[pasado] [privado] un encuentro en las montañas Kenway D Eduard y whitedog

Era un día soleado y caluroso, aunque en las montañas hay muchas sombras y se esta a una temperatura aceptable. Estaba yo haciendo mi entrenamiento diario, todo estaba muy tranquilo como de costumbre. Cuando termine el entrenamiento me acorde de que tenía que cazar algo para comer, pero antes decidí darme una siesta, corría un aire fresco a pesar de el calor que hacía cuando salias de las sombras de los arboles, así que me apoye en una roca y dormí un poco.

Entrenaba todos lo días en un sitio distinto de la isla, pero nunca había entrenado en las montañas. Así que me dispuse a ir, sin ningún suministro ni nada, solo con mis armas y mis habilidades para la supervivencia. Había entrenado muy bien y era la hora de poner todo ese entrenamiento a prueba en las montañas. Me adentre en las montañas, lo primero era buscar comida. Así que decidí subirme a un árbol y esperar que algún animal se pasará por allí. Mientras esperaba a que eso pasará. Pensé en que después tenía que hacerme un pequeño fuego para dos cosas, una para cocinar la carne, si cazaba algo, y dos para tener algo de luz cuando llegará la noche. De repente un conejo pasó por allí, esperé a que estuviese debajo del árbol y salté a por él desde arriba. No tubo escapatoria. Ya tenía el conejo y el próximo pasó era hacer un fuego.

Tras una siesta, me decidí ponerme a cazar así que me transforme en mi forma animal para tener un rastreo mejor. Entonces note el rastro de varios conejos, me escondí bien vigilando a mis presas y en el momento oportuno salte a por ellos. Entonces se me escapo uno, me dio rabia pero tenia a dos conejos de tres, así que no estaba mal. Decidí seguir con la caza pero encontré un rastro que no era de conejo ni de ningún animal, era el rostro de un humano. Era raro encontrar humanos por la montaña ya que yo era el único que las habitaba. Decidí seguir el olor del humano hasta que lo encontré. Lo vigile llevaba un conejo en la mano así que deduje que no era el único con hambre, entonces volví a mi forma humana y fui a presentarme.
Whitedog- Hola amigo, estás buscando comida? si quieres puedes comer conmigo- le dije sonriendo.

De repente cuando estaba buscando un buen sitio para encender el fuego, un tipo se me acerco y me dijo que si quería comer con él. Había oído que había bandidos por las montañas, el tipo no parecía un bandido, pero es mejor ser precavido. Desenvaine una de mis espadas, con la hoja de la espada apuntándole. 

Eduard: No es por ofender amigo pero, antes de dar un solo pasó más dime quien eres. Y espero que no seas ningún bandido. 

No creo que quisiera robarme mi comida, ya que él tenía dos conejos, pero como ya he dicho era mejor ser precavido, la verdad es que me dio la sensación de que, más que un bandido podría ser un revolucionario o un pirata, pero era por si acaso.

cuando le hable el desenfundo su espada y me dijo que si era un bandido, entonces supe que el no era un bandido. Entonces sonreí y le dije.
-si fuera un bandido crees que vendría solo? Los bandidos atacan en grupo porqué no tienen valor. Puedes guardar tu espada en esta zona no suele haber bandidos.
Le dije esto para calmarlo un poco ya que no solía tener visitas.

El tipo parecía de fiar, y además lo que había dicho sobre los bandidos era verdad, nunca atacan solos. Me guarde mi espada, me quite la capucha y le dije.

Eduard: ¿No tendrás nada para beber no?

Le dije mientras nos pusimos a caminar a encontrar un buen sitio para comer. Aunque aquel tipo era algo extraño.

Eduard: ¿Qué haces aquí?¿Quién eres?

Le pregunte para saber algo sobre él, ya que al fin y al cabo iba a comer con el necesitaba saber quien era. Pero a lo mejor solo era alguien que pasaba por allí, pero descarte esa idea en cuanto vi que iba armado, y pensé que podía ser o un pirata, revolucionario o un marine. Si era esto ultimo no tenía ninguna duda que le mataría allí mismo.

Este hombre al final se fió de lo que dijo. Guardo su espada y acepto venir conmigo. Me hizo varias preguntas, si tenía algo de beber, quien era y que hacía allí. Con lo que le conteste.
-Sí, tengo sake puedes beber el que quieras.- le dije con amabilidad.
Luego le conteste al resto de preguntas.
-Soy Løuis Toby aunque me suelen llamar Whitedog. Y esta zona de la montaña la considero mi territorio de caza además de que vivo aquí. Por eso por esta zona no hay bandidos, los que vienen se las acaban viendo conmigo.- le conteste a sus preguntas.
Mientras seguíamos caminando yo también tenía curiosidad por saber quien es.
-Y tu quien eres? No seras un marine que viene buscando a mi abuelo, verdad?- le pregunte por si tenía que acabar con el antes de que llegarán sus refuerzos.

 Eduard: Mi nombre es Kenway D Eduard, pero algunos me llaman El Asesino. Y no, no soy un marine, soy revolucionario, en el futuro uno de los más grandes.

Le dije mientras caminábamos para comer. Me extraño mucho que había comentado a su abuelo. Y decidí preguntarle.

Eduard: Y ¿qué es eso de tu abuelo? 

Le pregunte, ya que eso explicaba que hubiese visto marines alrededor de las montañas, en una isla tan tranquila. Aunque me gustaría cortar alguna garganta de esos cerdos. No estaría mal un combate.

Mientras nos dirigíamos a mi casa el me contó que era un revolucionario y que pronto sería uno de los más grandes.
-Así que eres un revolucionario? Entonces eres bien recibido en mi casa.- le dije sonriendo.
Mientras seguíamos por el camino y me preguntó porqué había mencionado a mi abuelo. Como no era un marine se lo podía decir.
-Si eres un revolucionario igual te suena su nombre, Josh Toby, fue un pirata bastante conocido en Grand Line, y de vez en cuando viene algún marine aquí buscándolo.- le conté.
Mientras hablábamos llegamos a la casa.
-Pasa siéntate y ahora sacó la bebida y algo para comer.- le dije amablemente.

Parecía un tipo muy agradable el tal Whitedog. Me invito a su casa para comer y me pareció que debía mostrarle respeto.

Eduard: Lo siento, pero no he oído hablar de él. De hecho no conozco a muchas personas famosas me temo.
 
Había otra cosa que le quería preguntar ya que parecía un hombre que había visto más mundo que yo, aunque a lo mejor me equivoque.

Eduard: Y dime, ¿es normal que los revolucionarios y los piratas se lleven tan bien?

Le pregunté mientras me quedaba de pie haciendo un gesto de que iba a esperar a que se sentara él debido a que era su casa.

Parecía un hombre bastante educado ya que espero a que me sentará yo primero en la mesa. Me dijo que no conocía a mi abuelo, también confeso que no conocía personas famosas, aunque bueno no pasa nada yo también soy bastante despistado a la hora de conocer gente si no fuera por el abuelo no conocería el nombre de la mayoría de los piratas famosos. El me pregunto si los piratas y los revolucionarios podíamos llevarnos bien.
-No veo porque no, a nosotros nos persigue la armada y vosotros les hacéis ataques a la armada. Prácticamente somos como aliados.- le dije mientras servía la bebida.
Entonces yo le pregunté.
-Que te trae por las montañas? Vienes de muy lejos?

Estábamos los dos hablando tranquilamente y la verdad es que no hablaba con alguien tan a gusto desde hace mucho. Me respondió a lo que le pregunte y el me pregunto que que me traía por allí y si venía desde muy lejos.

Eduard: No, la verdad es que no vengo desde muy lejos, yo siempre he sido de estos mares. Y he venido a estas montañas para probas mis artes en la supervivencia. Pero ya que me has invitado a tu casa e aceptado aunque no estoy entrenando mi supervivencia.

Dije riéndome, mientras me preguntaba cosas sobre aquel tipo, ya que era extraño que alguien viva en unas montañas y solo.

Eduard: Y ¿siempre has vivido aquí solo?

Hablando con el me respondió que no venía de lejos, el dijo que era de estos mares. mientras comíamos también me contó que el estaba por las montañas para entrenarse.
Me preguntó que si vivía solo en las montañas.
-Prácticamente si, vivo con mi abuelo pero el suele estar siempre por el mar, así que estoy aquí solo. Además no suelo bajar a la villa todos me temen y me miran con despreció desde que era niño. Por eso me alegra tener visitas de vez en cuando, jajaja.- le conté.
Más tarde por seguir con la conversación le pregunte:
-Si eres revolucionario estarás en algún ejercito, verdad? O te gusta más ir por libre? Jajaja- le pregunte mientras bebía un trago.

Whitedog me siguió dando conversación, me pregunto si estaba en algún ejercito o si era solitario, cosa que yo de momento tenía muy clara. Aunque antes de eso me dijo que él vivía allí y que no solía tener visitas, por eso estaba contento. Aunque yo también lo estaba ya que estaba bebiendo y charlando con alguien amistoso.

Eduard: De momento pienso en ir solo, es un poco más arriesgado pero todavía no soy lo suficientemente fuerte para entrar en un ejercito.

Esto me llevó a pensar si estaba en una banda, pero si me había dicho que el vivía allí en las montañas es posible que no tuviese.

Eduard: Y tú ¿Estas en alguna banda?

Kenway D Eduard me contó que estaba solo y seguiría así desde un principio, dijo que aún no era suficiente mente fuerte para unirse a un ejercito de revolucionarios, aunque sea más arriesgado ir por solitario. Ese hombre me daba confianza, ya que estaba muy cómodo hablando y comiendo con el. El me pregunto si estaba en alguna banda de piratas, aunque creo que el ya se imaginaba la respuesta ya que le dije que esta era mi casa.
-No, aún no tengo ninguna banda, pero no me importa unirme a una mientras su capitán me transmita confianza y valor. Había pensado salir a la mar mañana aunque me cuesta bastante abandonar mi tierra natal aunque no tenga a nadie, pero esta decidido mañana me voy.- le explique con algo de emoción a quien parecía ser un nuevo amigo.
Entonces se me ocurrió preguntarle algo por seguir la conversación.
-Una pregunta. Vas a quedarte mucho tiempo por aquí?- le dije.

Me dijo que se iba a ir mañana y que si me iba a quedar mucho tiempo por aquí a lo que le respondí:

Eduard: No me iré a lo mejor mañana, o no estoy seguro, pero un día de estos.

Me terminé a lo que me había invitado y me levanté y le ofrecí mi mano en señal de amistad. Y le dije.

Eduard: Espero encontrarme contigo en un futuro.

Y me dispuse a irme muy contento de el encuentro que había tenido con él.