Reto - Jallial vs Aaron

Una nueva isla, un nuevo lugar donde desmadrarme. Llegue a aquella isla después de caminar un buen rato por el mar, que previamente había congelado. Mi cuerpo se movía ajeno a mi voluntad, así que, pese a haber estado ya en aquel paraje, no lo reconocía.

Nada mas llegar a la orilla decidí, o más bien el ruido de mi estomago me dijo, que quería comer algo, así que me adentre en el bosque en busca de alguna cosa que llevarme a la boca para saciar mi apetito. Tras varios minutos vagabundeando, encontré un árbol con algunos cocos, y saltando con gran potencia, me subí a la copa de este, donde me comí varios de estos. La comida sacio mi hambre y mi sed, pero me dio algo nuevo: sueño. Me dormí placidamente sobre aquellos árboles, hasta que sentí como alguien se acercaba y pateaba el árbol en el que me encontraba. Un par de cocos cayeron hacia el, y yo me asome a ver quien era el osado que me despertaba de la siesta. Aquel tipo empezó a beber el agua de cocos,y a comerse mis cocos, como si nada. De repente, una sombra apareció, se vislumbraba una especie de persona tras los juncos, pero al final resulto ser un mono. Este, nada mas ver a mi inesperado compañero, sonrió. Llevo sus manos hacia su trasero, y tras soltar un bonito regalo de bienvenida, agarro este con fuerza y se lo lanzo a la cara a aquel chico. Aquel mono, sonriendo, le acababa de lanzar una mierda fresca a la cara a aquel tipo. No pude evitar soltar una carcajada y caer de culo desde el junco, aun riendo por lo sucedido.

-Creo que le gustas... -Le dije jocoso a aquel muchacho, esperando su reacción.

Aquel tipo toco el excremento con sus dedos, que estaba pegado a su cuello, y solo pude reír bien alto. El muchacho me pregunto quien era yo, pero en aquel momento la verdad era que ni yo mismo lo sabia, no era yo.

-Buena pregunta... -Respondi sonriendo, mirándole fijamente, como investigando con la mirada a aquel chico, sus intenciones y su nivel de combate. No tenía pinta de ser demasiado poderoso, pero saltaba a la vista que no era un tipo normal.

Se estaba quitando la mierda con una hoja de un árbol, y su aspecto era de enfado, sin duda. Debía estar frustrado por haber acabado así, y parecía tener pinta de pocos amigos, de modo que podía estar dispuesto a pelear, si se tocaban los botones adecuados.

-Oye, caracaca... -Le dije de forma peyorativa a aquel muchacho. -Aun te queda un poco en ese lado... -Señalaba su cuello, mientras sonreía. Era divertido tomar el pelo a aquel chico, aunque eso podría enfadarlo mas, pero no era problema. A fin de cuentas, me apetecía estirar las piernas.

El mono se había ido ya, ahora solo quedábamos aquel personaje y yo, así que iba a volver divertido aquel viaje.

-Hagamos una cosa, caracaca. Pareces un tipo duro, y yo ando aburrido, así que te propongo un juego. El juego consistirá en un combate, pero con ciertas reglas especiales. -En ese momento lleve mi mano derecha al bolsillo y saque un colgante, que había robado unos días antes a una joven. Era un hilo simple, con una especie de gema verde en el. -¿Ves este colgante? Si logras arrebatármelo, habrás ganado. Si mueres antes de eso, habrás perdido. ¿Lo entiendes? -Las reglas eran sencillas, faltaba ver su reacción. Si se negaba, el juego seria mas agresivo... Si aceptaba, debía estar preparado para evitarlo.

Aquel tipo parecía animado, y después de un alarde de bravuconearía sin sentido e insultos dignos de un niño de primaria, parecía dispuesto a combatir. El peque quería jugar con los mayores.

-Vaya, son palabras muy serias para decirlas a la ligera... Debes entender que en este mundo las personas pueden llegar a ser muy malas, y que yo, de entre todos ellos, soy sin duda el peor... -Tras decir aquello solté el colgante y esboce en mi rostro una media sonrisa, mientras lo miraba con mis ojos fríos y distantes. Tenía en mente divertirme, así que combatiría con aquel joven sin contenerme demasiado, tal vez fuera un enemigo aceptable, y no hacerlo sería insultar su valor, o su estupidez.

-En fin. Si tantas ganas tienes de morir, que así sea... -Levante mis brazos con resignación, con las palmas hacia arriba, mientras negaba con la cabeza. -Es una lastima que vayas a perder la vida tan joven... -Murmure, siempre con una sonrisa en mi semblante.

Acto seguido, y sin previo aviso, utilice una de mis técnicas de velocidad. Era el Shunpo, aquella técnica que desarrolle en base al Soru de Cipher Pol, con la cual recorrí los escasos metros que nos separaban en una fracción de segundo. Cualquiera sin el debido entrenamiento me habría perdido de vista, y aquel muchacho no parecía una excepción.

En cuanto me coloqué frente a el, cargue mi puño hacia atrás, tomando impulso para lanzar un golpe seco, directo y rápido a la boca del estomago de aquel joven. Mis conocimientos anatómicos eran ya los de un médico decente, tanto entrenamiento corporal tuvo sus frutos, y mi faceta asesina se unía a estos para conseguir una letalidad increíble en cada golpe. Aquel puñetazo iba orientado a dejar tocado al rival, golpeando en un punto donde el dolor fuera inmenso, para que sus siguientes palabras no fueran tan prepotentes. Realmente deseaba ver como encajaría aquel golpe...

Shunpo + Puñetazo (AID)

Spoiler:

-Busoushoku. -Solo dije aquello, solo haría eso para detener su ataque. Era el Haki de Armadura en su mínimo nivel, suficiente para defenderme de su golpe, a pesar de recibir un pequeño corte. Bloqueé su daga con el antebrazo derecho, haciendo que esta quedara mínimamente clavada en mi piel.

-No ha estado mal. Nada mal. -Dije sonriendo, y para cuando me hube dado cuenta, aquel muchacho había desaparecido de mi vista. -¿Quieres jugar al escondite? Bien, juguemos. -Tras aquellas palabras calmadas mi cuerpo cambió de forma, de usar solo el poder del Fenrir con el Fenrir's Mode, pasaba a convertirme en mi forma híbrida, un hombre lobo de pelaje azulado y más de tres metros de altura, con músculos lo suficientemente fuertes para haber soportado aquel ataque sin necesidad de haki prácticamente.

-Sabes, lo más divertido de cazar es ese momento en el que juegas con tu presa. Es lo que verdaderamente disfrutamos los cazadores. Y ahora, estamos en ese momento. -Tras aquello, decidí que lo mejor sería ponerme un poco más serio, si quería acabar con aquel tipo rápido debía dejarme de juegos a fin de cuentas.

Bajé del aire al suelo nuevamente, anulando el movimiento ligero, y esta vez me decidí a utilizar mi técnica predilecta de velocidad, el Shunpo, una técnica basada en el Soru, como la anterior lo estaba en el Geppo, gracias a mi estancia en el Cipher Pol y a mis numerosos encuentros contra sus miembros.

Gracias a mi olfato, no tardé en localizar a aquel joven, y con la velocidad que ganaba en mi forma híbrida, con el fenrir's mode aún activado, y potenciado por estar en forma híbrida, y gracias al Shunpo, mi velocidad era ahora el doble que antes. No tardaría mucho más de 1 segundo en recorrer más de 100 metros en aquel estado, así que el muchacho difícilmente podría siquiera verme llegar.

Usando aquella enorme velocidad, me coloqué a la espalda del joven, y sin siquiera aguardar un instante, lo golpeé con la palma abierta, de forma que las garras apuntaran a la espalda del joven. Estas eran de más de un decímetro de largo, así que podrían llegar a atravesar su piel, músculos y demás tejidos hasta alcanzar los órganos, amén de la hemorragia, tanto externa como interna, que aquel golpe era capaz de provocar. Para aumentar el daño, pero disminuir el riesgo, pues no quería matar al joven, apliqué frío en aquel golpe gracias a los poderes de mi Akuma no mi Mitológica, de tal forma que en la herida que pudiera producirle se formarían cristales de hielo y escarcha, que aumentaría enormemente el dolor, pero que contendrían las hemorragias. Era hora de ver si aquel chico podría, aunque fuera, sobrevivir a aquello.

Defensa y Ataque: