Vìctor Kostalm [Ficha]

Características y maestrías:
• Fuerza – Rango 1 – Habilidad
• Resistencia – Rango 1 (+1) – Aguante
• Destreza – Rango 0 (+1) – Postura perfecta
• Agilidad – Rango 0 – Amortiguación
• Precisión – Rango 0 – Ojo de búho
• Velocidad – Rango 0 – Fondo

Maestría en Ámbitos :

Puntos de clase: 100/100

Nombre: Posición de la Piedra.

Ejecución: Los pilares de la Posición de la Piedra radican en la simpleza de ataques y movimientos que pretendan desestabilizar la guardia del contrincante hasta poder asestar el golpe definitivo, preservando un carácter conservador sin tomar riesgos en maniobras temerarias. Mediante un esquema mixto entre ataque y defensa, la Posición de la Piedra apunta por un escenario donde la templanza determine el rumbo de los acontecimientos en detrimento de la técnica o audacia. Es por ello que, en la práctica, debido a su naturaleza en gran medida tranquila, la Posición de la Piedra conduce a enfrentamientos de desgaste y luce desalentadora para sus practicantes más jóvenes. No obstante, la Posición de la Piedra en manos experimentadas que hayan dominado la parada, los tajos descendentes con diferentes magnitudes de fuerza según sea conveniente y el nerviosismo que pueda producir asumir deliberadamente semejante estilo de lucha en primer lugar, se convierte en un arma letal.

Postura básica: La postura básica de la Posición de la Piedra consiste en sostener la espada recta con ambos brazos completamente extendidos, la punta señalando hacia el cielo y las piernas ligeramente separadas.

Técnicas básicas:
• Ascendente: Flexionando sus piernas, el espadachín da un salto y levanta la hoja tras su cabeza, procediendo a ejecutar un tajo descendente sobre su objetivo, aprovechando que tiene a la gravedad de su parte.
• Transversal: Echa la hoja hacia un lado, girando su posición en la misma dirección. Posteriormente, emite un giro de 360° sobre su propio eje con el arma extendida al frente de forma horizontal.

Nombre del objeto: Errante.

Descripción:

Spoiler:

Propiedades del material: Dureza Especial y Tenacidad Especial.

Cualidades excepcionales: Poseyendo un tercio de su hoja dentada, mide alrededor de 1’00 m de longitud y un agarre de unos 11 cm. Más allá de eso, carece de cualidades ajenas a la calidad correspondiente.

En vista de que nos encontramos en un mundo donde las personas que superan los dos metros de altura son el estándar, es un adulto joven de estatura relativamente baja, midiendo únicamente un metro con ochenta centímetros. De finos pero rígidos rasgos, Víctor muestra un porte regio por naturaleza que encarna a una figura de autoridad predispuesta a hacer cumplir su voluntad y arremeter con toda su cólera a quien pretenda impedírselo. Dichos rasgos propios, o usualmente propios, de aquellos que ostentan el poder provocan que en muchas ocasiones miradas no deseadas se fijen en él. Víctor posee unos cortos rizos negros con algunos mechones blanquecinos producto de los vaivenes de la naturaleza. También tiene grandes ojos que transmiten amabilidad, cuyo iris es de color azul oscuro, como si una porción minúscula del océano estuviese contenida en ambas cuencas. Asimismo, el joven es de tez blanca sin tirar a la palidez culpa del efecto del sol en sí mismo. En último lugar, es de complexión atlética con una musculatura marcada.

Hablando de su vestimenta, Víctor no es propenso a cambiar de estilo a menudo. Es por ello que se ha esforzado en adquirir ropas alineadas con sus gustos e ideales. El uniforme de Víctor consiste en una camisa almidonada debajo de una túnica holgada color ónice con encajes de la forma de líneas azuladas surcando los brazos. Un chaleco ceñido al torso de franjas blancas y negras y un encaje color níveo a la altura del estómago. Tres correas de color marrón rodean individualmente su pecho, cintura y brazo izquierdo poco antes del codo, limitando las dimensiones de la vestimenta y confiriéndole maniobrabilidad. Además de servir como anclaje para potenciales herramientas, claro. Dos guantes recubren sus manos y antebrazos hasta la altura del codo, siendo el izquierdo liso en la totalidad de su diseño, mientras que el derecho está adornado por frenéticos encajes anaranjados. Cae sobre sus hombros una capa de cuello largo y abierto que termina en su cintura, sujeta al resto del conjunto por dos botones dorados en forma de tridente unidos por un lazo. El exterior de la capa es de un blanco inmaculado, mientras que el interior es del color de los mares. Respecto a las prendas inferiores, solo va ataviado con un pantalón de cuero negro y botas rematadas en pico.

En ocasiones, sin embargo, puede verse a Víctor vistiendo prendas menos presuntuosas, como camisas de marinero y pantalones curtidos atados a la cintura con nada menos que una cuerda.

Imagen referencial :

¿Quién o qué es Víctor Kostalm? Pocos habrán formulado esa pregunta a lo largo de la historia, puesto que en los mares abundan las respuestas fáciles a preguntas complejas. Víctor conserva un estado de serenidad que normalmente se reduce en la frivolidad con la que actúa frente a los acontecimientos de su entorno. Víctor es un adulto, sí, pero carece de experiencia en el mundo real y no ha tenido una oportunidad real de echar al fuego sus ideales. Aún no, al menos. Aunque una mente ávida de conocimiento alimentada por montones y más montones de libros no es suficiente para rellenar el hueco de la experiencia, no pretendo afirmar que Víctor sea un lerdo o un ingenuo ni mucho menos. Al fin y al cabo, las ideas del pragmatismo, ambición y beneficio propio han sido incrustadas desde su infancia en lo más profundo de su ser. Algo de lo que, quizá afortunadamente, jamás pueda deshacerse. Víctor tiene una mente veloz, suministradas de datos e información teórica junto a una naturaleza racional. Por ello, no tiende a aceptar por verídicas afirmaciones o ideas que no comprenda en su totalidad o que vea fallas en sus fundamentos, llevándolo a encarnizados enfrentamientos intelectuales para demostrar quién posee la razón. Sin embargo, no halla gusto o satisfacción en los debates de cualquier índole sin importar cuál sea el resultado. Estando ello cimentado en un profundo desagrado por la lógica y las gélidas conclusiones que esta conlleva. Tampoco me malinterpretes, ¿A quien no le gustan las sombrillas se negaría a usar una mientras llueve? No, entonces esa misma idea se aplica al comportamiento de Víctor; herramientas que desprecia, pero está obligado a usar. En cambio, Víctor siente un apego obsesivo por la justicia, proclamándola como el ideal más noble al que un mortal puede aspirar. El casi-albino cree con vehemencia ser un agente de la justicia y obrará bajo su manto siempre que pueda. Un fanático idealista que, en un mundo donde vicio y pecado preponderan yendo de la mano, pretende actuar alineado con la brújula de lo que es justo ya sea con las palabras o con la espada, exponiéndose a sí mismo como un modelo de virtud. Pese a ello, Víctor es plenamente consciente de sus limitaciones. Si debe tragarse el orgullo y permitir actos injustos, lo hará.

Víctor ha renegado de las convenciones sociales e ignora la formalidad propia de la clase alta de la sociedad, limitándose a ser lo más franco y directo que pueda. Asimismo, es un individuo prudente que vigila cada uno de sus pasos, en la búsqueda de seguidores no deseados, rozando algunas veces la paranoia. Y razones no le faltarán. Por otra parte, el casi-albino busca comprender todo lo que le rodea, en especial, a las personas. Empático y curioso por naturaleza, no sólo se inmiscuye con facilidad en las vidas de los demás, sino que también presenta un gusto excéntrico por saber más de otros, lo que provoca que le suelan catalogar de acosador.

Víctor no ve el pasado como una herramienta más que utilizar para intentar predecir lo que vendrá, sino como un baúl de juguetes que se reponen cada vez que lo abres. ¿Quién sabe qué esconden tantos años, tantos siglos? El anhelo de saber más, una llama en su pecho característica de su especie, es fuerte en Víctor, tanto que la comprensión equipara en cierta medida a su sentido de la justicia.

Escuchar los cantos de pueblo, cuyos fragmentos de verdad se han distorsionado a lo largo de las generaciones, es una actividad placentera para sus oídos. Existen pocas personas que serían reticentes de reunirse alrededor de una hoguera y cantar hasta caer dormidos por el cansancio. Un gesto de fraternidad que esconde más verdad de la que aparenta. Por otro lado, no todo gira en torno a juzgar y aprender en la vida del casi-albino, sino también crear. Desde pegajosas canciones hasta caballos en miniatura tallados en madera ocupan el tiempo libre de Víctor.

Víctor Kostalm proviene de tierras perdidas más allá de donde alcanza a la vista. Formó parte, más por obligación que por gusto, de un culto esotérico radical que buscaba el fin de la sociedad como la conocemos, ansiando el renacer de una nueva a partir de las cenizas de esta última. Hijo del líder de dicho grupo de raritos más peligrosos de lo que parecen, estaba destinado no sólo a liderar en un futuro, sino que estaba destinado a ser su mesías y les permitiría salir a la luz con las herramientas suficientes para llevar a cabo sus objetivos. Por lo tanto, gozaba de privilegios equiparables a la clase alta. Entre que ha sido educado bajo la exaltación de ideas egoístas exentas del más mínimo atisbo de sentimentalidad, ha desertado y convertido en aquello que juró destruir desde un inicio, da la impresión de ser un desecho de persona. Sí, tal vez sea un traidor, pero toda la bondad y belleza que irradia de sus poros lo compensa. Más allá de guardarse lealtad a sí mismo y a aquellos que llegase a apreciar, no le rinde tal a nada ni nadie más. He ahí la razón por la que decidió unirse a la piratería, al menos en parte. Haber abandonado a un grupo de extremistas y tener en su poder información vital sobre ellos no es precisamente una acción que gane pocos enemigos, por lo que Víctor debe andarse con cuidado, ya que nunca sabe dónde podría encontrarse a uno de sus miembros. Es probable que su único miedo a recalcar sea confrontar su pasado sin la debida preparación y supongo que también le teme a la muerte, pero ¿quién no lo hace?