque si he oido bien, hay un criminal atacando vuestro negocio y productos. Es grave, por supuesto, pero no me parece motivo para esa reprimenda. No estamos en una isla del gobierno, se vendrá a cuartel.”
“¿Y tú eres…?”
“Teniente Comandante Elyria Priscraft. Pero llamadme Ely, es mas cortito.”
Aunque no iba a descuidarse, llevaba ropa bonita, por supuesto. Lucía un vestido corto de color negro con detalles dorados, con hombros y la mayor parte de los brazos al descubierto. Como contraste, sus piernas eran decoradas con unas medias blancas, acabando en unos tacones negros. También llevaba el pelo suelto, y por su puesto, sus característicos guantes de cuero negros.
No tenía mucha prisa, así que paseo por las calles de Water 7 tranquilamente, disfrutando de la ciudad y del buen tiempo. Le encantaba el frío, pero últimamente solo había estado en islas heladas, y se agradecía el cambio. De cualquier manera, se dirigió al centro, contemplando la compañía Galley-La. Entonces, se fijó en un grupo de carpinteros que se veían un tanto alterados.
“Otra vez esos hijos de puta…”
“Han vuelto a mancharlo todo de pintura.”
“Terminamos de reparar el último estropicio hace dos días.”
“Encima no tienen ningún gusto, son pegotes de pintura para molestar.”
“El cliente se está empezando a cabrear con los retrasos que nos provoca esto.”
“Menudo hijo de puta.”
“¿El cliente?”
“¡No, no! Quién sea que esta estropeándolo todo.”
“Bueno, el cliente un poco también, quiere que le hagamos un descuento por todas las molestias.”
“En parte es comprensible.”
“Que le follen, nosotros no tenemos culpa de nada.”
“Somos responsables de vigilar.”
“Pienso pillar a ese capullo con las manos en la masa, ¿quién está conmigo?”
“Le pienso meter el pincelado por donde le quepa.”
“Siempre pensando en esas cosas…”
“Sí, mejor le partimos las piernas.”
“No creo que pinte con las piernas, mejor los brazos.”
Entonces Elyria alzó una ceja, acercándose al grupo. Por el tono en el que hablaban dudaba que fuesen a llegar a esos extremos, pero no venía de más intervenir. Y bueno, si se ponían feas las cosas podría acabar muy mal si les daba un calentón.
“¿Hay algún problema aquí, caballeros? Porque si he oido bien, hay un criminal atacando vuestro negocio y productos. Es grave, por supuesto, pero no me parece motivo para esa reprimenda. No estamos en una isla del gobierno, se vendrá a cuartel.”
“¿Y tú eres…?”
“Teniente Comandante Elyria Priscraft. Pero llamadme Ely, es mas cortito.”
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Ay la música, que intensa, que divertida y que relajante puede llegar ser a veces. Mis singladuras me habían llevado hasta la bonita Water Seven, y por primera vez había viajado sola. Yor y compañía se habían adelantado a la siguiente isla y les había dicho que me recogieran en tres días, ya que, quería visitar esta bonita ciudad. Así que baje al puerto llevando mis galas más cotidianas. Esto se traducía por : Camiseta de color blanco, una chaqueta, similar a la de un chándal abierta. En mi mano derecha llevaba un guante de cuero abierto por el lomo de color negro, varias pulseras en la mano izquierda adornadas con estrellas, lunas y otros símbolos. En el cuello llevaba una pequeña cinta negra adornada con una estrella roja y una corchea, y en la cabeza una gorra, dejando ver el pelo suelto hasta la cadera. También se podía ver que iba mascando un chicle, haciendo de vez en cuando algún globo con la boca, explotándolo y volviendo a empezar. Vamos, algo cómodo y que no me impidiera usar las piernas cuando tuviera que correr.
¡Ah y se me olvidaba! Un reproductor de música cortesía de Yin, super majo. Sabía que si siempre bajaba con la funda del violín esto podía ser un problema, o incluso me lo podían robar, y como siempre quería ir con la música a todos lados, Yin me facilitó este sistema, y la verdad es que me encantaba ir escuchando música por la calle. Así que...comencé a dar un leve sprint por las bonitas calles de la ciudad baja, donde la compañía Galley-la se asentaba con los cascos en las orejas, tarareando una música que me gustaba particularmente.
¡Así que ahi estaba yo! Esprintando super feliz mientras una turba de comerciantes me perseguía poco más con cuhillos en lo alto y antorchas encendidas ( lo cual es estúpido siendo de día). Y al grito de ¡Devuélveme los tenis! ¡ Me has robado una manzana! ¡ Se ha llevado unos pendientes! me perseguían por las calles. Yo iba a mi rollo corriendo mientras escuchaba música, y acelerando cada vez más el paso iba saltando por los tenderetes, metiéndome por las distintas calles para intentar darles esquinazo mientras, de vez en cuando, hacía algún paso de baile. Lo bueno de todo esto es que yo no me enteraba mucho de cuántos me perseguían, ya que esto de hacer situaciones caóticas era mi día a día y lo veía hasta normal. Así que yo seguía a lo mío, e iba dándoles esquinazo poco a poco hasta que solo quedó uno persiguiéndome.
-¡Tú alto!- gritaba el tendero.
Entonces giré la cabeza mientras corría hacia él para responderle.
-¡Si claro! ¡Ahora mismito paro! ¿No os habéis dado cuenta de lo subnormal que es preguntarle a alguien que huye que se detenga so bobo?
Así que con un par de volteretas más, y tomando un callejón super angosto, el gordo que me seguía quedó atrás. Una vez salía a la plaza del puerto, donde estaba la compañía Galley-La suspiré y traté de recuperarme de la carrera que había pegado. Fue entonces cuando había escuchado nuevamente una disputa, pero esta vez parecía que estaban dándose de leches verbalmente dos trabajadores, y en el medio, había una chica charlando con ellos, lo que provocó que ambos callaran. ¿Sería su jefa? Me daba igual.
Así que saqué un chicle de mi bolsillo y me lo llevé a la boca, a la par, guardaba el reproductor de música en el bolsillo derecho antes de quedar mirando la escena en la distancia.
¡Ah y se me olvidaba! Un reproductor de música cortesía de Yin, super majo. Sabía que si siempre bajaba con la funda del violín esto podía ser un problema, o incluso me lo podían robar, y como siempre quería ir con la música a todos lados, Yin me facilitó este sistema, y la verdad es que me encantaba ir escuchando música por la calle. Así que...comencé a dar un leve sprint por las bonitas calles de la ciudad baja, donde la compañía Galley-la se asentaba con los cascos en las orejas, tarareando una música que me gustaba particularmente.
- Música acompañante de la siguiente escena::
¡Así que ahi estaba yo! Esprintando super feliz mientras una turba de comerciantes me perseguía poco más con cuhillos en lo alto y antorchas encendidas ( lo cual es estúpido siendo de día). Y al grito de ¡Devuélveme los tenis! ¡ Me has robado una manzana! ¡ Se ha llevado unos pendientes! me perseguían por las calles. Yo iba a mi rollo corriendo mientras escuchaba música, y acelerando cada vez más el paso iba saltando por los tenderetes, metiéndome por las distintas calles para intentar darles esquinazo mientras, de vez en cuando, hacía algún paso de baile. Lo bueno de todo esto es que yo no me enteraba mucho de cuántos me perseguían, ya que esto de hacer situaciones caóticas era mi día a día y lo veía hasta normal. Así que yo seguía a lo mío, e iba dándoles esquinazo poco a poco hasta que solo quedó uno persiguiéndome.
-¡Tú alto!- gritaba el tendero.
Entonces giré la cabeza mientras corría hacia él para responderle.
-¡Si claro! ¡Ahora mismito paro! ¿No os habéis dado cuenta de lo subnormal que es preguntarle a alguien que huye que se detenga so bobo?
Así que con un par de volteretas más, y tomando un callejón super angosto, el gordo que me seguía quedó atrás. Una vez salía a la plaza del puerto, donde estaba la compañía Galley-La suspiré y traté de recuperarme de la carrera que había pegado. Fue entonces cuando había escuchado nuevamente una disputa, pero esta vez parecía que estaban dándose de leches verbalmente dos trabajadores, y en el medio, había una chica charlando con ellos, lo que provocó que ambos callaran. ¿Sería su jefa? Me daba igual.
Así que saqué un chicle de mi bolsillo y me lo llevé a la boca, a la par, guardaba el reproductor de música en el bolsillo derecho antes de quedar mirando la escena en la distancia.
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Elyria siguió discutiendo con los trabajadores. Al parecer alguien había estado molestando en uno de sus proyectos, manchándolo todo de pintura. Lo habían limpiado, y un par de días después lo volvió a manchar todo. El cliente se estaba cabreando por los retrasos, y les estaba exigiendo descuentos que los pobres trabajadores no podían permitirse entregas. Lo que no entendía es por qué no habían avisado antes a las autoridades. ¿Orgullo?
“Me encargaré del caso, no se preocupen. Ustedes limpien todo cuanto antes, si se atreve a volver le pillaré con las manos en la masa.”
“De acuerdo, oficial. ¿Le parece si le dejamos una trampa para atraer a ese cap—delincuente?” Preguntó el líder del grupo de carpinteros, intentando mantenerse educado delante de la Marina.
“¿Para atraer a ese capullo?” Dijo riendo levemente. “Mientras muestre respeto puede llamar las cosas por su nombre, no se preocupe.”
“E-eh… Sí.”
“Háganlo. Cualquier cosa que ayude a atraparle es bienvenida. Solo informemé de antemano para que no me pille por sorpresa luego.”
“Perfecto, eso haré. Gracias oficial.”
Elyria respondió con una sonrisa y se dio la vuelta. Aún tenía cosas que hacer. Entonces se fijó en una chica un tanto sospechosa que les observaba desde la distancia mientras mascaba chicle y escuchaba música con unos cascos. Se acercó a ella tranquilamente y sin prisa, aunque manteniéndole el ojo encima por si pretendía huir. Aunque dudaba seriamente que fuese más rápida que ella.
Nissa, una criatura misteriosa que tomaba la forma mujercita de luz en miniatura, estaba en su hombro, como siempre. Solo podían verla y escucharla quienes ella quisiera, lo cual solía limitarse a Elyria. Jugaba moviendo las piernas en el aire, y se había mantenido callada hasta ahora.
“Ely, tienes que dejar de sospechar de todo lo que se mueve. La chica solo estaba mirando una disputa que se encontró por la calle, no es nada raro.
Elyria suspiró levemente, mirando en dirección a su hombro y susurrando. “Nunca se sabe. O a lo mejor sabe algo, cuando investigas tienes que usar todas tus opciones.”
“Si tú lo dices…”
“Nissa, me has visto trabajar en muchos casos a estas alturas, no te hagas la sorprendida,” susurró Elyria en tono de broma mientras reía levemente.
“En fin, deja el temita, que te van a mirar raro por hablar sola”
“Pero si has—Tsk.”
Finalmente se plantó frente a la chica, e intentó llamar su atención para que se quitase los cascos y le pudiese escuchar. “¿Ocurre algo? Parecía muy interesada en nuestra pequeña discusión.
Y cuando dijo eso, pudo ver a Nissa llevándose la palma de la mano a la cara.
“Me encargaré del caso, no se preocupen. Ustedes limpien todo cuanto antes, si se atreve a volver le pillaré con las manos en la masa.”
“De acuerdo, oficial. ¿Le parece si le dejamos una trampa para atraer a ese cap—delincuente?” Preguntó el líder del grupo de carpinteros, intentando mantenerse educado delante de la Marina.
“¿Para atraer a ese capullo?” Dijo riendo levemente. “Mientras muestre respeto puede llamar las cosas por su nombre, no se preocupe.”
“E-eh… Sí.”
“Háganlo. Cualquier cosa que ayude a atraparle es bienvenida. Solo informemé de antemano para que no me pille por sorpresa luego.”
“Perfecto, eso haré. Gracias oficial.”
Elyria respondió con una sonrisa y se dio la vuelta. Aún tenía cosas que hacer. Entonces se fijó en una chica un tanto sospechosa que les observaba desde la distancia mientras mascaba chicle y escuchaba música con unos cascos. Se acercó a ella tranquilamente y sin prisa, aunque manteniéndole el ojo encima por si pretendía huir. Aunque dudaba seriamente que fuese más rápida que ella.
Nissa, una criatura misteriosa que tomaba la forma mujercita de luz en miniatura, estaba en su hombro, como siempre. Solo podían verla y escucharla quienes ella quisiera, lo cual solía limitarse a Elyria. Jugaba moviendo las piernas en el aire, y se había mantenido callada hasta ahora.
“Ely, tienes que dejar de sospechar de todo lo que se mueve. La chica solo estaba mirando una disputa que se encontró por la calle, no es nada raro.
Elyria suspiró levemente, mirando en dirección a su hombro y susurrando. “Nunca se sabe. O a lo mejor sabe algo, cuando investigas tienes que usar todas tus opciones.”
“Si tú lo dices…”
“Nissa, me has visto trabajar en muchos casos a estas alturas, no te hagas la sorprendida,” susurró Elyria en tono de broma mientras reía levemente.
“En fin, deja el temita, que te van a mirar raro por hablar sola”
“Pero si has—Tsk.”
Finalmente se plantó frente a la chica, e intentó llamar su atención para que se quitase los cascos y le pudiese escuchar. “¿Ocurre algo? Parecía muy interesada en nuestra pequeña discusión.
Y cuando dijo eso, pudo ver a Nissa llevándose la palma de la mano a la cara.
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Primer globo de chicle reventado en mi boca. Me quedé mirando aquella escena sin saber muy bien por qué lo había hecho. ¿Quizás me gustaba la ropa que llevaba aquella chica? Es posible, aunque era de lo más normalita, pero oye, le quedaba bien. Quizás fuera porque me gusta la gresca y esperaba poder robarles, quizás las carteras o algo en cuanto empezaran las leches...porque cuando alguien discute, acaba a trompazos normalmente, al menos, los carpinteros seguro. A pesar de que estaba en otro mundo mirando la escena, la canción de mi reproductor se acabó.
"Porras, sí que me has durado poco" Pensé mientras cambiaba la canción a la par que empezaba a ver como aquellas personas reparaban en mí. Uy, les he llamado la atención. ¿Eso era bueno o malo? Quizás me he metido en un asunto sin saberlo, o quizás solo se me quedan mirando porque soy una cotilla, que también puede ser. Fuera como fuera el tono de aquellos tres era de evidente enfado, incluso parecía poder escucharse algo de la conversación. Estaban buscando a alguien, o eso entendí, alguien que la ha liado mucho, eso de entrada ya me gustaba. El problema es que todo aquello no iba conmigo, y yo debía darme prisa antes de que alguno de los tenderos me encontrara y me metieran en el calabozo por hurto. Pero entonces vi como aquella chica venía a mi enfilada.
"Que viene, que viene...ay que viene".
¿Sonrío? ¿Lloro? ¿ Me hago la idiota? ¿Le pido un autógrafo? Pfff ¿Qué hago?. Bueno, de entrada creo que lo más conveniente es aparentar ser normal. Al menos había que intentarlo. Y la verdad no es que haya salido muy bien, ya que me tuvo que hacer una señal para que me quitara los cascos...con razón no la escuchaba.
-Ehhh...-pensé, como cuando te pregunta la maestra si habías estudiado la lección- No no, nada, perdona. Es que he visto que se estaba levantando mucho la voz y pensé que iba a haber problemas. Me llamó la atención y no pude evitar mirar, disculpa las molestias, yo ya...me iba.
Hice el amago de coger los cascos para ponérmelos otra vez, y fue entonces cuando tuve que hacer la pregunta de entrometida total.
-Parece que ese "delincuente" os ha hecho una faena importante- dije con tono calmado pero amable mientras hacía un globo de chicle, el cual explotó nuevamente contra mi boca.
"Porras, sí que me has durado poco" Pensé mientras cambiaba la canción a la par que empezaba a ver como aquellas personas reparaban en mí. Uy, les he llamado la atención. ¿Eso era bueno o malo? Quizás me he metido en un asunto sin saberlo, o quizás solo se me quedan mirando porque soy una cotilla, que también puede ser. Fuera como fuera el tono de aquellos tres era de evidente enfado, incluso parecía poder escucharse algo de la conversación. Estaban buscando a alguien, o eso entendí, alguien que la ha liado mucho, eso de entrada ya me gustaba. El problema es que todo aquello no iba conmigo, y yo debía darme prisa antes de que alguno de los tenderos me encontrara y me metieran en el calabozo por hurto. Pero entonces vi como aquella chica venía a mi enfilada.
"Que viene, que viene...ay que viene".
¿Sonrío? ¿Lloro? ¿ Me hago la idiota? ¿Le pido un autógrafo? Pfff ¿Qué hago?. Bueno, de entrada creo que lo más conveniente es aparentar ser normal. Al menos había que intentarlo. Y la verdad no es que haya salido muy bien, ya que me tuvo que hacer una señal para que me quitara los cascos...con razón no la escuchaba.
-Ehhh...-pensé, como cuando te pregunta la maestra si habías estudiado la lección- No no, nada, perdona. Es que he visto que se estaba levantando mucho la voz y pensé que iba a haber problemas. Me llamó la atención y no pude evitar mirar, disculpa las molestias, yo ya...me iba.
Hice el amago de coger los cascos para ponérmelos otra vez, y fue entonces cuando tuve que hacer la pregunta de entrometida total.
-Parece que ese "delincuente" os ha hecho una faena importante- dije con tono calmado pero amable mientras hacía un globo de chicle, el cual explotó nuevamente contra mi boca.
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Notó el cambio e la expresión de la mujer. Le pilló como muy por sorpresa, y ese tono de voz… Desde luego se veía un tanto sospechosa, parecía ocultar algo. O tal vez, y solo tal vez, era su imaginación y sus propios delirios haciendo de las suyas de nuevo. Después de todo lo que había vivido últimamente estaba sospechando demasiado de los demás, tenía que empezar a cambiar eso. Ya era Marine seria y mandona, no quería añadir más cosas a la lista.
“Entiendo…”
Entonces escuchó su comentario, alzando la ceja. ¿Sabía algo o no? Porque se estaba perdiendo un poco, ya no sabía que pensar. Joder Ely, no es tan complicado, te complicas la vida tu sola… se dijo a si misma, llevando las manos a su cadera y clavando su mirada penetrante de autoridad en los ojos de la mujer.
“Sí. Un idiota no deja de llenar de pintura la madera de un proyecto de los carpinteros. Ya no se si es solo un gamberro o sí hay algo más detrás, los intereses económicos son bastante altos, es un barco muy grande. ¿Sabes algo, viste a algún sospechoso? Me gustaría acabar con esto cuanto antes, se suponía que era mi día de descanso…” Dijo suspirando levemente. Entonces se dio cuenta de que le estaba contando su vida a una desconocida.
“E-eh… perdona, tonterías mías. Soy Elyria, por cierto, un placer,” dijo con una sonrisa amable en su rostro. Y entonces escuchó un disparo seguido de un grito a su espalda. Se giró rápidamente, y se encontro con que uno de los carpinteros del grupo con el que había estado discutiendo estaba muerto.
“¡Pero qué demonios! ¡Busca cobertura Naoko, escóndete detrás de esos edificios!” Gritó alertada, mirando la dirección de la que provenía el disparo. Pudo ver un francotirador en un tejado, así que corrió al centro de la plaza donde estaba antes, intentando llamar la atención del hombre para que le apuntase a ella. Entonces, en un rápido movimiento, sacó a Khione, haciendo una fuerte estocada en dirección al atacante, lanzando una bala de hielo. No tenía la suficiente puntería como para darle de lleno desde tan lejos, pero golpeo contra la pared del balcón donde apoyaba el arma, explotando y congelando el gatillo y el cañón, dejándola inutilizada.
Iba a saltar a acabar con el, pero entonces escuchó a varios hombres en los callejones de los que había salido antes. ¡Mierda, Naoko!
“Entiendo…”
Entonces escuchó su comentario, alzando la ceja. ¿Sabía algo o no? Porque se estaba perdiendo un poco, ya no sabía que pensar. Joder Ely, no es tan complicado, te complicas la vida tu sola… se dijo a si misma, llevando las manos a su cadera y clavando su mirada penetrante de autoridad en los ojos de la mujer.
“Sí. Un idiota no deja de llenar de pintura la madera de un proyecto de los carpinteros. Ya no se si es solo un gamberro o sí hay algo más detrás, los intereses económicos son bastante altos, es un barco muy grande. ¿Sabes algo, viste a algún sospechoso? Me gustaría acabar con esto cuanto antes, se suponía que era mi día de descanso…” Dijo suspirando levemente. Entonces se dio cuenta de que le estaba contando su vida a una desconocida.
“E-eh… perdona, tonterías mías. Soy Elyria, por cierto, un placer,” dijo con una sonrisa amable en su rostro. Y entonces escuchó un disparo seguido de un grito a su espalda. Se giró rápidamente, y se encontro con que uno de los carpinteros del grupo con el que había estado discutiendo estaba muerto.
“¡Pero qué demonios! ¡Busca cobertura Naoko, escóndete detrás de esos edificios!” Gritó alertada, mirando la dirección de la que provenía el disparo. Pudo ver un francotirador en un tejado, así que corrió al centro de la plaza donde estaba antes, intentando llamar la atención del hombre para que le apuntase a ella. Entonces, en un rápido movimiento, sacó a Khione, haciendo una fuerte estocada en dirección al atacante, lanzando una bala de hielo. No tenía la suficiente puntería como para darle de lleno desde tan lejos, pero golpeo contra la pared del balcón donde apoyaba el arma, explotando y congelando el gatillo y el cañón, dejándola inutilizada.
Iba a saltar a acabar con el, pero entonces escuchó a varios hombres en los callejones de los que había salido antes. ¡Mierda, Naoko!
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Anda, parece que hay un vándalo suelto por la zona. Debo admitir que debía de ser un pringado, principalmente, porque todo el mundo sabe que los sprays son mejor para jorobar cosas que la pintura convencional. Bueno, lo que sucede realmente es que este no era mi problema, y de hecho, me daba igual si habían pintado algo como si habían insultado a la mamá de uno. Yo estaba allí de paso y no para quedarme. Aún así parece que mis palabras colaron y que aquella chica no vio en mi una amenaza, aunque tampoco creo que me estuviera escuchando, ya que la palabra comodín para estas situaciones siempre era "Entiendo", vamos, como diciendo: Me importa cero. Yo cuando algo me la bufa también tenía una palabra propia:
-Magnífico, magnífico....- le dije en cuanto em expuso el relato de los hechos del vándalo a la par que me contaba en parte su vida. Al menos ya sabía yo algo más, que se llamaba Elyria. Pero sin duda lo más sorprendente es que supiera mi nombre sin haber yo pronunciado palabra alguna. ¿Era la tía paca oculta en cuerpo de mujer joven o qué?, bueno, cuando iba a hacerle un par de preguntas antes de irme, cuando había ya abierto la boca....un disparo. Genial.
Y el primer premio es uno de los carpinteros muertos, lo cual provocó que lanzara un gran grito al estilo "KYAAAAAA" levantando los brazos al aire. Admito que me había pillado desprevenida. Elyria me dijo que me pusiera a cubierto y antes de que pudiera decirle nada esta salió corriendo hacia la plaza. Entonces lo vi también, un puñetero francotirador.
-¿Pero qué demonios es esto?- dije haciendo un globo de chicle mientras miraba para el tejado. Si, estaba tranquila porque el arma del tipo apuntaba hacia Elyria y no hacia mí, y eso ya era un punto a mi favor. Así mismo otro punto fue ver como un estallido de hielo inmovilizaba el arma del francotirador...Elyria no era una chica normal....¿No sería un guarida de Galley- la? No, no puede serlo, es demasiado competente como para serlo...y lo sé yo que me he burlado de ellos en varias ocasiones para Yor.
Entonces si el premio había tocado para Elyria, a mí me había tocado el gordo, pues no tardaron en aparecer varios tipos armados por el callejón que daba a donde estábamos el carpintero, el fiambre y yo. Y como tampoco podía ser de otra manera....pensaban que estaba con Elyria. ¡ÉXITO!. Venga, a ver cuantos son...uno, dos, cuatro, seis...el bajito serían siete..¡Siete! Esto va a requerir de concentración.
-Bueno, pues allá vamos...-Me llevé las manos a los cascos y me los puse. Puse mi canción favorita a todo trapo mientras sacaba del bolsillo izquierdo una piruleta de mora y naranja. Le di dos lametones y me quedé mirando a los siete tipos, bastante fornidos y todos con palos y espadas. ¡Es hora de las tortas!. Así que empecé a salir corriendo en dirección contraria a ellos, haciendo que huía, provocando que tres de los siete me comenzaran a perseguir, mientras que el resto iba a por el carpintero.
Por mucho que corrí uno de los tipos logró agarrarme del brazo para frenarme en seco, y con su otra mano alzó el sable para pegarme un tajo, a la par gritaba que no tenía que meterme en cosas que no eran asunto mío. Como era obvio no tenía ni idea de lo que estaba pasando. ¿Sabes quién si la tiene? Elyria. Así que así como iba a darme el tajado, de mi brazo libre cerré el puño envolviéndolo en una sustancia morada pegajosa que se solidificó al instante, dejándome la mano como un guante de boxeo. Acto seguido le pegué tal puñetazo en la quijada a aquel idiota, que salió disparado hacia atrás para sorpresa de los otros dos. Estos se quedaron estupefactos al ver como una niña, había golpeado a un tiarrón el doble de grande que ella con una sustancia rara. Yo me quedé mirándoles, dando otra lamida a la piruleta a la par que el líquido de mi mano desaparecía, dejando ver mi mano nuevamente
-El siguiente es con sabor a fresa.-amenacé esperando a que el siguiente me atacara.
-Magnífico, magnífico....- le dije en cuanto em expuso el relato de los hechos del vándalo a la par que me contaba en parte su vida. Al menos ya sabía yo algo más, que se llamaba Elyria. Pero sin duda lo más sorprendente es que supiera mi nombre sin haber yo pronunciado palabra alguna. ¿Era la tía paca oculta en cuerpo de mujer joven o qué?, bueno, cuando iba a hacerle un par de preguntas antes de irme, cuando había ya abierto la boca....un disparo. Genial.
Y el primer premio es uno de los carpinteros muertos, lo cual provocó que lanzara un gran grito al estilo "KYAAAAAA" levantando los brazos al aire. Admito que me había pillado desprevenida. Elyria me dijo que me pusiera a cubierto y antes de que pudiera decirle nada esta salió corriendo hacia la plaza. Entonces lo vi también, un puñetero francotirador.
-¿Pero qué demonios es esto?- dije haciendo un globo de chicle mientras miraba para el tejado. Si, estaba tranquila porque el arma del tipo apuntaba hacia Elyria y no hacia mí, y eso ya era un punto a mi favor. Así mismo otro punto fue ver como un estallido de hielo inmovilizaba el arma del francotirador...Elyria no era una chica normal....¿No sería un guarida de Galley- la? No, no puede serlo, es demasiado competente como para serlo...y lo sé yo que me he burlado de ellos en varias ocasiones para Yor.
Entonces si el premio había tocado para Elyria, a mí me había tocado el gordo, pues no tardaron en aparecer varios tipos armados por el callejón que daba a donde estábamos el carpintero, el fiambre y yo. Y como tampoco podía ser de otra manera....pensaban que estaba con Elyria. ¡ÉXITO!. Venga, a ver cuantos son...uno, dos, cuatro, seis...el bajito serían siete..¡Siete! Esto va a requerir de concentración.
-Bueno, pues allá vamos...-Me llevé las manos a los cascos y me los puse. Puse mi canción favorita a todo trapo mientras sacaba del bolsillo izquierdo una piruleta de mora y naranja. Le di dos lametones y me quedé mirando a los siete tipos, bastante fornidos y todos con palos y espadas. ¡Es hora de las tortas!. Así que empecé a salir corriendo en dirección contraria a ellos, haciendo que huía, provocando que tres de los siete me comenzaran a perseguir, mientras que el resto iba a por el carpintero.
Por mucho que corrí uno de los tipos logró agarrarme del brazo para frenarme en seco, y con su otra mano alzó el sable para pegarme un tajo, a la par gritaba que no tenía que meterme en cosas que no eran asunto mío. Como era obvio no tenía ni idea de lo que estaba pasando. ¿Sabes quién si la tiene? Elyria. Así que así como iba a darme el tajado, de mi brazo libre cerré el puño envolviéndolo en una sustancia morada pegajosa que se solidificó al instante, dejándome la mano como un guante de boxeo. Acto seguido le pegué tal puñetazo en la quijada a aquel idiota, que salió disparado hacia atrás para sorpresa de los otros dos. Estos se quedaron estupefactos al ver como una niña, había golpeado a un tiarrón el doble de grande que ella con una sustancia rara. Yo me quedé mirándoles, dando otra lamida a la piruleta a la par que el líquido de mi mano desaparecía, dejando ver mi mano nuevamente
-El siguiente es con sabor a fresa.-amenacé esperando a que el siguiente me atacara.
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Cuando Elyria se giró, pudo ver como la mujer cubría su mano de una sustancia extraña, no era capaz de identificar lo que era desde lejos. Al menos ahora sabía que era usuaria y que sabía defenderse por sí misma, al menos mínimamente. Vio que habían como siete atacantes, así que tendría que ayudarle, pero antes tenía que eliminar al francotirador, sería un problema si se recuperaba.
“Aguanta unos segundos, tengo que cargarme al sniper,” le dijo antes de usar su Sky Walk para dar pequeños saltitos en el aire en dirección a la terraza desde la que había estado disparando. El hombre sacó un cuchillo para intentar defenderse, pero Elyria lo golpeó con Khione, tirándolo al suelo. Acto seguido le pegó una fuerte patada en el pecho, quitándole el arma. Entonces se acercó para esposarle y lo cogió en brazos, aprovechando la altura para buscar a alguno de sus compañeros del cuerpo. Encontró a una patrulla, y saltó enfrente suya.
“Teniente Comandante Elyria, tenemos una urgencia. Ustedes dos, llevad esto al cuartel,” ordenó entregándoles el arma y el hombre. “Y al resto, os quiero cuanto antes en Galley-la, están atacando a los carpinteros, van armados. Yo me voy adelantando.”
Y entonces salió corriendo a toda velocidad, usando su Sky Walk para subirse a los tejados y así poder llegar más rápido. Cuándo volvió, pudo ver como más hombre llegaban por otras calles, pero se impulsó contra una pared para salir disparada hacia ellos, pateando a uno en el pecho con el talón, estampándolo contra el suelo y dejándole inconsciente.
Se puso en posición defensiva alrededor de los carpinteros, ojeando a los otros tres matones que pretendían acercarse. Pretendían porque después de ver a Elyria eliminar a uno de los suyos como si nada, no se atrevían a acercarse. Pudo ver como se giraban para intentar escapar, así que se plantó frente a ellos de un salto, contemplando sus caras de terror.
“No es muy buena idea darle la espalda a una espadachín.” Y antes de que pudiesen reaccionar, sacó a Khione para hacer un corte en horizontal. Unos instantes después, los tres cayeron al suelo a la vez. No estaban muertos, pero no deberían poder volver a levantarse por un buen rato. La patrulla no debería tardar mucho más en llegar, y podrían llevárselos al hospital.
Elyria corrió a donde estaba Naoko, clavando su mirada de autoridad en sus ojos. “¿Nos terminamos de encargar de estos debiluchos? Una pensaría que mandarían a gente mas fuerte para atacar Galley-la. Supongo que pensaban que cantidad antes de calidad.” Entonces aparecieron unos veinte hombres armados, rodeándolas desde todas direcciones excepto la que daba a la plaza con los carpinteros. “Que no pase ni uno, acabemos con estos idiotas.”
Se acercaron cinco hombres a atacarles a la vez, pensando que ganarían por números. Graso error. Elyria se encargó de los tres de la derecha, dejándole el resto a su compañera. Bloqueó sus ataques con Khione, y aprovechando que se habían quedado totalmente indefensos, les pegó una fuerte patada en arco, golpeando a los tres a la vez y lanzándolos violentamente hacia atras, tumbando a varios de sus compañeros en el proceso como si fueran bolos.
“Aguanta unos segundos, tengo que cargarme al sniper,” le dijo antes de usar su Sky Walk para dar pequeños saltitos en el aire en dirección a la terraza desde la que había estado disparando. El hombre sacó un cuchillo para intentar defenderse, pero Elyria lo golpeó con Khione, tirándolo al suelo. Acto seguido le pegó una fuerte patada en el pecho, quitándole el arma. Entonces se acercó para esposarle y lo cogió en brazos, aprovechando la altura para buscar a alguno de sus compañeros del cuerpo. Encontró a una patrulla, y saltó enfrente suya.
“Teniente Comandante Elyria, tenemos una urgencia. Ustedes dos, llevad esto al cuartel,” ordenó entregándoles el arma y el hombre. “Y al resto, os quiero cuanto antes en Galley-la, están atacando a los carpinteros, van armados. Yo me voy adelantando.”
Y entonces salió corriendo a toda velocidad, usando su Sky Walk para subirse a los tejados y así poder llegar más rápido. Cuándo volvió, pudo ver como más hombre llegaban por otras calles, pero se impulsó contra una pared para salir disparada hacia ellos, pateando a uno en el pecho con el talón, estampándolo contra el suelo y dejándole inconsciente.
Se puso en posición defensiva alrededor de los carpinteros, ojeando a los otros tres matones que pretendían acercarse. Pretendían porque después de ver a Elyria eliminar a uno de los suyos como si nada, no se atrevían a acercarse. Pudo ver como se giraban para intentar escapar, así que se plantó frente a ellos de un salto, contemplando sus caras de terror.
“No es muy buena idea darle la espalda a una espadachín.” Y antes de que pudiesen reaccionar, sacó a Khione para hacer un corte en horizontal. Unos instantes después, los tres cayeron al suelo a la vez. No estaban muertos, pero no deberían poder volver a levantarse por un buen rato. La patrulla no debería tardar mucho más en llegar, y podrían llevárselos al hospital.
Elyria corrió a donde estaba Naoko, clavando su mirada de autoridad en sus ojos. “¿Nos terminamos de encargar de estos debiluchos? Una pensaría que mandarían a gente mas fuerte para atacar Galley-la. Supongo que pensaban que cantidad antes de calidad.” Entonces aparecieron unos veinte hombres armados, rodeándolas desde todas direcciones excepto la que daba a la plaza con los carpinteros. “Que no pase ni uno, acabemos con estos idiotas.”
Se acercaron cinco hombres a atacarles a la vez, pensando que ganarían por números. Graso error. Elyria se encargó de los tres de la derecha, dejándole el resto a su compañera. Bloqueó sus ataques con Khione, y aprovechando que se habían quedado totalmente indefensos, les pegó una fuerte patada en arco, golpeando a los tres a la vez y lanzándolos violentamente hacia atras, tumbando a varios de sus compañeros en el proceso como si fueran bolos.
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Si ya eran pocos los problemas de manejar a dos, la cosa se iba a complicar mucho más. Los dos tipos que habían visto como había arreado a su compañero se me quedaron con una cara de sorpresa. Como era obvio uno de ellos, todavía con la espada en la mano y con la gota de sudor cayéndole por la sien, se dirigió a mí.
-Una usuario...es raro ver a bichos raros como tú por aquí, y no debes de ser un palo fácil de romper. ¿Quién eres? ¿Por qué ayudas a esa tipa?- dijo en referencia a Elyria.
Un gran interrogante se dibujó encima de mi cabeza. Abrí los ojos como confusa y le di una chupada a la piruleta mientras seguía escuchando música
-A mí me vinisteis a atacar por las risas, y por las risas os estoy pateando el culo. ¿Quién ha empezado?- les dije antes de escuchar lo de que sabían lo que eran las akuma no mi y los usuarios- Pues si sabes que somos gente fastidiada, lárgate, yo no os pego, sois vosotros quienes reclamáis la hostia.- di otra chupada- Y para tu información soy Naoko, una pirata- dije claramente antes de que Elyria viniera y pudiera escucharlo. Que lo supieran ellos me daba igual, pero ella todavía no sabía de que pie cojeaba.
Y como tampoco les iba a dar tiempo a que lo dijeran al aire, rápidamente salté hacia los dos restantes, y en el aire, al primero le di una patada en toda la cara mientras que al segundo le entregué, por correo directo, un puñetazo como el que le había dado antes a su otro compañero. Quedando estos dos caos. Tras volver mi mano a su estado natural, llegó Elyria, pero aparte de llegar ella, llegaron como veinte tíos más.
Asentí con la cabeza, y cuando estábamos ella y yo espalda con espalda no pude evitar decirle- ¿Qué demonios has hecho para que te tengan tanta enquina?¿ No serás cobradora del frac no?.
Elyria se encargó de tres criminales, mientras que yo me encargué de los dos restantes, ya que de los veinte cinco vinieron a por nosotras. Elyria demostró gran pericia con su armamento. Yo por mi parte corrí hacia los dos que cargaban contra mi, y estando a pocos metros de ellos, me deslicé de rodillas entre el hueco que había entre los dos criminales. Les agarré a cada uno la pierna mientras me deslizaba, imbuida en caramelo haciendo que se quedara pegada mi mano en sus piernas y tirándolos al suelo una vez pasé al otro lado de ellos. Estos se dieron de bruces contra el suelo de forma muy bestia, quedando noqueados.
Quedaban quince por lo menos, y fue cuando miré a Elyria, que ya había acabado con los tres que habían ido a por ella.
-Puedo acabar rápido esto si me dejas, pero si quieres seguir repartiendo no te lo voy a impedir. Yo, sin embargo, ya me han puesto a punto de nieve- dije subiendo el volumen de los cascos y preparándome. Me habían cabreado.
-Una usuario...es raro ver a bichos raros como tú por aquí, y no debes de ser un palo fácil de romper. ¿Quién eres? ¿Por qué ayudas a esa tipa?- dijo en referencia a Elyria.
Un gran interrogante se dibujó encima de mi cabeza. Abrí los ojos como confusa y le di una chupada a la piruleta mientras seguía escuchando música
-A mí me vinisteis a atacar por las risas, y por las risas os estoy pateando el culo. ¿Quién ha empezado?- les dije antes de escuchar lo de que sabían lo que eran las akuma no mi y los usuarios- Pues si sabes que somos gente fastidiada, lárgate, yo no os pego, sois vosotros quienes reclamáis la hostia.- di otra chupada- Y para tu información soy Naoko, una pirata- dije claramente antes de que Elyria viniera y pudiera escucharlo. Que lo supieran ellos me daba igual, pero ella todavía no sabía de que pie cojeaba.
Y como tampoco les iba a dar tiempo a que lo dijeran al aire, rápidamente salté hacia los dos restantes, y en el aire, al primero le di una patada en toda la cara mientras que al segundo le entregué, por correo directo, un puñetazo como el que le había dado antes a su otro compañero. Quedando estos dos caos. Tras volver mi mano a su estado natural, llegó Elyria, pero aparte de llegar ella, llegaron como veinte tíos más.
Asentí con la cabeza, y cuando estábamos ella y yo espalda con espalda no pude evitar decirle- ¿Qué demonios has hecho para que te tengan tanta enquina?¿ No serás cobradora del frac no?.
Elyria se encargó de tres criminales, mientras que yo me encargué de los dos restantes, ya que de los veinte cinco vinieron a por nosotras. Elyria demostró gran pericia con su armamento. Yo por mi parte corrí hacia los dos que cargaban contra mi, y estando a pocos metros de ellos, me deslicé de rodillas entre el hueco que había entre los dos criminales. Les agarré a cada uno la pierna mientras me deslizaba, imbuida en caramelo haciendo que se quedara pegada mi mano en sus piernas y tirándolos al suelo una vez pasé al otro lado de ellos. Estos se dieron de bruces contra el suelo de forma muy bestia, quedando noqueados.
Quedaban quince por lo menos, y fue cuando miré a Elyria, que ya había acabado con los tres que habían ido a por ella.
-Puedo acabar rápido esto si me dejas, pero si quieres seguir repartiendo no te lo voy a impedir. Yo, sin embargo, ya me han puesto a punto de nieve- dije subiendo el volumen de los cascos y preparándome. Me habían cabreado.
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Elyria no pudo evitar reírse ante el comentario de la mujer. Pero para empezar, ¿qué demonios era un cobrador del frac? Nunca había escuchado sobre ellos, pero bueno, supongo que será un grupo que cae mal en su isla de origen o algo así, pensó mientras observaba a su alrededor, manteniendo a los matones a raya. No suponían una amenaza para ella, pero no sabía que tan fuerte era Naoko, y le preocupaba que se colase alguno y atacasen a los trabajadores de Galley-la. Ya habían conseguido matar a uno con el disparo.
“No se, veo más probable que sea porque paramos su intento de cargarse a los carpinteros y porque tumbamos a sus compañeros. Llámame rara.”
Acabaron con el primer grupito sin demasiado problema, y giró la cabeza para mirar a su compañera. Le faltaba un poco de soltura en sus ataques, cómo si no estuviese acostumbrada a sus poderes, pero aún así se defendía bastante bien. “¿A punto de nieve? ¿Comiste la huevo huevo no mi y te llamas Clara?” Bromeó, viendo como Nissa se levantaba de su hombro y la miraba raro.
“Ese chiste ha sido horrible Ely, deberían detenerte…”
Elyria la ignoró, no queriendo hablarle al aire delante de tanta gente, y se preparó para la siguiente oleada. “Y son bastante débiles, pero nunca subestimes a un oponente. Lo único que no entiendo es como han sobrevivido en Paraiso con esta gente.”
“¿Hola? ¡Estamos aquí, eh, os podemos oir, gilipollas!” Gritó uno de los hombres, haciendo un gesto a sus compañeros para atacar. Entonces se lanzaron sobre ellas. De la misma forma que los cinco anteriores. Los cuales habían fallado.
“Definitivamente soy imbéciles, me está danto hasta pena,” Bloqueó fácilmente los ataques con Khione, empujando contra sus espadas y tirándolos al suelo. “¿Eres usuaria no? Vi que te cubrías en algo pegajoso, usalo para atraparlos y que no se puedan levantar,” dijo clavando su mirada de autoridad en sus ojos. “Y no los mates, no hace falta.”
Volvió a mirar al resto del grupo, pudiendo ver su mirada de terror. Intentaron escapar, pero antes de que lo hicieran Elyria sacó a Khione, haciendo un corte en vertical que descargó gran parte de su energía elemental, congelando unos ocho metros de la calle, atrapando temporalmente a los criminales con el hielo. No tardarían más de unos segundos en librarse, pero le daría el tiempo suficiente a Naoko para llegar a atraparlos con su extraño poder.
De cualquier forma, salto rápidamente al otro lado de la calle, para que no pudiesen huir. Ahora tenían sus dos salidas cortadas.
“Venga, ya sabes que hacer. Ese poder nos ha venido bastante bien. Y bueno… les ha venido bastante bien a estos pobres desgraciados, se han librado de unos cuantos golpes.”
“No se, veo más probable que sea porque paramos su intento de cargarse a los carpinteros y porque tumbamos a sus compañeros. Llámame rara.”
Acabaron con el primer grupito sin demasiado problema, y giró la cabeza para mirar a su compañera. Le faltaba un poco de soltura en sus ataques, cómo si no estuviese acostumbrada a sus poderes, pero aún así se defendía bastante bien. “¿A punto de nieve? ¿Comiste la huevo huevo no mi y te llamas Clara?” Bromeó, viendo como Nissa se levantaba de su hombro y la miraba raro.
“Ese chiste ha sido horrible Ely, deberían detenerte…”
Elyria la ignoró, no queriendo hablarle al aire delante de tanta gente, y se preparó para la siguiente oleada. “Y son bastante débiles, pero nunca subestimes a un oponente. Lo único que no entiendo es como han sobrevivido en Paraiso con esta gente.”
“¿Hola? ¡Estamos aquí, eh, os podemos oir, gilipollas!” Gritó uno de los hombres, haciendo un gesto a sus compañeros para atacar. Entonces se lanzaron sobre ellas. De la misma forma que los cinco anteriores. Los cuales habían fallado.
“Definitivamente soy imbéciles, me está danto hasta pena,” Bloqueó fácilmente los ataques con Khione, empujando contra sus espadas y tirándolos al suelo. “¿Eres usuaria no? Vi que te cubrías en algo pegajoso, usalo para atraparlos y que no se puedan levantar,” dijo clavando su mirada de autoridad en sus ojos. “Y no los mates, no hace falta.”
Volvió a mirar al resto del grupo, pudiendo ver su mirada de terror. Intentaron escapar, pero antes de que lo hicieran Elyria sacó a Khione, haciendo un corte en vertical que descargó gran parte de su energía elemental, congelando unos ocho metros de la calle, atrapando temporalmente a los criminales con el hielo. No tardarían más de unos segundos en librarse, pero le daría el tiempo suficiente a Naoko para llegar a atraparlos con su extraño poder.
De cualquier forma, salto rápidamente al otro lado de la calle, para que no pudiesen huir. Ahora tenían sus dos salidas cortadas.
“Venga, ya sabes que hacer. Ese poder nos ha venido bastante bien. Y bueno… les ha venido bastante bien a estos pobres desgraciados, se han librado de unos cuantos golpes.”
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Serían débiles, pero yo ya estaba cansada. De hecho me encontraba apoyando mis manos sobre mis rodillas mientras tenía la piruleta todavía en la boca. Me había excedido en muy poco tiempo al pelear contra aquella marabunta de criminales con espadas y malas pulgas. Elyria por el contrario parecía estar muy fresca, lo que denotaba que tenía cierta experiencia en combate, porque de no ser así estaría igual que yo, o a lo mejor solo un poquito jadeante. Así que tras tomarme unos segundos recobré la compostura y esperé a ver que iba a pasar esta vez.
Y lo que pasó fue un mal chiste de Elyria, por lo que el humor no era su fuerte. A pesar de esto no pude evitar esbozar cierta sonrisa de lado de una forma muy vaga mientras deshacía la piruleta contra mi lengua. - Estoy algo cansada, como sigan viniendo más, te quedas sola- le dije todavía con cierto cansancio en el cuerpo mientras miraba a los criminales que habían increpado a Elyria nuevamente. Estos no tardaron en cargar, e iba a ser un problema, un verdadero problema.- Y si, es caramelo- maticé.
Mi compañera se safó bastante bien usando sus habilidades de lo más extravagantes, hasta el punto de que mi poder quedaba en nada frente a sus habilidades. De hecho me dejó a mi con el tiempo suficiente para encararme con ellos mientras ella iba a por los que trataban de huir de la escena, cortándoles el paso. Elyria parecía estar esperando a que yo usara mi caramelo, pero yo le negué con la cabeza, ya que parecía que ella pretendía que yo usara mi habilidad para inmovilizar a todos, y eso no era posible sin caer con los ojos en blanco en el suelo.
-¡Son muchos !- grité hacia ella mientras mis manos se convertían en caramelo. Tras esto lancé un gran chorro a los pies de aquellos tipos para dejarlos inmovilizados por más tiempo del que Ely me había ofrecido con su hielo, sin embargo, no pude hacerlo con todos y solo pude contener a dos antes de caer de rodillas. Mi akuma era nueva para mi, y usarla tan a lo bestia al principio solo me había procurado caer en combate poco después.
-Creo que vas a tener que terminar tú la faena- dije mientras apoyaba las manos en el suelo y estas volvían a recuperar su forma. Fue entonces cuando dos de los criminales que no habían quedado atrapados, cargaron contra mi. Si Ely no venía, recibiría un buen golpe, o dos.
Y lo que pasó fue un mal chiste de Elyria, por lo que el humor no era su fuerte. A pesar de esto no pude evitar esbozar cierta sonrisa de lado de una forma muy vaga mientras deshacía la piruleta contra mi lengua. - Estoy algo cansada, como sigan viniendo más, te quedas sola- le dije todavía con cierto cansancio en el cuerpo mientras miraba a los criminales que habían increpado a Elyria nuevamente. Estos no tardaron en cargar, e iba a ser un problema, un verdadero problema.- Y si, es caramelo- maticé.
Mi compañera se safó bastante bien usando sus habilidades de lo más extravagantes, hasta el punto de que mi poder quedaba en nada frente a sus habilidades. De hecho me dejó a mi con el tiempo suficiente para encararme con ellos mientras ella iba a por los que trataban de huir de la escena, cortándoles el paso. Elyria parecía estar esperando a que yo usara mi caramelo, pero yo le negué con la cabeza, ya que parecía que ella pretendía que yo usara mi habilidad para inmovilizar a todos, y eso no era posible sin caer con los ojos en blanco en el suelo.
-¡Son muchos !- grité hacia ella mientras mis manos se convertían en caramelo. Tras esto lancé un gran chorro a los pies de aquellos tipos para dejarlos inmovilizados por más tiempo del que Ely me había ofrecido con su hielo, sin embargo, no pude hacerlo con todos y solo pude contener a dos antes de caer de rodillas. Mi akuma era nueva para mi, y usarla tan a lo bestia al principio solo me había procurado caer en combate poco después.
-Creo que vas a tener que terminar tú la faena- dije mientras apoyaba las manos en el suelo y estas volvían a recuperar su forma. Fue entonces cuando dos de los criminales que no habían quedado atrapados, cargaron contra mi. Si Ely no venía, recibiría un buen golpe, o dos.
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Elyria suspiró al ver como Naoko no podía inmovilizar a todos con el caramelo. Demonios, tenía que haberlo pensado mejor antes de empezar a asumir cosas y depender de ellas, error suyo. Estaba bloqueándole el paso a los maleantes que intentaban huir, pero entonces se fijó en que dos de los que había atrapado se levantaban y cargaban contra la mujer.
“¡Nao, cuidado!” Gritó antes de impulsarse en dirección a ella todo lo rápido que pudo. Estaría permitiendo que los otros dos huyesen, pero la vida de una civil era más importante que atrapar a dos matones debiluchos. Dio un golpe al aire con el talón del pie derecho, usándolo como plataforma de manera similar a cuando hacía el Sky Walk. Esto le permitió girar en el aire para posicionarse en horizontal con el suelo, soltando una fuerte patada en la cabeza de ambos atacantes, estampándolos contra la pared y dejándolos inconscientes.
“Bueno, estos no se vuelven a levantar hasta dentro de un rato,” dijo antes de tronarse los nudillos. “Pero alguno de esos idiotas ha escapado, tendré que dejárselo a mis compañeros.” Elyria suspiró, teniendo sentimientos encontrados. Había arreglado la situación, pero aún así uno de los carpinteros había muerto, y varios habían escapado. Y dudaba que esto fuese todo, un grupo de criminales que se atreve a hacer esto… No encajaba con lo débiles que eran los atacantes, estaba segura de que había más detrás de todo esto.
En cualquier caso, llegaron por fin los refuerzos. Con todo el caos de los asesinos, todos se estaban centrando precisamente en eso. Elyria se acercó al capitán a cargo, y le explicó los detalles de lo que había ocurrido. Está no era su zona, y ya había pasado la urgencia, así que dejaría que su equipo se encargase de terminar el trabajo y de proteger a los carpinteros. Tendría que acordarse de preguntar que había ocurrido dentro de unas semanas, había sido todo bastante extraño.
Se acercó a Naoko, y sonrió dulcemente mientras la miraba. Casi le habían hecho un daño importante y había puesto su vida en peligro por asumir cosas ella sola, tenía que pagárselo de alguna forma.
“Oye Nao, perdona por todo esto, no debí haberte dejado al frente contra tantos criminales… Se que no cambia nada, ¿pero qué tal si te lo compenso de alguna forma? Tenía pensado ir a comprar algo de ropa, podemos buscar algo para tí. O si lo prefieres te invito a comer, o a algún espectáculo de música, ví que ibas por ahí con unos cascos.”
“¡Nao, cuidado!” Gritó antes de impulsarse en dirección a ella todo lo rápido que pudo. Estaría permitiendo que los otros dos huyesen, pero la vida de una civil era más importante que atrapar a dos matones debiluchos. Dio un golpe al aire con el talón del pie derecho, usándolo como plataforma de manera similar a cuando hacía el Sky Walk. Esto le permitió girar en el aire para posicionarse en horizontal con el suelo, soltando una fuerte patada en la cabeza de ambos atacantes, estampándolos contra la pared y dejándolos inconscientes.
“Bueno, estos no se vuelven a levantar hasta dentro de un rato,” dijo antes de tronarse los nudillos. “Pero alguno de esos idiotas ha escapado, tendré que dejárselo a mis compañeros.” Elyria suspiró, teniendo sentimientos encontrados. Había arreglado la situación, pero aún así uno de los carpinteros había muerto, y varios habían escapado. Y dudaba que esto fuese todo, un grupo de criminales que se atreve a hacer esto… No encajaba con lo débiles que eran los atacantes, estaba segura de que había más detrás de todo esto.
En cualquier caso, llegaron por fin los refuerzos. Con todo el caos de los asesinos, todos se estaban centrando precisamente en eso. Elyria se acercó al capitán a cargo, y le explicó los detalles de lo que había ocurrido. Está no era su zona, y ya había pasado la urgencia, así que dejaría que su equipo se encargase de terminar el trabajo y de proteger a los carpinteros. Tendría que acordarse de preguntar que había ocurrido dentro de unas semanas, había sido todo bastante extraño.
Se acercó a Naoko, y sonrió dulcemente mientras la miraba. Casi le habían hecho un daño importante y había puesto su vida en peligro por asumir cosas ella sola, tenía que pagárselo de alguna forma.
“Oye Nao, perdona por todo esto, no debí haberte dejado al frente contra tantos criminales… Se que no cambia nada, ¿pero qué tal si te lo compenso de alguna forma? Tenía pensado ir a comprar algo de ropa, podemos buscar algo para tí. O si lo prefieres te invito a comer, o a algún espectáculo de música, ví que ibas por ahí con unos cascos.”
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Las cosas habían estado bastante complicadas, y eso que era una mera lucha callejera. Aún así la compañera se movía con una gracia envidiable, fluida y con bastante seguridad. Hay cosas que no me voy a molestar en admitir, cómo es el caso de que la desgraciada tenía un estilazo que no se le podía negar. Al margen, y fuera como fuera la cosa, todo había acabado en el momento en que los refuerzos habían llegado. Podía sentirme segura con todos aquellos hombres armados que habían acudido en auxilio de nuestras personas, pero a mi solo me ponía más nerviosa, sobre todo porque aquí había criminales, si, y no todos era varones precisamente.
Suspiré profundamente, ya que dentro de lo malo el combate había acabado, y al menos pensaba que podía largarme del lugar así como había venido. Sin embargo, la compañera se acercó a mi y me ofreció diversos planes a los que no me podía negar. También creo que era de recibo darle las gracias por su ayuda, que menos, una cosa es ser una pirata y otra no tener modales. Así que era hora de solucionar ese problemilla.
-Oye te agradezco la ayuda que me has dado, allí en la pelea. Te mueves muy bien si me lo permites- dije creando otro globo de chicle antes de responder a sus proposiciones- Pues verás....los cascos es simplemente para evadirme, me gusta la música como a cualquiera, pero nah.....estaba simplemente de paso y me pilló todo esto de golpe. Una ya no sabe donde moverse sin comerse problemas...-dicho esto me rasqué la cabeza cuidadosamente con la mano- Pues sinceramente pelear me ha abierto el apetito, así que aceptaré tu propuesta de comer...además tarde o temprano iba a ser hora de zampar.
Ajusté los cascos en la cabeza, apreté uno de los botones de las orejeras y me quedé mirando a la compañera tras haber dado unos pasos más adelantes- ¿Vamos? Tu diriges.
Recapitulemos: Acababa de conocer a un tía por medio de una pelea de lo más movidita. Si con eso no fuera poco esta tía no era normal y sabía que podía curtir a golpes a varios sin apenas despeinarse, con lo que no era buena idea provocarla. Aún así parecía amable, como todos los que hablan conmigo hasta que saben de mi oficio, si así puedo llamarle a robar. Aún así gano una comida gratis, y encima, puedo saber un poquito más de esta chica. Si bien al principio solo quería largarme, ahora tenía lago de curiosidad, la justa, para saber cuatro cosas, agradecerle la comida y salir pitando antes de que la suerte decidiera abandonarme.
Suspiré profundamente, ya que dentro de lo malo el combate había acabado, y al menos pensaba que podía largarme del lugar así como había venido. Sin embargo, la compañera se acercó a mi y me ofreció diversos planes a los que no me podía negar. También creo que era de recibo darle las gracias por su ayuda, que menos, una cosa es ser una pirata y otra no tener modales. Así que era hora de solucionar ese problemilla.
-Oye te agradezco la ayuda que me has dado, allí en la pelea. Te mueves muy bien si me lo permites- dije creando otro globo de chicle antes de responder a sus proposiciones- Pues verás....los cascos es simplemente para evadirme, me gusta la música como a cualquiera, pero nah.....estaba simplemente de paso y me pilló todo esto de golpe. Una ya no sabe donde moverse sin comerse problemas...-dicho esto me rasqué la cabeza cuidadosamente con la mano- Pues sinceramente pelear me ha abierto el apetito, así que aceptaré tu propuesta de comer...además tarde o temprano iba a ser hora de zampar.
Ajusté los cascos en la cabeza, apreté uno de los botones de las orejeras y me quedé mirando a la compañera tras haber dado unos pasos más adelantes- ¿Vamos? Tu diriges.
Recapitulemos: Acababa de conocer a un tía por medio de una pelea de lo más movidita. Si con eso no fuera poco esta tía no era normal y sabía que podía curtir a golpes a varios sin apenas despeinarse, con lo que no era buena idea provocarla. Aún así parecía amable, como todos los que hablan conmigo hasta que saben de mi oficio, si así puedo llamarle a robar. Aún así gano una comida gratis, y encima, puedo saber un poquito más de esta chica. Si bien al principio solo quería largarme, ahora tenía lago de curiosidad, la justa, para saber cuatro cosas, agradecerle la comida y salir pitando antes de que la suerte decidiera abandonarme.
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