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Okada Rokuro
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El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] Empty El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] {Jue 5 Mayo 2022 - 20:33}

«Hagamos un entrenamiento, será divertido» decían. Para Rokuro no resultaba tan divertido. Mostrar su ineptitud con el Rokushiki le resultaba frustrante y no se sentía cómodo haciendo exhibiciones ante otros compañeros iniciados que sí lo dominaban, al menos en mayor medida que él.

Se encontraba en medio del East Blue, surcando las tranquilas y cristalinas aguas sobre uno de los buques insignia del Gobierno Mundial, el Laridae. Se suponía que navegar en un mar infestado de piratas mientras se recreaban todo tipo de prácticas de combate durante el trayecto consistía un entrenamiento bastante completo. No es como si el peliblanco lo cuestionase, aunque le resultaba extraño. Sin embargo, allí se encontraba, a punto de entrar en combate con otro iniciado.

—Que gane el mejor —le dijo a su compañero a la par que juntaba el puño de su mano derecha con la palma de la izquierda para realizar una reverencia como muestra de respeto hacia su rival.

Al tratarse de un combate de entrenamiento de Rokushiki, no podían portar armas, de modo que tendrían que utilizar únicamente su cuerpo. «Cómo sepa más Rokushiki que yo ya sabremos quién va a ganar». En aquel momento solo dominaba una técnica del arte marcial secreto, y resultaba realmente inútil para atacar. Peor aún, estaba completamente convencido de que en el momento de que su rival demostrase dominar cualquiera de las otras cinco técnicas conseguiría derrotarlo con facilidad. Su habilidad consistía en el sigilo y los ataques inesperados, no en el combate cuerpo a cuerpo.

En su época de adiestramiento ninja había pasado por circunstancias similares. Su taijutsu nunca fue especialmente brillante, como mucho mediocre, y aunque era capaz de realizar ninjutsu y genjutsu, tardaba más que sus compañeros en desarrollar las técnicas. Claro, se encontraba mejor preparado que cualquier persona corriente sin entrenamiento, pero sabía con total certeza que prácticamente la totalidad de sus objetivos no entraban dentro de ese extendido grupo de personas.

Al momento de dar la señal, comenzó la ofensiva. Aunque sabía que iba a perder, no significaba que fuese a dejárselo fácil a su contendiente. En este caso se enfrentaba a un hombre más alto que él, con largos y curvos cuernos en su cabeza. Consideró que aquello no era justo, pero la vida real tampoco lo era. Al instante se agachó lanzando una patada baja, con la intención de derribarlo. Quizás, y solo quizás, le pillase desprevenido y pudiera ganar aquella contienda.
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El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] Empty Re: El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] {Vie 6 Mayo 2022 - 17:58}

Nunca me ha gustado luchar. Desde pequeño siempre he preferido evitar el conflicto, ya fuese huyendo o dejando que me pisoteasen de una u otra forma. Quizá por eso muchas personas no me respeten, o incluso me odien. Un felpudo, una persona de la que pueden aprovecharse, un inútil que no puede siquiera alzar la voz para quejarse. Sí, las emociones detrás de ese simple pensamiento constituyen mi menú diario. Por eso muchas veces prefiero estar solo, escuchando los comentarios ajenos de los compañeros que, sin siquiera conocerme, no dudan en criticarme.

He construido mi cueva de cuchillos con sus palabras. Una cúpula que lejos de aislarme solo hace eco de lo que me lanzan y reverbero y reverbero una y otra y otra vez. A veces pienso que se desmoronará con el siguiente "casual" tropiezo o fortuita zancadilla, pero me obligo a callar. No sería la primera vez que las voces de muchos silencian, injustificadamente, a la de uno. Aquí, en el Laridae, se entrenan los agentes del mañana y del hoy, y todos forman equipos, corren y se empujan para ser los primeros en una carrera que, como todas, acaba en el mismo sitio.

Hoy a todos les ha parecido buena idea entrenar combatiendo por parejas en el gimnasio principal. Por supuesto, que estén aquí de pasada alguno de los agentes de escalafones superiores no parece fortuito. Es una oportunidad para que muchos puedan lucirse, así como para humillar. De hecho mi vergüenza había empezado hacía un buen rato, cuando uno de los agentes me derramó los cafés y zumos encima, obligándome a quedarme en calzonas a falta de tiempo para ir a por otra muda.

El muchacho que me habían asignado era un ágil espécimen de pelo blanco y tez morena al que tenía la decencia de sacarle casi una cabeza. Mas pese a la ventaja que pudiera aportarme mi tamaño, el mundo me había dejado bastante claro que estaba muy por debajo de la media y no debía confiarme. No, allí todos, o la inmensa mayoría, disponían dentro de su repertorio de las maravillas del Rokushiki, técnicas que permitían al ser humano realizar proezas más allá de lo posible. Yo, cómo no, solo contaba conmigo mismo; con lo poco que sabía del mundo y sus requiebros...

Su saludo evidentemente marcial me devolvió la sonrisa que había perdido no sabía cuándo. Qué ingenuos eran los jóvenes e impetuosos, tan solo preocupados por ganar y demostrar quién es el mejor. Yo estaba allí para algo muy diferente...

Opté, ya que la naturalidad de su gesto me reveló que era diestro, por corresponderle con mi postura. El pie izquierdo adelantado, la mano izquierda protegiendo la barbilla y el puño diestro sobre el pecho, apoyando gran parte del peso sobre la pierna derecha ligeramente flexionada. Una postura de tantas de manual que había copiado de las referencias para los dibujos que realizaba después y antes de los entrenamientos.

Al verle encoger su cuerpo supe que las posturas que podía adoptar su cuerpo se habían limitado a un abanico. Y cuando su cuerpo se giró toda posibilidad de carga quedó eliminada. Descargué mi peso en la pierna trasera y extendí la izquierda hacia delante para evitar el barrido, solo lamentando en aquel instante que mi falta de agilidad me impidiese ejecutar la maniobra que se revolvía en mi alma como un ciempiés atrapado.

El pisotón que quedó flotando como una oscura ansia estaba destinado al paso de su tobillo, o su tibia a falta de la suficiente precisión. Un golpe, un vil contra-ataque que hubiera sido hecho con odio y malas intenciones destinado claramente a lesionar. Un golpe que pese a quererlo dar no di. O no me atreví a dar.

Luego no contesté, simplemente volví a bajar la pierna para recuperar mi precario equilibrio a la espera de la siguente lección. ¿Por qué parecía tan serio? Estaba claro que no lo estaba... Solo... tanteaba. ¿También me estaba midiendo?




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El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] Empty Re: El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] {Lun 9 Mayo 2022 - 23:22}

El ataque terminó tan rápido como comenzó, con un resultado extraño. El agente de los cuernos había adoptado una postura de un estilo marcial desconocido para Rokuro, y evitó la patada sin demasiada dificultad, aunque el peliblanco pareció notar cómo se quedaba a medias, dudando de su atacar o no.

Rokuro volvió a erguirse, dio un salto hacia atrás, y estudió su rostro, buscando alguna señal sobre su reticencia a atacar. Alzó una ceja, esperando algún movimiento del contrincante, pero este nunca llegó.

A su alrededor el resto de compañeros los observaban, quizás decepcionados ante un comienzo tan simple. Por su parte, el agente no sabía cómo continuar. Quizás todo aquello fuera una actuación para engañarlo y pillarle con la guardia baja, porque no llegaba a entender por qué no le derrotaba si era capaz de hacerlo. Sin embargo, no podía quedarse quieto esperando eternamente, por lo que volvió a atacar.

Esta vez probó con una técnica diferente. Primero lanzó dos golpes ligeros pero rápidos hacia su rostro, para continuar seguidamente con una patada de su pierna izquierda que iba dirigida hacia su cadera derecha.

Su intención era probarlo. Ya sabía que podía reaccionar de manera eficiente ante los barridos, de modo que tenía que buscar otros puntos flacos en defensa. Distraerlo con dos golpes básicos para lanzar una patada era una estrategia sencilla, pero usualmente eficaz, aunque Rokuro todavía tenía sus dudas. Aquel compañero del cuerpo de inteligencia no había mostrado mucho de sí, y tampoco había hecho gala del Rokushiki como la gran parte de los otros iniciados ansiosos por demostrar sus capacidades. Le preocupaba que se estuviera reservando, y quizás esa preocupación se vio reflejada en la precisión de sus golpes.

Además, ser observado durante el combate le ponía nervioso. No estaba acostumbrado a ser el centro de atención, y sentía una presión sobre sus hombros que no era normal. Acostumbraba a permanecer en las sombras, oculto de todas las vistas, y aunque la presión de cumplir con las expectativas de los demás no le era desconocida, en esta ocasión la sentía como nunca. Los ojos de sus superiores estaban clavados sobre la pareja, cuyo combate no terminaba de arrancar y sólo entonces a Rokuro se le ocurrió que todo su futuro podría estar determinado por aquel momento. Quizás, y sólo quizás, aquello se tratase de otra de las famosas pruebas de la agencia.

Una vez hecho el ataque, funcionase o no, estaría atento a cualquier especie de defensa o contraataque, listo para continuar con sus técnicas o defenderse según el caso.
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El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] Empty Re: El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] {Mar 10 Mayo 2022 - 20:32}

Era una situación cuanto menos... tensa. Tan solo nos mirábamos. Aquí y allá sonaban los golpes de los combates por los que, en teoría, no debíamos de preocuparnos; pero eso nuestros cuerpos no lo tenían tan claro. Un rankyaku mal lanzado podía cortar más allá de las parcelas contiguas, un soru con demasiado ímpetu o un geppou torcido podían convertir a un agente en un proyectil tremendamente peligroso. Un mal informe de los ojos que nos observaban podía marcar irremediablemente nuestra trayectoria profesional. Ambos lo sabíamos. Ambos sentíamos esa presión clavada en la espalda.

Pero el peso de ser un CP, uno verdadero, era mucho más grande. Yo bien lo sabía. Una carga mucho mayor que el mero soportar de las vejaciones y el odio de compañeros que no son más que ratas abandonado vidas que se hunden en un mar de inmisericordia, de odio, de nula fraternidad. Uno en el que la humanidad llevaba demasiado ahogándose. Se empujan y muerden intentando llegar cuanto antes a las tablas, peleándose por quién llegará más alto en los cascotes sin preocuparse lo más mínimo de quienes han dejado atrás o de cuánto es capaz de soportar el pecio.

Pero esas consideraciones importan menos que lo que tengo delante. El peligro. El verdadero riesgo que supone una confrontación física. Cuando lanza su puño izquierdo me limito a defenderme, golpeándolo brevemente con el dorso de la mano para redirigirlo hacia un lado. Es rápido. Demasiado. El segundo no llego a desviarlo con tanta eficiencia como el primero, retrasándose mi impulso hasta su antebrazo, sin poder evitar -aunque frenando levemente- el impacto contra mi mejilla gacha. Los golpes en la cara siempre duelen, aunque se encajen.

Con el ojo entrecerrado fruto de la defensa y el impacto, no es su pierna lo que veo, sino el muslo y el pivotar de sus hombros lo que pone de manifiesto su siguiente movimiento. No puedo evitar juzgar con cierta extrañeza la decisión de mi contrincante... A esa distancia, ¿qué pretende? Lejos de retroceder avanzo con un pequeño juego de pies para no permitirle ganar distancia con lo que, creo, debe ser el inicio de una finta. Encajando la patada a la altura de la rodilla bajando mi antebrazo derecho minimizo la potencia de su miembro palanca que, aunque no de fuerza irrisoria, siquiera me desestabiliza. En ese momento, en el que no hay apoyo para el bípedo ante mí mas que su fiel diestra, por fin actúo.

Cubriéndome con ambos antebrazos de posibles futuros golpes, opto por un simple movimiento que, dado que necesitará devolver la pierna izqueirda a su posición anatómica, podría marcar una inflexión en el combate. Apoyando el peso en la izquierda adelantada y pisando con la diestra para seguir avanzando empujándole a un combate cercano, descargo una corta patada palmar sobre lo interno de su tobillo, pisándolo y forzando mi pie sobre el suyo. Desde allí, ya fijado, era cuestión de aprovechar mis brazos sobre sus hombros y así impedir golpes altos mientras intentaba descargar los míos propios sobre su línea mandibular.





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El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] Empty Re: El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] {Mar 10 Mayo 2022 - 21:20}

El ataque fue recibido con bastante técnica. El hombre ante sí sabía combatir y no era la primera vez que peleaba. Logró desviar el primer golpe con facilidad, pero recibió el segundo con su cara. Sin embargo, el que era el ataque principal, la patada hacia su cadera, fue detenida con una maniobra de pinza, reduciendo su potencia gracias al agarre de su rodilla junto a su antebrazo.

Era tarde para retroceder. Su rival, aquel hombre con cuernos y melena oscura, se había adelantado acortando distancia, y había comenzado su contraataque. Lejos de todo lo que había pensado Rokuro, aquel hombre no iba a seguir manteniendo la distancia, ni se lo iba a permitir a él. Adelantó su pierna, pero en vez de lanzar una patada contra su cuerpo se decantó por un pisotón sobre su tobillo, probablemente con la intención de lesionar lo y tomar ventaja por ello. Era una estrategia inteligente y eficaz, pero en su etapa de ninja le habían enseñado ciertas maniobras para evitar situaciones similares.

«Usa la fuerza de tu rival contra él» le habían explicado en su momento. Daba igual el tamaño o la fuerza; con la suficiente habilidad y destreza era posible tumbar a enemigos el doble de grandes que uno mismo.

La decisión de ir tras su articulación podría costarle muy caro. Lejos de retirarse, ya que no tenía esa opción, estiró sus brazos hasta sujetar los antebrazos de su rival, los cuáles había levantado para protegerse de posibles ataques. De esta forma, Rokuro esperaba que la maniobra de agarre le pillase por sorpresa. Rápidamente, una vez sujeto, dejó caer su cuerpo hacia atrás. Sabía que con su fuerza y su propio peso no sería suficiente, de modo que dejó que el pie del agente acabase sobre su pierna, pero desplazándola hacia el frente para evitar una lesión que le arrebataría toda posibilidad de victoria.

De esta forma esperaba desestabilizar al hombre al hacerle perder equilibrio por apoyar su pierna sobre una superficie en movimiento y tirar con su propio cuerpo de él. Además, para evitar caer de espalda, rotó su torso hacia la izquierda, obligando a su rival a moverse en esa misma dirección.

Mientras realizaba todas las acciones, se preguntaba por qué no había usado el Rokushiki. Al no hacerlo le estaba dando la oportunidad de ganar, y aquello lo inquietaba. ¿Qué estaría ocultando? ¿Tendría un as bajo la manga? Si conseguía derribarlo caerían los dos sobre el piso, y un vez allí la diosa de la fortuna favorecería al más rápido. Si era capaz de moverse con más rapidez que su rival buscaría su cuello, para envolverlo con una llave que lo dejase inmovilizado hasta que perdiera el conocimiento. Pero claro, para eso tendría que dejarse coger.
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El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] Empty Re: El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] {Mar 10 Mayo 2022 - 22:11}

No tuve tiempo de dar ningún puñetazo. Aunque lo bueno es que tampoco lo tuve de recibirlos. Una vez mi pie golpeó tendón y hueso, su pierna se movió. Mi planta se deslizó por la parte de atrás de su zapato a la vez que mis brazos fueron agarrados un poco por encima del codo. Mi enemigo tiró de mí aprovechando mi avance y su -ahora nuestro- desequilibrio para que acabasemos al suelo.

El tiempo, como cuando uno está a punto de caerse de una silla, se volvió lento. Aquel instante que apenas debió llegar al segundo se debió extender en nuestras agitadas consciencias producto de la impresión hasta alcanzar casi el minuto. En cierta manera era hermoso ver cómo la determinación sobrepasaba el dolor que se preocuparía en sentir cuando tuviera tiempo de hacerlo. Pero, bajo mi juicio, mi juicio como médico, había sido una horrible decisión.

No, no era el pie lo que me preocupaba, aunque forzar una articulación golpeada bajo un peso era de lo peorcito que uno podía hacer; era la elección de aprovechar el giro de su pierna, la fuerza al terminar de replegarse, para elegir el flanco que iba primero al suelo. No había lugar allí, al que ibamos a ocupar, para su pierna. El peso de ambos adultos bien podría ser soportado en otra postura, pero en mitad de la caída, girando, con la inevitable distancia hasta el suelo en el que se apoyaría primero su pie... aquello bastaría para lesionarle la rótula.

Flotando en aquella ola de tiempo no pude evitar preguntármelo. ¿Cómo sería aquel sonido? Estaría cerca para escucharlo. Estaría en primera fila para deleitarme con el chasquido de sus fibras a través de la carne. ¿Sería similar al chasquido de una pata de pollo? No, la cuerda debía aportar una nota... diferente.



Pero... ¿Quiero eso... para él?

Incluso con atención médica las lesiones en articulaciones, especialmente en la rodilla, suelen ser el comienzo de un sinfin de complicaciones. Aquello lo sabía sin necesitar perder tiempo en formularlo con palabras, casi como un instinto, o como el olor de la lavanda. Aquella empatía, como un natural reflejo, era rival suficiente para el cultivado odio que se relamía los dientes con impaciencia.

¿Pero qué puedo hacer?

Intenté mover los codos hacia los lados para parar la caída, pero agarrados no tenía movilidad suficiente para abrir hueco. ¿La pierna izquierda? No, nada. Ya no. Ya está apenas tocando el suelo. No hay apoyo. Vamos contra la cubierta. La otra... la otra tampoco. ¿Y si le empujo extendiendo el codo? No, peor. ¿Para mí? No, peor sería una luxación de cadera.

Cadera.

Me dejé doblar por el movimiento retorciéndome, doblándome allá donde el kami-e me lo permitía hasta formar un arco. Uno que endurecer antes de tocar tierra y servir como tejado. Uno con el espacio suficiente para él y su pierna torcida, pero no aplastada.

Parte de mí, esa que quiero silenciar, deseaba que no me hubiera torcido, pero sí endurecido, cayendo simplemente sobre él y su articulación como un yunque. Desde ahí no me moví, me quedé quieto, forzado a concentrarme para mantener la postura hasta que saliese de debajo mía.
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El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] Empty Re: El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] {Mar 10 Mayo 2022 - 23:36}

Quizás no había sido una buena idea, a fin de cuentas el combate cuerpo a cuerpo nunca había sido su fuerte. Se dio cuenta demasiado tarde, cuando ya era imposible detener la caída, de que podría salir más lastimado de lo que había pensado en un principio. Aquella caída, si bien le podía dar la ventaja llevando el combate al suelo dónde podía intentar inmovilizarlo antes de que lo hiciera él, también podía provocar su fin. Fue consciente de la posición de sus piernas: la izquierda herida bajo la pisada del agente cornudo, y la derecha apunto de ser aplastada bajo el peso de todo su cuerpo. Sí, no lo había pensado bien.

Durante la caída, que duró apenas un breve espacio de tiempo, enfocó todas sus fuerzas en empujar hacia el suelo a su rival. Tenía que evitar una mala caída, y lo ideal era usarlo a él cómo apoyo, evitando un golpe directo contra la cubierta del barco. Sin embargo, el agente realizó una maniobra extraña. Dobló su cuerpo como un contorsionista de circo, alzando su cadera hacia el cielo, y cómo sus brazos estaban sujetos cayó de cabeza contra el suelo mientras el resto del cuerpo se mantenía rígido. Rokuro cayó con él, pero no sintió el peso de su cuerpo sobre la mitad inferior del suyo propio. Por algún motivo su rival había formado un arco al caer que iba desde la punta de sus cuernos hasta los dedos de sus pies, pasando por sus calzones, que eran la única vestimenta que portaba. «Esto es demasiado raro» pensó, antes de aprovechar la oportunidad.

A excepción de la pierna derecha, que estaba posiblemente quebrada por la tibia, y del hombro derecho sobre el que había caído y comenzaba a dolerle, se encontraba ileso. Sin esperar a más actuaciones raras y agradeciendo su buena suerte estiró su brazo derecho mientras se incorporaba para rodear el cuello de su contrincante, pero algo le detuvo.

—¡Alto¡ ¡Basta! —gritó furioso un hombre tras de él—. ¿Qué clase de chiste es este? ¿Sois agentes del Cipher Pol u os habéis escapado de un circo?

Rokuro se volvió. Al ver a uno de los superiores que había estado observando su combate se levantó con roda la rapidez que su cuerpo herido le permitió y realizó un disciplinado saludo.

—No es ningún chiste. Estamos combatiendo, señor —dijo con formalidad.

—¿A esto consideras combatir? —repuso, enfadado. No parecía gustarle nada de lo que había visto, y aquello no eran buenas noticias. Para ninguno de los dos luchadores—. Hasta mi nieta de tres años pelea mejor que vosotros.

Al peliblanco no se le notó, pero se sintió avergonzado. No podía hablar por su adversario, pero sin duda él había dado todo lo que tenía. De haber sido posible hubiera hecho uso del Rokushiki, pero en ningún momento tuvo oportunidad de utilizar la única técnica que conocía.

—Retírense ahora mismo, los dos. Esta noche hablaré con ustedes en mi despacho.

—Sí señor —respondió Rokuro, contrito.

Siguió las órdenes de su superior y se dirigió a un camarote que hacía las veces de vestuario en el interior del navío. Ya que no podía continuar entrenando y había quedado en ridículo ante todos sus compañeros, aprovecharía que el vestuario estaba vacío para darse una ducha. Se desvistió, arrojó la ropa al suelo y entró en la ducha. «¿Qué será de mí?» pensó mientras el agua fría comenzaba a recorrer la curva de su espalda.
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El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] Empty Re: El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] {Jue 12 Mayo 2022 - 13:04}

Mi adversario se escabuyó rapidamente bajo mía tras un breve lapsus de sorpresa. No sabiá si llegaba a entender del todo qué había pretendido, o evitado, con todo aquello, pero eso daba igual. Nunca había necesitado el agradecimiento ajeno para hacer lo que era correcto, aunque sería mentira aceptar que no me alegrasen el día a día. La cuesta que subía cada momento de mi vida, las corrientes contras las que luchaba, eran un desgaste continuo para mi persona, uno que me obligaba a detenerme a veces a contemplar cuánto había avanzado o a tomarme un momento, simplemente para respirar. Unos breves instantes que serían menos necesarios si hubiera quién caminara conmigo, o quien me diese ánimo desde arriba o desde abajo.

El grito del superior me hizo ponerme tenso, perdiendo mi tekkai, así como darme cuenta de que se me había quedado la punta del cuerno anclada en la madera. Tiré y tiré y luego me quedé lo más firme que pude mientras nos echaba la conveniente bronca que, desde luego, iba a venir con la posterior reprimenda nocturna repleta de verdaderas consecuencias.

—¡Y vístase! ¡Al menos podría haberse puesto los chándales de entrenamiento!

Algo en lo que, desde luego, no había caído. Sí, sí que hubiera sido útil. Menos vergonzoso. Aunque a lo mejor no me hubiera dado tiempo... Sintiendo la mirada del jefe clavada mientras desvariaba para mis adentros, puse pies en polvorosa tras hacer un formal saludo para ir hasta los vestuarios. Allí, en la pequeña taquilla, estaba todo cuanto necesitaba para solventar mi vergüenza. Ambas vergüenzas, de hecho. Pero primero la que podía ganarme bronca.

¿Estaba del revés? Sí. Bueno, no importaba, no necesitaba cerrarme la cremallera de arriba. Habia cosas más importantes que aquello. ¿Dónde estaba el muchacho? ¡Pero si ha entrado conmigo! A ver, si sus ropas estan ahí.. ¿Son suyas? Ese traje podría ser de cualquiera...

Me encontré recogiendo las vestimentas y doblándolas mientras pensaba. Tal como estaba no debía haber llegado muy lejos. No, mejor dicho, no debía haberle permitido irse muy lejos. Era mi culpa después de todo.

Entonces, en el silencio salpicado por los enmudecidos golpes de los combates que tenían lugar fuera, una tenue lluvia sonó clara y pura. ¡Las duchas!

Al pasar el umbral que impedía que la humedad carcomiera el barco por dentro no tuve tiempo de admirar cómo su piel cobriza destacaba sobre el frío mármol que no llegaba a emular lo nívio de sus pelos. No. No con el debido respeto. El rápido zapatear de mis chanclas acompañó mis pasos hasta llegar hasta a él. Mi rostro serio y mis manos en ambos lados de mi cabeza, con mi mejilla izquierda aplastada por el pequeño botiquín, debían conformar todo un cuadro.

Agité los brazos señalando con furia y reproche a su cuerpo desnudo. Un espectáculo dantesco mezcla de danza interpretativa y mímica que expresaba todo mi espanto ante una audiencia verdaderamente desnuda. Me importaba más bien poco lo que se enfadase por abordarle allí, un lugar donde debía mantenerse la privacidad, porque había algo mucho más importante que su -o mi- decoro. La pierna.

En los primeros momentos uno no siente, no realmente, cuán grave puede ser una lesión. Y forzarla, porque uno no la siente tan grave, solo la empeora. Aquel breve paseito suponía, al menos, un par de días mas de descanso. Necesitaba evaluar cuan lejos había llegado mi rabia en su carne inocente, y , al menos, vendarla para asegurar su posición antes de llevarle a la enfermería. Y lo haría allí si hiciera falta, de rodillas en las losaa, siempre y cuando no entendiese que necesitaba que me acompañara fuera y que se sentara en lugar de hacer las tremebundeces que hacía y de las cuales no era consciente.



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El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] Empty Re: El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] {Lun 16 Mayo 2022 - 1:36}

El agua de la ducha resultaba refrescante. Un buen baño tras un entrenamiento siempre ayudaba para desentumecer las articulaciones y reflexionar. Los pensamientos de Rokuro volaron hacia su extraño combate, preguntándose por qué aquel chico había hecho lo que hizo.

No lo conocía personalmente, pero había oído rumores sobre él. Que si era el hijo de un demonio fruto de una violación, que si una vez fue castigado y encarcelado por robarle galletas a un alto cargo, que si mantenía relaciones sexuales con toda clase de seres, animales incluidos. Probablemente la mitad o más de esos rumores fuesen mentira, Rokuro lo sabía, pero al igual que los mitos antiguos, cada historia encierra una parte de verdad.

El combate le dejó una sensación amarga en la boca. ¿Que había pasado y por qué? Ni el mismo lo sabía. Estaba claro que tenía las de perder, y aún así el otro agente había actuado de una forma muy rara. Podría haber dado golpes más contundentes y, a pesar de ser un entrenamiento, podría haberle causado mucho más daño. Podría haberse lucido, y no debido y a su ligereza de ropa, y podría haber evitado el ridículo y el bochorno dejando que solo el peliblanco lo sufriera.

Raro. La única palabra que se le ocurría para definirlo era raro. Tanto su rival como la situación, aunque quizás esta última venía dada por la forma de ser del susodicho. Pero sea como fuere, tendría que afrontar las consecuencias. No le importaba, o al menos no mucho. Siempre había sido más lento que los demás para aprender, y estaba acostumbrado a vivir con ello. Ni siquiera le hubiera importado que el cornudo le hubiera dejado en ridículo para su propio beneficio.

«Corrijo, esto sí que es raro» se dijo, sorprendido, cuando vio a su contrincante hacerle señas y gestos con una expresión de susto. Este no podía evitar mirar su cuerpo desnudo bañado por el agua. ¿Por qué el Gobierno no pensó en duchas individuales cuando diseñaron los baños de sus barcos?

Por la mente de Rokuro pasaron distintas posibles situaciones para la reacción del agente cornudo, pero cada una resultaba más rocambolesca. Finalmente, y al ver cómo no podía despegar la vista de la parte inferior de su cuerpo, se decantó por la más obvia, quizás sugestionado por los diversos rumores que había escuchado, aunque aquello no le agradaba. No podía ser; no debía ser.

—Oye... No me importa que mires —le dijo, transmitiendo toda la tranquilidad que pudo—, pero respeta un poco las distancias, ¿vale? Espacio vital y esas cosas.

Él, por su parte, hizo el amago de agacharse justo cuando entraron varios compañeros más dispuestos a ducharse. Probablemente habían acabado sus combates casi tan rápido como ellos, aunque con mayor éxito, y habían pensado igual que la indecorosa pareja.

—Esto... Esto no es lo que parece —fue lo único que pudo decir.
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El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] Empty Re: El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] {Lun 16 Mayo 2022 - 12:54}

Y me quedé ahí esperando tras la pantomima la respuesta del público. Buscaba su comprensión, y me hubiera bastado incluso una risa, pero allí se quedó el muchacho estupefacto sin saber cómo reaccionar. Lo que, en retrospectiva, era mucho mejor que reaccionar violentamente. No quería que se hiciese más daño del que seguramente se habria hecho, pues un tropezón en el resbaladizo suelo de las duchas hubiera sido ya el colofón.

Negué cargado de impotencia, y hubiera mascullado maldiciones si hubiera podido hacerlo, mientras me acercaba y tomaba posición. De rodillas en el suelo había allí una cosa que me molestaba para hacer mi trabajo, bueno, una aparte de la clara estupidez de mi paciente que seguía sin comprender qué puñetas pretendía hacer. Alargué la mano con decisión y un agarre firme, mis dedos acomodados a la esculpida circunferencia diseñada para ser manipulada... y giré agilmente mis dedos sobre aquella superficie con la presión justa y correcta. Que una cosa era hacer mi trabajo en un lugar cuanto menos incómodo e inapropiado y otra hacerla mientras aún estaba la ducha activa, puñetas.

Me resultó fácil ver que su pierna derecha estaba ligeramente hinchada a la altura del tobillo, algo más arriba realmente que la articulación. Sin embargo, y aunque parecía que la tibia estaba bien, como mucho con alguna microfractura, el problema real allí era la unión fascicular del tibioescafoideo; una fractura transidesmal era también posible, parecía poco probable . Aunque el impacto había sido más arriba, el simple hecho de haber forzado la articulación contra el suelo y con una malicia de precisión anatómica, podía resultar en daños que necesitaban no de inmobilización para evitar la pérdida de movilidad pero sí de reposo. Nada de andar por ahí apoyando el peso en unos tres días mínimo.

—Agg, yo me voy. Qué poco decoro. Al menos haced estas cosas en vuestros camarotes.
—Todos somos capaces de cometer errores en el ardor de la pasión, Jimbo. Démosles privacidad.
—¿Hay hueco para un tercero?

Alzando la mirada agité el botiquín delante suya señalando la pierna con la otra mano. A ver si entre aquel obvio gesto y mi mueca de máxima seriedad, esa con las comisuras rozando la barbilla, se daba por fin por enterado. Si no me vería obligado a apretar con el dedo la inflamación cercana al nervio sin poder decir siquiera un irónico pero necesario para el diagnóstico "¿Te duele?". Tras aquello, me levantaría señalando el botiquín de nuevo para el tercer personaje de la rocambolesca escena.

—Ah claro, protección, por supuesto.
Y luego la pierna.
—A cada uno con sus fetiches...
Pierna. Botiquin. Botiquin, pierna.
—Aah... Oh, cachis.
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El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] Empty Re: El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] {Lun 16 Mayo 2022 - 20:09}

Lo que era, sin duda, la escena más bochornosa de su vida, parecía ir a peor. El chico estaba realmente cerca suyo, dispuesto a ir a por todas, mientras que uno de los recién llegados parecía querer unirse a lo que parecía que estaba ocurriendo. ¿Y éste era el futuro del Cipher Pol? Se hubiera echado a reír  de no ser porque se encontraba cómo había venido al mundo, temblando de frío, y con la cabeza dando vueltas sobre posibles escenarios en los que podía derivar todo aquello. Y ninguno que quisiera vivir en aquel momento.

De pronto el cornudo cerró el agua, que dejó de corretear por su espalda. Iba a ocurrir, allí mismo, sin darle tiempo a prepararse mentalmente. No, debía evitarlo.

Entonces le miró con una expresión seria, distinta a todo lo que esperaba encontrarse. No se había fijado hasta el momento, pero con uno de los brazos sujetaba un maletín. ¿Se trataba de un botiquín? Bajó la cabeza, hasta observar su pierna, ligeramente hinchada por el combate, y entonces lo comprendió. No como el tercero en discordia. Los dos agentes que estaban con él se habían ido, pero el tercero aún pensaba que la situación era diferente a la real. Un fallo comprensible, sin duda, pero vergonzoso.

Finalmente acabo por entenderlo, poniéndose más rojo que un tomate al sol, y los acabó dejando a solas.

—Ay, eso duele. Vale, lo pillo, quieres venderme la pierna, o aplicarme algún tratamiento, puedes calmarte —le dijo, con serenidad—. ¿Pero antes me dejas ponerme algo encima? No quiero resfriarme a lo tonto.

Fue hasta el banco junto a la taquilla donde había dejado su ropa. En esta ocasión se puso unos calzoncillos negros y una camiseta blanca de asillas, y se sentó sobre el mismo banco. No sabía si el chico era médico o no, pero si así se quedaba tranquilo no le importaba dejarse hacer.

—Cuando quieras —dijo mientras señalaba su pierna. La había estirado, apoyando el talón en el suelo.

Esperó a que el cornudo se pusiera manos a la obra y le preguntó. Tenía curiosidad, y sabía que no era por su culpa porque durante el combate no le había tocado la garganta en ningún momento, así que no se pudo contener.

—¿No puedes hablar? —preguntó con toda la normalidad que pudo—. Si no quieres, no respondas.

«Mierda, como si pudiera» se dijo a sí mismo llevándose una mano a la frente.
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El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] Empty Re: El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] {Miér 18 Mayo 2022 - 14:08}

Me quedé a su lado todo el trayecto con la misma preocupación que un padre viendo a un hijo dar sus primeros pasos. ¿Cuándo se resbalará? ¡La cabeza, la cabeza ¿y si se cae y se da en la cabeza?! Estas y otras consideraciones retumbaban en mi espíritu mientras iba moviéndome con pasos de cangrejo y los brazos abiertos por si tenía que agarrarlo para evitar una fatal caída. No sería la primera ni la última persona que se caía en un resbaladizo baño.

Una vez fuera podría decirse que mi actitud cambió, pero la aparición de los bancos significaba la proliferación de esquinas, y la proliferación de esquinas nuevas superficies contra las que golpear la sien. No podía relajarme. ¡Ay, y cuando levantó la pierna que tenía bien para ponerse el calzoncillo! Se notaba como su propio cuerpo luchaba para apoyar la zona exterior, menos dañada, aunque aquello realmente solo fuese un instinto que no hacía nada bien al resto de la articulación. Que ahora no fuera, o pareciera, grave no significaba nada.

Opté por vendarselo para que los fascis de su músculo dañado no se desplazaran. Lo suficiente flojo como para no impedirle el andar pero lo bastante fuerte como para dar un necesario aporte extra. Mi diagnóstico, a falta de pruebas invasivas, es que si seguía descanso -incluso con una muleta para los primeros días, todo debía estar bien en... cuatro, cinco diás. Quizá algo menos con alguno de los magníficos suplementos y dietas específicas disponibles abordo. ¿Pero a quién pedírselo? Yo no podía ir diagnosticando libremente con mi paupérrimo rango cuya resolución se había "traspapelado temporalmente".


Para cuando iba a contestar la pregunta la siguiente frase me golpeó en la cara. Me quede ahi, mirandole con la boca ligeramente abierta y una sensación general de confusión y sarcasmo. ¿El tío era tonto o se hacía el gracioso? Luego al ver la vergüenza solo pude reírme. Ah, qué bonito era encontrar gente que no sabiá como reaccionar ante personas que, aunque supiera de su existencia, jamás habia tenido la oportunidad de encontrarse.

Para cuando mis mudas carcajadas, que no era mas que los movimientos involuntarios de mi cuerpo en la base del estómago, llegaron a su fin, negué con una amplia sonrisa. Luego, después de levantarme habiendo hecha mi labor y cerrado el botiquín sobre el banco, me señalé el pecho y formé las vocales en mayúsculas con mis manos. Menos mal que mi apodo era corto y fácil de gesticular.

"J O J O"

Luego le señalé para, por fin, dotar a aquel insensato de un nombre. Una vez lo supiera le daría el Ok con la mano y volvería a señalar el botiquín y luego la puerta; intentando darle a entender que fuese luego a la enfermería. Tras aquello me marché a secarme y a continuar con mis quehaceres a sabiendas de que ya le vería por la noche.


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El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] Empty Re: El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] {Vie 20 Mayo 2022 - 13:56}

La vergüenza invadió su rostro, convirtiéndolo en un mosaico de rojos de los que costaba apartar la vista. Al momento, Rokuro se sintió fatal, aunque afortunadamente el hombre no se lo tomó mal, o eso parecía. «¿Se está riendo?» se preguntó al observarlo, extrañado por la ausencia de sonidos. Parecía una persona en perfecto estado, incluso llevando esos cuernos, y aún así era incapaz de emitir ninguna nota a través de su boca. Debía de ser duro. Es más, debía de ser frustrante.

Al instante terminó de recoger su botiquín, no sin tratar de comunicarse a través de unos gestos que Rokuro, en esta ocasión, comprendió sin problema.

—Jojo —dijo, pronunciando las letras que el mudo había representado con sus manos. Acto seguido le señaló a él, esperando por una respuesta—. Yo soy Okada Rokuro, aunque puedes llamarme Rokuro.

En realidad no sabía cómo referirse a él; no es como si pudiera pronunciar su nombre. Sin embargo, había mostrado interés por saber quién era, y no le iba a hacer el feo, sobre todo después de haber mostrado tal preocupación por su estado. Porque, a estas alturas, había comprendido a la perfección el nefasto espectáculo que había supuesto el combate de entrenamiento. Su compañero, en un alarde de generosidad y empatía, había forzado su postura para evitar descargar el peso sobre su pierna causando así graves daños. Y es más, en ningún momento pretendió usar el Rokushiki, salvo para evitar el golpe fatal. Quizás fuera tan buena persona que pretendía causar sobre su rival el menor daño posible. «¿Por qué estará alguien como él en el Cipher Pol?» logró preguntarse antes de que Jojo saliera por la puerta.

Tras el encuentro en los vestuarios, el resto del día pasó rápido. Gajes de la rutina, supuso el agente. Pasó por la enfermería, en dónde no le dijeron nada nuevo. Que no forzase la pierna y que tuviese cuidado. Sí, claro, como si un agente del Cipher Pol pudiera preocuparse por esas cosas. Incluso cuando no estaba de misión, tenía que entrenar, más aún sabiendo que sus avances eran más lentos que los de sus compañeros.

A la noche, después de cenar, le dieron un aviso. Su superior directo quería verlo en su camarote, que hacía las veces de despacho. Aquella llamada ya la esperaba; después del aviso de por la mañana no esperaba menos.

—Buenas noches, señor —dijo, tras abrir la puerta y entrar—. ¿Quería verme?


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El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] Empty Re: El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] {Vie 20 Mayo 2022 - 18:15}

El Supervisor, cuyo verdadero nombre nos era desconocido, cosa de la que se librarían los altos cargos del barco, me miraba con su característico rostro de pocos amigos. Yo habia llegado temprano, pero técnicamente a tiempo, y un burócrata como él, por supuesto, no podía hacer otra cosa que suspirar y dar por bueno mi resquicio legal. Cuando el sol justo había caído ya estaba en la puerta de su despacho, llamando para pasar.

Me recibió con reticencia, haciéndome pasar mientras ordenaba montones de papeles claramente codificados, informes secetos y -para desgracia mía y del compañero que estaba por llegar- nuestros expedientes. El camarote que le servía como oficina era una réplica exacta de la clásica distribución gubernamental, un estilo sobrio y funcional que muy de vez en cuando se veía salpicado por retazos de la verdadera vida detrás del cuerpo de sus dueños. Raras veces se veía una foto, por razones obvias, muchas otras veces lo que había eran medallas, portadas de periódico de eventos que parecían no destacar o postales de lugares dispares. En aquel caso salpicaban aquí y allá las paredes de dibujos claramente hechos por un niño pequeño, con sus folios recortados en las esquinas para -probablemente- borrar todo rastro de la firma. No eran bonitos, los dibujos de los niños raramente lo eran, pero sin duda eran los claros intentos de reflejar un trozo del mundo que para ellos era la mar de importante o curioso, y verdaderamente era ese sentimiento de descubrimiento y elogio lo que realmente importaba. Todo dibujo de un niño debe ser admirado para darle ánimos... Tomado con un cariñoso "gracias" y una sonrisa. Colgados del puesto de trabajo para recordar siempre lo importante que éramos para esas pequeñas criaturas a las que sin duda alguna debíamos proteger.

—Ehem...—reclamó El Supervisor, viendo mi ser perdido en mis propios pensamientos y recuerdos.

Y después de aquello, antes de que Rokuro llegase, aprovechó para hablar personalmente conmigo. Para cuando el "Entre" resonó con dureza, no me quedaba ya sonrisa alguna.

—Por favor, tome asiento—indicó, obviamente como una orden velada—. Agente Kurokage, Hush, el comportamiento de hoy deja mucho que desear para dos miembros de nuestra organización. Para usted será la primera advertencia, pero aquí su compañero lleva ya llamando la atención demasiado como para que no tomemos cartas en el asunto. Como medida disciplinaria, y también para demostrar su valía, les será asignada una misión de caracter especial.
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El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] Empty Re: El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] {Vie 20 Mayo 2022 - 18:48}

Rokuro siempre se había preguntado una cosa: ¿por qué el Gobierno Mundial están tan obsesionado con la Revolución? Comprendía que pudieran existir rencillas de los viejos tiempos, pero a diferencia del pasado ahora se trataba de una de las tres mayores potencias del mundo. Se encontraban casi al mismo nivel tanto en estructura, como en economía, como en funcionamiento. A excepción de la política. Las decisiones que tomaban ambos gobiernos no tenían nada que ver. Pero aún así, en vez de sentarse a hablar tranquilamente, seguían recurriendo a la agencia de espionaje e inteligencia para llevar a cabo absurdas misiones con las que intentar desestabilizarlos. «¿Cuándo me darán un puesto de oficina en el que solo tenga que rellenar papeles y formularios» se preguntó, conociendo la respuesta.

—Vaya, esto de vigilar es más aburrido de lo que pensaba —le dijo a su compañero, intentando buscar conversación—. Yo creía que cuando te pongas a vigilar, al momento ocurría algo.

Se encontraban en Cooba, una isla independiente, en el tejado de una casa de tres plantas con buenas vistas a la mansión de una de las personalidades más influyentes del lugar.

—Eh, mira —murmuró, llamando a Jojo—, creo que ese puede ser nuestro hombre. Ah, no, espera, es una mujer. Qué poco se cuida, de verdad.

Era de noche, y por los techos del lugar corría un aire frío que helaba los huesos, aunque por el día se habían muerto de calor. Cooba era un sitio casi paradisíaco, con grandes playas de arena blanca y muchas palmeras, aunque sus habitantes fumaban puros en exceso. El olor del humo que provocaban era más bien fuerte, casi insoportable, pero era lo único malo del lugar.

—¿Tú crees que el soplo habrá sido bueno? Puede que se hayan equivocado, porque no he visto aparecer a nadie sospechoso —Se quedó pensativo por un momento—. Ya sé, ¿y si hay una entrada secreta a la mansión y por eso no hemos visto a nadie pasar por aquí?

La entrada a la mansión estaba rodeada de un largo muro de piedra a franjas, con altas vallas en medio, y la puerta estaba custodiada por dos hombres trajeados y gafas de sol. Casi parecían hombres del Cipher Pol, salvo por su aspecto nativo —morenos de labios gruesos y pelo rizado— y porque llevaban su ropa desarreglada, con las mangas recogidas y los botones de las camisas desabrochados, que además tenían estampados de palmeras a color.

—Qué aburrimiento —se quejó una vez más.
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El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] Empty Re: El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] {Vie 20 Mayo 2022 - 19:35}

Cooba era, por encima de todo, una promesa. La promesa de que un pueblo podía sublevarse en contra de sus líderes solo para elegir otro mismo que repitiera la misma faena sin cometer el error de permitir a su gente volverse a levantar. Era, sin da alguna, el perfecto ejemplo de la Revolución. Sus paradisíacas playas, su música, sus mujeres tan dulces como el azúcar que exportaban y el tabaco en sí mismo era, acertadamente para esto último, humo. Una fachada agradable dispuesta a engañar los corazones de los resentidos, agarrándolos para no dejarlos salir una vez acabado el embrujo. Yo mismo, de no conocer esto de antemano, hubiera caído sin duda.

Pero podía ver en las esquinas la verdad tras todo aquello; en las comisuras de los labios, los zapatos gastados y la innecearia opulencia de unos pocos. Podía verlo en las sugerencias que se nos daba a los turistas, como el no salir de noche ni extraviarse de los pocos caminos y calles seguras que permitían que el pequeño archipiélago mantuviese su cara al público.

Me ponía enfermo. Y ya venía estando malo desde hace más de una semana... El colmo, el colmo de aquel horrible día, fueron los niños. A Rokuro no le había hecho nada de gracia mi repentina desaparición de cartera, y se jactaba en que debería pagarle intereses al final de la misión. Al fin y al cabo yo me había puesto en el punto de mira al pecar de buen samaritano. Siempre me pasaban cosas así por ser bueno... Siempre.

Al menos las estrellas allí, tumbado en el techo de una de las estructuras de medio nueva construcción, eran bonitas. Aunque, bueno, creo que casi siempre eran las mismas... ¿no? La luna, según tenía entendido sí que siempre siempre era igual.

Rokuro, pese a la semana que habíamos pasado ya juntos, seguía con su mala costumbre de esperar a que le contestara. Era algo común, un mal vicio de aquella gente que no razonaba que para que pudiera contestarle apropiadamente debía quedárseme mirando. No podía culparle, por supuesto, pero parte de mí quería para no ceder al hambre de camaradería que mi afable espíritu tanto deseaba. Aquello debía ser solo trabajo. Y eso debía haberme quedado muy muy claro. Era difícil afrontar todo aquello.

Relinché como un caballo para mostrar mi aburrimiento. Afortunadamente carecer de cuerdas vocales, o la capacidad fónica, no me eximía de producir todo sonido. Luego le di un toque con el brazo mientras me reincorporaba para indicarle que era mi turno para mirar por aquellos prismáticos. No sin antes limpiarlos, claro, porque ya lo que me faltaba para que todo cayese en redondo era una conjuntivitis por el esfuerzo.


El nombre del objetivo era Jacobo García, y parecía que aún no había vuelto de sus escapaditas nocturnas para librarse del amor de su bigotuda mujer -real dueña de la fortuna-.


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El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] Empty Re: El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] {Jue 26 Mayo 2022 - 12:24}

Aquellos momentos con Jojo le resultaban, cuanto menos, incómodos. Era una persona muy buena y noble, hasta el punto de la estupidez, y tan ingenuo que sin querer se buscaba problemas, pero siempre con su buena voluntad por delante. Siendo así, era imposible que el cornudo le cayese mal a Rokuro, aunque hubiese momentos en los que le exasperaba. Sin embargo, todavía tenían un grave problema de comunicación.

Hablar con una persona que no te podía responder, al menos de la forma habitual, era difícil. Sí, tan difícil como intentar hablar sin poder emitir palabras. Muchas veces tenía que pensar lo que decía para evitar los dobles sentidos que pudieran dañar emocionalmente, y otras hablaba sin obtener una respuesta, de forma que no sabía si su mensaje se había transmitido bien. Lo peor era no poder saber qué pensaba el joven Jojo. Aunque forzoso, ahora el agente de los cuernos era su compañero, y la falta de comunicación entre ellos era un obstáculo a superar si querían triunfar en la misión.

Durante la vigilia, Jojo hizo un ademán de querer coger los prismáticos. Rokuro no se opuso; se estaba cansando de prestar tanta atención. Quería que Jacobo García apareciera lo antes posible para poder finiquitar aquella misión e irse. Cuuba no terminaba de ser de su agrado, y lo cierto es que prefería estar detrás de una mesa rellenando informes que en el tejado de un edificio de una isla enemiga en potencia pasando frío.

En el interior del bolsillo de su traje, Takarashi se estremeció. Se acurrucó más contra su pecho y el agente sintió la pequeña calidez que desprendía su cuerpo. «Eso, tú mantente abrigado en mi bolsillo y descansa —pensaba mientras acariciaba lentamente el bolsillo de su pecho con la yema del dedo, un acto que podría confundirse fácilmente—. Guarda las energías para cuando te necesite». Por lo menos sabía que podía contar con su fiel acompañante, quién nunca le había fallado.

—Bueno, ¿ves algo? —le preguntó a su compañero, sin saber mucho como le respondería. Mientras vigilaba poco podía escribir en su tablita, así que probablemente usaría una mano, o un gesto de la cabeza. Aquel silencio resultaba casi molesto.

«¿Podré acostumbrarme a esto algún día?» se preguntaba mientras observaba la respuesta de Jojo. No estaba seguro, y aunque no lo descartaba, sabía que tenía que buscar alguna solución. ¿Sería posible ayudarle a recuperar la capacidad de hablar? No estaba seguro.
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El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] Empty Re: El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] {Jue 26 Mayo 2022 - 21:21}

Las calles estaban vacías, al menos las cercanas a la zona rica; al menos en las que las sombras no acechaban. Las cosas, por supuesto, eran muy diferente cuando miraba en cualquier otra dirección. Fiestas, trapicheos, rápidas correrías... Y era desde una de estas calles desde donde saldría nuestro objetivo, alegre como unas castañuelas, pensando que sus pecados siempre serían perdonados. No sabía que un demonio y un ninja le acechaban para darle su justo castigo.

Rokuro preguntó apenas pasados unos minutos. Una mano con el índice extendido a modo de metrónomo le marcó el compás de su respuesta. Apropiado para un músico, ¿no? No pude evitar sonreír ante mi propia ocurrencia. Y justo cuando la pequeña alegría me embargó, el mundo decidió que era apropiado que la desechara.

Allí estaba. Jacobo García. Me puse tenso y detuve el gesto para reemplazarlo con el levantamiento de cuatro dedos. La cuarta calle; allí es donde debíamos estar cuanto antes posible. Si bien el alegre y algo ebrio andar de Jacobo no iba a suponernos competencia alguna, otra cosa era movernos sin llamar la atención para interceptarle.

Extendiéndole los binoculares al ninja para que llegase a sus propias conclusiones, comencé a arrastrarme de nuevo hasta el interior del edificio. Allí, junto a la ventana, estaba todo preparado. Una perfecta excusa de un turista, no, de un artista, para salir por la noche. Un kit de dibujo, obras de una de las bellas playas en la noche, la perspectiva de un jolgorio desde lo alto de los edificios. Echandome la pequeña mochila a la espalda, sólo quedaba el detalle de cubrirnos la cara; y las extrañas efigies locales, de un tiempo más allá de la civilización a la que tanto nos habíamos acostumbrado, esas que habíamos comprado en el mercadillo como recuerdo, nos valdrían.


Y ahora llegaba la parte crucial del plan. Salir de allí sin que los miembros del hotel nos viesen. Por supuesto si hubiesemos sido miembros más competentes del Club Pingüino, nuestros pies podrían desafiar la gravedad creando su propio suelo directamente en el aire. Por desgracia, tanto Kurokage como yo careciamos de aquella habilidad -de momento-. Y, afortunadamente, no eramos los unicos asignados a aquella misión. Bueno, quizás los unicos... humanos. ¿Un gyojin en el cuerpo? ¿Una sirena extraviada? No. Y tampoco era como que el gobierno confiara en las gentes más allá de la humanidad para contratarles temporalmente como ayuda. No. Nuestro tercer miembro era un simple y pequeño pájaro. Un pajarillo que según su dueño nos sacaría de todo problema que pudieramos tener en aquella isla si las cosas se torcían en demasía.

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El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] Empty Re: El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] {Vie 27 Mayo 2022 - 17:32}

Un simple gesto con el dedo le indicó la negativa a su pregunta. Rokuro frunció los labios y murmuró unas palabras. No solía impacientarse tanto, pero la incómoda situación le hacía tener los nervios a flor de piel. No es que ser un asesino del Gobierno Mundial fuese su mayor sueño, pero sin duda prefería lanzarse a la acción y acabar cuanto antes su trabajo que esperar lo que parecía una eternidad a que su objetivo apareciese. Resultaba, cuanto menos, agotador.

Afortunadamente el semblante de Jojo cambió a los pocos instantes. Levantó cuatro dedos y le ofreció los binoculares, herramienta que aceptó sin muchos miramientos. Al parecer, al igual que él estaba haciendo ahora, había localizado a Jacobo García, listo para ser asaltado por la pareja de agentes. Dejó a un lado los prismáticos y comenzó a revisar sus preparativos. Tenía las armas, todas en su sitio, y la oscura capa roja que lo cobijaba del frío y de las miradas indiscretas. Se llevó la mano al pecho, dónde con un suave golpecito desveló a la pequeña águila y dejándole espacio para salir. Esta sacó la cabeza por el traje, y enseguida se impulsó batiendo las alas para dar un pequeño vuelo hasta apoyarse en el hombro de Rokuro mientras adquiría un tamaño ligeramente inferior al que llevaba habitualmente.

—Jojo —le dijo a su compañero—. Este es Takarashi. Taka, este es Jojo; no es muy dado a las charlas. ¿Nos puedes dar una vueltecita nocturna?

El águila emitió un suave chillido en señal de afirmación y enseguida adoptó un tamaño descomunal para un ave como aquella, alcanzado una medida con la que era capaz de llevar a dos personas en su espalda con facilidad.

Rokuro se colocó la extraña máscara que había comprado su compañero. Era horrible, todo un insulto al arte. Normalmente no se la habría puesto, ya que tenía sus propios métodos para ocultar su rostro sin necesidad de llevar algo tan feo y llamativo, pero no quería hacerle el feo al cornudo. Lo había comprado con toda la buena intención del mundo, y eso lo valoraba.

—Vamos, Hush —apremió a Jojo. A partir de ese momento estaba dejando claro que iban a empezar a usar sus nombres en clave, tal como se venía haciendo desde hacía mucho tiempo en la agencia.

Kurokage se montó sobre su compañero alado, y cuando el otro agente montó sobre el plumífero le ordenó que los llevara hasta la zona de interceptación. Con unas pocas batidas que causaron una fría brisa, Takarashi se elevó unos pocos metros para realizar varias maniobras en el aire y luego descender en picado hacia el lugar definido. Una vez allí volvió a su estado en miniatura para refugiarse en el bolsillo del pecho de Rokuro y descansar plácidamente.

—¿Estás listo? —preguntó Rokuro esperando una señal de confirmación por parte de su compañero.
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El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] Empty Re: El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] {Vie 27 Mayo 2022 - 18:15}

Me esperaba algo, pero no exactamente eso. Tenía conocimiento de las nueces de belcebú prácticamente desde que era niño, pero contemplar una en persona, uno de esos poderes que desafiaban la lógica solo excusándose sobre su nombre, bueno... aquello era otra cosa. Sospechando de los instintos de aquella -ahora enorme- bestia, opté por agarrarme a una de sus patas, encima de las poderosas garras que ahora podían muy fácilmente cortar a un hombre por la mitad.

Aquello me parecía mucho más seguro que la decisión de Rokuro, su dueño, probablemente acostumbrado a montar a su más que peculiar mascota, sobre el cuello. Por muy grande que fueran ahora las plumas, prefería agarrarme a algo que tuviera menos posibilidades de soltarse -prácticamente ninguna-. Dejando pasar el comentario jocoso de Kurokage, si es que podíamos llamar jocoso a esas cosas que de cuando en cuando tenían gracia y al repetirse tanto por su incomodidad ya me aburrían, me coloqué la máscara y me concentré en la misión.

Desconozco cómo un hombre es capaz de guiar a una bestia con precisión. Entiendo el procedimiento, el entrenamiento por premios y demás; y de hecho muchas narraciones se centan en esa conexión especial que dueños y mascotas tienen, pero habiéndome criado con -como mucho- la esporádica aparición de un perro o un gato, y nada tan estrambótico como un pájaro endemoniado, aquello me superaba. Desde luego tenía que admitir que, aunque en mi opinión una pérdida de aquella akuma, podía resultar más ventajoso para animales que no eran capaces de nadar el poseer una akuma no mi.

¿Pero pensarían mis y sus superiores lo mismo? ¿Cuánto vivía un pájaro de esos? ¿Qué medidas de contención para la pérdida de aquella akuma -que desde luego resultaría muy peligrosa en posesión de un ser cosciente- se habían llevado a cabo? Y de hecho no eran pocas las frutas que permitían un cambio de tamaño, por lo que necesitaría estudiar más sus propiedades para optar por uno de los tantos tipos que ocupaban aquella común habilidad. Al menos, dada la naturaleza de aquella transformación y la aparente ausencia de otros rasgos, podía tachar las mitológicas. Si no hubiera visto al pollo antes, aquello no hubiera estado tan claro.... Pero no, no era un roc. O quizás si lo era, aunque no por poder. Mini-mini no mi, maxi-maxi no mi, seizu-seizu no mi, dime-dime no mi... La masu masu no, ¿no? No ¿cuál más, cuál más?

Tras llegar, lanzándome de las garras de la bestia -que desfortunadamente algo de ruido hacía- salí corriendo. Jacobo García no iba a escapársenos, eso estaba claro, pero las sombras del cielo quizás habían alertado a alguien que no tardaría en dar la voz de alarma. Teníamos que actuar con rapidez.
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El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] Empty Re: El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] {Mar 7 Jun 2022 - 14:36}

Su pregunta se quedó en el aire, sin ninguna respuesta. En vez de eso su compañero, de una forma sorprendentemente profesional, comenzó con la persecución de Jacobo García. Era de noche y había poca luz, así que al estar en el aire sobrevolando el cielo en un pájaro negro, tampoco debían de haber llamado la atención, pero la actitud de Hush de salir corriendo al instante demostraba una prudencia encomiable.

En cuánto comprobó que Takarashi se encontraba bien colocado en el bolsillo del interior de su traje, Kurokage también comenzó a moverse. Lo tenían todo planeado, la ruta que debían seguir para atraparlo, las posibles vías de escape de su objetivo y el tiempo que debían tardar. Todo estaba calculado milimétricamente y no podían permitirse ni un error. La conversación con su superior lo había dejado bien claro. «No pueden fallar» les había advertido. Quizás a él no le ocurriese nada, al fin y al cabo no consideraba haber tenido una actitud perjudicial para el Gobierno Mundial, pero el cornudo no corría la misma suerte. Había descubierto durante aquel tiempo juntos que era una buena persona, más de lo que podías encontrar en el Gobierno Mundial, pero también era una persona con muy mala suerte y una extraña habilidad para llamar la atención de la peor forma posible.

Por un momento sintió curiosidad por su vida. ¿De dónde venía? ¿Cómo había llegado hasta ahí? Se dio cuenta de que en realidad conocía muy poco del pasado de Hush, y aunque en la organización ninguno era muy dado a hablar de su pasado —y menos aún ese hombre incapaz de hablar—, sí que estaba intrigado por su nuevo compañero y sus extrañas cualidades.

Dejando a un lado los pensamientos y comprobando una última vez que todas sus pertenencias estaban debidamente preparadas para ser usadas en cuanto fueran necesarias —cuchillos kunai, shurikens, pergaminos de invocación ninja, una serie de hilos de múltiple uso, la flauta maldita y Susurro de Oscuridad—, se centró en la misión. Hush corría a su lado, con aspecto decidido, mientras él hacía lo que podía. Su forma física nunca había sido excepcional, y no quería que la misión fallase por su culpa, pero tampoco quería dejarle todo el trabajo a su compañero. Se lamentaba de no ser capaz de usar el Rokushiki, lo que le habría ayudado de gran manera e incluso podría haber evitado que realizaran aquella misión, pero no podía ahogarse en la autocompasión, tenía que dar todo de sí para superar la situación actual.
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El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] Empty Re: El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] {Mar 7 Jun 2022 - 15:27}

Sin tiempo que perder. Sin lugar a dudas. Sin opción que no haya sido considerada en aquel que era nuestro magnífico plan. Debíamos tener éxito en la misión, no solo porque esa era el objetivo de toda humilde servidumbre al gobierno, sino porque, si no la cumplía, ya podía irle diciendo adiós al cuerpo.

Y eso era algo que no podía permitirme. No solo por la vergüenza que le acarrearía a mi tío, ni por la constante vigilancia que tendría después hasta el momento que decidiesen que era un cabo demasiado suelto, sino porque si no llegaba hasta donde tenía que llegar no podría hacer de este mundo un lugar mejor.

Debía hacerlo por ellos.

No faltaba mucho para la cuarta calle, tan solo un giro. Y ahí estábamos, dos monstruos enmascarados corriendo por las calles como viles espíritus del voodoom en busca de la presa que su amo había designado cazar aquella noche. En aquel momento no éramos en absoluto conscientes de que los cazadores también podían convertirse, muy fácilmente, en presas.

Aunque Kurokage era capaz de correr sin emitir sonido alguno, yo no tenía esa suerte - o mejor dicho- esa habilidad. Y fue justo tras ese giro, esperándomelo encontrar más lejos de lo que estaba, cuando la patada me sobrevino de improvisto. No tuve tiempo para frenar. Pocos lo hubieran tenido. El impacto a plena velocidad estaba asegurado, un golpe que rompería costillas y dejaría inservible a cualquier humano para el combate que justo se iba a librar.

Pero los agentes, en más de un sentido, debíamos entregar parte de nuestra humanidad a la facción de las mil naciones.

Me doblé, lo hice mucho más allá de lo que cualquiera podía doblarse. Había tenido éxito en aquel peligroso juego de limbo en el que había dejado caer mi cuerpo más allá de los límites humanos. Pero aquello no quitaba la inercia. Revoleado por el suelo a más de seis metros, ni mis dotes como payaso podían anular la caída. Allí estaba Jacobo García, mucho más competente de lo que hubiéramos esperado por lo alegre de sus mejillas. Mucho más peligroso.

Me miraba por encima del hombro, molesto por haber fallado, con una intranquilidad propia de quien sabía que no vendrían a atacarle solo.

—Deberíais haberos separado—declaró, con una frialdad impasible.

Aquello, sin duda alguna, hubiera sido una mejora sustancial en nuestro plan. Eso y sospechar de la virtud de la información de los informes sobre las capacidades de nuestro objetivo.
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El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] Empty Re: El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] {Jue 9 Jun 2022 - 18:53}

Finalmente habían alcanzado a su objetivo, aunque el comienzo de la misión había resultado aún más desastroso de lo que cualquiera de sus superiores se hubiera podido imaginar.

Jacobo García, un hombre moreno, esbelto, no demasiado guapo ni demasiado feo, con labios gruesos y largas rastas negras que surgían de su cabeza y formaban una coleta, apareció justo en su trayectoria impidiendo el ataque sorpresa. No sólo eso, sino que de un simple movimiento envió hacia atrás a Hush, haciéndole rodar varios metros sobre el suelo, mientras les aleccionaba.

«Lo que nos faltaba —se dijo mientras observaba a su compañero tirado en el suelo—. Otro más dándonos lecciones». Su primer instinto fue dar un par de saltos hacia atrás, manteniendo distancia del objetivo. No podía permitirse ir a socorrer al mudo, aunque tampoco podía perder la compostura y enfrentarse a aquel hombre solo. Si la misión era en pareja, tenía que ser por un motivo. Probablemente cualquiera de los, solos y sin apenas conocimientos del Rokushiki, fueran capaces de hacerle frente.

Comenzó a caminar hacia su derecha, alejándose de Hush, y extrajo su espada, Susurro de Oscuridad para llamar la atención de Jacobo y que se enfocara en él mientras el cornudo se recuperaba e intentaba ponerse en pie.

—¿Cómo sabías que íbamos detrás tuyo? —preguntó, intentando ganar tiempo para su compañero.

—Escuché como corríais hacia aquí desde hace un rato. Concretamente —dijo señalando a Hush— a tu amigo. Tú eres algo más silencioso, pareces tener mejor adiestramiento.

Rápidamente saqué un shuriken y se lo lancé, aunque lo esquivó con una sorprendente agilidad que el ninja no había calculado. A pesar de lo que le dictaba el sentido común, no podía esperar por Hush para combatir, por lo que comenzó por su cuenta. Se movió hacia Jacobo, manteniendo su arma por delante, a la vez que sacaba un kunai de los compartimentos de su traje.

Jacobo estaba desarmado, por lo que el uso de sus armas le confería cierta ventaja, aunque no demasiada. Moviéndose con gran fluidez, el moreno atravesó su defensa, agachándose y golpeando con la palma de su mano sobre su pecho.

Rokuro también voló varios metros hacia atrás, cayendo cerca de Hush. Los dos agentes habían sido derribados con extrema facilidad, y por algún motivo, aquello había dañado su pequeño orgullo. Apoyándose sobre su arma volvió a levantarse, y una vez más encaró a su objetivo.

—¿Estás listo? —preguntó a su compañero—. Esta vez no nos va a tirar al suelo —Se atrevió a afirmar.
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El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] Empty Re: El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] {Jue 9 Jun 2022 - 20:59}

No iba a ser nada fácil cumplir con la misión. Quizá por eso nos la dieron. Quizá tenían tan claro que íbamos a fracasar que esto era meramente un trámite para echarme. Mucha gente me despreciaba por lo que era, y en cierta manera no podía culparles. En el cuerpo de agentes del gobierno debían llegar solo los más aptos, los más capaces, los más valientes, aquellos con una convicción tan férrea como su cuerpo. Y yo era un muchacho mudo, además de sensible. Y por si fuera poco casi todos, excusándose en el nepotismo, o en el directo odio o desprecio hacia mi tío, sensible de otra forma muy diferente, disponían de aún más razones para hacerme la puñeta.

¡Qué gran oportunidad para demostrarles cuánto se equivocaban!

Porque ninguno podía ver la ironía en que un muchacho que no podía hablar debía, por fuerza, por supervivencia, esforzarse en hacerse entender. La comunicación, la colaboración, es esencial para el ser humano, por mucho que algunos deseen ignorarlo enfocándose en sus habilidades, su fuerza y su descomunal orgullo.

Semanas antes.



El día anterior, la noche que nos encomendaron la misión, no me entretuve demasiado con Kurokage.
"Mañana 7:30 Desayuno. Descansa bien."

Aquella nota fue lo único que le entregué mientras preparaba todo para el escaso tiempo que teníamos para preparar la misión. Pues no sólo debía asegurarme de que su pierna sanaba bien y estuviese físicamente a punto para cumplirla, sino también que su mente estuviese tan agudizada y comprometida con el objetivo como compenetrada con la mía misma.

Preparé para la ocasión una especie de examen. Un escrito. Una ficha técnica a rellenar con los puntos fuertes, flojos, gustos y fobias para entregarle a mi compañero. Una lista que nos ayudaría a conocernos mejor, intentando esquivar lo posible mi discapacidad, facilitandole una copia rellena con mis datos y otra para que él mismo rellenase. Asimismo hice todo lo que estaba en mi mano para diseñar un plan de ejercicios escalonado, adaptado además a la necesidad de recuperación de su pierna, algo que de todas formas tendría que modificar con él delante y con su propia aprobación.


Y entonces llegó el desayuno. Le esperé, solo, recibiendo muy de vez en cuando los lejanos comentarios de las mesas pobladas de aquellos que se burlaban sin conocer, presas de lo que habían dicho y de lo que dirían. Intenté concentrarme en mi comida, y para cuando llegó el agente y le entregué los papeles entretanto que los leía, en la suya. Me parecía la mar de raro que alguien desayunase con arroz, pero quizá a él le parecía mismamente aberrante mi bocadillo. Aunque siempre me guardaría algo de misterio, allí quedaban los puntos más importantes que consideraba debía conocer alguien que trabajase conmigo. No le detuve en su lectura mientras comía, a la espera de recibir con mi mejor sonrisa, una forjada pese a las circustancias, toda queja y propuesta.

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El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] Empty Re: El ilustre futuro del Cipher Pol [Pasado] [Privado] {Vie 10 Jun 2022 - 19:33}

Semanas antes

Tras la reunión en el despacho, Jojo le había dejado una breve nota que contenía, sin lugar a dudas, los datos necesarios para su próxima reunión. Al menos no hacía ser un lince para deducirlo, y ahora que Rokuro conocía algo más a su nuevo compañero, sabía que era la forma que tenía de comunicarse.

Al día siguiente, por la mañana, justo al salir de la cama, se dio una ducha, se vistió apropiadamente y se dirigió al comedor dónde estaban repartiendo el desayuno. Tras recoger una bandeja y esperar en la cola a que fuera su turno de servirse la comida, se dirigió a una mesa que, a pesar de ser amplia, estaba vacía a excepción de una persona: Jojo.

Miró a los lados, observando al resto de agentes, antes de tomar asiento. Los rumores no habían esperado a que terminara de desayunar para esparcirse, y se sentía ligeramente avergonzado. Una vez en la mesa,  leí los extraños documentos que había preparado el cornudo. ¿Se había pasado la noche ideando y redactando los papeles? No sabía si aquello se debía a la dedicación, el perfeccionismo o algún extraño TOC, pero no terminó de convencerle el concepto de lo que planteaba.

—Jojo... ¿Es esto necesario? —preguntó el peliblanco—. Cualquier información relevante sobre mi persona la puedes encontrar en mi expediente, y lo mismo podría hacer yo contigo. Y respecto a cualquier dato que no esté incluido y consideres necesario, ¿no crees más adecuado mantener una conversación en la que intercambiamos pareceres? No quiero echar por tierra este trabajo tuyo, pero salvo por el plan de ejercicios, no creo que sea buena idea apuntar tantos detalles personales en un papel que vete tú a saber dónde acabará.

Quizás en otro momento y en otra situación podría haberle parecido mejor idea, pero en aquel momento era muy difícil. Por las mañanas Rokuro solía encontrarse «espeso», por no decir que el ambiente cargado de miradas y risitas ocultas le incomodaba y le hacía permanecer alerta de una forma extraña.

Rápidamente engulló su desayuno, con la intención de irse del comedor lo antes posible, y le hizo una seña a su compañero mudo.

—Vamos —incitó Rokuro—. Tenemos que aprender a trabajar juntos, y eso no lo lograremos aquí sentados escribiendo bobadas en un papel.

Acto seguido lo llevó hasta la zona de entrenamiento, dónde se quitó la chaqueta del traje y se remangó la camisa blanca hasta los codos.

—Vale, ¿cómo deberíamos proceder según tu plan de entrenamiento?
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