Reto - Corvo vs Teobaldo

Esta isla era perfecta para, practicar y entrenar sin el riesgo de herir a ningún ser humano pues pocos eran los que llegaba a esta inhospitable isla. Había pasado toda la mañana en uno de los claros de la isla, estuve practicando con mis nuevo armamento para medir sus capacidades y en verdad eran excepcional. Las detonaciones habían derribado algunos arboles y quemado algunas áreas pero nada serio, quizás había ahuyentado alguno que otro animal. Ahora solo tenia que inventar algunas maniobras y nuevas técnicas para poder acoplarme a todo a ellos.

Transitaban por mi mente miles de ideas de como mejorar no solo las bombas, sino todo mi repertorio armamentístico, mientras me dirigía a mi campamento cerca de la desembocadura del rió. Me gustaba la paz y la quietud de esta isla, permita que uno se pudiera concentrar sin inconvenientes. La tarde llegaba y apresure el paso pues no deseaba encontrarme con las bestias que salen por las noches en este lugar pues se dice que son las mas brutales.

Por tal motivo llevaba en mi mano una par de mis agujas, por si alguna de esas bestias salia a mi encuentro, había llevado la argolla de una de estas a mi dedo y ahora la giraba suavemente. El lugar por donde transitaba era una vereda abierta tiempo atrás, no obstante los arboles a mi alrededor eran bastantes. Lo que hacia que el follaje arriba de mi fuera bastante tupido como para ver el cielo.