Capitulo 3: La isla tenebrosa

Mientras ambos bandos hablabamos y actuabamos, la sangre que se encontraba en el suelo del pueblo comenzó a juntarse en un mismo punto, al mismo tiempo la luna resplandecía de manera ilógica, esto comenzaba a preocuparme, pero no pude mediar palabra alguna, ya que antes de que lo hiciera una mujer vestida con un vestido rojo salió del centro de la ciudad, para más tarde hacer que salierán espiritus armados con espadas oxidadas.

- Que será lo siguiente... Esta isla es demasiado peligrosa... Me encanta, una aventura como la que Dios manda, ya era hora jaja

Una vez dicho esto pude ver como aquel extraño sujeto que había disipado el tornado con anterioridad se lanzaba al ataque hacia mi camarada Sora, no me preocupé demasiado por ello, ya que Sora consiguió evitar enormemente su ataque, dañandose el hombro únicamente.

Mientras todo esto sucedía un tipo encapuchado saltó a los espiritus y cayó junto a nosotros, su figura me era demasiado familiar, pero no conseguía reconocerlo. Tras ello extendió su espada, la cuál reconocí rapidamente, era increible, pero aquel tipo portaba la espada de Byron.

Tras escuchar a aquel tipo encapuchado hablar, por fín conseguí reconocerle, más no dije nada, tan solo esbocé una sonrisa. -Byron, parece que en estos dos años has cambiado mucho, emites una energía que incluso echa hacia atras... Me alegra que de nuevo unamos nuestras fuerzas. Pensaba mientras miraba a aquella extraña mujer vestida de rojo.

Justo cuando iba a lanzarme al ataque, un espiritu apareció frente a mi, más no le dí demasiada importancia, únicamente creé una onda sónica de gran fuerza, la cual me permitiría escapar de aquel espiritu para ir a ayudar a mi camarada Sora, el cuál parecía ignorar a aquel tipo, y este echo le podría costar caro.

Mientras el ataque de aquel que disipó el tornado se hacercaba a Sora, yo me interpuse en medio, disipando aquella onda sónica con suma facilidad. -Muchacho, si ignoras a los espiritus lo pagaras caro, despues podremos continuar la batalla, pero por ahora sera mejor que unamos nuestras fuerzas. Una vez dije esto me hacerqué a el a gran velocidad, extendiendo mi mano en señal de tregua. - Vamos, desagamonos de estos espiritus y continuemos sin distracciones.

Intenté salir de aquel lugar, pero me di cuenta de que no podía avanzar más. Ahora no sabía que hacer, si luchar contra esos espectros o intentar otra forma de salir de allí. Me quedé pensando un momento en lo que hacer, hasta que decidí luchar contra esos fantasmas.

En el aire, miro hacia abajo, el terreno estaba lleno de fantasmas, por lo que no podía bajar. Convertido aún en hidrógeno, hago que mi boca sea el doble de grande,, cargué bastante hidrógeno hacia abajo, lanzando lo a gran velocidad y a gran presión. Bomba de dispersión [AMF] Esperaba uqe el ataque saliese bien.

Después de encargarme de los fantasmas, me centré en salir de allí. Creé grandes cantidades de hidrógeno, ocupando casi todo el espacio que había allí. Concentrado el hidrógeno, me hice explotar, creando una gran explosión. Si salía bien, podría salir de allí.

Había recordado que había una niebla que era la que me impedía salir de allí, posiblemente con al explosión, había disipado esa niebla y podría así salir de allí y ayudar a todo el mundo, siendo marines, piratas o lo que fuesen.

Me disponía a lanzar mi golpe con el dial de rechazo, pero no me pude dar cuenta de que por mi costado derecho alguien se aproximaba. Estaba a punto de utilizarlo cuando de pronto un agudo e intenso dolor me hizo soltar al pirata.

Un demoledor puñetazo asestado con increíble fuerza me golpeó en el costado derecho y me lanzó un par de metros hacia mi izquierda, pero lo peor de todo eso fue que no había conseguido activar el dial, todavía oculto y secreto hasta para mis camaradas.

¿Camaradas? Ya no sabía que pensar. No veía a Shinkai por ninguna parte, Sinken tan solo observaba y la hermandad tres cuartos de lo mismo. Me sentía solo, abandonado, traicionado por mis aliados. Vendido como una gamba en un chiringuito de playa.

Tendido en el suelo, boca abajo, totalmente dolorido de mi costado izquierdo, la sangre fluyendo en una pequeña hemorragia interna no muy grave y nada preocupante por lo que podía sentir en ese entonces. El dolor instantáneo me hacía encogerme, pero poco a poco me fui restaurando y me arrodillé en el suelo ayudado por los puños.

Sentía que tenía una hemorragia, lo notaba, sentía la sangre fluir levemente, sentía mi costado entumeciéndose, hinchándose, sentía los latidos del corazón horriblemente intensos en ese lugar. Debía de cerrar la herida. Tan solo tenía una opción.

Allí dolorido me concentré en mi Semei Kikan, y tan solo me concentré en aquél lugar dolorido, sentí la carne rasgada, sentí todo el dolor como una intensa y aguda punzada, como mil agujas, una por cada célula dolorida. Con sumo dolor sentí esa carne y la cerré, para después quemarla aumentando mi propia temperatura corporal hasta que se cerró momentáneamente.

Dejé mi concentración a un lado. La herida había cerrado, mas el dolor todavía proseguía ahí, muy intenso, casi extenuante. Me levanté como pude, jadeaba del dolor, y lo que observé a mi alrededor fue una macabra visión que me llevó a enjugarme los ojos, pues no creía lo que estaba viendo.

Todo estaba lleno de fantasmas y se comentaba que la macabra escena de guerra y muerte era la que había desencadenado todo aquello. ¿Una prisión que se deshacía con un espectáculo dantesco? Quedaba un poco extraño, tal vez demasiado. Durante un momento pensé que el dolor momentáneo me había trastornado los sentidos, mas observaba a todos combatiendo entre ellos y contra los espectos.

- ¿Que demonios ocurre aquí? -Me dije a mí mismo mientras observaba de un lado a otro, y miré hacia arriba.

En las alturas pude observar como una niebla recubre el cielo a modo que genera una especie de techumbre, pero esa niebla no desciende... curioso. Comencé a meditar, comencé a maldecir todo en cuanto pensaba, algo en mí estaba cambiando, algo que deseé no haber vuelto a sentir, algo que cambió mi vida, algo que destrozó mi pasado y mi existencia.

La soledad me embaucó, la sensación de abandono me recordó mi juventud, cuando yo solo me marginé del mundo y me convertí en el mafioso de mi villa, mi hogar. Mis pensamientos pasaron de la bondad a los más oscuros pensamientos. Retomaba mi anterior vida, aquella que me juré no volver a ver. La vida por la cual murió mi familia.

¿Compañerismo? Eso es lo que había junto a los piratas, a los brothers, quienes habían defendido a su capitán a muerte, dandolo todo y sin impprtarles lo que hubiere por el camino. Eso era un compañerismo real, eso era amistad, era todo aquello por lo cual me había sacrificado últimamente, aquella última vez con mis compañeros, en aquella isla dejada de la mano de dios, donde me enfrenté yo solo a toda una banda pirata para que ellos pudiesen pasar a salvo, intentando burlarles el daño.

Me levanté y me quedé observando, corrí hacia Sonicus Sami, todavía con el dolor impregnado en mi cuerpo. No sabía si pensaba bien lo que hacía, mas mi tono de voz, mi pronunciación y mi forma de expresarme habían cambiado radicalmente.

- Oe pirata, me has convencido con lo de antes. Estos fantasmones son un puto cáncer ahora mismo, y es un enemigo común -Pensé en el gigante observándo a Sami a la cara y con una mueca de ligero pasotismo-. Yo os dejaré marchar a enterrar a vuestro nakama si colaboráis para deshacer este entuerto.

En ese momento sonreí irónicamente, no me podía creer ni lo que estaba diciendo. Tendí la mano al capitán pirata y finalicé mi pequeño discurso.

- Que me dices, Sonicus D. Sami.

Mi ataque había sido completamente inútil contra Sonicus D. Sami, con una sola espada mi ataque fue mas inútil de lo que pensé, había aparecido delante mío golpeándome justo en el filo de la espada para mi suerte, salí despedida unos metros de distancia, por suerte para mi logre caer de pie y para evitar el dolor en mis piernas rodé un poco más.

Estaba tirada en el piso con la espada en la mano, ya había vuelto a mi forma humana "Al parecer no serví de mucho espero a ver sido de ayuda para Azumi" pensé recostada en el piso, de pronto mire al cielo y vi desaparecer el sol siendo reemplazo por una luna roja y a la vez escuche unos extraños ruidos que salían del piso se trataban de tambores, me di vuelta y me puse de rodillas rápidamente, al rato sangre de todas partes se concentraba en una mujer la cual me importo muy poco lo que dijo y al rato unas nuevas voces llegaron a mis oídos, se trataban de espíritus pidiendo venganza o algo por el estilo, poco me importaron solo quería acabar con los piratas, vi como uno de ellos había golpeado a Azumi, rápidamente me transforme y me lance en picado hacia su ubicación dispuesta a atacarlo.

Al alcanzarlo estuve a punto de atacarlo pero vi a Azumi haciendo una especie de trato con el capitán de aquella banda, al parecer nuestro objetivo era atacar a los espíritus y a la extraña dama de rojo, frene de golpe delante de él y le pregunte -Nuestro nuevo objetivo son los espíritus ¿Verdad?.

Tras Adentrarme en la mente de esos seres solo escucho algo que me trae unos recuerdos muy dolorosos y me hace arrodillarme al sentir de golpe las agonías de los tres, rompiendo así el vinculo que me unía con sus mentes. Después me recompuse con algo de migrañas y me centre en uno de ellos, el que sus gritos mentales habían sonado menos desgarradores, Por el sobre esfuerzo de evitar derrumbarme ante esos gritos la herida de mi nuca comenzó sangrar de nuevo y una antigua herida de batalla se abrió mientras por una de mis fosas nasales goteaba sangre.
De repente cerré los ojos y al abrirlos vi desde otro angulo, con una mirada cansada y ...pesada. Bien, lo había conseguido estaba dentro de uno de ellos, era mi esclavo mental, así que ahora lo usaría para acabar con sus propios compañeros, así que le ordene " Ataca a los demás espíritus que cercan a los humanos" y como siervo de cada uno de mis vocablos empuño su extraña espada y empezó a atacar a los suyos, los cuales supuse que morirían a manos de uno de ellos mismos, puesto que estaban hecho de lo mismo, que mejor para erradicar el problema que hacer que se maten entre ellos. Así que comencé a ordenarle que atacara y matara a todos aquellos que de cerca atacaban a los humanoides aun vivos. Se movia lento, pero ese no era un problema, ya que ninguno de los espiritus atendian a mas razon que vengarse de los vivos por lo que parecia y no se inmutaben de los actos de su compañero. Cuando me acercaba a los humanos con dicho ser le hacia que pronunciaran sus translucidos labios "Acercaos al amo, el que no se mueve y esta arrodillado en el suelo, juntos sereis uno, y no es momento de miramientos a vuestras clases sociales ni bandos" Mientras se arrodillaba posando su arma en simbolo de confianza ante ellos lentamente debido a la gravedad.
Tras enviarle el mensaje a todos le envie directo hacia la Muchacha de rojo y le hice que se clavara la espada en el cuello ante ella pereciendo. Me levante del suelo incando una rodilla en el suelo debido a la gravedad y grite para que me escuchara" MUCHACHA TUS JUGUETES ESTAN ROTOS, JAJAJAJAJA" Entonces recordé que aunque diezmados quedaban bastantes de esos espíritus y aun ninguno de los supervivientes había respondido a mi llamada."Mierda" pensé mirando a la niebla que seguía cubriéndonos e imaginándome que a lo mejor ninguno se fiaba de mi, aunque mis intenciones eran buenas, pues unidos seriamos mas fuertes nadie podría cambiar que los piratas son piratas los del gobierno mundial son de tal y los cazadores de recompensas eran......... espera, quizá ellos si que se unirían por sobrevivir.

Despues de intentar solucionar los problemas con la marina y unir nuestras fuerzas para acabar con los espiritus, vi como aquel extraño tipo pasaba completamente de mi persona para ir de nuevo a por Sora, haciendo frente a el una especie de pirueta para alejarse instantes despues.

Seguia observando a aquel tipo, pero antes de que dijera nada aquel marine que me habia sujetado con anterioridad se hacerco hacia mi, extendiendo su mano mientras decia unas palabras las cuales parecian a sonar a tregua, yo por el contrario simplemente asenti y le di la mano en señal de tregua.

Ahora seria cuando empezase lo bueno y lo nunca visto, las fuerzas enviadas para capturarnos combatiendo junto a nosotros, al igual que aquel tipo encapuchado que pensaba que era Byron.

No podia evitar pensar en que quizad los marines unicamente quisiesen tendernos una trampa, pero no me importaba demasiado, la unica prioridad que tenia en aquel momento era proteger a mis camaradas, los cuales segun parecia estaban peleando contra los espiritus.

Pese a estar en tregua no pude evitar mirar a aquel tipo que acababa de robar el arma a mi camarada, asi pues con un simple gesto me ausente durante un leve tiempo de la presencia de aquel marine que se habia ganado mi confianza, acercandome velozmente a aquel otro marine que habia robado el arma a Sora.

Me pare frente a el, mas no medie palabra alguna, tan solo di un veloz movimiento con mi brazo recuperando el arma, lanzandoselo de un veloz movimiento por encima de los espiritus.

Tras ello volvi a la posicion en la que se encontraban los marines que me habian atacado, por lo que parecia una de ellos era una bella dama que peleaba con valor, con lo que la mire fijamente a los ojos mientras sacaba un cigarro de mi bolsillo para mas tarde encendermelo con una pequeña cerilla que portaba en la chaqueta.

-Señora, espero que se prepare, la verdadera batalla esta apunto de comenzar, y no querria que se lastimara por mi culpa... Por cierto, siento lo de antes, de haber sabido que era una dama no habria actuado tan bruscamente... Dije mientros esbozaba una sonrisa y expulsaba el humo por la nariz.

Al ver que los espíritus tenían intenciones de ataque decidí adoptar mi forma híbrida por si necesitara pelear contra ellos. Ante todo esto los demás empezaron a lanzar ataques contra dichos espíritus pero la mayoría sin efecto. Al parecer los espíritus eran inmunes a nuestros ataques excepto al ataque de un pirata que no se que hizo pero provocó que tanto los espíritus como todos los que estábamos allí presentes nos moviésemos más lentamente.

Tras esto desenvainé mi fiel katana y me preparé para la guerra que se aproximaba. Tenía la impresión que si queríamos sobrevivir todos los presentes deberíamos luchar juntos independientemente de si somos piratas, marines, cazadores o revolucionarios, puesto que en este momento todos tenemos un enemigo en común.

Una cosa que me sorprendió y en la que no me había fijado hasta ahora es en que los edificios habían creado una especie de muralla que no nos dejaba salir de allí, por lo que la única forma de sobrevivir era acabar con los espíritus y con la misteriosa niña que estaba de pié en mitad de la plaza.

En esto observé que uno de los espíritus intentaba atacar a un hombre que llevaba un pañuelo en la cabeza pero que, sorprendentemente, giró de golpe y empezó a atacar a los demás espíritus y que en un momento dado intentó atacar a la muchacha, la cual detuvo su ataque con un solo dedo e hizo que el espíritu desapareciera.

Este hecho me hizo sospechar de que los espíritus eran creados y controlados por esa muchacha. Sin embargo antes de que pudiera llegar a una conclusión clara uno de los presentes realizó un ataque el cual no pude ver pero que fue lanzado cerca del suelo, por lo que decidí aprovechar mis garras y encaramarme en una de las paredes para evitar dicho ataque.

Tras ver que este ataque no afectó a los espíritus y que los que no se defendieron se cayeron al suelo deduje que ya había cesado y bajé nuevamente al suelo. Teniendo claro esto empezé a girar sobre mí mismo con los brazos extendidos aumentando gradualmente la velocidad, lo que provocó una especie de tornado que cortaba todo lo que era alcanzado por este aire Tornado cortante[AF](Haki)

Me encontraba en la puerta de una casa, observaba con asombro como los espíritus atacaban a todos los que allí se encontraban, asombrado decidí pasar a una forma distinta, de mis costillas salieron dos brazos más, estos terminados en pinzas en vez de manos. De mi espalda, a la altura de la cintura salió una cola con un aguijón. En ese momento se denotó la habilidad de mi akuma no mi.

Empuñé a Zangetsu, mi katana de mayor tamaño con una mano, aprovechando la capacidad del animal en el que me convierto, uso mis brazos extra para agarrarme a una pared y ascender por ella. Desde aquella posición planeé mi siguiente movimiento. Vi como un grupo de espíritus se acercaba a mi posición y empecé a moverme por el edificio con tal de librarme de la presencia de estos.

Seguía empuñando la katana por lo que pudiera pasar y mirando a los espíritus con mirada desafiante y con un grito, en el que se denotaba fuerza y fiereza, dije

-¡¡¡NO OS TEMO CABRONES!!!¡¡¡NO PODRÉIS VENCERME!!!-

Tras decir esto me dispuse a prepararlo todo para el combate, crearía un terreno en el que tuviera ventaja, sobre cualquier ser que pasase por él.

Mahi tochi (Habilidad)(Con Hakki)
Empiezo a crear grandes cantidades de veneno neurotóxico y lo esparzo a mi alrededor creando una zona circular de 5m de diámetro alrededor mía. Cualquiera que toque esa zona asimilará el veneno y se verá afectado con dificultad de movimiento.

Tras realizar mi movimiento me quedé en el mismo lugar donde estaba, empuñando la katana sonriendo demostrando seguridad en mi mismo.

Basilisc:

Por el ataque de Ichigo, la zona alrededor de él el 5 metros, se llena de veneno neurotóxico. Todo aquel que se acerque, recibirá un daño continuo de (AF) cada post que postee a no ser que encuentre una cura. En caso de prolongarse por 5 posts, caerá inconsciente.

Los espíritus deciden atacaros en ese momento, os superan en numero de 1 a 3, y salen más de las casas y el suelo.

Al intentar levantarme me mareé muchísimo y caí de nuevo de rodillas apoyando los brazos en el suelo, pero debido a la gravedad tuve que soportar un fuerte golpe con ellos cosa que me pasaría factura seguramente mire a la muchacha tras ello. Me miraba fijamente y con mucha furia en la mirada así que la sonreí esperando al resto de supervivientes quedándome en mi posición para recuperarme un poco. Manteniendole la mirada a esos ojos llenos de rabia la hable a ella mentalmente " ¿Que pensabas que eras la unica que podia jugar a este juego? Estas en mi terreno baby y lo vas a lamentar? Jajajaja" Esto ultimo de "Estas en mi terreno Baby y lo vas a lamentar, jajaja" lo dije en alto y me reí a carcajada de loco limpia aun postrado a cuatro patas como se diría.
Los espíritus asesinados por el que controle empezaron a ser suplantados por nuevos, cada vez había más y la furiosa muchacha parecía que los había mandado contra nosotros con mucha más sed de venganza, entonces yo grite "UNIROS PANDA DE IDIOTAS SON DEMASIADOS PARA INTENTARLO CADA UNO POR NUESTRA CUENTA"
Tras esto cree una ilusión en la mente de los espíritus mas cercanos en la que en mi posición no había nada, así no podrían atacarme, pues no me verían ni escucharían durante un corto periodo de tiempo, el necesario para reponerme.

Estaba preparado para lo que nos esperaba, una ardua lucha por sobrevivir, en la que no teníamos alternativa, era matar o morir. Vi como los espíritus aumentaban en número, era evidente que si seguíamos luchando cada uno por su lado era imposible que ganáramos, teníamos que unir fuerzas sin importar la facción. De pronto uno de los espíritus dijo una frase extraña

"Acercaos al amo, el que no se mueve y esta arrodillado en el suelo, juntos sereis uno, y no es momento de miramientos a vuestras clases sociales ni bandos."

Me di cuenta de que había un joven postrado a cuatro patas, deduje que las palabras del espíritu eran obra suya, pues parecía divertirse con ello. Se reía como un loco, parecía estar de acuerdo conmigo pues de él escuché un grito que decía lo que yo pensaba

"UNIROS PANDA DE IDIOTAS SON DEMASIADOS PARA INTENTARLO CADA UNO POR NUESTRA CUENTA"

Sonreí ante sus palabras pues estaba de acuerdo con él, me acerqué a él y le dije al oído

-Estoy completamente de acuerdo amigo mío- Tras una leve risa añadí -No se tú pero yo no quiero morir aquí así que te propongo aliarnos a enfrentar al enemigo común-

Tras decirle eso volví al centro del veneno pues allí cualquiera que se acercase sin cuidado tendría un fin doloroso pues con la parálisis no podría moverse, y por lo tanto no se podría defender de ningún ataque.

Tras unos 10 minutos girando decidí parar y observé que con este ataque conseguía o desarmarlos o destruirlos por completo lo que me hizo pensar que la mejor forma de atacarlos es a través del aire. Miré a mi alrededor vi como había aparecido un charco extraño al que decidí no acercarme ya que me recordaba mucho al veneno.

De repente un espectro dijo

"Acercaos al amo, el que no se mueve y esta arrodillado en el suelo, juntos sereis uno, y no es momento de miramientos a vuestras clases sociales ni bandos."

Tras lo cual se dirigió hacia la muchacha de rojo y se mató provocando ira a la chica la cuál mandó más espectros a atacarnos. En mitad de todo esto un chico se levanta y grita

"UNIROS PANDA DE IDIOTAS SON DEMASIADOS PARA INTENTARLO CADA UNO POR NUESTRA CUENTA"

Con lo cuál estaba completamente de acuerdo. Decidí acercarme a los demás, manteniéndome alejado del charco que rodeaba a un chico extraño para intentar hablar con alguno de lo que allí se encontraban para poder elaborar una estrategia que nos permitiese sobrevivir a todos.

Una vez llegué cerca de los demás espere para ver como reaccionaban a los hechos recientes pero mantenía la guardia por si necesitaba volver a luchar.

Estaba en mi zona segura cuando vi como un chico había logrado vencer a los espectros que le rodeaban, decidí entonces acercarme a él y a los demás, para lograr reunir un grupo y elaborar una estrategia de combate para lograr sobrevivir a aquella noche en el mismísimo infierno.

Salté de la pared y caí al suelo de pie, caminaba tranquilo con la katana aún en mano, pues podría necesitarla, tenía que llegar junto a aquél joven, y llevarlo junto al que había gritado para que pudiéramos empezar a organizarnos.

-Ven conmigo reunámonos los que estemos de acuerdo en unir fuerzas y elaboramos un plan de ataque.- dije con voz serena a pesar de la situación tan preocupante, mientras en mi mente destacaba un pensamiento “¿Cómo los habrá derrotado?”

Tras decirle eso y sin esperar respuesta me dirigí hacía donde se encontraba el otro muchacho que pretendía unir fuerzas. No sabía como reaccionaría el joven que había gritado pero mejor unir fuerzas y luego discutir la situación.

Llegué a su lado mirando alrededor por si necesitábamos defendernos rápidamente, al llegar pegué mi espalda a la suya, así nada podría sorprendernos, en esos momentos solo pensaba una cosa “Si nos mantenemos así podremos cubrirnos las espaldas solo espero que a él no le importe” mientras ese pensamiento cruzaba mi mente le dije


-Cubrámonos las espaldas, así no tendremos demasiados problemas.-

Al acercarme a aquél grupo de gente el extraño chico que parecía ser el responsable del cahrco se me acercó y me dijo

Ven conmigo reunámonos los que estemos de acuerdo en unir fuerzas y elaboramos un plan de ataque.

Acto seguido se dio la vuelta y fue donde estaba el que gritó diciendo que nos uniésemos sin esperar por mi respuesta. Me quedé un rato pensando “¿Quién será este chico?”

Sin embargo, no sabía bien porque pero no sentí que fuese traicionero por lo que decidí unirme a él y al chico que gritó, que ahora estaba a cuatro patas como quien dice.

Empezé a caminar hacia ellos usando mi espada y mi habilidad para evitar los ataques de los espectros y poder ayudarlos. Tras un rato de pelea y un rodeo para evitar el charco los alcanzé y vi que el chico que se me acercó se puso a la espalda del otro diciéndole que si se cubrían las espaldas tendrían menos problemas para defenderse. Me aproximé a ellos y les dije

Al parecer los tres pensamos de la misma forma, que la única salida era unir fuerzas para sobrevivir.

Tras eso me puse al lado del chico que había gritado ya que parecía un poco agotado y que tenía que recuperar fuerzas. Tras posicionarme y ponerme en guardia dije a los dos chicos que tenía junto a mí

¿Qué hacemos para salir vivos de aquí?

Tras esto moví mi katana en vertical provocando una bocanada de aire veloz que avanzaba hacia los espectros.

cuchillas veloces[AM](Haki)

Me encontraba cubriéndole la espalda a otro chico cuando el chico al que dije que me siguiera apareció y se puso al lado de este, era extraño parecía que sabía como enfrentarse a los espectros, algo que nos venía bien conocer, pues así tendríamos mayor posibilidad de salir vivos. Aquél chico dijo

Al parecer los tres pensamos de la misma forma, que la única salida era unir fuerzas para sobrevivir.

En eso tenía razón, los tres estábamos seguros de que unirse era la única forma de sobrevivir a quél ataque sobrenatural, pues poco sabíamos de aquellos seres y de cómo derrotarlos. A lo que el chico dijo

¿Qué hacemos para salir vivos de aquí?

Esto no sabía bien como hacerlo pero teníamos que idear algo, vi como en un veloz movimiento vertical de su katana lanzó un ataque hacía los espectros, en mi interior pensaba “¿Qué hace este muchacho?¿Acaso no sabe que nuestros ataques no les afectan?” pero por si acaso emprendería yo ofensiva pero antes me dirigí al joven que estaba de pie

-No sabría decirte, hasta ahora no vi a nadie lograr derrotarlos, yo por mi parte puedo protegeros-

Mientras esperaba la respuesta de si querían una estrategia defensiva emprendí mi acción

Mahi tatsumaki[AF](Con Hakki)
Giro mi katana pasándola de mano en mano, contando con las pinzas, al tiempo que coge velocidad el giro libero veneno neurotóxico delante la katana que se encuentra girando a tal velocidad que crea una corriente de aire que arrastra el veneno neurotóxico hacía los espectros