[Capitulo 4]La isla de los Condenados

El sol me daba lleno en la cara. Molesta, abrí los ojos con el brazo delante y miré a mi alrededor para ver que estaban haciendo los otros dos. Supuse que no estarían haciendo gran cosa, a parte de beber no se me ocurría nada que se pudiera hacer en el barco para pasar el rato.
No había ni rastro del capitán, seguramente estaría en su camarote, y el gigante estaba apoyado en la barandilla. No tenía nada que hacer así que me levanté y me acerqué a él. Tenía la mirada fija, no se despegaba del mar.
-¿Qué estás mirando?- le pregunté dándole un codazo en la pierna por si no se había percatado de mi presencia.

''Maldita resaca''... esas dos palabras fueron las primeras que se me pasaron por la cabeza justo al despertarme, hacía sol... como siempre, lo gracioso era que no sabía ni donde estaba en ese mismo momento. Estábamos totalmente perdidos, como de costumbre.
Me puse en pié haciendo que el barco se tambalease... como siempre... de nuevo, era todo muy monótono, ¿verdad? Para romper esa monotonía decidí no beber nada más despertarme, para poder ver así un poco más claro el horizonte. Me puse las manos justo encima de mis cejas para tapar mis ojos de la luz del astro y miré hacia la línea que marca el horizonte.
-Ni una isla. Murmuré después de soltar un leve y triste suspiro.
Nos faltaban provisiones, tenía hambre, no estaba borracho y estaba harto de comer pescado crudo... el capitán nunca cocinó bien. Entonces me apoyé en la barandilla del barco, medio tumbado... estaba cansado, de mal humor y con una gran resaca.
Pasó el tiempo y apareció la niña de las flores, se acercó a mi y me pegó un codazo en la pierna, ''¿Qué estás mirando?'' me dijo.
-¿No es obvio? Nada más decir eso se hizo un breve silencio, cuando pasó ese momento continué hablando. -El mar pequeña marinera de agua dulce, el largo y ancho mar... espera ¿has visto esa sombra? ¡Está justo debajo de nuestro barco! ¡Podría hundirme con todo mi ron! Ahora vengo.
Entonces me quité los zapatos y mi ''turbante'' y me lancé al mar, persiguiendo a esa sombra.

Media hora después de empezar a remar llegamos a una marisma donde pude percibir una imagen casi humana allí cerca. Sin embargo había algo que no me gustaba en aquella figura y quería averiguar qué era antes de que fuese tarde. Para tal misión mi compañero Tavuk era el idóneo por lo que decidí pedirle ayuda.

Me bajé del bote y esperé a que mi compañero hiciese lo mismo, ya que teníamos que poner el bote de forma que la marea no se lo llevase. Mientras tanto volví a observar la figura que estaba allí parada como si nos estuviese esperando y le dije a Tavuk

Tavuk, ¿podrías averiguar quién o qué es esa figura de ahí adelante?

Cuando Talon bajo al bote se situó el ante los remos y comenzó a remar haciéndome gracia su ansia por llegar. Me pregunto algo a lo cual le conteste.

"Creo que encontraremos algún objeto que la dama de la justicia dejo ahí para nosotros, para inclinar su balanza en este momento a nuestro lado para conseguir equilibrar todo de nuevo."

Mire un momento a la isla y vi su aspecto, no parecía ser unas tierras malignas que pudieran hacernos daño solo pisándolas. De repente me pregunto de nuevo Talon a lo cual le respondí.

"Seguro que era para que ningún injusto llegara a este lugar, pues si te ciega es por algo, pero es como nuestra base, no se ve con los ojos, si no con tu corazón, jejeje"

Cuando termine de responder a sus preguntas, encallamos la barca en la marisma y desembarcamos, mire al frente esperando vislumbrar el camino que nos esperaba.

Le di la not a a mi capitan en cuanto la cogi . Le explique un poco por encima mas o menos lo que tenia escrito y mi capiutan parecio dejar una sonrisa en su cara y depues se fue hacia su camarote.
Tuve que esperar un buen rato hasta que salio de alli diciendo:
-Bien, ¡quiero que pongamos rumbo hacia la isla más cercana, la letra parece reciente por lo que posiblemente aún podamos encontrar a ese tipo vivo, y así saber más sobre esa isla! ¡Además al ser reciente nos da información sobre la localización de la isla, está cerca! ¡Preparados todos, posiblemente esto sea peligroso, así que os quiero a todos bien atentos!-

Por lo que rapidamente me puse a los mandos del barco para hacerlo navegar hacia la dirreccion de las isla mas proxima hacia nuestra posicion, lo cual no seria una tarea muy dificil pues el oleaje era bastante serenos y no nos ocasionaria ningun problema.
El viaje se me hizo muy cortito pero era algo normal, la botella salio de una isla cercana y claro no se tardo mucho en llegar.Cuando ya estuvimos cerca pude ver una silueta rodeada de grandes nubes bastante extrañas.

-Pues parece que nos va a hacer mal tiempecito jejeje bueno no pasa nada parece ser que esa es la isla, vamos rumbo para allí.

Tras mirar a aquel ser intente penetrar en su mente según le hablaba.

" Buen dia tenga señor, ¿Nos podría decir donde nos encontramos? Hemos venido en busca una ayuda y llevamos tiempo preguntando en otros lares, pero esperamos que este sea el correcto. Por cierto ¿ Como os llamáis apolíneo amigo?"

No tenia muchas esperanzas a que me contestara, pero aun así le trate cortesmente por si las moscas. Mire a Talon y sonriendo comente de nuevo a la cosa esa con forma humana que no se movía ni un ápice.

"Bueno si necesitáis algo o nos podéis ayudar gracias os doy y ayuda os debo, si no es así nosotros seguimos con nuestro camino"

Aun así estaba penetrando mentalmente a ver que podía sacar de tal ser, mientras seguía hacia delante junto a Talon, al que le susurre.

"Estate atento por si ves que nos sigue o hace algo extraño chico"

En vista de que ambos pasaban de mi y que Azumi por lo visto se estaba ocupando aún del Capitan pirata, decidí adentrarme en la isla en busca del tesoro, justo enfrente mía se alzaba un amplio bosque en el cual se pidía apreciar un camino medio desdibujado, aquel camino tendra que llevar a algun lugar, asique decidí seguirlo.

Durante una media hora estuve anduviendo el angosto camino...

¿Donde está esa jodida sombra? ¿Como la he podido perder de vista tan fácilmente? Salí del agua, con cara de muy mal humor, me agarré al barco y subí con un poco de cuidado, no quería hundirlo. Una vez en este, yo estando de pié, miré a la señorita Jane y dije. -Esa sombra era veloz como un rayo... nunca he visto algo igual de rápido. Por lo que he podido deducir se ha dirigido hacia el norte, todo recto... creo. No estaría mal que fuéramos en esa dirección, total, no tenemos otra cosa que hacer.

Entonces me percaté de que nuestro barco era especialmente lento, ya que yo siempre estaba montado en él, así que decidí coger mi amada ancla y lanzarme al mar con ella. Me sumergí en el océano, justo enfrente del casco del barco. Rodeé con la gigantesca cadena que estaba atada a mi ancla el viejo casco, y colocándome en la parte delantera de este, agarré con mis dos manos el ancla y empecé a nadar muy veloz. El barco crujía entero, parecía que se iba a romper, pero yo sabía que aguantaría. Nos empezamos a dirigir al norte, la dirección que tomó la sombra... a saber si nos encontraríamos con alguna isla, marisma o algo de comida.

Me era imposible manejar el barco y las olas eran cada vez peor por culpa del viento, Nathan intento elevar el barco paro no lo logro, luego de esto pasaron unos minutos y tomo un bote auxiliar el cual utilizo para llegar a la isla, yo en cambio me negué a perder el barco, lo iba a anclar como fuese.

Continuaba en mi afán por no dejar al barco en medio de aquel terrible mar, cuando de repente un extraño hombre se acerco a mí y a una especie de Nathan de nitrógeno y nos propuso llegar volando asía la isla, no podía contestarle debido a lo concentrada que me encontraba para no perder el control del barco, cuando tenía un control un poco más estable me di vuelta para contestarle pero ya se había ido -Maldita sea, tengo que tratar de no perder el barco- me dije mientras giraba el timón para intentar maniobrar el barco y que este no se desviara nuevamente.

Tome un tiempo para mirar cuan cerca estaba de la orilla y me di cuenta que ya era suficiente para usar un bote auxiliar, rápidamente solté el timón y en mi forma hibrida para no perder mucho tiempo llegue hasta el ancla para soltarla, terminado eso baje y utilice un bote auxiliar para llegar a la orilla, una vez allí vi a mi nakama Nathan el cual se encontraba en mi espera en la orilla, me baje del bote con el pelo y parte de mi ropa mojadas -Ya era hora de que llegáramos- le dije con una sonrisa de cansancio a Nathan, luego mire al extraño que me había ofrecido su ayuda y le dije -ehh perdón por no contestarte antes, pero no nos vendría mal un poco de ayuda, soy Shaky y el Nathan aunque creo que eso ya lo sabes, somos marines.

Tras llegar a aquella marisma mi compañero entabló una conversación mental con aquella figura y mientras avanzábamos me dijo

"Estate atento por si ves que nos sigue o hace algo extraño chico"

Con eso en mente andaba con los cinco sentidos atentos por si ocurría algo raro, ya que no podía permitir que en mi primera misión hiriesen a un compañero o fracasásemos por mi culpa.

Mientras avanzábamos noté como si nos observaban pero la figura seguía inmóvil por lo que tenía que ser otra cosa la que me producía esa sensación. Tras un rato avanzando salimos de la marisma y se pudo observar como la vegetación era algo tenebrosa. Cuanto más nos acercábamos a la vegetación mayor era mi sensación por lo que deduje que allí había algo y así le hice saber a mi compañero.

Dormía. Roncaba agarrado de mi pene y de una botella de ron, tumbado desnudo, de lado, en el mugriento suelo del "León Marino", el imponente navío que yo tenía como todo mi tesoro. Esa vez soñé con una especie de... súper hombre de capa negra que era ayudado por un niño con antifaz, y vivían una aventura con automóviles y vacas rojas que reían.
El mundo dio una sacudida, a la que yo sobresaltéme y desperté.
-¿Qué carajos pasa aquí? -exclamé sin siquiera abrir mi ojo sano, apenas incorporándome.
Dejando mi órgano sexual flácido sobre mi vientre y la botella a un lado, balanceé mis brazos para poder sentarme erguido y estiréme. Me sobrecogió un bostezo.
-¡¡¡ ROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOARRRRRRRGH !!! -mi boca asemejóse a la de un león-. ¡Dromp! ¿Qué fechorías haces hoy, bergante mentecato? -grité a los cielos, ya enfurecido.

Tras vestirme con los primeros harapos con los que me topé (los de todos los días), salí a cubierta ajustándome el sable y el trabuco en el cinturón. Encontréme con Elizabeth junto a la barandilla, y carraspeé nervioso por un instante.
-¿Dónde está el gigante, señora Jane? -pregunté, acercando mis pasos a su figura y mirando a cada rincón del barco, no teniéndola muy en cuenta.
¡Tan ebrio estaba! ¡Tanto! Tanto que no me percaté en ningún momento de que las velas se sacudían feroces, que el agua salpicaba a babor y a estribor de manera bestial, que un chapoteo grandioso se abría paso en proa... Solo... me tambaleaba.

Me pareció que el muchacho no me había escuchado asique decidí ir a buscarlo, me di media vuelta y le dije a Nathan -Voy a buscar al muchacho porque no me parecería buena idea ir solo nosotros dos hacia adentro de la isla- terminado de decir esto me di media vuelta y salí en busca del muchacho.

No había ni comenzado a correr cuando un extraño ruido se escucho detrás mío, no podía ir en busca de otra persona si mi nakama estaba herido , asique me di vuelta nuevamente y para mi sorpresa lo único que había sucedido era que los botes habían desaparecido, me había detenido por completo la sorpresa de que nuestros botes desaparecieran me fue increíble y no supe que hacer por unos momentos hasta que por fin reaccione "Mejor voy a buscar al extraño, tal vez sepa algo de todo esto" dicho esto me di media vuelta y sin pensarlo otra vez fui a buscar a aquel extraño.

Unas cuantas sacudidas más, algún que otro salto del propio barco, y los crujidos de la madera, ¡díme entonces cuenta de que el barco estaba siendo conducido a la fuerza! ¡Tirado por el gigante! Corrí así a proa, y, subiéndome a la barandilla con ayuda de los nudos marinos, topéme con una escena que difícilmente puede verse en la vida. El gigante, Dromp Trulof, nuestro enorme navegante, tiraba de nuestro ancla con su nado titánico para darle velocidad al navío.
-¡Yaaaaahahahahahahar! ¡Te has ganado una maldita botella de ron! -como por arte de magia, entre las carcajadas asomadas por mi sonrisa de oreja a oreja, sonrisa fiera, saqué una del bolsillo trasero y se la tiré, desapareciendo ésta entre el magnífico y revoltoso oleaje que bramaba y surgía de sus brazadas y patadas y movimientos... ¡titaniquísimos!
Entre mis risotadas, atisbé por mi ojo bueno una fina e irregular línea oscura en el horizonte. ¡Era tierra! ¡Eran saqueos, fuegos, batallas y fiestas! Nosotros cabalgamos en la libertad que precedía a un tesoro.
-¡Avante tooooodo! -extendí mi mano siniestra mientras con la diestra sujetábame a los cabos. Y pensé-. Te tiraría otra botella, gigantón... -pícaro.

Tras el gran momento de gloria, ya en cubierta, fijada mi vista en la lejanía salpicada por la "Marea Dromp" -así la había bautizado yo-, desenfundé mi brújula defectuosa, la cual apuntaba siempre al sur. Pensé otro poco, solo un poco, pues ya me dolía la cabeza...
-¡Nos dirigimos al norte! -murmuré roncamente, con ilusión.
No tenía ni idea de que fuéramos hacia el este.

Mientras avanzábamos pasamos al lado de un riachuelo en el fondo del cual vi una sombra extraña, eché la vista atrás y la figura de la marisma había desaparecido, lo que me preocupaba ya que parecía no poder moverse en absoluto.

A parte había algo en aquella figura que no me gustaba nada y que me daba una muy mala sensación, como si de un presagio de muerte se tratase. Seguimos avanzando un poco más hasta llegar a otra parte de la isla donde se veían bastantes árboles entre los cuales se podría esconder diversos seres.

Atento a este dato seguí caminando junto a mi compañero Tavuk en dirección a los árboles, ya que por alguna razón estos me daban la impresión de que ocultaban algo y además parecían tener una corteza bastante resistente, la cual podría usar para crear objetos o reparar y mejorar el barco.

Aquel gigante debía estar loco ¿A quién se le ocurre lanzarse así al mar para conducir un barco? Me agarré a la barandilla para no caer, no estaba acostumbrada a ir en barco y mucho menos en uno tirado por un gigante.
Por otra parte, el capitán había salido de su camarote. En un principio estaba confuso, pero ahora parecía alegrarse de la acción de Dromp. Pero su alegría se debía también al avistamiento a lo lejos de una isla, hacia la cual nos dirigíamos. Hacía bastante que no pisaba tierra firme y ya estaba deseándolo, aunque estar en el barco tampoco estaba nada mal. Continué agarrada a la barandilla, esperando a que llegáramos a aquella isla.

Iba a toda velocidad, de vez en cuando sacaba la cabeza para tomar aire, pero mis pulmones eran muy grandes y podía aguantar mucho tiempo debajo del agua. Estaba decidido, tarde o temprano atraparía esa maldita sombra...hasta que pasó algo... justo enfrente de mi se alzaba un objeto monstruoso, titánico...no se si era más alto que yo pero tuve que desviar mi viaje ya que un choque a esa velocidad sería mortal. Ahora nos dirigíamos al este, aunque yo creía que era el oeste. Entonces saqué la cabeza de debajo del agua y grité: -¡CAPITÁN! ¡INICIANDO DESPEGUE!
Nada más decir eso paré de nadar, y de forma muy veloz me puse justo debajo del barco, con gran esfuerzo lo levanté, agarrándolo con mis dos manos.

-¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAARRRRRGGGGH MARINERITOS, PREPARAOS!!
Nada más gritar eso pegué un salto, alzándome unos 30 metros del mar, parecía que estuviéramos volando... no pude controlar el salto y nos dirigíamos a la playa, estábamos apunto de estrellarnos, pero pude frenar el golpe evitando que el barco se rompiera, caí de pié y todo el cuerpo me tembló, me hundí hasta los tobillos en la fina arena de la playa. Al final bajé el barco y lo dejé encallado en la playa.
Seguía estando sin zapatos, sin mi espada y sin mi pañuelo. Y entonces dije
-Ya hemos llegado, volando como pájaros.