Trío Atesaki vs. Trío NPC {Lun 6 Abr 2015 - 0:46}

14/01/2014

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Toru, Shak y Black.

Condiciones:

Condiciones las usuales. Si ganan se llevan el 50% de su recompensa al ser Shichibukai (Se abonará todo a la cuenta de Kaiser).
La isla será Water Seven por coherencia on-rol. Puede ser en una zona sin agua. (Véase algún punto de la ciudad donde no pasen los canales o algo por el estilo en caso de que se considere una ventaja).

Water Seven es una ciudad conocida por sus carpinteros. Water Seven es una isla enorme, de las más grandes de Grand Line. Es una ciudad gigantesca pero parte de sus calles están situadas bajo el agua. Sus calles son formadas por canales, lo que le han atribuido el titulo de "Capital de Agua".

Empieza Atesaki.

01/09/2013

¿Shichibukai? ¿Un rango de apoyo para el gobierno y con la obligación de asistirles si lo necesitaban? ¿¡En qué estaban pensando esos humanos!? Se habían vuelto locos... ¿Cómo iba a aceptar ser un perro del gobierno el gyojin más sanguinario de la historia? Pues muy fácil, con una gran cantidad de dinero como precio. Con aquel rango podría entregar tantos criminales como se le antojasen y sacar gran cantidad de berries, y por si fuese poco, podía entregarlos muertos. Era todo ventajas, y cuando se cansase, y ya hubiese conseguido todo aquello que anhelaba, los traicionaría. -Hoy va a ser un día interesante y con una buena paga.- Dijo Kaiser, observando la isla que se erguía frente a ellos. La capital del agua. Un bonito lugar que algún día dejaría ver la bandera de Atesaki sobre su edificio más alto. -Cánabar, Bisutomaru, venid conmigo. Los demás proteged los navíos. No tardaremos mucho.- Tras aquellas palabras se lanzó al agua de cabeza. No necesitaba que sus barcos llegaran a puerto. Irían más rápido nadando.

Gracias a su nuevo cargo había conseguido una información bastante interesante. Dos de los miembros de la banda del ex-yonkou zero, asesinado recientemente, restaban por Water Seven. Ambos tenían un gran precio por su cabeza y gracias a su fama pocos cazadores detrás de dicha suma. Era una oportunidad perfecta para ganar una cantidad exorbitante de dinero, rápido y fácil. Tras poco tiempo alcanzaron uno de los puertos y Kaiser subió, observando con atención. El agua descendía por su cuerpo y su ropa, que la hacía algo más pesada. Puso sus manos apuntando su cuerpo y extrajo el agua, dejándola caer al suelo. El ambiente no era caluroso y había suficiente humedad como para poder prescindir de un baño tan temprano.

-¿He mencionado que vamos a por los subordinados de Zero?- Preguntó el capitán en un tono burlón. Sabía que ninguno de los dos se echaría atrás e incluso se alegrarían por escuchar que podrían ser un desafío. -Solo son dos, pero estoy seguro de que tendrán alguien más junto a ellos. No se entregarán en bandeja de plata. Habrá sangre para todos.- Continuó, relamiéndose poco después.

El enorme monstruo se hallaba realizando flexiones en la cubierta del barco, manteniendo aquella mirada sádica y enfermiza que solía tener en el rostro, de repente escuchó como su líder le llamaba junto al segundo al mando, Cánabar. Se puso en pie y asintió a sus palabras mientras empezaba a soltar una ligera risa sádica, acto seguido salió corriendo y colocó su pie en la borda, lanzándose al mar detrás de su Dios. Empezó a nadar tras él sin ninguna arma pues tan solo necesitaba su cuerpo para vencer a sus enemigos y seguramente habría humanos fuertes en aquella isla de agua, si por el Megalodón fuera aquellos canales serían de sangre en lugar de agua.

Salió al puerto junto a Kaiser y escuchó sus palabras, de modo que unos tipos peligrosos estaban por el lugar, aquello iba a ser algo perfecto, la sangre siempre venía bien al terrible ser pelirrojo. No pudo evitar cruzarse de brazos sintiendo como el agua caían de su cuerpo sobre la madera del puerto, apretó los bíceps y los dientes soltando algunas carcajadas. Después sus ojos se ensangrentaron un poco mientras ya degustaba las extremidades rotas de sus adversarios y de las muertes de los que se metieran de por medio en la pelea del enorme ser de las profundidades.

- ¡Hnhnhnhnhn! ¡A sus ordenes Kami-sama!

Gritó la bestia manteniéndose detrás de la orca y relamiéndose despacio mientras empezaba a lanzar golpes a los lados, calentando y preparándose para el combate que iban a tener, iba a ser bastante divertido. Le daba igual quién fuese su oponente, se enfrentaría al mismísimo almirante de la flota por si él fuese, un ser sin miedo, un ser terrible, un ser nacido para matar y controlado por el poderoso Kaiser. Si Goru representaba una amenaza terrible, ahora que estaba muerto había nacido su sucesor, algo que iba a ser muchísimo peor que el antiguo tiburón rayado, un jodido Megalodón.

- ¡Grrrrrr! ¡Hayahahahahahaha! ¡Es la hora de la fiesta y de la sangre! ¡Voy a destrozar todo lo que se mueva!

24/09/2013

Por fin lllegaba el momento. El preciado momento de enfrentarse a alguien poderoso. Nada más y nada menos que los miembros de la banda de un antiguo yonkou. Debían ser rivales terribles y aquello hacía que Cánabar se desesperara. Tenía unas ganas tremendas de enfrentarse a ellos. Pero debía calmarse, todavía no estaban a la vista. Se lanzó del barco como un torpedo al ver a su capitán sumergiéndose. No tardaron en llegar a puerto. Las naves se quedaron atrás, pues no podían seguir su ritmo. Eran demasiado rápidos. El clima era cálido, agradable, pero se notaba la humedad en el aire. Aquello beneficiaría a Kaiser. Al tiburón blanco no le importaba mucho, pues no usaba a menudo el kárate gyojin. Prefería confiar en sus espadas y en su fuerza bruta.

Kaiser recordó que sus próximas víctimas eran gente poderosa y habló sobre su condición. Ser shichibukai era realmente una ventaja, aunque para Cánabar era algo desagradable. Ya lo solucionarían más adelante. Ahora debían encargarse de unos guerreros formidables. ¿Serían tan fuertes como la gente decía? Eso esperaba, si resultaban ser unos débiles sería una gran decepción. Bisutomaru mostró una gran excitación, para variar, e hizo saber que se encargaría de realizar una orgía de sangre y muerte. No era de extrañar en aquel gyojin marronáceo, pero ahora no les interesaba que desatara su "arte".

-Bisu, recuerda que hay que entregarlos casi enteros. A Kaiser no le servirán si están destrozados e irreconocibles. Disfrútalos, pero no hagas una carnicería. Si te comportas te prometo que mañana mismo vamos a por una isla repleta de gente- Le dijo con una sonrisa.

14/01/2014

Hoy es vuestro día de suerte. Podéis observar en el pie de los canales a dos de ellos, precisamente los de la tripulación de Zero. Van algo enfadados a robar un barco y salir lo antes posible de la zona, y para eso deben de ir al astillero. Pero veis, que junto a ellos dos, encontráis a otro más que no tenéis identificados. Están de espaldas y el tercero vigilándolas, y se dirigen de forma rápida hacia el punto de los barcos. Ahora depende de vosotros... Están a unos cien metros.

01/09/2013

Afortunados era un adjetivo que se quedaba corto. Apenas llevaban unos segundos en el puerto y ya divisaban a sus presas. Una mujer de extraño aspecto, que vestía ropas similares a las de un arlequín. No poseía mal cuerpo, pero el maquillaje y las posturas extrañas que adoptaba echaban para atrás al capitán de Atesaki. -No tendría sexo con ese bicho ni aunque me pagasen.- Murmuró, observando atentamente a sus futuros oponentes. A su lado había un hombre pelirrojo, con atuendos ligeros y negros que le daban un aspecto un tanto afeminado. Además, había un tercer hombre de aspecto peculiar. Su ropa era extremadamente gruesa. Parecía estar preparado para una acampada en el reino de Drum.

-Vamos, señores. La caza ha empezado. Dejadme a la mujer, los demás son todo vuestros, podéis hacer lo que queráis con ellos.- Dijo Kaiser, acercándose tranquilamente hacia sus enemigos. -Pero recuerda lo que te ha dicho Cánabar, Bisutomaru. No te ensañes demasiado, necesitamos el dinero.- Añadió, pensando en las atrocidades que haría el megalodón si no le ponían un límite.

-Gyojin Way.- Con un susurro y unos golpecitos en el aire, empezó a flotar por este, avanzando a una buena velocidad mientras su cuerpo se imbuía por completo en haki de armadura. Una vez llegó a una distancia de cinco metros entre él y la mujer, se preparó para atacar. Probablemente se habrían dado cuenta, pero poco le importaba. Dio un golpe en el aire, usando el karate gyojin para crear una pequeña onda de choque con vapor de agua que salió disparada como una bala de cañón, directa a por la asesina de los piratas de Zero.

Técnica utilizada:

Las presas estaban localizadas, era increíble que ellas fueran hasta sus verdugos en vez de al contrario, eso ya daba absolutamente igual. El Gyojin escuchó las palabras de Cánabar y de su líder y asintió soltando una temible carcajada. Su jefe le dijo que necesitaban dinero y el tiburón blanco que le iba a llevar a un lugar lleno de gente, eso le alegró el día de una manera exagerada. Abrió su boca mostrando sus dientes afilados y pudo ver como la orca ya se lanzaba al ataque sin pensárselo. Se fijó en que había un individuo que no pertenecía a aquellos tipos de la banda de Zero, pues no reconocía su cara entre los carteles, ese capullo sería su presa. Apretó ambos puños empezando a relamerse despacio y sin pensárselo empezó a trotar hacia él mientras se reía como un loco.

- Creo que ha llegado la hora de probar mi nueva habilidad contigo humano. Siente en tus carnes el poder del guardián de Kaiser-sama.

El pelirrojo se aproximó hasta su objetivo, entrecerrando los ojos y pensando en sus puntos más débiles para atacarle, tenía entendido que eran la cabeza, el cuello y el corazón. Estiró sus brazos hacia adelante y de cada punta de los tres dedos centrales de cada mano, empezó a formarse algo de agua. El tiburón estaba ansioso de comprobar su nueva técnica y lo mejor es que lo iba a hacer contra un idiota que se anteponía ante las presas de Dios. Pegó dos zancadas hacia él y se relamió despacio mientras ahora gritaba con fuerza, en un tono sádico y enfermizo.

- ¡ MAJUTSU-SHI NO TORIO!

De repente movió los tres dedos centrales de cada mano a una velocidad similar al shigan hacia su enemigo, los de la mano derecha iban al pecho y los de la izquierda al cuello, si conseguía colocar una de aquellas yemas sobre la piel de su oponente, vendría lo divertido. De cada dedo saldría un chorro de agua potenciado con el Karate de Bisutomaru, con una presión que era similar a una cuchilla debido a la poderosa presión, lo que sería igual a seis cuchillazos de agua, tratando de atravesar a su oponente por el cuello y el pecho. Por si fuera poco había imbuido su ataque en haki armadura para de esa forma potenciarlo más de lo que ya era debido a la fuerza del terrible monstruo ¿Acertaría?

Karate Bisuto: Majutsu-Shi No Torio.

24/09/2013

Kaiser dio la orden de ataque. De los tres tipos solo había dos poderosos, una mujer y un hombre. Lo que el mantra de Cánabar detectaba era una potencia sobrehumana, pero no tanto como la gente decía. Si esos eran los seguidores de un yonkou el mundo era mucho más débil de lo que el gyojin había pensado en un primer momento. Pero el problema era para ellos, no para el tiburón blanco. Viendo cómo el capitán y Bisutomaru ya se lanzaban al combate, él no esperó mucho más.

-Yo me quedo al pelirrojo, entonces. Lo siento por él, Armageddon- Dijo mientras lanzaba su dragón de energía.

El dragón se cargó en la espada y se lanzó en dirección al miembro de la tripulación de Zero. Estaba lejos, pero no se habían dado cuenta de ellos, al menos en un principio, y la sorpresa jugaría a favor de los gyojin. De todas formas, mientras el ataque avanzaba, Cánabar corrió en dirección a su enemigo. Funcionara o no el ataque estaría preparado para destrozarlo a espadazos si era necesario. Quizás le planteara un reto, hacía mucho tiempo que no luchaba con alguien a su altura.

14/01/2014

Mientras estaban distraídos de espaldas, todos dirigís vuestros ataques hacia ellos. Tenéis el factor de la sorpresa, o eso creéis; la bufona se gira y cae hacia atrás, el ataque de la orca le ha perforado todo el hombro. Empieza a retorcerse mientras ríe rabiando y se levanta con una sola pierna, con un movimiento muy macabro. Agarra varios cuchillos y comienza a danzar en el mismo sitio para después acercarse con una finta muy rápida, su danza de bufón. Una vez está cerca de su enemigo, intenta clavar seis cuchillos a la vez en su pecho.

Mientras tanto, el ataque del Megalodón impacta con mucha facilidad al chico, lanzándolo varios metros hacia atrás puesto que no dio tiempo a coger su tabla de Snowboard. La cabeza rodó junto la tabla. ¿Y si te quedas esa tabla? Yo me quedaría esa tabla. ¿Y tú?

El último ataque, el de Cánabar, impacta por detrás a Black Dagger. Sale varios metros despedido y se retuerce del dolor, había logrado evitar la muerte gracias al haki de armadura. Se levanta llevándole las manos a los costados y se adelanta, intentando hacer un corte doble a la altura del pecho del moreno con haki de armadura en sus armas.

01/09/2013

El combate había iniciado, y con una ventaja abismal para el trío de los gyojin. La orca había conseguido perforar uno del os hombros de su oponente. Era increíble la fuerza que poseía el capitán de Atesaki y aquella humana no poseía un cuerpo capaz de resistir semejantes envites. No obstante, no parecía preocupada. De hecho, estaba riéndose mientras adoptaba aquellas extrañas posturas. Por alguna razón le recordaba a Bisutomaru, pues aun si le había hecho un ataque devastador su risa no desaparecía. Kaiser se mantuvo de pie, quieto, viendo como su oponente se acercaba a una velocidad vertiginosa. Aunque quisiera no podría esquivarlo, pero tampoco era su intención. Seis cuchillos ni más ni menos, todos contra el pecho del gyojin. Sintió el impacto, sintió el dolor. Seis punzadas que ardían como el fuego, pero estas no consiguieron penetrar gracias al haki de armadura. Lo tenía muy perfeccionado, hasta el punto que no le dio importancia a los demás estilos de haki.

-Interesante ataque pequeña. Si tuvieras algo más de fuerza y probablemente podrías haberme matado. Quizás siendo gyojin ni si quiera pudiera haberte tocado. Es una pena que hayas nacido como una simple humana.- Dijo Kaiser mientras lanzaba un gancho de derecha hacia las costillas de la bufona, utilizando el karate gyojin para intensificar el impacto. -¡Gyojin Cannon!- Una onda de choque que golpearía en un radio de veinte metros. Un ataque que no acabaría con ella, pues no pretendía matarla tan rápido, pero sería doloroso.

Técnica utilizada:

24/09/2013

Su ataque impactó de lleno haciendo que su enemigo quedara bastante malherido. Aunque, como era de esperar, sobrevivió. No era tan fuerte como debía, pero tampoco era débil. Aunque todavía quedaba algo para comprobar su fuerza. Se lanzó a por Cánabar y este, activando al máximo su haki de armadura, interceptó con su pecho ambos cortes. A pesar de la armadura recibió dos tajos, no muy grandes, y pudo sentir un dolor terrible. Cerró un ojo compungido y sonrió. Hacía mucho tiempo que no recibía un ataque así, pero esa era la perdición de su enemigo pues se había acercado demasiado.

-Ha estado bien, pero tienes una recompensa demasiado alta para tu poder- Le dijo con cierta picardía.

Acto seguido envolvió su espada con haki y con el agua tanto del ambiente como del mar y lanzó un corte de veinte metros hacia el pobre hombre. La poca distancia que había y el tamaño de su ataque lo harían imparable y su potencia sería capaz de cortar en dos al pirata. Había terminado. Pero todavía había algo más, utilizó su mantra para evitar que su contrincante pudiera sobrevivir de algún modo. No podría detener el ataque ni esquivarlo.

El monstruo destrozó a su oponente con facilidad usando su nueva técnica, la verdad es que había sido demasiado aburrido y por ello ahora soltó una pequeña carcajada mientras observaba el cuerpo y la cabeza. Recordó las palabras de su líder y ahora cogió con fuerza el cadáver poniéndoselo en su hombro, también agarró la cabeza y se puso a caminar hacia el puerto, pero antes se fijó en aquella tabla. Se relamió despacio y usó su pie derecho imbuido en haki armadura para hacerla pedazos, una vez lo hizo se dio cuenta de que sus compañeros aún continuaban peleando. El Megalodón se quedó en la madera del muelle por dónde habían llegado, sus ojos observaban los combates mientras ahora se quedaba quiero esperando a que terminaran ellos.

- ¡Hnhnhnhnhn!

14/01/2014

Los ataques son lo suficientemente rápidos y letales para finalizar con vuestros enemigos. Habéis ganado el combate y los cadáveres yacen encima del suelo. Entonces, ¿qué haréis con ellos? Ya no queda casi de la tripulación de Zero y podrías entregarlos. No tienen pertenencias importantes, así que lo único que podríais hacer es entregarlos en el cuartel más próximo en la zona.