Creación de un imperio 2 [Diario]

La taberna recién renombrada como "El paraíso de las tortugas" tras mi adquisición, estaba a punto de cerrar, quedaban dos clientes que estaban pagando al camarero y se disponían a marcharse, les vi coger sus pequeñas y finas chaquetas que habían dejado descansar en el respaldo de la silla e irse tranquilos y felices por una cena completa y placida. Esperé con suma parsimonia a que los tres camareros, Serly y Ryan recogieran todas las mesas, limpiaran y lo dejasen todo preparado para el día siguiente. Una vez todo estaba listo y limpio (Este lugar nunca estuvo tan limpio como desde que llegué yo) me senté en una de las mesas y les pedí que hicieran lo mismo -Bien, entenderéis que necesito hacer algo con lo que tengo entre manos, llevamos ya unos días y me he aprendido los caminos a la mina, al centro de la ciudad y los que llevan aquí, luego me he fijado en los piratas que están "instalados" en la isla y que pueden ser un problema, en un futuro habrá que hablar con ellos, ya sea para proponerles negocio, pactos de no agresión o hacerles sucumbir ante mi mando...- Dije con el pecho ancho, como si todo fuese a salir a pedir de boca -Muy de malo de cuento eso último- Comentó Ryan haciendo aspavientos con las manos, enfatizando mi delirio -Me apetecía decirlo... Bien, en unos días llegará un antiguo amigo, con un trabajo para nosotros, el cual ya os explicaré más adelante, por ahora lo que tenéis que saber es que necesitamos reiniciar la mina, necesito que salga producción y hacerle un par de arreglos en su interior, por lo que, como persona semi-influyente en esta isla dejada de la mano de dios, Serly, te toca. Necesito mineros y un par de arquitectos... Es más pon que se necesita personal a ver quien acude, seguro podemos sacar provecho de alguien interesante... Ryan, Necesito un par de piratas que sirvan como guardias, tanto para la mina como para la taberna, mínimo cuatro y por dios que no tengan más edad que el propio sol... La ultima vez que le pedí algo similar, me trajo a un octogenario... -Lo de la ultima vez fue un mal entendido, cuando dijiste "experiencia" no lo entendí del todo bien...- Tenía razón, en realidad fue culpa mía, sabía lo idiota que era y aún así me tome la libertad de no explicar las cosas con ínfimos detalles como... ¡Que un viejo no servía para matar! -Vosotros, tres cocineros de mala muerte, se que estabais aquí por que no se os pidió nada, ni experiencia, ni ganas... Pero ya os podéis hacer con un par de libros de recetas o tendréis que jubilaros antes de tiempo...- Sentencie...

Tras dejar las cosas más claras que una botella de vodka y hablar sobre los pequeños detalles, quedó claro. Serly mañana se encargaría de pasear por la isla en busca de gente que quiera trabajar en la mina, (Si no, tendríamos que reclutar de forma forzosa con métodos más "originales") Ryan de buscar a cuatro matones y los camareros de aprender a hacer platos más sofisticados, no para la mierda de clientela que venía a la taberna, esos piratas solo quieren cantidades ingentes de comida a buen precio, pero yo... Oh dios, yo soy otra cosa, esos tres tendrían que aprender a cocinar como es debido si no querían acabar flotando en la orilla del mar...

Tras finalizar la reunión, me levanté y me fui al almacén a dormir... Sí, el motel empezaba a ser caro y poco práctico, ya habían intentado matarme ahí dentro pero el almacén era perfecto para mi por el momento. Claro que quería una cama en condiciones, una casa enorme y demás, pero el almacén tenía dos entradas por lo que salir de el podía ser fácil y lo más interesante, estaba rodeado de metal, ya sean los clavos de las cajas, las tuberías o cualquier utensilio que andaba por ahí perdido, podía defenderme bien, por lo que entré en dicho almacén y detrás de unas cajas que servirían como posible parapeto había un colchón en el cual dormía yo...
Permanecí tumbado esperando a que Morfeo golpease mis parpados para entrar en un sueño profundo y escuché como los tres muchachos y Serly salían de la taberna, Ryan tenía otro colchón por ahí perdido detrás de más cajas, ya vendría a dormir cuando él quisiera...

A la mañana siguiente todo fue como de costumbre, la rutina se había instalado, me aseaba, salía, los camareros me preparaban un almuerzo más o menos a mi medida o eso intentaban, solía ser unas tostadas con mantequilla, azúcar, café con leche y un zumo de naranja, como un buen manjar, si señor... Ryan se ponía a preparar las cosas y empezaban a llegar los clientes... Ahí estaba Alphonse, un viejo pirata con mil historias que contar, siempre se sentaba conmigo y me contaba cosas de su juventud, algunas se las inventaba estaba seguro de ello, pero era bastante entretenido escucharle.Serly no se había presentado, estaría haciendo su trabajo y Ryan salió tras acabar los preparativos a por mis matones... ¿Qué tipo de gente vendría a la entrevista? Estaba nervioso y ansioso por otra parte... -Creo que pierdes el tiempo muchacho. En esta isla no hay nada que valga la pena- Dijo Alphonse maldiciendo por lo bajo a todos los humanos que viven en la isla. No le gustaba la gente, yo le había caído bien, pero el odiaba a la humanidad. ¿Qué le habrían hecho?

Hacia el medio día, con un sol espectacular entrando por las ventanas que calentaba toda la taberna, empezó a venir gente preguntando por la oferta de trabajo, cada vez venían más y más, cosa que aún que no encontraba a gente que me llamara la atención, estaba subiendo las ventas de la taberna... Quizás sería buena idea hacerlo de vez en cuando para aumentar beneficios... Gente de todo tipo apareció por la puerta y se sentaba cuando les daba permiso delante mío, abundaban los marineros, mucha gente que ya era demasiado vieja para servir bajo las ordenes de algún pirata querían morir de asco en mis minas y eso me gustaba, tener a la gente atada de alguna forma a mi me engrandecía...
Pero como era de esperar, los problemas vienen sin ser invitados y tras unas cuantas entrevistas vino el primer energúmeno... -¡Quiero tres veces más! Eso es un insulto para alguien como yo, haz una cosa, paga cinco veces más y te llevo la mina, cualquiera en su sano juicio vería la tremenda oportunidad que te estoy dando mierda seca- Gritó delante de todos... Claro, eso hizo que uno tuviera que decidir que hacer. Si hago como si nada, soy débil, si lo mato soy cruel... ¿Cual sería el punto medio? -Me parece que no lo has entendido... Yo ofrezco, si te interesa aceptas si no, te vas a la mierda- Tras mi respuesta pude ver como las manos del hombre se tensaban, querían arañar mi mesa de madera carcomida -Pero soy una persona comprensible, crees que quieres más, pero en vez de demostrarlo lo exiges, eso demuestra carácter... ¡Creo que me puedes servir!- Dije lo último con alegría fingida, lo que provocó una sonrisa en el pirata, lo que no sabía que no iba a servirme como el quería... Me levanté, empecé a caminar alrededor de la mesa y a pregonar un discurso para todos los presentes, la taberna estaba a rebosar... -Es verdad que necesito mineros, es verdad que quizás algún ingeniero y arquitecto, también matones para vigilar mis cosas, también es verdad que necesito gente leal y trabajadora, hormigas para ser exactos, esa sería una buena descripción y para proteger a mis hormigas, quizás hasta escorpiones, pero tú, amigo mío. Disculpa ¿Cual es tu nombre?- Pregunté mientras hacía un leve descanso y cogía aire -Miles- Respondió -Tú, amigo Miles, no me sirves como hormiga, tienes carácter, tienes fuerza y autoridad, tampoco me sirves como escorpión, alguien como tú no puede ser un simple guardia que proteja mis hormigas y mi cargamento, pero si me sirves como ejemplo- Mis palabras hacían que al hombre se le inflara el pecho, se creía que alguien empezaba a reconocer lo "magnifico" que era... Lastima que no fuera ni "mediocre" -Tú darás ejemplo a mis trabajadores... Veréis buenos hombres... O malos...- Se escucharon algunas risas -Yo necesito gente que valga y os prometo que me preocuparé de cuidar muy bien a quien esté conmigo pero para que la gente se vea y note protegida de cualquier imbécil que quiera lo que es mío, supongo que he de demostrar que valgo para ello y por eso... Os mostraré que también puedo ser cruel...- Sin pensármelo dos veces, saco uno de mis cuchillos del interior de la chaqueta, lo empuño con la diestra con fuerza de forma inversa y empiezo el show... Mi mano siniestra agarró por detrás a Miles por el cuello y antes de que pudiera sorprenderse hasta el punto de pensar en defenderse, clavo bien hondo el cuchillo en su ojo derecho, los gritos de dolor llamaron la atención de todo el mundo, al sacar el arma de su cuenca me llevé el ojo de mi victima y soltando su cuello empujé al hombre al suelo -Bien, os prometo buenas pagas, os prometo protección y también os prometo, que si no me respetáis, me amenazáis, me insultáis o me robáis, tendréis que andaros con ojo desde ese día....- Bien visto por mi parte ese juego de palabras...

Quizás tendría que haber montado la escena del ojo cuando ya tuviese gente contratada pero mejor así, no habrían bajas una vez hecha la criba, por lo que ahora veríamos quien tiene narices de trabajar conmigo o no. Sorprendentemente la información del sueldo que estaba dispuesto a pagar, la escena ocular y que claramente estábamos en una isla pirata y ser cruel era una buena carta de presentación, por la noche quedaban veinte buenos candidatos... Tuve que descartar a cuatro por la edad, para la mina no servía, gallina vieja para buen caldo, pero esto era una barbacoa, necesitaba carne fresca. Ante mi, tenía a diez mineros, un arquitecto y cinco soldados... ¿No te sientes pleno cuando salen los planes bien?

A la mañana siguiente cuando llevé a los nuevos trabajadores de mi empresa a sus puestos de trabajo me encontré con una sorpresa... La mina había sido saboteada. La puerta de acceso estaba derrumbada y una bandera atada a un palo el cual estaba clavado en la entrada me decía que alguna banda pirata había tenido algo que ver... Malditos... -Bien, no es problema. Guardias, os quedáis protegiendo este lugar, por lo visto necesitaré más guardias para protegerlo de noche, no será problema. El arquitecto y los mineros, manos a la obra, a destaponar la entrada, eso lo primero, si lo conseguís hoy mejor- Uno de ellos se me acerca -Parece ser escombros superficiales, al medio día ya estaremos dentro- Ese era mi nueva incorporación -Bien, una vez dentro, mirar primero como está, mira si se podría hacer mi pequeña idea y a trabajar. Hoy será un buen día...- Comento mientras cojo la bandera y me la llevo encima -Soldados, si alguien quiere problemas, ofrecer vuestra hospitalidad sin censura- Lo que significaba.. Todos muertos..

Para cuando volví a la ciudad mi presencia era toda una estampa bendita. Mi traje negro reluciente, mis gafas de sol bloqueando los rayos del astro rey y el palo con la bandera ondeando al viento sobre mi hombro... Tras ir a la plaza central, pregunté a pleno pulmón -¡¿De quien es esta bandera?!- Se me acercó un hombre, vacilante, engreído, con el pecho inflado -Esa bandera pertenece a los cuervos rojos- Era de esperar, el dibujo era de un cuervo...¿Adivinas el color? Rojo sí... Imaginación al poder -Parece que te has buscado enemigos pronto, operan en la zona este, al lado de los puestos de leñadores- Comentó entre risas mientras se iba... Pero ese desprecio hacia mi no iba a detenerme, caminé hasta el lugar concreto.
La zona de los leñadores era famosa por sus hombres rudos, fuertes, los maleantes de la zona los respetaban pues eran antiguos piratas con mala leche y músculos demasiado desarrollados, pero había una casa algo dejada con una la bandera pirata idéntica a la que portaba cual estandarte... ¿Qué mierda de pirata que se precie tendría una pequeña base en el bosque? Preguntas a parte, no pude acercarme al recinto cuando ya salieron a darme la bienvenida... -¿Mako verdad?- Preguntó quien parecía si no el capitán uno al mando... -Me he enterado que te estás haciendo un hueco en esta ciudad... Mi pregunta es, eres un fruto nuevo ¿Estás podrido o sano?- No entendía la referencia pero seguro que ahora venía una explicación -Verás, a mi modo de ver, en esta isla solo hay dos tipos de personas, las personas con las que se puede colaborar y las personas que no...- Me ajusté la corbata y sonreí -¿Queréis hacer negocios?- El muchacho negó -Tú quieres trabajar para nosotros, no con nosotros... Verás, hagamos lo siguiente, tú nos das el ochenta por ciento del beneficio de la mina, el bar y nosotros a cambio protegemos tu negocio hasta dejamos pasar la ofensa que nos hiciste- Me quedé dudando, no en haberles ofendido, seguramente lo hice pero no recuerdo ni el momento ni el lugar... Pero todo quedó más claro cuando detrás del interlocutor apareció el hombre de la taberna, al que parecía haberle mirado un tuerto pues su suerte no iba a mejorar... El maldito becerro al que apuñalé en el ojo pertenecía a su banda... -Supongo que no te lo tengo que explicar ¿Verdad?- Apreté momentáneamente la mandíbula, se notaba que estaba molesto, usarían al inútil ese para empezar una pelea pero no podía dejar que eso pasara... -¿Cuanto tiempo tengo para pensarlo?- El hombre se echó a reir -¿Cuantas veces quieres quitar escombros de la entrada a la mina?- Eran bastantes, no podía hacerles frente, por lo que por el momento era mejor parecer pequeño -¿Podría hablar con quien esté al mando para un trato que nos beneficia a las dos partes?- Mi pregunta pareció molestar pues el que estaba al mando desenfundó su arma, un revolver similar al mío y me apuntó -Ya te he dicho el trato que vamos a hacer ¿Para qué hablar de más cosas?- Su revolver no era igual al que yo poseía, pero estaba claro que su funcionalidad era mejor que una Flintlock, por lo que ahora estaba en peligro. Quizás mi poder pudiera repeler la bala, pero no sabía que materiales usaba... Estaba bastante jodido...

Me encontraba frente a una tripulación, unos quince hombres, todos con espada en la cintura y arma de fuego en mano, no era idiota podía medir que ellos tenían experiencia en combate, sus cicatrices, su entereza, su parsimonia en esta situación no era por ser más, era por que cada uno de ellos podía enfrentarse a mi con la suficiente experiencia por no decir que ahora mismo no tenía con qué cubrirme si empezaban a disparar todos... -Bien, creo que debo diseccionar vuestra ofer...- No acabé la frase cuando una bala se incrustó a pocos metros de mí, en el suelo, me habían disparado, era una advertencia. La agradecía, pues me había dado pistas de su arma, fuerza, velocidad... La verdad que sonaba como la mía... -Si no obtenemos al final de esta semana los ingresos de tus negocios, quemaremos el bar y socavaremos la mina- Sus amenazas eran contundentes, iba a tener problemas con ellos.
Alzando las manos como una posición de "me rindo" (por el momento) me di la vuelta y empecé a caminar sin decir más, ahora mismo me tenían agarrado por los.... Ya me entendéis... No podía hacer nada, no podía atacar, perdería... Por lo que solo me queda retirarme, que parezca que he aceptado la oferta y tendría cinco días para prepararme y poder ganar un enfrentamiento contra estos. No sería tan fácil como el sicario que me mandó Serly, estarían esperando pero antes que darles mis monedas intentaría darles mis balas... Ya sabéis, la típica frase de plata o plomo, les daría plomo...

Peticiones para el Staff:

¡Aquí está tu moderador favorito! Ya sabes, ese y no el otro.

Qué divertido es leer a Mako intentando hacerse un nombre y, bueno, técnicamente lo está consiguiendo. Una pena que le haya sacado un ojo al pirata equivocado, pero ¡ya sabes lo que dicen! A veces por la fama y el reconocimiento hay que pagar un ojo de la cara. Perdón, no he podido evitarlo...

¡NPCs! Bien, ahora que ya tengo tu atención, te diré lo que tienes que pagar por ellos. Por los irrelevantes, son 10 doblones en total. Por los luchadores son 25 doblones en total. Y por el de oficio, unos 10 doblones. Lo que deja el gasto en unos 45 doblones. Espero que disfrute de la compra.

Vale, la parte de las matemáticas. Ya sabes, facilito. Unos 270 puntos de experiencia y unos 27 doblones. ¡No todo iba a ser gastar!

Hasta aquí mi humilde moderación. Muchas gracias por tu diario, ahora ve y pásatelo bien en el foro con lo que has obtenido hoy.

No sabía que había que aceptar... ¡ACEPTO! x2

Hoja actualizada.