¡10 años en activo! Hace ya 10 años que esta comunidad, todavía más antigua, encontró su lugar en OPD. Los tiempos han cambiado y los usuarios más antiguos han dado paso a las nuevas generaciones que hoy rolean, pero siempre con el mismo espíritu que nos vio nacer: Construir juntos la historia más grande jamás contada. Da igual si acabas de llegar o llevas una vida; si te quedas o te vas: Gracias por hacer de este foro un lugar mejor.
Dark Dome City fue fundada por gente amante de la tecnología. Se construyeron enormes rascacielos y edificios que la distinguen de otras ciudades de Grand Line. Es también conocida por ser ''La ciudad que nunca amanece'', ya que en este paraíso cosmopolita nunca se hace de día. Sus habitantes son personas independientes y bastante cerradas, acostumbradas a la falta de luz natural.
■ Regiones: Toda la isla está muy urbanizada, salvando un pequeño parque en el extrarradio de la ciudad desde el que se pueden ver tranquilamente los rascacielos. Suele estar lleno de turistas, dado que los habitantes rara vez pasean por allí. La ciudad en sí está partida a la mitad por un río de ancho caudal que está poblado de grandes puentes en diferentes puntos.
■ Flora y fauna: El gran nivel de urbanización ha acabado con casi toda la flora de la ciudad, salvando algunos árboles frutales y unas pocas especies de flores que sobreviven sobre todo en el parque del extrarradio. En la ciudad abundan las malas hierbas, al igual que los gatos callejeros, las ratas, los cuervos y otros animales acostumbrados a vivir entre la oscuridad y la basura, exceptuando la ocasional mascota de un habitante.
■ Lugares de interés: En la ciudad que nunca amanece el nivel de delincuencia es bastante alto y existen varias mafias que se disputan la ciudad para conseguir los mejores beneficios. Los habitantes habituales saben evitar los barrios más peligrosos y se mantienen en aquellos dedicados al comercio y al trabajo.
El pequeño parque del extrarradio se llama el Parque de la Camelia, en honor al último árbol de Camelias de la isla. Para paliar la falta de luz natural, está día y noche iluminado con varias farolas creadas específicamente para mantenerlo con vida. En realidad, los entendidos saben que el árbol ni siquiera es propio de la isla; alguien lo trajo y los habitantes le cogieron suficiente cariño como para cuidarlo.
Es posible distinguir varios distritos en la ciudad, siendo los más llamativos el Distrito de Fábricas y el Distrito Comercial. El primero está alejado de los rascacielos, tiene unas condiciones sanitarias y económicas pésimas y está plagado de gente pobre hacinada en fábricas y cadenas de montaje. El segundo se concentra en los edificios más desarrollados y está lleno de tiendas y grandes empresas, además de negocios de entretenimiento para los turistas. Son como el día y la noche, pero también las dos partes de un mismo engranaje ya que el distrito comercial no funcionaría sin el distrito de fábricas.
■ Algunos habitantes: La gran empresa de Kolvenik Inc. es propiedad de los dos hermanos Kolvenik. Desde hace años controlan gran parte del mercado farmacéutico de la isla, así como el mercado de cocaína y heroína que se gestiona de forma menos oficial en los callejones. Son ricos, pretenciosos y adictos al trabajo. Se preocupan solo de sus negocios y su red de contactos es tal que conforman una de las tres grandes mafias de la isla.
Los segundos en la lista son el Clan Volkovich. Manejan todo lo que tiene que ver con animales, esclavos y mercancía viva. Tienen ciertos acuerdos con Kolvenik en cuanto a venta de venenos y otras sustancias orgánicas, por lo que la tregua les asegura un tercio del territorio de la isla. El cabecilla, Antoin Volkovich, es un hombre avaro y muy ambicioso que solo se ha mantenido en su puesto porque sus consejeros son bastante más prudentes que él y, al menos de momento, suele escucharlos.
La tercera mafia que controla la isla es desconocida. No hay ni un murmullo, ni un apellido, nada. Todo lo que se conoce son las consecuencias de su control; las armas con el símbolo de la camelia llenan las calles y empeoran los crímenes día a día. A día de hoy, nadie ha podido controlarlos.