Aquí vamos de nuevo, Grand Line. (Privado Hikari)

¿Cuánto tiempo ha pasado desde que estuviste aquí, pequeño? Realmente no lo tienes claro, pero tampoco te importa mucho. Has decidido que es momento de comenzar tu nuevo viaje, Alpha. Sin duda sientes que es el momento más indicado. Aunque según tú, nunca ha dejado de ser el momento indicado para serlo.

Tú mismo te consideras unos de los más fuertes del paraíso, pero el más débil del nuevo mundo. Bueno, si me lo preguntan, te catalogas de una manera extraña a ti mismo, ya que nunca has pisado esa parte aun. Aunque siendo francos, eres muy realista con ello. Aun no estás preparado para lograr lo que te toca lograr, pero te has dispuesto a trabajar en ello en el futuro venidero.

Algo cool, la verdad.

¿Cómo llegaste hasta acá? Pues, desde el norte. Esperaste pacientemente a que un grupo de piratas novatos se dispusiera a ir al paraíso. Te colaste como polisón en su barco, aunque no tardaste mucho en ser descubierto. Aunque para tu suerte, faltaba poco para llegar a la cascada. Casi era momento de entrar nuevamente a la gran línea.

Pero tus “muy amigables” compañeros no te lo pondrían fácil. Aunque más que molestos contigo, sentían miedo. Era un pirata fuerte en un barco de piratas novatos del norte. Para ellos era simplemente una jugada mala del destino el cual les pusiera en el mismo camino que tú. Te encuentras en la cubierta, justo ahora junto a tus dos plumíferas. Ambos homies elementales en sus respectivas alforjas.

- ¡Ríndete! ¡Te tenemos rodeados! – Exclamaba el capitán pirata. Se le notaba tenso, pero tratando de mantener la compostura en aquella situación. En cuanto a sus subordinados, no pidas decir lo mismo. Te apuntaban con sus armas y algunos con sables en mano. Tú estabas muy en lo tuyo. Para ti, esto era simplemente un día más. Introdujiste la mano en tu alforja, sacaste un montones de Wanteds de se busca. Revisaste con calma hasta encontrar el del pirata que tenías en frente.

- ¿25.000.000? Es un buen número pero no creo que valgas tanto la pena. – Dijiste guardando nuevamente los papeles. Uno de los subordinados intenta lazarte contra ti. Aunque totalmente inútil. Tú lo interceptas con tu brazo mecano, del cual tu mano salió dispara hasta su cuello y le jalaste hacia ti.

-¿Qué tenemos acá? – Su esperanza de vida comenzó a emerger por el miedo a ti, pequeño. - ¿Cincuenta años? No está mal. – Sin pensarlo dos veces comenzaste a arrancar su esperanza de vida. Una vez dejado en ceros, lo arrojaste por la borda con total tranquilidad.

-¡Maldito! ¡¿Qué le has hecho!? – Rugió furioso el capitán pirata.

- ¿Yo? Estoy cazando piratas. Su tesoro será mío – Dijiste mientras se dibujaba una sonrisa. – Aunque es una lástima que no sean fuertes.

Al terminar, todos estarían muertos. Y tú devorando lo último de esperanza de vida que les quedaba. - A pesar de ser un grupo más o menos grande, tan solo pude recolectar doscientos años. – Y al perecer, eso no te agradaba.

El hecho de haber recibido una pista importante sobre el paradero de su hermana hizo que, volviera del Gran Line a los Blues para más tarde enterarse de que su familiar estaba en un barco pirata camino a Shabondy para ser vendida. Por lo visto Hikari tenía razón en la "fuga" de su hermana, no se escapó de Wano, fue secuestrada y ahora iba a ser vendida como simple mercancía.
Como hermana con una lealtad que pocos entenderían, dejó la tripulación de los piratas "Salamander" y sin previo aviso desapareció. ¿Egoísta? Sí, pero no iba a permitir que nadie cambiara su rumbo o deber un favor tan grande como el que era "Ayudarme"... El orgullo de la herrera era tan grande como su talento y su lealtad. Esta es una breve explicación para poder entender que hace una herrera de Wano en un barco pirata de poca monta escondida en un barril.

Un fuerte rugido despierta a la muchacha quien, en una posición bastante dudosa en comodidad, se encontraba en un barril vacío de carne seca. El estómago de la muchacha demandaba comida y no era una sugerencia, claramente era una orden. Tras destapar la tapa de madera salió, claramente en la bodega había comida para una larga travesía pero era consciente de que si se comía todo eso, ¿Que cenaría? Por lo que agarró un puñado de carne seca y se comió el barril del cual salió, total, nadie notaría un barril menos.
Mientras ingería el tocino deshidratado escuchó unos ruidos que claramente eran malos, en cubierta parecía que se estaba librando una batalla. La muchacha sabía que colarse en barcos piratas tenía su riesgo, pero el capitán de este barco tenía fama de buen navegante por lo que el problema no era acceder al Gran Line, ¿Cazadores quizás? ¿Marina? quizás se complicaba la cosa.
A paso lento con un trozo de carne en la mano, abrió la boca de la cual salió limpia una espada, su espada, la cual se colocó en la cintura por si tendría que entablar combate y con total tranquilidad abrió la puerta hacia cubierta. Cual fue su sorpresa al descubrir que toda la tripulación estaba tumbada en el suelo, parecía muerta y solo un hombre permanecía en pie ante el resto. Una mala sensación invadió el corazón de la muchacha, no parecía peligroso, pero claramente lo era, no había sangre alrededor pero todos estaban muertos... Con el trozo de carne en la boca agarró el mango de su espada que descansaba en su cintura pero no mostró el filo -No esperaba esta situación...- Confesó -Parece que me colé en el barco equivocado... Si llego a saber esto, habría pagado uno de transportes...- No era la marina por lo que no tenía una idea de como actuaría el muchacho, muchas veces se ha rendido y escapado de prisión, pero cuando hay cazadores u otros piratas, la vida de la muchacha está en juego y ahí si se preocupa. Ha conocido a tanta gente peligrosa, que ya no se fía de una simple apariencia -¿Podría hacer como que no me ha visto?- Intentó disimular con una broma, pero su cuerpo no paraba de decir "Corre"... Habría nadado de poder hacerlo...

Pues hecho lo hecho ahora solo faltaba robar el tesoro y volar hacia el otro lado. Para ti, era mucho más fácil usar tus homies elementales y volar hacia el otro lado usando el camino de la cascada. Navegar tenia lo suyo, sí. Pero nada te quitaba la felicidad y al volar, ya que para ti es una de las sanciones más agradables de todas. Suzaku miraba a todos lados, hasta que se percató que una persona llegaba a cubierta. Se trataba de una joven con una katana, delgada y claramente mucho más alta que tú. Bueno, actualmente no te parecía muy alta, puesto estas sobre tu plumífera mientras Susanoo volaba rodeándolos.

-Por lo que veo, no eres parte de esta gente ¿Verdad? - Dijiste dando un salto y bajando de la plumífera. – No te preocupes. No tengo ninguna intención de pelear contigo.

Le miraste de arriba para abajo y te pareció ciertamente familiar. ¿Lo era? Sí que lo era, su wanted estaba en tu lista. Aunque era una pirata relativamente bastante buena. Se le dio tal recompensa por escapar de prisión. Sonreíste calmadamente ante ella y te mostraste lo más amable posible. – No tengo intención en luchar contra alguien que apenas está conociendo el mundo, Hikari Tomoshi. Los de estos piratas es porque simplemente por la circunstancias, me ha tocado hacer esto. Necesito el dinero que pueda recolectar para poder seguir adelante.

- Eso y porque cazar otros piratas te resulta divertido, Alpha. – Respondió la plumífera ante tus palabras. Se le notaba seria y precavida ante la presencia de la espadachín.

-Vamos Suzaku ¿Qué tiene de divertido robar a la gente que no se puede defender? Además, el dinero es solo un recurso para lograr que las cosas sean más fáciles.

- Dices eso como si nada. Pero la chica en frente de ti sí que está asustada de ti. El pirata caza piratas, Freites D. Alpha. – Respondió Susanoo desde el aire

Los comentarios de tus homies no te hacen reaccionar de ninguna manera. Solo te limitas a seguir sonriendo para la chica que tienes frente de ti. – Ustedes dos, busquen el tesoro dentro del barco y cualquier cosa útil. Pronto tendremos que pasar por la catarata. – Ambas aves se limitaron a seguir tus órdenes. Por su parte, tú te limitaste a sentarte en la orilla de barco mirando a Hikari de lo más tranquilo.

- Baja la guardia, no tengo intenciones de pelear. Imagino que también estas de polizona y querías llegar al Grand Line ¿No?

El muchacho no tembló en deducir que Hikari no pertenecía a la tripulación, la mujer no paraba de observar a su supuesto oponente, alguien que masacró a la tripulación en segundos... ¿Como lo hizo? ¿Cuerpo a cuerpo? Intentaba fijarse pero no encontraba ni heridas de bala y cortes, eso daba más miedo. ¿Pero... sabéis... que da mucho miedo? Sus homies. Sí, que estés temiendo por tu vida y que de pronto un pollo gigante hable tan tranquilamente, como un humano normal y corriente, impacta cuanto menos...

Cara de Hikari al escuchar hablar a los pájaros:

La mano de la herrera no soltaba el mango, pero su cuerpo no reaccionaba a más, los dos homies pasaron por al lado de ella buscando los tesoros y ella se quedó algo patidifusa, solo salían pequeños sonidos, hasta que cerró los ojos, pensó fría mente y respiró... Ya había visto cosas raras, animales extraños, akuma no mi no podría ser muy diferente a ello. Relajó su postura pero su mano aún estaba en el mango -El pirata caza piratas, Freites D. Alpha... Supongo que eso te descarta como cazarecompensas- No se fiaba un pelo y no por que lo haya dicho un pato gigante... -Las presentaciones no harán falta supongo- Caminó de forma lenta para no llamar la atención de forma agresiva y se sentó justo en frente pero en el lado contrario de la borda del barco -A decir verdad, sí y sí, me colé por que había escuchado que el capitán del barco era un buen navegante y eso me aseguraba ir a Gran Line, pero ahora...- Señala al capitán que yacía en el suelo -No he escuchado mucho ruido para que acabaran todos así...- Claramente era un intento de pregunta la que podría traducirse como "Que diablos ha pasado" -Pero parece que no me llevará a Gran Line- De lejos se veía la Red Line muy cerca, el barco iba directo a la corriente ascendente con el único dilema del puesto de timonel vacío... -¿Sabes manejar un barco o moriremos contra las rocas?- Aún que lo dijera aparentemente tranquila, estaba nerviosa, la cascada cerca, no podía nadar, el hombre que tenía en frente que le daba malas vibraciones. Era raro, normalmente se habría hecho la dura y habría sido mordaz, pero algo le decía que tranquilita estaba más guapa

Tras el encontronazo con el hombre de chocolate descubrió que hay gente a temer, si a eso le agregas todas las zoan que ha visto en estos últimos meses, a aprendido que las apariencias engañan y el peligro se disfraza...

Su cara sí que te dio risa. Obviamente era normal que reaccionase ella así, no todo el mundo ve todos los días animales hablar. Pero aun así, sí que era graciosa la expresión de la mujer. - ¡Zehahahaha! Tu cara es muy graciosa. – Dijiste con total tranquilidad. Luego ella te confirmo tus sospechas. Al igual que tú, ella era polizona. – Pues no tiene nada de malo. Uno hace lo que puede con lo que tiene. En mi caso, mi barco está esperando por mí en el faro. El señor que suele cuidar allí es alguien amable y de buen rollo. Pero no le guste que lo molesten mucho. Igual le he pagado para que me cuide el barco mientras estoy de visita en el blue.

Para ti estar en una situación crítica y tener una plática era algo de casi siempre. No pretendías entrar en pánico, ya que nada bueno salía de eso. - ¿Morir? Mi muerte llegara cuando alguien más fuerte que yo se enfrente a mí. Morir por cosas tan normales no creo que sea una muerte muy digna.

Una muerte digna… es una frase bastante curiosa para ti. Especialmente sabiendo que lo que tu consideras como muerte digna, es luchar y haberlo dado todo en batalla. Si las personas se tomaran un poco el tiempo de conocerte, sabrías que no eres malo. Pero tampoco eres bueno, porque harías lo que fuera para lograr tus objetivos.

Solo eres… alguien neutral.

-No te preocupes. Hoy no morirás. – Dijiste sonriendo. – Pero este barco se perderá. Inevitablemente se chocara con las rocas y simplemente quedara el recuerdo de esta gente.

-¡Alpha!- Llegarian ambas plumíferas con un saco cada una. – Ya conseguimos todo lo de valor.

-Excelente. ¡Logi! ¡Thor! – Ambos Homies elementales salieron de las alforjas y se hicieron enormes ante tu llamado.

- ¡Si, Alpha! – Dijeron al unísono.

- Nos largamos. – Diste Tú y Suzaku dieron un salto y se postraron sobre el fuego. Tú te Cruzaste de piernas y la plumífera se propuso a sentarse. – Tú puedes ir en Thor si gustas. –Dijiste mientras señalabas a la nube de tormenta, la cual miraba a Hikari de manera juguetona son la lengua afuera. – A menos que quieras morir acá.

Cada vez que este hombre hablaba, confundía más a la muchacha, la idea de una muerte digna no hizo que pensara en ello como tal, pero si le dejó un rumor en la cabeza que más tarde se le haría más presente. Inevitablemente no podía evitar mirar de reojo las piedras, las cuales cada vez estaban más cerca amenazando con triturar la madera que daba forma al barco, hasta el punto que cuando estaban cerca, se notaba que miraba insistentemente a la cascada y al muchacho. Por otro lado, la muchacha no paraba de sorprenderse, dos entes aparecieron de la nada uno parecía una llama viva y el otro era más bien una nubecilla, definitivamente decidió pensar en los poderes del diablo y dejar de sorprenderse -Muestras tus trucos sin miedo- Comentó en voz baja, no era para hablar con él, simplemente era más un pensamiento en voz alta, no pudo evitar pensar en que eran muy monos, ¿Podría forjar algo con ese fuego? ¿Podría achuchar a aquella nube de apariencia tan esponjosa?

La proposición de Alpha era bastante jugosa, subirse a aquella nube que había enamorado a Hikari o dejar que se estrellase junto al barco y hacerse añicos para perderse en el fondo del oceano. El orgullo de la mujer no le dejaba aceptar la ayuda, pero a cada segundo, el ruido del agua chocando con las rocas, la humedad del ambiente y la amenaza inminente, desesperaban más a la herrera, quien dando un salto de fe, se puso encima de la nube llamada Thor y muy a su sorpresa, no cayó sobre la cubierta del barco -He podido subirme- Comentó asombrada sobre el homie a quien no paraba de mirar -¿Como puede ser?- Se preguntaba tocando con el dedo indice la nube -Soy Hikari, encantada Thor- Se presentó con una sonrisa, no lo vio necesario pero le pareció gracioso, lo mismo hace con los animales así que...

Miró la situación, espero a ver como se estrellaba el barco pero mientras lo hacía aún que no lo miraba por estar asombrada de los Homies, del barco, de haberse salvado de aquél naufragio, habló con Alpha -Supongo que te debo una, aún que propiciaras tú la situación, pero a fin de cuentas, te debo una... ¿Cuales son tus siguientes pasos? Quizás pueda ayudarte en algo para compensar... Soy una herrera decente, ¿Quizás necesites mantenimiento en algún arma?- Pregunta con trampa, ya que si le muestra algún arma, tendría una pista de como había acabado con todos esos piratas -¿Cobrarás la recompensa del hombre?- Preguntó al recordar que le habían llamado "Pirata, caza piratas"

Mirabas con tranquilidad como el barco terminaba de estrellarse contra las rocas. No podría decir que era algo que disfrutaras, tu expresión facial era bastante neutra, como si te diera totalmente igual lo que ocurría. Aunque si algo tenías que admitir, es que era una lástima desperdiciar un barco. Pero tampoco podías hacer mucho, no conocías mucho sobre manejo del timón, no era algo que se te diera muy bien. Más bien, preferías que el mismo timón fuera quien dijera el curso, como ocurre en tu barco.

Entonces… ¿Por qué no usaste tu poder para volver ese barco a la vida? Ah… ya entiendo. Simplemente no te apetecía desperdiciar almas en ello… Entonces en el fondo resulto ser que era un barco que no te gustaba del todo.

Sí que eres curioso… Alpha.

-No me debes nada. – Fue tu más sincera y honesta respuesta. – No suelo ser el tipo de persona que va por allí haciendo favores simplemente para sacar algo de ello. Lo que hago, lo hago porque simplemente quiero hacerlo. – Sonreíste mirándole con amabilidad. Aunque eso de que ella era una herrera si que te llego a llamar la atención. – Así que eres una herrera… eso es cool. Yo también soy uno, quizás podamos platicar y compartir conocimientos el uno con el otro. – La otra pregunta si que te hizo gracia. – Los piratas no cobramos por otros piratas. Nuestra recompensa es el tesoro que robamos de las bandas enemigas. Personalmente, pienso que es más emocionante y divertido que simplemente ir pueblo por pueblo a robarles a los inocentes.

- Igual pronto tendrán que temernos, Alpha. – Dijo la plumífera mientras empezarían a volar poco a poco en dirección a la gran cascada ascendente. – Mas con los planes que tienes en tu cabeza.

- ¿Qué? No tiene nada de malo querer tener un lugar tranquilo donde vivir…

- Eso no… el querer crear un coliseo donde tendrás a piratas derrotados luchando por su vida…

- Ah… eso. Pues tengo mis razones para ello, la verdad. – Dijiste sonriendo muy contento con esa idea.

- ¿Qué eres un friky de las batallas?

- Diste en el clavo.

Cuando llegaron a la cascada ya tocaba simplemente subir por ella. Lo suerte es que todos estaban volando y no pasaría la gran cosa. Aunque tenías que admitir que observar la velocidad del mar al subir era algo bastante emocionante para ti. Miraste a Hikari, te mostraste curioso por ella.

- ¿Y a tu porque has decidido ser pirata?

La conversación de Alpha con el plumífero pasó a segundo plano para la muchacha, escuchó muy bien lo que decían pero no estaba por la conversación, no paraba de disimuladamente acariciar la nube que le pareció lo mejor que había visto o tocado en mucho tiempo. Hermoso es un adjetivo que se quedaba muy corto si se tenía que decir con una palabra las sensaciones que tenía ahora mismo la muchacha, estaba sobrevolando la cascada, observando el agua subir, sobre una nube con un pájaro al lado que habla, era lo más surrealista y emocionante que le había pasado desde hace tiempo. Nuevamente se centró en Alpha del cual obvio totalmente lo del coliseo, no le interesaba, pero si tener "contento" al hombre que si decidía quitarle la nube caería de forma mortal sobre la cascada de agua ascendente... -Yo no decidí ser pirata, haciendo un buen resumen, en mi isla natal secuestraron a mi hermana y la he estado buscando por todas las islas con las que me he topado, buscando información sobre dicha tripulación pirata... (E aquí el nombre de la tripulación del cual ahora mismo no me acuerdo y tendría que buscar) Y en esa búsqueda me metí en problemas por situaciones que se escapaban a mi control...- Bueno, algo de culpa tenía la muchacha pero no iba a admitirlo -No he sido pirata por gusto, pero he necesitado de ellos para seguir con mi objetivo de localizar a mi hermana, les he usado, me han usado... A sido un odio mutuo- No era de las que admiraban la piratería, para ella, piratas, criminales, bandidos, todo era la misma escoria asesina con ansias de poder, algo que a ella no le interesaba ni de cerca...

Sobrevolando la cascada observando esos rayos de luz que parecían iluminarles como si un dios observara preguntó curiosa -¿Herrero? Que casualidad, últimamente me encuentro con muchos- Dijo recordando a Sowon -Tu "amigo"... ha dicho que eres un friky de las batallas, ¿eres un adorador que desea probar su fuerza contra cualquiera que se preste a ello, o simplemente un camorrista con ganas de demostrar superioridad?- Quizás aquí se pasara de certera, de sincera, pero una leve sonrisa acompañada de una casi muda risa, demostraban que no tenía malas intenciones -He peleado con un montón de gente y siempre pienso que, aún que me dedico a crear espadas, es algo que si se puede evitar, tendría que hacerse...- Claro que, si una persona como ella decide decir esas palabras, pierde mucho el sentido, pues no solo ha matado con sus armas, también lo ha hecho con sus dientes... -¿Cual es su destino? Me sirve con que me deje en tierra en los cabos gemelos- Comentó aún que si le llevase a una isla le haría un gran favor

Escuchaste con calma. No era nada agradable lo que escuchabas tampoco. Notaste tristeza y frustración en su mirada. Ahora, por lo que cuenta, asumes que los que quienes la secuestraron son piratas. Pensaste por un segundo por un momento - ¿Recuerdas alguna cosa que les caracterizaban? Quizás su bandera o algo así. – Pensaste por un segundo durante un buen rato. – Aquí conmigo tengo unos cuantos Wanteds. Pero en mi barco tengo un montón más. Quizás si los ojeas puedas encontrar al culpable de aquello.

Por un momento trataste ser se amable con ella. No es que ella quisiera ser de este mundo. Las circunstancias las llevaron a eso. Y ahora, está atrapada en un mundo donde solo los fuertes permaneces tranquilos mientras los débiles son perseguidos. ¿Por qué? Porque para ti la vida pirata funcionaba de esa manera. El más fuerte se mantiene y su palabra es la ley. Mientras que los débiles solo les queda esconderse. De hecho, también esta… ese otro camino donde simplemente quieres vivir felizmente sin hacer daño a nadie. Ese tipo de gente, al menos para ti, merece la tranquilidad que tanto buscan.

Todo lo demás… ya es otra cosa.

- Pues yo no te odio. – Respondiste sonriendo. – Al igual que tú, ser pirata se me dio por circunstancia que yo no controle. Está en mi código no dañar a gente que no quiere veré involucrada en batallas. Me dedico a la aventura y cazar a otros piratas simplemente porque es divertido. Aunque he de admitir que tampoco soy un pan de dios. Me conozco lo suficiente para saber qué haría lo necesario para que mi familia no se vea dañada por nadie.

Luego ella te realizo esa pregunta que te hizo algo de gracia. – Un poco de ambos. – Dijiste entre una gran sonrisa. – Aunque de nada sirve ser camorrista con quien demuestra humildad. Es más divertido ser camorrista con quien también lo es, y bajarlo de esa nube. Aunque un par de veces también me han bajado de la nube. – Ladeaste un poco la cabeza. – Para los guerreros, la lucha se ocupa del cuerpo, mientras que la mente hace el resto. Siempre se puede evitar, claro está. Pero a veces parece ser el único camino.

Llegaron a la cima de la cascada. Alli pensaste por un momento en lo que dijiste. Siempre es posible evitar la batalla, pero siempre terminas en ella. Digamos que asumiste que forma parte de ti ese destino. Ahora… yo no te preocupas por ello.

- Allá está el faro. – Dijiste señalando. – Siguiente para… el nuevo mundo.

-Los piratas del pico amarillo se hacían llamar. Su bandera era un gran pájaro agarrando dos huesos, blanco en un fondo negro pero el pico era de color amarillo, es lo único que se. Cuando ellos llegaron no les di mucha importancia, pero cuando se fueron se llevaron una parte de mi alma que quiero de vuelta- Comentó con mirada firme y totalmente decidida, no había pasado por todo lo que llevaba a cuestas por nada. -He mirado muchos wanted pero no he encontrado ninguna información sobre esa tripulación, he barajado la posibilidad que cambiaran de bandera o algo al entrar en Wano, pero he buscado por todos los sitios de venta de esclavos y nada de nada... Hasta hace unos días, cuando escuché que se iba a hacer una gran subasta en Shabondy en unos meses, de ahí que me adentrara en el barco pirata, solo quería llegar a la primera isla y avanzar- Verdad era que su plan tenía como objetivo la isla de las burbujas, pero antes tenía que hacer toda la maldita ruta de Gran Line.

Escuchó las respuestas de Alpha, la convencieron de que no era una persona desagradable aún que bien podrían ser mentira, pero algo le decía que no era tan mala gente, le había salvado de hundirse con el barco y le iba a dejar en cabos gemelos, por lo que mínimo tenía que agradecer aquellos gestos -¿Pretender ir a nuevo mundo? Me gustaría volver a casa pero ya no tengo una "casa" donde volver. No está claro lo que pasó con mi hermana y yo no acabé saliendo de la isla con la mejor de las formas, quizás fui demasiado... dejemoslo en que fui demasiado... - Comentó algo apenada pero en el fondo con la esperanza de volver algún día, no entendía como estaba hablando con un desconocido de sus cosas, pero claro, es más fácil hablar con un desconocido que con alguien más cercano, total ¿Cuanto podrían juntarse esos dos? -¿Que buscas en el nuevo mundo?- Preguntó curiosa sin dejar de acariciar aquella esponjosa y cariñosa nube. -Supongo que ¿gente con la que combatir?- Intentó adivinar por la conversación que habían tenido, -Quizás no es de mi incumbencia si no quieres, no respondas- Bien podía ser el mismo motivo que ya habían mencionado antes, pero aún no habían llegado a tierra y era por hacerlo más ameno, además aún Alpha intimidaba a Hikari, por lo que quería sacar conversación y no dejar el ambiente tenso

-Mmmm…- Miraste hacia arriba un poco pensativo mientras ahora bajaban volando por la cascada. Ella parecía estar interesada llegar al archipiélago antes de la gran subasta de esclavos. Si las fechas concordaban en tu cabeza, seria en un par de meses. Claro, si es que mantenían la misma constancia que hace cincuenta años.

- Siempre está la alternativa de formar un hogar nuevo. – Dijiste. – En mi caso, el océano siempre ha sido mi hogar. Mi refugio. No podría decirte que no la he pasado mal en algún momento de mi vida. Pero creo que tu misión es bastante noble. – Dijiste sonriendo. – Y esos piratas no me suenas de mucho a mí tampoco. Pero seguro algo encontrare en mi barco donde tengo el resto de wanteds.

Luego ella te hizo una curiosa pregunta. Ella pregunto que cual era tu objetivo en la gran línea. La verdad solo tenías un en concreto. Más durante tu viaje, pretendes cumplir pequeñas metas para lograr dicho cometido. Por ahora, solo pretendes disfrutar de la aventura y cazar piratas para conseguir suficientes recursos.

Y como no, lograr tener un lugar tranquilo el cual poder descansar siempre.

- Yonkou… Terra Keppler. – Dijiste mostrándote serio. – Ella es mi objetivo. – Si, la posiblemente yonkou más peligrosa de los cuatro actuales. No te podrías decir que no es un objetivo imposible, porque no lo es. Pero actualmente para ti, lo es. Prácticamente estabas comenzando desde cero, pero pretendías cambiar eso.

- Por cierto, deberías calmarte. Está un poco tensa. – Le sonreíste nuevamente. – Vamos, ya te he dicho que no te hare nada. Además, tengo muchas preguntas con respecto a Wano. ¿Podrías hablarme de cómo es? ¡Cuéntame todo sobre ese lugar! – Te mostrabas muy interesado en saber de ese lugar. Más que ahora, solamente te mataba tu curiosidad más que nada.

Sí que eres curioso, pequeño.

La muchacha miró alzando una ceja, normalmente la gente le llamaría loco por intentar enfrentarse a un ser tan poderoso, una misión suicida, un atentado contra uno mismo, por suerte o por desgracia, la pequeña joven desconocía muchas cosas del mundo, como el nivel de poder de alguien tan importante como lo es un Yonko -Me parece un objetivo grande, no conozco muchas cosas sobre el mundo, pero por lo poco que se del mundo de la piratería, me han contado que los Yonko son seres que están a otro nivel, tienen grandes habilidades, grandes ejércitos, grandes influencias, tengo que decir que me das una sensación de intranquilidad, lo admito, pero nunca me he enfrentado a alguien que infunda miedo con solo su presencia... El más fuerte que he visto es a quien llamo "capitán" por respeto y no por la necesidad del momento... Yo no he vivido ese poder, pro lo que al desconocerlo... Puedo decirte que me parece un objetivo alcanzable, ni la espada más poderosa está libre de fisuras u oxido...- Dijo pensando en Yor, quien era al único pirata que servía como un compañero y no como una herramienta y en lo comentado por Alpha

Luego vino la pregunta sobre Wano, claramente no es de hablar de su historia, su isla, pero este hombre le estaba llevando a cabos gemelos, que menos que amenizar el viaje con un poco de historia. Le contó sobre la isla, costumbres, sus edificios, las diferencias que notaba con el resto de las islas, le habló de su familia de gran linaje de herreros y de datos interesantes o que ella así lo creía. De lo que no habló es de ella misma, sus habilidades de combate ni sus habilidades del demonio, sabía que estaba ante un igual, pero si bien no entraría en lo que diferencia las habilidades de cada uno, claramente el tenía mejor control sobre su fruta. -Y en resumen eso es Wano- Finalizó regalando una sonrisa a Alpha.

Hablar de su tierra le había recordado buenos momentos, pero era consciente que esos momentos no volverían jamás y que, si volvía a pisar esa isla, sería como una criminal, ya sea por el resto del mundo como pirata, o para el propio gobierno de la isla como una fugitiva... Era un sabor amargo, pues aún que lo hizo con muy buenas intenciones y por una buena razón, saber que pisar de esa forma la isla que le dio la vida, que la vio nacer era un trago muy amargo... -Y en parte tienes razón, "hogar" es el sitio al que te apetece volver, en el que estás a gusto y que te acoge como eres... Tras conseguir recuperar a mi hermana, tengo pensada una isla en la que me gustaría vivir, quizás pueda llamarla hogar junto a ella- Esa información si era privada, pero no le costó compartirla...

-Bueno, tan solo es mi objetivo como pirata. – Dijiste mostrándote tranquilo. – Tengo un objetivo personal un poco más tranquilo, ya que mi trabajo es indiferente a lo realmente deseo. - Después de todo, tu trabajo era tu trabajo. Pero quitando que seas pirata ¿Qué eras tú realmente Alpha? Eres una persona que se preocupa por los suyos y quieres darte tanto a ti como a ellos, un lugar en el donde se pueda vivir con total tranquilidad. Bueno, la mayor tranquilidad posible, tu trabajo implica ser perseguido y buscado por el resto de las personas.

Pero por ahora, solo te enfocabas en tus metas a corto plazo.

- Llegare a construir ese lugar donde todos los que estén de mi lado puedan disfrutar. – Dijiste sonriendo para ella. Escuchaste atentamente sobre Wano, el cual te ha parecido un lugar bastante fascinante. Tenías ganas de ir y ver todo aquello con tus propios ojos. – Espero poder ir algún día. – Luego escuchaste sus sinceros secretos sobre el querer ir a una isla a vivir en tranquilidad con su hermana. Algo bastante dulce, la verdad. - ¿Y un sueño? ¿Cuál es el sueño de la samurái Hikari? – Preguntaste mientras descendían por la cascada. A mitad de camino, ambos homies cambiaron el curso del vuelo y se fueron línea recta directo hacia el faro.

- El señor que cuida el faro es buena gente, pero bastante gruñón a veces. Le he pagado para que cuide mi braco mientras estaba de visita en los blues. – Dijiste. - Aunque igualmente me asegure de que mi barco no se viera perjudicado mientras el señor lo cuidaba.

Pronto llegarían al faro. Tenía un pequeño puerto del cual el cual tenía podían ver un pequeño bote el cual tu sabias que era del señor. Por su parte, al lado de este se encontraba tu barco. Una vez llegaron al lugar tu bajaste del fuego y le indicaste a tus homies que subieran al barco. – Zarpamos en unas dos horas, chicos. Yo avisare al viejo que he llegado y pagare por sus cuidados. - Luego miraste a Hikari. - [i] Si quieres puedes echar un ojo al barco, volveré en un rato. – Dijiste mientras dabas marcha al faro.

La pregunta le revolvió la conciencia a la muchacha, ¿Su sueño? Hacía tiempo que no pensaba en lo que deseaba realmente, pasó a segundo plano cuando el objetivo de recuperar a su hermana se puso en marcha, pero la pregunta del "joven" le sacó una sonrisa -¿Mi sueño?- Se preguntó en voz alta, pasó de mirar a la nube para mirar al cielo -El sueño que tenía antes era que mis objetos, mis espadas, hachas, lanzas, fueran recordadas por generaciones, que perduraran en el tiempo mucho después que yo, que sean deseadas por todos... Mi sueño antes era crear las mejores armas para los mejores guerreros... Pero me había olvidado...- Aún que gracias a la señorita Sowon-sama no estaba del todo olvidado, no recordó el anhelo de pasar a ser historia del mundo. Pronto fue sacada de su ensimismamiento cuando Alpha comentó lo del hombre que le cuidaba el barco...

No tardó mucho en darse cuenta que al bajar la vista podía verse un barco bastante característico, su velamen, sus colores, era bastante hermoso, recordó que solo había estado en barcos "genéricos" creados a modo industrial para la venta rápida y todos ellos piratas o algún barco marine extraviado, pero había estado en muy pocos con tanta personalidad.
Al llegar a cubierta bajó de la nube no sin agradecerle el camino con unas caricias y una sonrisa al homie. Asintió con la cabeza a Alpha para echar un ojo al barco pero no accedió a este, ni se metió en ningún camarote, simplemente paseo por cubierta observando el perfil del carpintero o carpinteros que creo este navío... Hasta ella se pudo dar cuenta que era ligero y preparado con esmero...

No tardó mucho en entretenerse con sus cosas, se puso a observar tanto el barco que si había alguien vigilando a la muchacha, a la que parpadeó dos veces había desaparecido de su vista. Como buena herrera apreciaba la artesanía y los barcos era una maraña de inspiración para ella, por lo que tras observar sin descanso, acabó en el palo mayor, subida a la red casi al final de este, sin perder detalle ni de un solo nudo -Quien hizo el barco no desistió en su empeño, está perfecto, ningún detalle fuera de su linea- Comentó, era su forma de alagar a esta montura del océano.
Tras unos minutos, bajó de forma bastante ágil y se dispuso a esperar al capitán del navío para despedirse.

Volviste después de haber hecho el pago. El señor que aún no se dignaba a darte tu su nombre, solo te dijo que tuvieras cuidado. Aparentemente en los periódicos se estaban encontrando noticias de todo tipo. Tú simplemente diste las gracias y seguiste con lo tuyo. De camino al barco, tu mente bajaba la situación de Hikari. Una simple persona que se vio inmiscuida en el mundo pirata por meras circunstancias que no debía.  Era algo… injusto. – Muy injusto. – Dijiste para ti mismo. Suspiraste profundamente y después de haber logrado llegar a unas cuantas conclusiones, pudiste finalmente dar con algo.

Algo que es muy típico de ti.

- ¿Estamos listos? – Preguntaste al llegar a cubierta de un salto. La plumífera se te acerco y te indico que todo estaba bastante ordenado y que prácticamente todo estaba listo, simplemente faltaban algunas cosas que concretar. – Vale, aún tenemos tiempo. -  Diste un par de pasos y te sentaste en un barril. Miraste a la espadachín por unos instantes. Tú profunda mirada sobre la de ella. De pronto, no pudiste evitar suspirar. – No puedo dejarte así. – Dijiste para ella. - ¡Chicos! ¡Tenemos nueva presa! – De pronto, salieron de su lugar todos los homies del barco. Todas las cosas del barco estaban homieficada, menos el barco, claro estaba. – Queridos mios, ella es Hikari. Una joven espachin que ha salido del país de Wano en búsqueda de su hermana, que ha sido raptada por unos piratas. – De pronto, todos comenzaron a abuchear. Claramente mostrando una negativa en contra los raptores de su hermana.

– Queridos míos ¿Qué hacemos nosotros con los piratas?

- ¡Cazarlos!

- ¿Qué hacemos con los esclavistas?

- ¡Destrozarlos!

- Entonces… ¿Deberíamos?

- ¡Si!

Luego de aquello, miraste a Hikari de manera tranquila acompañado con amabilidad.  – Yo cazo piratas. Y los responsables de tu perdida lo son. Sería una lástima dejarte aquí a tu suerte esperando por alguien.  Sientete como en casa. Igualmente tengo que pasar por el archipiélago antes de ir al nuevo mundo. – Dijiste mientras te levantabas. – Siéntate como en casa. – Y sin darle muchas oportunidades de objetar. Solo te dispusiste a caminar a la avitacion del capitán.

- ¡Listos para zarpar, Alpha! – Te indico Suzaku. Tu solo chasqueaste los dedos y todo homie comenzó a trabajar. Era momento de zarpar.  Tenias que ir a recoger a Berry, seguro que estaba peleándose con algún idiota por allí.

Tras un buen rato perdida en su mundo apareció Alpha quien seguía igual, con esa actitud tranquila y sosegada, pero con unas vibraciones extrañas para Hikari. Simplemente se puso a mirarla fijamente hasta que lo que sucedió después era algo difícil de creer hasta para la muchacha. Tras decir que las cosas no se iban a quedar así una escena de cuento de hadas apareció justo delante de sus ojos, todos los objetos empezaron a salir del interior del barco a hacer una espectacular aparición

(Algo parecido me ha recordado)


Hikari no podía llegar a entender lo que Alpha estaba transmitiendo ¿Le iba a ayudar en su objetivo? Ningún pirata a excepción de Yor había sido tan considerado, verdad es que por la mente de la muchacha se le había pasado ir a la siguiente isla en este mismo barco, pero el ofrecimiento de Alpha la había dejado con la boca abierta por no decir que, el hecho de ver una escoba animar y aceptar cazar a los secuestradores era algo bastante chocante. Sin poder negarse ante el ofrecimiento del pirata, pues no solo lo acababa de conocer, también era poner en riesgo a quien se acababa de ofrecer llevarla a Shabondy, no sería justo... (Pero como Alpha se metió en su camarote no pudo comentarle) Simplemente sonrió y agradeció -¡Gracias por llevarme!- No podía hacer otra cosa, la idea de quedarse en los cabos gemelos no era atractiva y había demostrado ser fuerte, por lo que ir en su barco como aliados era la mejor opción que tenía. La travesía iba a ser larga, ya podía hablar con él más adelante... Por ahora se entretendría con los Homies a quienes estaba conociendo y se sentía cual Alicia en el país de las maravillas....

Por otro lado, ver a Alpha usar su fruta a su antojo y sin miedo a que los demás conocieran su punto fuerte y lo hicieran débil, alentó a la muchacha a compartir su secreto, pero no le conocía... Quizás si llegasen a conocerse y demostrase ser una persona de confianza, sería el primero de muchos en saber sobre la Baku Baku no mi de Hikari y sus propiedades tan especiales -Bueno... ¿Y donde está mi camarote?- Preguntó antes de que un cubo le hablase -¡Sígueme!- De verdad, se sentía como una de las protagonistas de los cuentos mágicos, estaba segura al ciento por ciento que iba a ser el barco más divertido en el que se había colado, aún que esta vez, no le hizo falta hacer de polizonte...