[Retos]Nocturne93 vs DragoN

Enies Lobby
Enies Lobby es una isla judicial al cargo del Gobierno Mundial. En esta isla se encuentra el tribunal más importante del mundo. Como punto clave del Gobierno Mundial, la isla esta muy protegida, se encuentra suspendida sobre unas cascadas que crean un agujero en medio del océano, aparte de esto la isla esta cercada y fuertemente amurallada. Tras Enies Lobby se encuentra la "Puerta de la Justicia" que comunica la isla con el cuartel de los Marines e Impel Down, la prisión donde son enviados los mayores criminales de este mundo. Una peculiaridad de esta isla es que nunca anochece.

Turnos: Nocturne93 - DragoN - Nocturne93

Moderadores: ShakiDale & Sawn

*Se le salta el turno a quien pasadas 48 horas no postea en su turno (al ser reto no se puede perder por descalificacion de saltar turno).
*Rol vieja escuela, sin nomenclaturas, la logica lo es todo.
*Los premios son: Si gana Nocturne se lleva 500 exp. Si gana DragoN se lleva 1000 exp.
Se valora:
-La caligrafía, las faltas de ortografía y demás.
-Ambientación, y adaptación al escenario
-Rol bélico
-Rol Descriptivo
-Asumir daños respetando la logica
-Acciones cerradas

Todavía no había acabado. Entre las calles me escondía con una capucha, mientras patrullas de todas partes corrían entre las calles. Alertados por un aviso de un ciudadano, habían reconocido mi rostro y habían dado la voz de alarma.

- Maldita sea, no esperaba ser tan conocido por aquí. Tampoco tengo un precio por mi cabeza... Esto es extraño. -Murmuré para mis adentros.

Una patrulla formada por cinco personas pasaron muy próximos a mí, por lo que tuve que encogerme entre las sombras de aquél callejón. Ésto no era bueno, había entrado con demasiada facilidad en la isla judicial, pero ahora me sería increíblemente complicado salir de allí. En mitad del calm Belt no me quedaba otra que salir de allí por la fuerza.

Realicé un kamisori y me puse en la azotea más cercana, agazapado, esperando no ser encontrado, pero de pronto una voz a mis espaldas me hizo girarme bruscamente. Ante mí había un extraño tipo con los cabellos negros, con una cicatriz atravesándole el cuello. La mirada de éste tipo era dura, y su voz se acercaba a ello.

- Azumi Kento, no tienes escapatoria. El Cypher Pol está por todas partes. Te atraparemos.
- ¿Eres del Cypher Pol? No te recuerdo, debes de ser un nuevo recluta.

En ese momento la tensión que había acumulado se esfumó, sería del CP1. Aun con sus pintas de hombre fornido, no podría luchar contra mi dominio del rokushiki y la ayuda que Raijuu me otorgaba. Posé mi mano derecha sobre mi cinturón, ejecuté un kamisori poniendome a espaldas de aquél tipo. Con las dos manos le cogí la cabeza por las sienes, apretándole mínimamente. Pero entonces el verdadero ataque se desencadenó. Solté unas pequeñas descargas que atacaron el cerebro, actuando sobre todo él, pero especialmente en determinado punto, capaz de causar un bloqueo de los recuerdos, o lo que viene a ser lo mismo, causar una gran amnesia o pérdida de memoria.

Tras hacer eso retiré las manos moviéndolas a 400Km/h y golpeándole en el cuello, con lo que causé una arritmia en la circulación sanguínea, lo que produjo una pérdida del conocimiento de aquél tipo. Antes de que cayese le cogí por debajo de las axilas y deposité su cuerpo suavemente, tras lo cual proseguí allí agachado y agazapado.

Aquél había visto cómo iba vestido, si se despertase podría haberme delatado, de ahí la descarga eléctrica que le transmití en el cerebro, causándole una pérdida de memoria total. Cuando despertase no sabría donde estaba ni quien era. Así tendría una nueva oportunidad de elegir un nuevo camino en su vida, pues aunque era del gobierno mundial, tal vez no alcanzase a ser un corrupto, y no quería matar a un inocente que no tenía culpa alguna. Los soldados rasos son los que menor culpa tienen sobre éstos acontecimientos.

Observé a ambos lados de la calle desde el tejado, procurando no ser visto, tras aquél entuerto me quedé mirando al hombre que había dejado KO. Sus ropajes me servirían para pasar desapercibido. Comencé a desvestirme, tanto a él como a mí mismo. En cuestión de unos minutos tenía su ropa puesta. Su complexión física no era muy distinta de la mía, al fin y al cabo mi constitución también era robusta.

Una vez me vestí, me quedé mirándole, utilicé el semei kikan para hacer que mi peinado fuese igual que el suyo, y comencé a afinar mi voz para que sonase como la de aquél tipo, al gin y al cabo ya le había escuchado hablar y con el semei kikan también podía modificar mis cuerdas vocales.

Tras convertirme en lo más parecido a la copia de aquél tipo descendí con un kamisori por el callejón, para después salir de él y comenzar a correr, simulando que estaba buscando al intruso. La mejor tapadera, ocultarse entre el enemigo camuflado de uno de los suyos. Dudaba que fuesen capaces de reconocerme.

El sonido zumbante y el repicar tembloroso de aquella cabina comenzaba a ser algo molesto, y junto con las luces de los botones y pantallitas de mi alrededor empezaba a sentir una ligera molestia en la sienes, por no hablar de la incomodidad de aquella posición de estar estirado bocabajo sobre esa superficie dura y metálica. No podía decir que me gustara usar aquel método de transporte.

De pronto, la voz de mi análogo genético se proyectó en mis oídos - Quedan treinta segundos para la opertura, prepárate. - Las palabras de Jack provocaron una mueca de incomodidad en mi rostro, prepararse en ese habitáculo era algo complicado, pero podía mentalizarme para lo que se aproximaba recordando los detalles de la misión.

Una semana antes, Jack interceptó valiosa información sobre una reunión importante del Gobierno Mundial en Enies Lobby en la que estarían reunidos algunos miembros de la realeza y del Gorosei, objetivos clave que habían de ser eliminados para continuar con la nueva estrategia revolucionaria. Solía decirse en el mundillo de las guerrillas en pos de la libertad que todos pagan justos por pecadores, pero después de lo ocurrido en Mariejoa junto con los hechos de la fallida revolución de Klendathu ya no sentía ese dicho como algo moral o ético, sino como un deber. Me había separado de la brigada revolucionaria y había comenzado un nuevo movimiento libertario de la mano del shichibukai de la lanza carmesí, con el propósito de instaurar el caos en el Gobierno Mundial desde el interior.

Hacía apenas unas horas, había montado en un aeroplano monoplaza de infiltración avanzada creado por Jack para tal propósito, y aunque no era como viajar en primera clase, el aparato hacía su trabajo. Después, dicho jet me llevaría volando hasta una distancia de gran altura sobre Enies Lobby para después soltarme en caída libre y descender de manera invisible hasta la base sin alertar a la marina. El resto de la misión se resumía en infiltrarme y eliminar a los altos cargos.

- Tres... Dos... Uno... Descenso. - La cuenta atrás hizo que mi mente se centrara y mis músculos se tensaran, y de pronto el suelo que tenía bajo de mi se abrió y caí en picado hacia el cielo azul, donde la luz del sol me dejó cegado momentaneamente para después poder ver el mar azul del Grand Line, y hacia el frente, las islas flotantes de Enies Lobby. El viento rápido causado por el rápido descenso golpeaba fuertemente contra el casco aerodinámico que llevaba puesto, que servía tanto para no morir por falta de oxígeno como para proteger mi rostro del viento cortante y el frío de altitud.
- Recuerda, tu misión es encontrar y eliminar a los objetivos sin llamar la atención en lo posible. Usa todos los medios necesarios pero intentando mantener el sigilo. - Contesté de manera afirmativa, sabía lo que tenía que hacer.

Me acercaba al mar vertiginósamente a la vez que sentía el aire frío congelando mis ropajes protectores. Durante el periodo de tiempo que estuve cayendo pude observar todo a mi alrededor, como algunos barcos que surcaban el mar cerca de la base, pequeños desde mi punto de vista; pero pronto tuve que dejar de centrarme en el paisaje. Activé un botón en mi cinturón y me volví invisible casi al instante, el camuflaje óptico hizo bien su parte. Abrí entonces mis brazos y piernas para desplegar unas pequeñas telas de planeo que comenzaron a reducir mi velocidad de caída, poco a poco, hasta que llegué a unos 100 metros sobre Enies Lobby, donde tuve que abrir la capa paracaídas que portaba a la espalda, frenando de pronto toda la fuerza de bajada.

El aterrizaje fue intenso, obligándome a rodar por el suelo para repartir el golpe de la caída y evitar así que mis piernas se partieran en dos como tallos de amapola, pero algo hizo que me levantara casi instantaneamente: mi cuerpo se volvía visible a intervalos variados a la vez que unos pequeños rayos recorrían la ropa de protección. Me levanté en y me puse a cubierto dentro de un pequeño almacén de provisiones tan rápido como pude, donde la voz de Jack no se hizo esperar - Hum... Al parecer la fuerza del impacto ha trastocado el sistema de camuflaje óptico dejándolo apenas servible. Tendrás que valerte de tu propia habilidad. -

- Que simpático. - Pensé mientras apagaba el aparato de invisibilidad, aunque en parte lo prefería así, sabía que no iba a ser fácil desde el principio y esto me ayudaría a calentar. Era hora de comenzar la operación "Lion´s Barrage".