Helado-chan
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Nocturne93 Vs Genji
Impel Down: Impel Down es la prisión de máxima seguridad de La Marina, una gran torre sumergida, cuya estructura se asienta en la parte inferior del fondo del mar. Debido a que está construida en el Calm Belt, toda la estructura está constantemente rodeado de gigantescos Reyes del Mar nadando debajo del agua. Junto con estas bestias, la cárcel es custodiada por una fuerza de la marina de guerra.
Turnos: Nocturne93 - Genji - Nocturne93 - Genji...
Moderadores: Ryusen & Elizabeth
*Se le salta el turno al que pasadas 48 horas no haya posteado.
*Ambos lucharán al mismo nivel, siendo este el del user con mayor nivel.
*Las mejoras del personaje son las mismas, siendo modificado solo las profesiones y el rukushiki si se es del CP.
*Se emplea el rol de la vieja escuela, nada de nomenclaturas.
*El ganador será decidido por derrota del adversario.
*Si gana Nocturne se lleva 500 de exp.
*Si gana Genji se lleva 1000 de exp.
*Si Genji pierde, Nocturne considerará si se merece 1500 de exp.
Nocturne93
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Mi corazón latía con presteza mientras recorría a una velocidad de 200Km/h los corredores del primer piso de la gran prisión de Impel Down. Detrás de mi el vice-alcaide, a quien trataba de burlar. No deseaba verme inmerso en una batalla que no me correspondía.
¿Mis motivos para hallarme en impel Down? Una trampa. Me tendieron una trampa, al parecer éste maldito de Luchs sabía ingeniarselas para hacerme la vida imposible, no obstante él nunca se presentaba cuando me hacía acudir a un lugar como éstos. Tal vez su cobardía era más elevada que su ego o su rango en la marina.
Pero no le iba a perdonar ésta vez. A partir de ahora no permitiría que me volviese a engañar con la misma artimaña. Mis sentimientos hacia aquella persona habían sido finalmente desvelados y ya eran conocidos por grandes enemigos míos, tales como los almirantes de la marina y tal vez algún shichibukai. Pero ya no iba a dejarme engañar más.
Realmente se me había comunicado que mi amada había sido capturada y acusada de ocultar a un fugitivo y renegado del gobierno mundial, por lo que había sido apresada en una de las jaulas de Impel Down, en el primer nivel. No era una información real. Había registrado cada una de las celdas, todos los presos me gritaban para que les liberase, mas no pensaba hacerlo de buenas a primeras, tan solo si me veía rodeado, entonces si que les liberaría para ayudarme a escapar de allí.
Dejé de correr, respiré hondo con el rostro enfurecido. No quería seguir huyendo, quería desatar mi furia en contra de algo o alguien. Acumulé fuerzas en mi puño derecho mientras apretaba los dientes. Apretaba con tanta fuerza y tenía tal odio dentro de mi ser que mis brazos y cabeza temblaban de la presión que la ira estaba acumulando en mis venas. Debía reprimirme... O librerarlo.
No me lo pensé dos veces, realmente ni siquiera traté de pensarlo, tan solo quería liberarme de aquella carga. Mientras lanzaba un fuerte grito encogí mis codos, llevé el derecho hacia atrás y comencé a doblar mi cadera hacia adelante a la vez que separaba y flexionaba ligeramente mis piernas. Aquello desencadenó en un soberano puñetazo contra el suelo que causó una gran grieta en el terreno, no obstante aquella estructura era demasiado gruesa y fortificada como para poder siquiera dañarla lo suficiente para hacer un agujero.
Respiré aliviado, todavía me hallaba furioso pero en ésta ocasión ya no temblaba ni sentía la tentación de aniquilar a todos aquellos que me gritaban desde las celdas. Comencé a caminar con calma y parsimonia para dirigirme a la salida.
¿Mis motivos para hallarme en impel Down? Una trampa. Me tendieron una trampa, al parecer éste maldito de Luchs sabía ingeniarselas para hacerme la vida imposible, no obstante él nunca se presentaba cuando me hacía acudir a un lugar como éstos. Tal vez su cobardía era más elevada que su ego o su rango en la marina.
Pero no le iba a perdonar ésta vez. A partir de ahora no permitiría que me volviese a engañar con la misma artimaña. Mis sentimientos hacia aquella persona habían sido finalmente desvelados y ya eran conocidos por grandes enemigos míos, tales como los almirantes de la marina y tal vez algún shichibukai. Pero ya no iba a dejarme engañar más.
Realmente se me había comunicado que mi amada había sido capturada y acusada de ocultar a un fugitivo y renegado del gobierno mundial, por lo que había sido apresada en una de las jaulas de Impel Down, en el primer nivel. No era una información real. Había registrado cada una de las celdas, todos los presos me gritaban para que les liberase, mas no pensaba hacerlo de buenas a primeras, tan solo si me veía rodeado, entonces si que les liberaría para ayudarme a escapar de allí.
Dejé de correr, respiré hondo con el rostro enfurecido. No quería seguir huyendo, quería desatar mi furia en contra de algo o alguien. Acumulé fuerzas en mi puño derecho mientras apretaba los dientes. Apretaba con tanta fuerza y tenía tal odio dentro de mi ser que mis brazos y cabeza temblaban de la presión que la ira estaba acumulando en mis venas. Debía reprimirme... O librerarlo.
No me lo pensé dos veces, realmente ni siquiera traté de pensarlo, tan solo quería liberarme de aquella carga. Mientras lanzaba un fuerte grito encogí mis codos, llevé el derecho hacia atrás y comencé a doblar mi cadera hacia adelante a la vez que separaba y flexionaba ligeramente mis piernas. Aquello desencadenó en un soberano puñetazo contra el suelo que causó una gran grieta en el terreno, no obstante aquella estructura era demasiado gruesa y fortificada como para poder siquiera dañarla lo suficiente para hacer un agujero.
Respiré aliviado, todavía me hallaba furioso pero en ésta ocasión ya no temblaba ni sentía la tentación de aniquilar a todos aquellos que me gritaban desde las celdas. Comencé a caminar con calma y parsimonia para dirigirme a la salida.
Genji
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-Doce horas antes de la llegada a Impel Down-
Recostado en un lado del pequeño bote que nos encontramos abandonado mi perro y yo en una pequeña cala de rocas a unos diez kilómetros de nuestra posición miraba el cielo perezoso, con sueño y sobre todo con hambre. Mis tripas rugían sin descanso en conjunto a las de mi chucho, formando una estrepitosa melodía digna de ser escuchada.
Con cara de pocos amigos miré de reojo a mi perro, que estaba tirado en medio del bote, y le empujé con el pie.
-Puto perro... ¿podrías no hacer ruido?
El can, que daba la sensación de que estuviera moribundo, reaccionó orinándome en la pierna.
-Joder... ya es la quinta vez hoy que me orinas en las vendas perro estúpido.
Fueron pasando las horas, lentas y pesadas. De vez en cuando le hablaba a mi perro y le contaba historias... me estaba empezando a volver loco, cuando de repente algo milagroso pasó. Mi bote fue rodeado por cuatro buques de la marina.
-¡Mira por donde viene la caballería!
Los marines fueron saliendo a la cubierta de sus respectivos buques y me apuntaron con sus rifles.
-Identifíquese, se está acercando a Impel Down
Me levanté de un salto y con las dos manos en la tripa les dije.
-Mi nombre es Genji, Genji Ina y mato cualquier cosa por dinero.
Parece ser que eso les llamó la atención, porque en un abrir y cerrar de ojos y sin pronunciar ni media palabra bajaron dos marineros y me subieron a uno de los buques para llevarme a Impel Down.
-Impel Down. Dos horas antes de la llegada de Azumi.-
Me encontraba en el despacho de lo que parecía ser el dirigente de aquella prisión. Era espacioso y ordenado, habían grandes estanterías repletas de libros que tapaban las paredes por completo, en el suelo se extendía una gran moqueta de color rojo con adornos dorados que daba al lugar un aspecto muy... elegante.
En el centro del despacho, encima del escritorio había una carta.
''Para el vagabundo.''
Frunciendo el ceño destrocé el sobre y tirando los papeles al suelo me dispuse a leer la carta que había dentro.
El trato me parecía justo pese a que me llamara vagabundo. Así que al salir por la puerta del despacho le lancé el papel al guardia y le dije.
-Acepto.
-Impel Down. Azumi ya está dentro.-
Estaba escondido entre las sombras con una katana desenfundada en mi mano derecha y podía ver claramente a mi presa.
Azumi empezó a flexionar su cuerpo y se dispuso a pegar un puñetazo al suelo, cosa que aproveché para atacar. Cuando estaba con el puño en el suelo le lancé la katana por la espalda con una gran fuerza y transformándome en un híbrido de hiena me abalancé hacia él por la retaguardia, con la intención de abrazarle y empezar a ejercer presión sobre su cuerpo y morderle el cuello hasta partirselo y ahogarle.
Al mismo tiempo con la cola le iría agarrando las piernas para intentar tirarlo al suelo.
Recostado en un lado del pequeño bote que nos encontramos abandonado mi perro y yo en una pequeña cala de rocas a unos diez kilómetros de nuestra posición miraba el cielo perezoso, con sueño y sobre todo con hambre. Mis tripas rugían sin descanso en conjunto a las de mi chucho, formando una estrepitosa melodía digna de ser escuchada.
Con cara de pocos amigos miré de reojo a mi perro, que estaba tirado en medio del bote, y le empujé con el pie.
-Puto perro... ¿podrías no hacer ruido?
El can, que daba la sensación de que estuviera moribundo, reaccionó orinándome en la pierna.
-Joder... ya es la quinta vez hoy que me orinas en las vendas perro estúpido.
Fueron pasando las horas, lentas y pesadas. De vez en cuando le hablaba a mi perro y le contaba historias... me estaba empezando a volver loco, cuando de repente algo milagroso pasó. Mi bote fue rodeado por cuatro buques de la marina.
-¡Mira por donde viene la caballería!
Los marines fueron saliendo a la cubierta de sus respectivos buques y me apuntaron con sus rifles.
-Identifíquese, se está acercando a Impel Down
Me levanté de un salto y con las dos manos en la tripa les dije.
-Mi nombre es Genji, Genji Ina y mato cualquier cosa por dinero.
Parece ser que eso les llamó la atención, porque en un abrir y cerrar de ojos y sin pronunciar ni media palabra bajaron dos marineros y me subieron a uno de los buques para llevarme a Impel Down.
-Impel Down. Dos horas antes de la llegada de Azumi.-
Me encontraba en el despacho de lo que parecía ser el dirigente de aquella prisión. Era espacioso y ordenado, habían grandes estanterías repletas de libros que tapaban las paredes por completo, en el suelo se extendía una gran moqueta de color rojo con adornos dorados que daba al lugar un aspecto muy... elegante.
En el centro del despacho, encima del escritorio había una carta.
''Para el vagabundo.''
Frunciendo el ceño destrocé el sobre y tirando los papeles al suelo me dispuse a leer la carta que había dentro.
- Carta:
- Al valiente mendigo que mata por dinero le proponemos un trato. Si das caza a Azumi Kento, a parte de llevarte el precio por su cabeza podrás comer todo cuanto deses.
Le hemos tendido una trampa, en dos horas aparecerá por aquí. Búscalo y dale caza, aquí tienes su Wanted.
El trato me parecía justo pese a que me llamara vagabundo. Así que al salir por la puerta del despacho le lancé el papel al guardia y le dije.
-Acepto.
-Impel Down. Azumi ya está dentro.-
Estaba escondido entre las sombras con una katana desenfundada en mi mano derecha y podía ver claramente a mi presa.
Azumi empezó a flexionar su cuerpo y se dispuso a pegar un puñetazo al suelo, cosa que aproveché para atacar. Cuando estaba con el puño en el suelo le lancé la katana por la espalda con una gran fuerza y transformándome en un híbrido de hiena me abalancé hacia él por la retaguardia, con la intención de abrazarle y empezar a ejercer presión sobre su cuerpo y morderle el cuello hasta partirselo y ahogarle.
Al mismo tiempo con la cola le iría agarrando las piernas para intentar tirarlo al suelo.
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Conforme golpeaba al suelo sentía algo pasar a gran velocidad sobre mi espalda, apenas rozándome, lo sentí por la brisa que generó al pasar tan cercano a mí. Descargaba mi furia contra el suelo, pero mi ira no se descargaba del todo, y mientras me levantaba activaba mi tekkai, fortaleciendo mi cuerpo, y activaba mi Bushoushoku haki para hacer un contraataque instantáneo en averiguar la posición exacta de mi atacante, no pensaba andarme con chiquitas.
De pronto algo se aferró a mi espalda, notaba que sus extrañas extremidades, al parecer no humanas, se aferraban a mi cuerpo y apretaban, justo cuando me disponía a lanzar un codazo sentí una gran presión en mi cuello, no me causaba un gran dolor gracias a mi iniciativa de utilizar el tekkai, no obstante parecía ser que aquél tipo era poderoso, pues aun así lograba causarme molestias. El morro de la bestia sobresalía por la derecha de mi hombro, por lo que me dispuse a hacerle la cirugía estática de un puñetazo en todo el morro.
Sentí algo por mis pies, pero gracias a mi tekkai tan solo fue como un golpe, ya que no conseguía hacer que mi cuerpo se moviese lo más mínimo. Por lo cual mi puño iba cargando a 250 Km/h hacia la parte superior de mi hombro, posición que alcanzaría en cuestión de instantes por la brevedad de espacio a recorrer.
Le diese o no, cogería y giraría mi cuerpo con una gran velocidad, dando cinco vueltas. Por el movimiento se generaría una fuerza centrífuga que tendería a que el ser a mi espalda sintiese ser repelido hacia el exterior, entonces aprovecharía el mas mínimo indício de soltar una de sus extremidades para sujetarla y estirar fuertemente, soltándole de mi cuerpo y estampándole contra una de las paredes con rejas a una fuerza de 250Km/h también.
Mantendría mi tekkai kenpo y el bushoushoku haki latente, aguardando a observar el estado de mi rival, el cual me había enfurecido nuevamente. Si lo que quería era guerra, la tendría.
- Apártate de mi camino.
De pronto algo se aferró a mi espalda, notaba que sus extrañas extremidades, al parecer no humanas, se aferraban a mi cuerpo y apretaban, justo cuando me disponía a lanzar un codazo sentí una gran presión en mi cuello, no me causaba un gran dolor gracias a mi iniciativa de utilizar el tekkai, no obstante parecía ser que aquél tipo era poderoso, pues aun así lograba causarme molestias. El morro de la bestia sobresalía por la derecha de mi hombro, por lo que me dispuse a hacerle la cirugía estática de un puñetazo en todo el morro.
Sentí algo por mis pies, pero gracias a mi tekkai tan solo fue como un golpe, ya que no conseguía hacer que mi cuerpo se moviese lo más mínimo. Por lo cual mi puño iba cargando a 250 Km/h hacia la parte superior de mi hombro, posición que alcanzaría en cuestión de instantes por la brevedad de espacio a recorrer.
Le diese o no, cogería y giraría mi cuerpo con una gran velocidad, dando cinco vueltas. Por el movimiento se generaría una fuerza centrífuga que tendería a que el ser a mi espalda sintiese ser repelido hacia el exterior, entonces aprovecharía el mas mínimo indício de soltar una de sus extremidades para sujetarla y estirar fuertemente, soltándole de mi cuerpo y estampándole contra una de las paredes con rejas a una fuerza de 250Km/h también.
Hitto kaiten [Ataque con bushoushoku haki y tekkai kenpo]
Mantendría mi tekkai kenpo y el bushoushoku haki latente, aguardando a observar el estado de mi rival, el cual me había enfurecido nuevamente. Si lo que quería era guerra, la tendría.
- Apártate de mi camino.
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Aquél tipo fue estampado sin remedio alguno contra una de las rejas, donde se le clavarían los hierros de la celda, aquél tipo tal vez sería de aquellos que no se rinden tan fácilmente, por lo que corrí con un soru y mientras estaba estampado le aticé un puñetazo en el pecho, un puñetazo envuelto en bushoushoku haki y con el tekkai kenpo.
Aquél puñetazo dirigido directamente al centro del cuerpo haría que su caja torácica reventase contra los barrotes, algo que le dejaría inconsciente por el dolor si no al borde de la muerte. No podía permitirme perder más tiempo en aquél lugar, debía de salir ileso de allí, y parecía que solo había un camino, luchar.
Sin siquiera preocuparme por el estado de aquél tipo continué mi camino tranquilamente, a mi alrededor, en un radio de 3 metros se originó un campo eléctrico creado por mi compañero Raijuu, preparado para proporcionarme defensa ante cualquier ser o cosa que se aproximase directamente. En mis ojos había una mirada sombría.
Aquél puñetazo dirigido directamente al centro del cuerpo haría que su caja torácica reventase contra los barrotes, algo que le dejaría inconsciente por el dolor si no al borde de la muerte. No podía permitirme perder más tiempo en aquél lugar, debía de salir ileso de allí, y parecía que solo había un camino, luchar.
Suki [Ataque con bushoushoku haki y tekkai kenpo]
Sin siquiera preocuparme por el estado de aquél tipo continué mi camino tranquilamente, a mi alrededor, en un radio de 3 metros se originó un campo eléctrico creado por mi compañero Raijuu, preparado para proporcionarme defensa ante cualquier ser o cosa que se aproximase directamente. En mis ojos había una mirada sombría.
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El puñetazo contra aquél tipo había impactado con éxito, su caja torácica estaría destruída y sus órganos internos dañados, si no estaba ya muerto lo estaría en poco tiempo, ahora tan solo avanzaba con cautela por el primer nivel de impel down, muy cerca a la salida.
Había varios guardias que se me aproximaban y trataban de detenerme, no obstante en cuanto se aproximaban demasiado una descarga eléctrica los dejaba fulminados. Ante vistas ajenas debía de resultar aterrador mi imagen envuelta en electricidad acercándose con lentitud y derrotando a todos cuantos se acercaban sin siquiera mover un solo dedo.
Me hallaba próximo a la salida, un disparo sonó y un golpe me impactó en el antebrazo derecho, observé hacia adelante y había un marine con gafas de sol y un rifle echando humo apuntándome directamente. No me detuve un solo instante, mas alcé mi mano con tranquilidad y de el dial de espinas salieron tres espinas conforme mi brazo ascendía, espinas que sumándole el efecto de mi akuma no mi eran peores que balas. Una de ellas le atravesó el corazón, otra la garganta y otra la frente. Las tres espinas salieron por detrás de su cuerpo astilladas, la de la cabeza no consiguió atravesar la parte trasera del cráneo y se quedó alojada en el interior del mismo. El tipo cayó hacia atrás.
Estaba ya muy próximo a la salida y no había nadie que me impidiese salir de allí. Había conseguido escapar derrotando a todos cuantos me habían aparecido por delante.
Había varios guardias que se me aproximaban y trataban de detenerme, no obstante en cuanto se aproximaban demasiado una descarga eléctrica los dejaba fulminados. Ante vistas ajenas debía de resultar aterrador mi imagen envuelta en electricidad acercándose con lentitud y derrotando a todos cuantos se acercaban sin siquiera mover un solo dedo.
Me hallaba próximo a la salida, un disparo sonó y un golpe me impactó en el antebrazo derecho, observé hacia adelante y había un marine con gafas de sol y un rifle echando humo apuntándome directamente. No me detuve un solo instante, mas alcé mi mano con tranquilidad y de el dial de espinas salieron tres espinas conforme mi brazo ascendía, espinas que sumándole el efecto de mi akuma no mi eran peores que balas. Una de ellas le atravesó el corazón, otra la garganta y otra la frente. Las tres espinas salieron por detrás de su cuerpo astilladas, la de la cabeza no consiguió atravesar la parte trasera del cráneo y se quedó alojada en el interior del mismo. El tipo cayó hacia atrás.
Estaba ya muy próximo a la salida y no había nadie que me impidiese salir de allí. Había conseguido escapar derrotando a todos cuantos me habían aparecido por delante.
Johny Lorenz
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Ganador: NOCTURNE93.
Según las bases del reto, Nocturne93 a ganado 500 de experiencia, y Genji, nada.
Enhorabuena por el combate, y más suerte para la proxima vez.
Según las bases del reto, Nocturne93 a ganado 500 de experiencia, y Genji, nada.
Enhorabuena por el combate, y más suerte para la proxima vez.
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