Bajo el mar, nadie nos fríe [Maxi - Seth]

―¿Me estás diciendo que hay una ciudad donde las calles están llenas de agua?

―Sí.

―¿Y las personas las cruzan nadando?

―No, van en barcazas tiradas por unos animales acuáticos llamados yagara.

―¡Vaya! ¿Y donde está esa isla? ¡Me encantaría verla!

―Pues... Estás en ella.

Entonces miré a mi alrededor y me descubrí en un paseo que tenía un canal donde la gente se desplazaba en botes tirados por caballos acuáticos. Tal y como me estaba contando aquel desconocido tan amable.

―¡Ala! ¡Es alucinante!

El extraño frunció el ceno y me lanzó una mirada extraña, como si no pudiera comprenderme. ¿Qué le extrañaba? ¿Que navegase por el mar de isla en isla sin saber a donde iba? No tenía barco, ¿cómo quería que supiese a donde iba? Ya tenía suerte de unirme a barcos como grumete para poder ir de un lado a otro. Además, era más divertido bajar del barco sin tener la mas mínima idea y descubrir en donde has acabado, así, al azar. Cómo mínimo, es gracioso.

Sonreí al señor, que era un anciano de ropas desechas tirado sobre el suelo y me despedí agitando un brazo.

―¡Muchas gracias!

Y, de un salto, me tiré al agua. ¡Agua! Sí, estaba más que acostumbrado al agua ―al fin y al cabo soy un gyojin, un hombre pez―, pero que hubiese tanta cantidad en mitad de la isla, era alucinante. ¿Y de donde salía? No parecía que viniese de un lago, ni de una montaña. Allí no había montañas. Aunque sí que el centro de la isla era más elevado. ¿Surgiría de allí?

Comencé a nadar a contracorriente, pues era más divertido hacerlo así. Adelanté a un par de barquitos que me estorbaban, hice una carrera contra uno de los caballos acuáticos la cuál acabé ganando y por último me quedé flotando a la deriva, boca arriba, mientras expulsaba poco a poco agua por la boca. Cómo si fuese una fuente.

La gente me miraba extrañada, pero cada vez que lo hacían yo los saludaba con una simpática sonrisa en la boca.

―Ahhh ―solté por la boca―. ¿Esto que siento es felicidad? Espero que sí, porque me gusta mucho.

Comencé a reírme, yo solo.

Aunque en el fondo de mi cabeza, muy al fondo, tan alejado que ni me daba cuenta, una pregunta rondaba discretamente. ¿Tenían permitido las personas nadar libremente por ahí? Porque no había visto a nadie más hacerlo.

Water Seven, una ciudad que aún que muchos no piensan en ello, es perfecta para convivir Gyojins y humanos, ciudad que poco a poco es cada vez más alta pero con muchos pisos, locales y demás hundidos bajo el agua. Al ser una isla afiliada a la "Liga de los mares" como marine, Seth es capaz de visitarla sin problema alguno, aún que estos días estaba simplemente para inspeccionar las bases de la ciudad. Su pelotón actual estaba en puerto, los compañeros patrullaban la ciudad, tomaban algo, hacían de "turistas" mientras trabajaban, para nada era igual para el tritón, quien desde el minuto uno de llegar a la isla, fue mandado a trabajar bajo el agua.

Observando, haciendo su trabajo y demás, entre pilar por pilar, entraba a lo que eran las casas donde vivían los ciudadanos tiempo a tras, pensando que podía "ocupar" alguna que nadie se daría cuenta, pero su pensamiento parece ser compartido con otros seres de la misma raza pues habían motivos para creer que Water Seven era usado de paso a otros lados por Gyojins. En cada casa que entraba, iba directo a la cocina, muchas aún tenían utensilios pero la sal y el agua se encargaron de que no fueran viables de usar.

Tras inspeccionar todo el sector que le tocaba hoy, aburrido decidió subir a la superficie para hacer de "turista" aún que no todas las miradas eran positivas, nadie le decía nada por ir a su bola, pero al llegar casi a la superficie, se fijó en que los Yagara Bull no iban en recto por el canal, se desviaban levemente para evitar lo que parecía una bolsa o algo por el estilo flotando en el centro del camino. Seth, decidido a ayudar, fue directo a quitar el obstáculo del camino pero al acercarse lo suficiente pudo ver de que se trataba realmente... ¡Gyojin!
Lentamente, sin hacer ruido, la cabeza de Seth salió a flote, los bull que pasaron por el lado se fijaron, abriendo los ojos y pasando rápido por su lado, esperó en el camino del tritón hasta que este golpeara su cabeza con el pecho del marine para hacer una entrada "triunfal" -¿Sabe usted que está en medio de un canal de paso?- Dijo con voz autoritaria y de semblante serio

Cabe destacar que iba con el traje marine al completo (De soldado raso) a excepción de la maldita gorra que le molesta un montón con el tentáculo de la cabeza

Me dejé arrastrar por la corriente, completamente ensimismado.

—¿Podría hacer un espectáculo por esta zona? —me preguntaba a mí mismo en voz alta—. Parece un buen sitio, aunque no sé si todos apreciarían un baila subacuático. Lo mejor será que me centre en... ¿Por qué no me estoy moviendo?

Sentí cómo la corriente me detuvo, y decidí abrir los ojos que había tenido cerrados hasta el momento; disfrutar del sol en tu cara mientras te dejabas llevar por el agua era de lo más agradable. Y al abrirlos me encontré una cara de un tono rosa chillón vuelta al revés. ¿Qué era eso tan largo que caía de su cabeza?

—Esto... ¿Sí? No sé qué es un canal de paso, la verdad, pero si es esto, supongo que sí —respondí sinceramente—. ¿Ahora puedes quitarte para que me siga llevando la corriente?

No entendía por qué me estorbaba aquel tipo, pero no iba a dejar que arruinase mi plan de descanso. Aunque acaba de caer en la cuenta de que se trataba de otro gyojin como yo. No estaba acostumbrado a verlos fuera de mi isla natal, aunque estando en un lugar en el que había calles de agua por doquier, quizás no fuese tan extraño. Tampoco me sonaba su cara, y eso que me conocía a todos los macarrillas de la zonas bajas de la isla Gyojin. Y sí, ese tipo tenía pinta de macarrilla. Pose firme, tono serio, un abusón de manual. Puse los ojos en blanco.

—¿Te vas a quitar? —le volví a preguntar cuando me di cuenta de que no se había apartado. Entonces miré a uno de los burros de agua. ¿Yagara los habían llamado? No, burros de agua era mejor—. ¿Te puedes creer que no me dejar seguir mi camino en paz? ¡Qué plata!

Sí, el animal no podía entenderme, pero quería que el moco rosado se quitase. Quizás si me ponía a hablar con otros transeúntes, se terminase de dar por aludido. ¿O no?

La reacción del Gyojin pilló por sorpresa a Seth pero no dejó que eso le tocase la vena del cabreo, todo lo contrario, parecía bastante gracioso el joven tritón -¿Qué plata? Soy diamante muchacho- Comentó alzando el mentón para quedar en una posición de "superhéroe" -Y sí, estás en un canal donde si nadas de forma despreocupada molestas a los ciudadanos, así que te tengo que pedir que nades en otras zonas o que vayas andando como todo el mundo- Comenté mientras con suavidad agarraba su cabeza y le hacía mirar a su alrededor -¿Ves a alguien a parte de ti o de mi nadando por aquí? No, ¿Verdad? Es por que no se puede. Y antes de que digas algo como "¿Y tú?" Soy marine, estoy vigilando las estructuras y no nadaba por aquí hasta que te he visto asustando a los yagara bull- Comento hasta sacando el dedo indice como cuando una abuela te echa la bronca y pone el dedo artrítico y retorcido por medio, que no significa nada, pero viniendo de tu abuela, acojona un rato...

Tras unos momentos de tensión, al final no pudo aguantar más y el tritón rosado empezó a reírse a carcajadas -Naaaah no te preocupes renacuajo que no has hecho nada ilegal, pero por favor, ten cuidado de no molestar en el camino de la gente o de que te atropellen- Agregó mientras le soltaba la cabeza pero desplazando su cuerpecillo al medio del canal para no molestar -¿Qué haces por aquí? No suelen haber muchos tritones en esta isla... Cosa que no entiendo por otra parte por que sería la ciudad perfecta, estoy por comprarme una casa de las hundidas... No creo que valgan mucho dinero ¿No? Buuajajajajaja- Habló como si se conocieran de toda la vida, hasta dando ligeros codazos con la broma del precio de las casas... Se notaba que como soldado raso no tenía la necesidad de imponer respeto

—Amante —respondí cuando aquel gyojin volvió a hablar. Quizás se extrañase, pero culpa suya por haber dicho «Di amante, chaval». Cuando quiero puedo ser de lo más obediente.

Me quedé pensando sobre lo que había dicho. La verdad es que no veía a nadie a quién pudiese haber molestado: sí, había un par de burros en el agua llevando a personas en su grupa, pero nadie me había dicho nada. Pensaba responderle explicándole que, si nadie se quejaba, no entendía qué problema había, pero siguió hablando. Primero, se excusó diciendo que él sí podía estar ahí porque era marine y después dijo que era mi culpa. Pero ¿cómo iba a ser mi culpa? Yo no le había pedido que apareciese. ¿No? Tal vez lo había hecho. No, creía que no. Estaba un setenta por ciento seguro.

Al momento me apuntó con un dedo, y por un instante pensé que me había metido en problemas. No suele importarme lidiar con gente como él, pero si era verdad que era marine —aunque no lo parecía— prefería evitar enfadarle. Gracias a ellos tenía mi medallita de cazarrecompensas. Por eso, cuando dejó de apuntarme y empezó a reír, reí junto a él.

—Ahhhhh, por un momento me asusté —dije entre risas—. No te preocupes, no molestaré a nadie. Además, ya me he relajado, ahora quiero ir a comer algo.

Mientras caminábamos sin saber muy bien hacia dónde comencé a contarle un poco sobre mí.

—Entonces me hice cazarrecompensas —dije mostrándole la chapa de «Sheriff» de mi chaleco—. Así puedo apalear gente mala y encima me dan dinero. Aunque el dinero no lo quiero para una de esas casas, como quieres tú. ¡Quiero bailar! Bueno, bailar ya bailo, eso es fácil. Lo que quiero es que todos me conozcan como un gran bailarín. —A medida que hablaba, mis ojos iban brillando cada vez más—. ¿Y tuuuuu? ¿Tienes algún sueño? Es raro ver a un gyojin marine. También es raro ver a un gyojin rosa. ¿Es porque has cogido mucho sol? ¿Y qué es esa cosa de tu cabeza? ¿Para qué sirve? ¿Y sabes dónde se come bien en esta isla?

Todas preguntas importantes, en mi opinión. Era refrescante conocer a otro gyojin. Además, a pesar de mi juicio inicial, era más gracioso de lo que parecía. Solo estaba intentando parecer serio por su trabajo. Gracioso y responsable, sí señor. Y encima alto. Cualquier sirena nadaría hasta sus brazos sin dudar.

Ante las ultimas preguntas a modo metralleta Seth empezó a cantar las respuestas -Wooow vale, vale, déjame que te conteste, ¡Tienes mucha energía! ¿Sabes? Eso me gusta Buuajajajaja. Pues verás mi sueño es muy típico, ¡Llegar a lo más alto en la marina!- Cierto en parte, por lo que no estaba mintiendo aún que hay más material por detrás de eso -Quiero tener un buen cargo para poder crear una unidad de tritones en la marina y proteger a la gente, así de esa forma cambiaría la imagen que tienen de nosotros, se que se dicen muchas cosas de la marina, pero creo que se puede cambiar- Comentó mientras empujando levemente al muchacho lo guiaba hasta su destino -Soy rosa por que soy un Gyojin "Pez abisal"- En realidad eso no respondía una mierda a su pregunta, ya que son marrones, pero bueno, el piensa que son rosas... -¿Y esto? ¡Es mi arma secreta! Mira, ¡¡sígueme!!- Comentó antes de zambullirse bajo el agua y nadar de forma veloz hacia el fondo. En algún momento empezó a ir lo más rápido que pudo como creando una carrera esperando que el muchacho fuera capaz de seguirlo, aún que no miró hacia atrás, si no le seguía acabaría siendo un pardillo en el fondo del océano... (Si decide seguirlo, esperemos que sí) llegó lo suficiente hondo donde aún se podía ver algo de luz, se podía ver bien el entorno pero se notaba oscuridad... -¡Mi arma secreta! ¡Cegador universal!- Gritó (nombre bastante vergonzoso pero el está bien orgulloso) con energía y ganas, después de eso activo su luminiscencia, haciendo que su cuerpo entero brillase en tono rosaceo pero siendo muy intenso en la punta de su coleta -¿¡Que te parece, a que mola!?- Dijo totalmente orgulloso y animado esperando la misma reacción de su compañero...

En realidad quería guiarle hacia una taberna que había conocido cuando llegó a la isla por primera vez, el hombre trataba bien a Seth y tenía buenos precios, cocinaba de lujo y uno podía comer hasta hartarse... Pero con la demostración "pirotécnica" se despistó -Me llamo Seth por cierto ¿Y tú?- Pregunto alargando su mano para hacer una presentación como dios manda...

Por otro lado, como no podía ser de otra forma, no iba a ser todo coser y cantar para nuestros dos amigos entrañables, ahora que habían bajado tan abajo y uno de ellos brillaba en exceso, habían llamado la atención de un bichito entrañable, una serpiente marina de unos siete metros de largo pero no excesivamente grande, venenosa, eso sí y encima tenía hambre.. La joven y valiente serpiente, acechaba en la oscuridad a lo que para ella eran, dos deliciosas presas... Esperando su momento...

Mis ojos se habían convertido en dos esferas de cristal, brillantes y luminosas, mientras escuchaba el sueño del grandullón rosado.

—Wow —fue todo lo que pude decir. Que alguien quisiera poner su granito de arena para lograr que el mundo tuviese una mejor visión de los gyojins era algo que me regocijaba. En cierta manera, los dos teníamos sueños similares.

Antes de pensar en qué decir, el pez abisal ya se había lanzado al agua, de modo que lo seguí dispuesto a no perderme su arma secreta. Nadé alegremente, feliz de encontrarme en mi elemento, mientras veía cómo mi nuevo amigo empezaba a acelerar.

—¡Ni en broma pienses que me vas a ganar! —grité mientras me impulsaba para alcanzarle. Al llegar justo a su lado, me di un último empujón y toqué suelo antes que él. Al hacerle, me giré y le saqué la lengua burlón—. Je je, te he ganado.

Entonces, quizás disgustado por perder y buscando la forma de destacar, comenzó a brillar. Literalmente. Mi boca se abrió sola ante la sorpresa, y tuve que poner una mano frente a mis ojos para que no me cegase la luz. Su rabo cefálico emitía una luz tan potente como la de un gran foco. Se me ocurrió que podía usarle como iluminación para mis espectáculos, cuando los tuviese. Esperaba que eso fuese pronto.

—Es increíble... ¡De verdad! Pensaba que tu vida había sido dura por ser de color rosa, pero brillar tanto lo compensa. ¡Es muy guay! —le miré con una amplia sonrisa; estaba contento y se me notaba—. Yo soy Maxi.

Lo mejor de estar bajo el agua era que la altura no importaba. En la posición correcta, podía mirarle a la cara sin tener que levantar la vista, y desde ahí le estreché la mano como iguales. Era majete el chico.

Estaba a punto de decir algo cuando un animal salvaje interrumpió. Quizás Seth y su tentáculo resplandeciente tuvieran algo que ver, aunque no estaba seguro. De cualquier forma, el nuevo integrante de nuestra reunión subacuática no parecía estar de buen humor. Apareció de repente, abriendo mucho la mandíbula y siseando. Toda una falta de educación desde mi punto de vista. Se abalanzó primero sobre mí —quizás se pensó que yo era más achuchable, nunca lo sabré—, a lo cuál respondí apartándome. Quisiese lo que quisiese, acababa de estropear el momento, así que no se lo iba a dar.

—Observa —le dije a Seth mientras me ponía en posición de combate acuático. No había desenvainado el tridente, todavía no lo iba a necesitar—. Ahora te voy a enseñar yo mi arma secreta.

Me impulsé en el agua y nadé a velocidad máxima, directo hacia la serpiente como si me hubiera convertido de repente en un arpón. Extendí mi brazo, del cual comenzaron a salir chispas amarillas que se dispersaban en el agua.

—¡Maxi... —comencé a entonar al llegar hasta la serpiente y atinar un impacto con el puño cargado de chispas— punch!

Hice retroceder al animal, que empezó a gimotear. Una pequeña marca, como si se hubiera chamuscado, había aparecido en su mejilla. Mientras, yo sonreía levantando victorioso mi puño. Aunque la serpiente no se había retirado todavía, le había lanzado un buen golpe y me sentía orgulloso.

De pronto una gran corriente apareció haciendo que Seth diera vueltas sobre si mismo, esa corriente que apareció de la nada fue provocada por una serpiente que intentaba cazar al gyojin azulado, quien no parecía estar en peligro pues se puso a esquivar fácilmente a la criatura, además mostró también sus cartas sobre la mesa alardeando de su capacidad para generar electricidad -¡Eso si que mola!- Gritó el rosado cuando observó el puñetazo que le dio a la serpiente marina haciendo así leves destellos por esa carga eléctrica. La serpiente pareció quedarse algo bastante aturdida, movió la cabeza de lado a lado para centrarse y volvió a bajar a las profundidades, al acecho, esperando su oportunidad -Este vuelve- Comentó sonriendo, alzó su posición hasta estar con algo más de luz en el ambiente, en ese momento apagó su luminiscencia la cual fue decreciento. El terror que le tenía a la oscuridad no le hacía estar al ciento por ciento ahí abajo -Aquí le veremos llegar- Comentó, pero era una escusa para tener más luz -Si no se mueve podemos irnos, pero si asciende podría ser un problema para la ciudad y poner en riesgo a los ciudadanos... ¿Té importa si la controlamos un poco?- Dijo sonriendo y con el pulgar hacia arriba

No tardó mucho más en volver a aparecer a una velocidad digna de un torpedo pasando por la lado de Seth, quien intentó agarrarla con éxito, pero no consiguió detenerla, simplemente siguio enganchado a su cola como un vaquero a un toro enfurecido -Aaahahahahahhahhhh- Gritaba mientras la serpiente iba de lado a lado intentando librarse de Seth... Tras varios rodeos, el marine salió disparado de su cola hasta golpear uno de los edificios sumergidos, golpe que notó -Esa cosa es peor que un dolor de vísceras buuaajajaja- Se había llevado una buena ostia pero se lo estaba pasando bien

La serpiente se colaba por cualquier agujero de los edificios, su forma de cazar era bastante inteligente, confusión y ataque sorpresa, su objetivo queda confuso y cuando baja la guardia "zasca" devorado... -Maxi, ten cuidado, esa cosa es venenosa buaajajajaja- comentó enseñando las palmas de sus manos que tras cortarse con las escamas del animal, empezaban a hincharse cosa mala y a sangrar bastante -Puede ser que diluya la sangre o algo por el estilo Buuajajajaja- Se puso más en serio, alzó las manos y empezó a pensar en su siguiente jugada -No voy a hacer más el tonto que al final acabo siendo excremento de serpiente-

Nunca había pensado que aquella isla sería tan divertida. ¿Quién diría que Seth acabaría montando un rodeo submarino con aquel estirado? Era una situación muy graciosa.

―¡Vamos, tú puedes! ―grité a pleno pulmón―. Demuestra quién manda.

Comencé a animar al gyojin con todas mis energías. Le vitoreé y le aclamé con ganas, hasta que se me ocurrió una idea. Rebusqué en el fondo de aquel lecho marino hasta encontrar un par de algas que en conjunto no eran más grandes que unos balones de waterpolo. Cogí una con cada mano y volví a donde me encontraba antes para seguir apoyando a mi amigo.

―¡Seth! ¡Seth! ¡Campeón! ―grité agitando las algas como si fueran pompones, acompañando con movimientos de baile. Al estar bajo el agua podía moverme mucho mejor que sobre él―. ¡Seth! ¡Seth! ¡El mejor!

Sí, alguna ostia se dio mientras montaba a la serpiente, pero no fue porque yo no lo animase bien. Quizás la letra podría haber estado mejor, pero mi especialidad era el baile. Lo otro se lo dejaría a mi compositor. Cuando tuviera.

―¡Vamos, merluza de mi corazón!

La verdad es que el gyojin se defendía bien. Y encima parecía estar pasándoselo de miedo. Yo también quería divertirme como él. Así que decidí que me tocaba a mí.

Seth me aviso de que la criatura era venenosa. Es más, un solo vistazo a sus manos que se hinchaban por momentos me habían quitado las ganas de tocar las escamas de la serpiente. Necesitaba mis manos para realizar pasos de bailes imposibles como giros y volteretas. No podía arriesgarme a volver a tocar a ese bicho, hacerme un corte y ser incapaz de usar la mano por días. Así que decidí que era el momento.

Cogí mi tridente y me puse en una posición ofensiva. Desde que Seth se separó de la criatura cogí carrerilla, enarbolé el arma y me lancé directo contra ella. Cuál arpón, el tridente se clavó en el lomo, conmigo sujetándolo férreamente. La serpiente comenzó a agitarse frenéticamente mientras hilillos de sangre surgían de la herida y se desvanecían en el agua, pero no solté mi arma.

―¡Soooooo, serpiente! ―gritaba mientras intentaba controlarla aplicando más fuerza y presión con el tridente―. Vamos Seth, es el momento.

Mientras yo mantenía a raya al bicho, Seth podía contenerla o... No sé. Era él quién quería controlarla, así sabría cómo hacerlo.

El Seth miró alegremente a su congénere quien tras clavarle la banderilla en el lomo parecía un jinete como los vaqueros de aquella isla con el cactus gigante, ni en un rodeo controlan tan bien al bicho, estaba totalmente feliz de haber encontrado a otro gyojin y que estuviera tan loco como él aún que fuera por cosas de la juventud en el caso del pequeño. Había llegado la hora de hacer su trabajo, no todo podía ser diversión, si se descontrolaban un poco esa serpiente podría subir hacia la superficie y liar una buena, por lo que se sacó la gorra de la cabeza por el tentáculo y la enroscó de forma cutre en el nudillo de la mano derecha para evitar así un gran contacto con las toxinas de aquél animal -Vamos a ahuyentarla de una vez por todas Buuuajajajajja- Gritó ¿Se puede gritar en el agua? Bueno, son tritones... deberá servir como justificación. Gritó y calculando la trayectoria de la serpiente nadó raudo hacia la cabeza de esta, tras fallar en un par de ocasiones pues no es fácil acertar a algo tan errático como un potro serpentino desbocado, en su tercer intento le asestó un puñetazo con todas sus fuerzas en la cabeza del animal, el cual pareció quedarse aturdido...

Tras el golpe, los movimientos del animal eran más lentos a excepción de un par de espasmos, estaba aturdido claramente y había perdido fuerza, quizás era el momento de dejarle escapar -¿Crees que habrá tenido suficiente?- Comentó sonriendo con una cara de malo de anime -No me gusta maltratar a los animales, pero a este hacía falta que alguien le bajara los humos buuajajajaja- Comentó mientras se preparaba para una nueva envestida. El choque eléctrico, el cansancio por librarse de los dos tritones y los golpes contra los edificios al ser montada más el puñetazo, habían agotado a la bestia -Me gustaría quedármela, pero como aparezca en la base o el barco con eso, mi superior me corta la coleta Buuajajajaja- Aún que en realidad quería, no podía llevarla consigo, lo había intentado con anterioridad con ratas, gatos, patos y hasta medusas, pero su superior siempre, siempre le pillaba y le echaba la bronca del quince -Una vez llevé un pepino de mar y acabó en la olla de pescado... Pobre Pinazo, así se llamaba buuajajaja- Sí, lo dice apenado, se ríe pero es verdad, su superior lo metió sin contemplación y luego se lo comió...

Montar sobre aquella bestia fue divertido. Los coletazos que me lanzaba, las embestidas sobre la ciudad reconvertida en lecho marino y los cariños mordiscos que buscaban arrancarme la cabeza lo volvían una aventura emocionante. Era, sencillamente, divertido.

Aunque Seth tenía razón y ya iba siendo hora de acabar con todo. Primero la diversión y después el trabajo, como le gustaba decir al payaso de mi padre. Payaso de verdad, no como insulto. Siendo un gyojin pez payaso, a pocas cosas podía dedicarse además de hacer reír a los demás. Así conquistó a mi madre, ¿sabíais? Pero esa historia es para otro día.

El abisal se acercó hasta nosotros evitando los coletazos de la bestia con soltura y descargó un demoledor puñetazo sobre el rostro de la serpiente. Yo desclavé el tridente de su grupa y me reuní con el rosadete. Pude ver cómo a la serpiente le salía un gigantesco chichón de la cabeza y le asomaban unas lagrimillas de los ojos. Había aprendido la lección y no volvería a molestar a dos amigos que tan solo estaban de risas.

―A mí también me gustaría... ―dije con cierta tristeza. La serpiente me había caído bien―. Pero no suelo caerle bien a los animales. Es verme y volverse locos... ¡Pero no pasa nada! ¡Le caigo bien a las personas!

Sonreí y me eché a reír, porque así era yo. No me permitía ponerme triste con tonterías. ¿Que no le gusto a los animales? Ellos se lo pierden. Al menos a las personas sí les gustaba y apreciaban mis bailes.

―Vaya, pobre pepino de mar. ¿Y estaba rico? ―Empecé a pensar en comida y mi estómago rugió como un fiero león marino posiblemente hambriento―. ¡Ahhhhhh! ¡Qué hambre! Comería cualquier cosa ahora mismo, como un pepino de mar. O la cola de tu cabeza. ¿Si te la cortan vuelve a crecer o te quedarías calvo? ―Cuestiones importantes dónde las haya.

Lo cierto es que mi estómago no aguantaba mucho más. Volvió a rugir en repetidas ocasiones, y es que ya tenía hambre incluso antes de pelearnos contra la serpiente. ¿Después de haber gastado energías en controlarla? ¡Tenía mucha más hambre!

―¿Conocías algún buen sitio para comer? ―pregunté, alicaído por la falta de energía―. Si está cerca mejor, y si te sirven rápido todavía más mejor. Ahhhhhhhhhh, hasta me serviría algo de pienso para animales. Lo que sea. ¡Quiero comer!

Tras ver como la serpiente "serpenteaba" por las bigas de los edificios y se largaba hacia el fondo marino, el pequeño comentó que tenía bastante hambre -Es que montar en serpiente da hambre, lo saben todos los vaqueros submarinos- Sí, seguramente habría algún pueblo Gyojin en el cual hagan rodeos con animales desbocados por lo que no voy a intentar rebatir su comentario, no soy un experto en tradiciones Gyojin. -Conozco un sitio aquí arriba, tienen una barra al exterior por lo que no les importa que estés empapado, suelo ir ahí, no te miran mal y es barato- Comentó para luego señalar su cabeza -Y esto no se corta, dudo que se regenere, pero... ¿Tú sabes lo que me ha costado tenerlo tan largo? ¿Sabes el dinero que me gasto en productos para que brille tanto y esté tan terso? Mejor lo dejo como está Buuajajajaja- Comenta orgulloso y moviendo el cuello para que la coleta parezca un anuncio "Panten"

Tras nadar a la superficie y salir al canal en el que se había encontrado con Max, nadó un par de calles entre las miradas de los Yagara y los humanos hasta llegar al restaurante que le había hecho gracia a Seth, no era ni el más limpio, ni el más bueno, ni el más barato, pero eran simpáticos y nunca rechazaban a Seth. Tras salir del canal, sin que hiciera falta entrar en el restaurante, fuera había una fila de taburetes frente a una barra, donde se podía pedir como si estuvieras dentro -¡Philipp, lo mismo de siempre!- Gritó contento -¡Oído cocina Seth!- Respondió una voz amable y másculina -Aquí tienes la carta, pide el menú que quieras, al primero invito yo, al segundo ya invitas tú, que mi sueldo es de soldado raso Buaaajajajajajaja- Comentó golpeando la espalda del pequeño en modo "colegueo"

El restaurante, claramente se especializaba en pescado, tenía algo de marisco de calidad media pero estaba bueno, era como un bar de carretera para los camioneros, los cuales no son la élite de la sociedad, pero si van tantos por algo será -Te aconsejo el pulpo hervido, le ponen una salsa hecha con leche, aceite, ajo, perejil y un toque de picante que hace que te explote el sabor en la boca y si no la "Dorada a lo pobre" pero pide que te frían las patatas no las hervidas, las patatas siempre están mas buenas fritas Buuaajajajjaajaj- Aconsejó como buen cocinero

—¡Pues vamos para allá! —exclamé deseoso de comer de una vez. La elección de Seth me parecía genial, ya que él se conocía la ciudad mejor que yo. Y no solo tenía grandes conocimientos sobre dónde comer, sino que llegué a fijar en que tenía una coleta particularmente sedosa. Por un instante, pareció moverse a cámara lenta, siendo casi hipnótico.

Después de eso nadamos un poquito. Jugueteamos en el agua antes de salir a la superficie —somos jóvenes, y fuera de la Isla Gyojin es difícil encontrar amigos con los que puedas corretear bajo el agua—, y al tocar tierra me sacudí para quitarme las gotas sobrantes. El aire era fresco y había ríos navegables en todos lados, por lo que no necesitaba ir preocuparme de la hidratación.

Seguí al rosita hasta un local bastante agradable. Encontramos sitio a la primera, cosa que me sorprendió, y nos sentamos en unos taburetes. MI cabeza quedó a la altura de la barra, y tuve que patalear sobre un pedal para hacer el taburete más alto. Después de aquello empecé a dar vueltas sobre mi asiento giratorio, sujetando mis pies con las manos y riendo sin parar.

—Pues probaré el pulpo. ¡Solo hablar de él me ha hecho la boca agua! —dije, contento—. Vaya, sabes mucho sobre comida. ¡Deberías ser cocinero! Así me invitarías a comer platillos bien ricos. Ah, y sí, gracias por invitarme ahora. Yo... —titubeé—, no sé si podré invitarte al siguiente plato. Estoy pelado. Tendré que volver a buscar a un malo maloso para darle una paliza y que me paguen. No puedo vivir para siempre de tu sueldo —me eché a reír—. Por cierto, ¿qué es un sueldo?

El camarero no tardó mucho en traer la comida. Como dijo Seth, al pulpo le echaban una salsa espectacular. Los ojos me chispearon al verlo, y fue probarlo y no poder dejar de comer. Tragué como si no hubiera comido en años y vacié el plato en segundos. Hasta lo cogí con ambas manos y empecé a lamer los restos de la salsa. ¡Qué rico estaba!

—¡Alucinante! Ahhhhh, pero qué bueno estaba. Joo, ahora quiero más, pero no lo puedo pagar —miré a los lados, buscando algún panel cercano, pero no había ninguno—. ¿Sabes dónde hay fotos de los malos? Ya sabes, esas con su nombre y el dinero que valen. Quiero atrapar a uno, que así te devuelvo el favor y te invito a comer.

La gran diferencia de edad no se notaba pues los dos estaban que... Digamos al mismo nivel intelectual, Seth era un poco más controlado pero ardía en deseos de darle la vuelta al maldito taburete, pero eso dañaría la imagen de la marina y no puede ser. Como buen cocinero disfrutó de ver a un comensal alagar tanto el plato preparado -Pues ríete, pero soy uno de los cocineros de mi tripulación- Comentó orgulloso y sacando pecho, luego entendió que había algo raro pero no pensó en que era el gyojin azul que no tenía ni idea de lo que era cobrar, pensó que era él que quizás estaba demasiado metido en el ejercito -Sueldo es que, por trabajar te paguen a final de mes, la marina no paga mucho pero menos da una piedra Buuajajajaja. Y lo que quieres decir es si hay criminales buscados con recompensa por su cabeza, debes tener cuidado con ellos, algunos son realmente peligrosos, he escuchado que en estos mares si alguien tiene menos de cincuenta millones es un don nadie, no como en los blues, ahí alguien con más de diez es un peligro para la isla- Quizás no fue exactamente así como se lo explicaron pero bueno, os hacéis una idea...

Seth miró el canal de Water seven -Quizás, pueda ayudarte, si hay alguien de bajo rango podríamos cazarlo juntos, mi turno acaba en una hora pero el trabajo ya está hecho, con que vuelva al rato diciendo que me he entretenido Buuajajajaja Lo malo es que necesitamos estar registrados como cazadores para poder cobrar las recompensas de estos, si lo entrego como marine no nos darán ni un berrie, como mucho las gracias Buuajajajaja- Realmente era así, ya podía cazar uno de los gordos que simplemente ganaría una recomendación para un ascenso...

El muchacho le había caído no solo bien, para Seth ya eran amigos de toda la vida, pero aún que había visto un poco de su fuerza y habilidades, se dejaba engañar por su apariencia, creyendo que este pequeño era más débil que el simplemente por eso... Por ser pequeño, claro, estamos hablando de alguien que mide más de dos metros y con un poco de pensamiento a lo neandertal por lo que no se le puede pedir que no juzgue por la apariencia -Quizás, podamos hablar con un cazador y que entregue él la presa, eso contando que encontremos a alguien y que se fíen de nosotros dos Buuajajaja- Sabía que lo más difícil era lo de que se fiaran

De pronto algo, en su cabeza un par de cables se cruzaron y reccordó -Espera... ¿Digiste que eras cazarecompensas?- sí, hizo memoria... Ya sabéis, tiene memoria... de.. pez... (Ba dum tss)

Un brillo cegador apareció de pronto en mis ojos al escuchar «cocinero». ¡Seth era increíble! Alto y grande, listo y divertido, un gyojin con grandes sueños... ¡y encima sabía cocinar! ¿Dónde había estado toda su vida? Lo que habría dado por tener un amigo cocinero desde hacía años.

—Espera, a ver si lo entiendo —le detuve cuando empezó a explicarme eso del sueldo. La verdad es que era raro—. ¿A ti te pagan por pasear por la isla y pegar a los bichos marinos que nadan por aquí? Vaya, nunca había visto nada parecido.

Me quedé pensando en eso de tener un «sueldo». Había aprendido lo que era el dinero a las malas, pero nunca había pensado que había una forma tan fácil de conseguirlo. Aunque por otra parte, parecía que era algo que te limitaba. ¿Tenías que estar en siempre en una isla? Además, no conocía mucho acerca de la Marina, pero sí que sabía que te daban muchas órdenes y que había muchas personas que te decían lo que debías hacer y cómo hacerlo. Podía ser divertido un rato, un par de horas quizás, pero ahí terminaba la cosa. Por mucho que te diesen un sueldo, me dio la sensación de que no iba conmigo.

—Sí, eso, criminales —continué respondiendo a Seth—. O malos malosos, que se entiende mejor. Suele haber muchos, aunque encontrarlos no siempre es fácil.

Dejé que Seth siguiera hablando mientras terminaba de comer. Al acabar, tomé un batido y empecé a sorber con fuerza por la pajita, provocando un sonido agudo y vibrante, como un zumbido. No sabía de qué estaba hecho, pero el batido también estaba rico. Cuando mi amigo terminó de hablar, asentí con la cabeza.

—Claro, tonto —le dije entre risas—. ¿No te acuerdas? Te lo dije antes, cuando te conté toda mi vida. Mira que eres un poco merluzo —volví a reírme y señalé la chapa de mi chaleco que me identificaba como un cazarrecompensas—. Normalmente, cuando atrapo a uno, tengo para comer un tiempo. Y para pagar el pasaje de los barcos. Aunque lo que de verdad quiero es ahorrar para poder hacer mi propio espectáculo de baile. ¡Así que no tenemos que buscar a ningún otro cazador! Solo hay que buscar a un malo maloso, o su papel con foto. ¿No hay algún sitio dónde los tengan?

Apoyé el batido vacío sobre la barra y, con un impulso, me puse en pie sobre el taburete.

—Pues hala, ya estoy lleno e hidratado. ¡En marcha!

-Es una forma de decirlo, pero hay más y no es tan divertido- Comentó con pesadez al recordar todo lo que tiene que hacer -Mi rango es de soldado raso, hago lo que nadie quiere, limpiar los baños, cubierta, hacer la colada, quitar las lapas del casco del barco... Pero también me hacen cocinar y hacer cosas que los demás no pueden por que no son tritones, eso es más divertido Buuajajajaja- En menos de lo que canta un rayo el chaval se había revitalizado, estaba de pie en el taburete pidiendo guerra -Se que hay algún aviso de pirata por la isla, pero la marina esta haciendo patrullas, dudo que nosotros los encontremos- Dijo mientras dejaba el dinero sobre la mesa para pagar la comida -Philipp, ¿Tienes los wanted de esos tres piratas?- El cocinero asintió y les pasó unas copias, eran de poca monta pero menos daba una piedra -Vamos a quedarnos con las caras de estos tres, supuestamente un chivatazo ha informado a toda la isla y la marina de que están por aquí, pero te tengo que advertir, si la marina está intentado detenerlos, no nos podemos meter en medio, tu te buscarías problemas como cazador y a mi podrían hasta echarme... Y eso no sería bueno- Dijo pensando en la bronca de "Padre" si al final conseguía que le echaran a patadas de la marina...

Seth se levantó y estiró la espalda junto a los brazos alzados, su columna hizo "Creck, creck" como si se alineara y se preparase para el combate -Bueno, veamos... Esta isla es la mejor para nosotros, ¿por qué no buscamos a dichos piratas por callejuelas pero nadando por los canales? Si me ven vestido así no tardarán en darnos esquinazo antes de que les veamos, mejor será que no se den cuenta- Un gyojin, rosa y uniformado de marine se veía a la legua, pero si solo asoma un poco de frente por el agua, reducía su tamaño de forma considerable

No podía interferir en los pelotones de guardia de la marina, si atrapaban a un criminal y aparecía la marina, tendría que quitarle la presa a Maxi y eso le sentaría como una patada en las joyas de la corona. Esperaba poder conseguirle un poco de dinero al pequeñin. Total, atraparles solo le daría reconocimiento a Seth no dinero y lo podía conseguir de otras formas más adelante, era capaz, podía hacerlo...