Clase media, problemas medios (Priv. Valentine)

La noche comenzaba a volverse cada vez mas evidente a lo largo de la isla, el sol comenzaba a ocultar su presencia en el mundo. Pero en aquella isla cuando el sol se ocultaba realmente la fiesta daba inicio, una isla donde la mayoría eran granjeros o agricultores el momento de descanso y relajo comenzaba cuando la noche estaba sobre la tierra. Las tabernas se agitaban con la presencia de tantas personas chocando cervezas hablando de su día a día aparte de los juegos de azar los cuales nunca podían faltar en tabernas donde habían vida. Distintos juegos de cartas y un grupo de jóvenes lanzando dardos a una pared, con la foto del tendero, que seguía molesto con que le estuvieran acertando objetos afilados en la cara. Los gritos y risas eran el pan de cada día aparte de que la cerveza corría como si fuera nada menos que agua, la gente gastando todo su dinero en aquello. Entre medio de tantos ruido y fiesta se encontraba un chico de cabellos blancos que portaba en su rostro una bandana el mismo disfrutaba de beber cerveza como todos los demás, aunque el tenia la atención de grupo de personas que estaban mirando sus manos ya que el mismo llevaba un manojo de cartas extendiendo su mano hacia ellos dejo que tomaran una carta.

-Veamos si soy capaz de adivinar que carta es la que van a sacar, verán que es un truco bastante sencillo.

Dicho eso volvió a barajar las cartas, se trataba de tener la mayoría de las cartas del mismo palo, lo que hacia que obviamente fuera sencillo encontrar la misma carta, claramente cuando se mostraban las cartas se trataba de otro maso preparado para poder hacer el truco, aunque en ese caso el no había hecho la preparación ya que nunca mostró su mazo, simplemente se dedico a hacer el truco sacando una carta del mazo una que sabia que no era, la única diferente de todo el mazo.

-Esta claramente que no es verdad, seguro que a la segunda intento lo saco, quieren apostar si me equivoco o no por segunda vez?

Eso provoco que muchos se rieran y obviamente intentaran estafar a un pobre ciego, ya que para muchos de ellos el era ciego debido a lo que estaba cubriendo sus ojos, el dinero fue puesto sobre la mesa a la vez que Dastan barajaba las cartas nuevamente, dejando afuera la que no era, para finalmente poner la carta sobre la mesa. Todos se acercaron a mirar la carta con atención y en ese omento la giro, dejando en claro que era la carta que ellos tenían pero claramente nadie quería perder así que el que jugaba dijo cruzado de brazos.

-Esa no es mi carta ciego, yo no escogí eso y no tienes como probarlo o acaso si.

Suspiro con una sonrisa de auto suficiencia en su rostro para luego señalar la carta y pasar los dedos por encima de la misma, sus cartas tenían un código brille delante, unos pequeños bultos que le permitían saber cuales eran, las mismas estaban por detrás pero eso no lo diría, para que supieran como el dominaba el truco.

-Esto es lectura para ciegos, claramente por eso se que es la carta que escogió, acaso piensa timar a un pobre ciego que se gana sus monedas honestamente.

Claro que de honesto no tenia nada el truco del albino, pero eso no tenían por que saberlo aunque de un momento a otro dejo de ser el protagonista de aquel grupo ya que se escucharon signos de lucha y de insultos proveniente de una de las mesas mas al centro del bar, al parecer una pelea inminente ocasión que tomo el albino para robarse su botin y querer alejarse lentamente del lugar.

Las provisiones de Nick estaban escaseando y su dinero rozaba los números rojos en el momento en que pisó la primera taberna que encontró en la isla, decidiendo hacer la vieja confiable de timar a un par de paletos borrachos y largarse antes de que le linchasen. Una táctica arriesgada que bien le valió un par de palizas y escapas in extremis pero que necesitaba seguir realizando si quería conseguir fondos para su pequeño viaje de venganza. El mero hecho de intentar ganarse el dinero de una manera honrada fue descartado en el momento en que la gente se fijó en su peculiar aspecto, siendo repudiado de cualquier trabajo que pidió, dándose cuenta de que la única forma que tendría de sobrevivir sería a las malas; y Nick estaba encantado de callarle la boca a todo humano que se creyese superior a él.

Lamentablemente ni tan siquiera teniendo la taberna tanta actividad como esa noche su aspecto no pudo pasar desapercibido, ganándose un revuelto de miradas que alternaban entre sorpresa, curiosidad y asco...el pan de cada día. Intentando ignorarlas se dirigió hacia una de las mesas centrales de la habitación, el lugar perfecto para tener toda la zona vigilada y pidió una jarra de cerveza listo para echar un ojo al perímetro a ver si localizaba algo digno de ser birlado.

Rápidamente pudo distinguir el viejo truco de las cartas jugado por un peculiar "ciego" albino que había captado la atención de toda una mesa de incautos que en verdad pensaban que no iba a haber nada raro en jugar contra un ciego a las cartas.-¿En serio creen que una persona se iba a dejar tangar tan fácil? ¿Qué no tendría un truco bajo la manga? Cada día que pasa la estupidez de la humanidad parece superarse, supongo que es lo que llaman selección natural...-el tema era que aquel tipo se le había adelantado a la hora de mangarle las víctimas y el resto del bar no parecía de buen humor para algunos trucos por lo que el negocio que había venido a buscar parecía haberse atascado.

-Quizás si finjo ser otro incauto y le sigo el rollo hasta poder jugársela y que le salga el tiro por la culata...debe de tener una buena pasta gracias a los palurdos eses-estaba tan absorto en sus pensamientos que no se dio cuenta de que le habían servido la bebida hasta que un comensal "amablemente" se acercó a su mesa y se la tiró encima, empapando todo su pecho.

-Ups perdona, menudo fallo-no hacía falta ser un genio para pillar la ironía entre sus palabras acompañada de una sonrisa de creído que rápidamente se le cayó en cuanto vio como el oni se levantaba de su asiento pasando a sacarle casi dos cabezas de altura sin dificultad alguna.

-No pasa nada compadre-usó su mejor sonrisa angelical antes de coger bruscamente la cabeza del hombre y estamparla contra la mesa rompiéndola en el proceso.-Vaya, a mi también se me escapó la mano-sabía que no sería capaz de escucharle, seguramente estando ya inconsciente, pero que bien le sentó darle su merecido a ese capullo.

El problema era que había mandado al carajo cualquier tipo de distracción, teniendo todos las miradas puestas en él.

-Em...yo...bueno-miró frenéticamente a todos lados hasta que dio con la distracción perfecta para poder escabullirse sin ser linchado por los humanos racistas que estaba seguro que aparecerían para defender a su amigo, felices de tener una excusa para agredirle.-¡Ese hombre está escapando con todo vuestro dinero!-gritó señalando al albino que estaba a punto de cruzar la puerta, rezando porque fuese suficiente como para entretenerlos un poco y huir por la puerta trasera del local.

El albino sentía que era su día de suerte claramente al hacerse con todo aquel dinero jugando a las cartas y otros juegos de apuestas, no demoro en que los problemas surgieran ya que siempre era la manera de poder escapar eran los problemas, si estos no existían el mismo era capaz de crearlo para que dos personas se molestaran entre si de esa forma pudiera irse sin que hubieran muchos problemas. Aunque esos problemas realmente no le gustaban para nada ya que se metieran con alguien por no ser como ellos era demasiado molesto, Dastan avanzo hacia la puerta cuando aquel sujeto decidió que quería echarle los perros a este, aunque habían dos detalles el primero era que el racismo siempre era mas fuerte que darse cuenta que les estaban robando y lo segundo fue que nada mas cruzar el umbral de la puerta, el albino dio un potente salto usando su velocidad de la fruta para esconderse sobre el tejado en ese momento para lograr perder y que nadie le siguiera en ese momento, el truco había sido casi perfecto si aquel tipo hubiera mantenido su perfil.

-Humm que chico mas malo ese, tener que tirarme los perros a mi jajajaja.

Dastan se quedo sentado en el techo mirando hacia el lado de afuera de la taberna por la parte de atrás, esperando que ese chico saliera de la taberna a ver si lograba escaparse ya que los que salieron tras el albino no lo vieron en ningún lado dejando de lado su búsqueda para poder volver a la taberna si el era bueno no demoraría en salir por ese lugar, haciendo que el albino saltara del tejado para ponerse cerca suyo riendo levemente en ese momento para mirarlo o mas bien sentirlo ya que Dastan no era muy bueno viendo debido a la venda que lleva en sus ojos buscando desarrollar mas sus poderes continuamente, queriendo llevar mas lejos el control de su fruta y del kenbun, el cual precisa mejorar bastante, balancea al aire en ese momento los pies en el vacío esperando saber cual era su paradero, si era que lo seguirían seria divertido ver de que era capaz, ya que era realmente alto y seguramente tenia una fuerte interesante.

-Veamos que esta pasando por aquí y en que ganare mis berries, seguramente unos cuantos miles en comida quiero gastar todo en comida...