CONOCIENDO AL HORROR (ROL SOCIAL - VANKO / SOWON)

El hecho de encontrarse en unas condiciones tan inusuales era algo digno de una telenovela, sin embargo, la mujer confiaba en que todo ese problema llegase pronto a un buen final. Movió sus manos por el lienzo tomando las medidas que llegaría a usar como referencia para la creación de una katana clásica, el tema de la resistencia ya era tema del tratamiento del metal.

—Fue una agradable sorpresa, no muchos llegan a este lugar en base a rumores pero buscaba mejorar mis capacidades y nada meejor que trabajar para hacerlo. En cuanto al arma he terminado de definir las medidas iniciales, al ser un arma diseñada para cortar no debería haber mucho problema en encontrar un tratamiento indicado para lograr lo que buscas al poder jugar un poco con su curvatura.—

Entre tanto parloteo y deliberaciones finalmente la cosa se había calmado bastante y eso significaba que solo se debían ultimar detalles, el proceso de selección que Vanko propuso era el mismo que había usado con ella. Dudaba que Prometeo pudiese ver o sentir más que una leve impresión, casi suelta una carcajada al verlo con los ojos cerrados intentando elegir al azar pero finalmente se decidió por una mena en concreto. La herrera se dispuso a mirar la misma para responder la duda del hombre, el tiempo, sonrió con gran entusiasmo a la hora de tener que iniciar la fundición.

—Todo depende de como se comporte, primero deberé limpiarlo y luego comenzar a fundirlo hasta tener el metal puro que irá en el molde. Supongo que tardaremos una noche o un poco más teniendo en cuenta el pequeño imprevisto, pero le aseguro que si tardamos un poco más será por el hecho de dotar el arma de una mejor calidad. Esta no será un arma más después de todo.—

Suspiró mientras iniciaba con el proceso de limpieza, volteando su mirada esta vez a Vanko. Hace unos días hubiera desestimado su propuesta, pero tras llevar un poco de convivencia se había adaptado a que su presencia no le fuese un incordio. El hecho de poder trabajar juntos para evitarse problemas no sonaba tan mal en su cabeza y eso que renegaba del trabajo en equipo si ella no se sentía en control.

—Lo agradezco, a lo mejor podemos hacerlo funcionar, cuando comience el proceso de fundición para moldear mucho mejor el metal y que no se pierda mucho material sus habilidades me serán de utilidad. También en el momento del templado, no queremos ser envueltos en fuego y presiento que este arma puede llegar a ser un poco caprichosa.—

Respondió siguiendo con la limpieza de la mena, un trabajo arduo y que llevaba su tiempo para eliminar toda impureza antes de la fundición. Estuvo metida en la tarea un par de minutos, hasta que finalmente llegó el momento, movió con las pinzas el metal lentamente al horno y se sentó a observar. Ya le pediría la intervención al herrero cuando el metal adquiriese ese color anaranjado.