Información enterrada (Privado Alwyn y Omega)

Era hora de salir para un encargo, por desgracia, no sería en solitario. Me ha encargado de asegurarle a mi superior que lo haría mejor sola, que no hacía falta que nadie más fuera conmigo, pero parecía que eso no iba a ser suficiente. Al parecer me iba a tocar trabajar en grupo más de una vez, cosa que me desagradaba de forma extrema. Esperaba que al menos durante la misma pudiéramos repartirnos las tareas y no pasar mucho juntos. También tenía la esperanza de que me tocara con alguien competente, no es que hubiera visto pasar muchos idiotas en la academia, pero se oía sobre enchufados en rangos medios por sus padres.

Me levanté, quitándome el pijama y doblándolo para ponerlo bajo la almohada antes de vestirme. Tras ponerme el uniforme, hice la cama y me encendí un pitillo. Con él en la boca me dirigí a la mesa a limpiar el arma y las dagas. En lo que me fumaba me daría tiempo a todo, luego me tocaría el aseo normal. Tenía tiempo más que de sobra para llegar al barco donde debía encontrarme con el otro agente y nuestro superior para que nos explicara donde íbamos y para qué. Lo más seguro es que fuera una chorrada de misión, igual que las que les daban a los compañeros hasta que podían ascender.

Éramos la parte baja de la cadena de mando, nos tocaba el trabajo aburrido y que nadie más quería. En raras ocasiones las cosas aburridas se tornaban más interesantes, pero por desgracia eran bastante escasas. Me puse la capa y salí hacía el puerto, evitando como siempre a la mayor parte de la gente que podía. Había iniciado esta forma de hacerlo para evitar socializar, pero ahora se había convertido en una práctica para tratar de perfeccionar mis habilidades de sigilo, aunque hoy no sirviera.

Llegué al barco, aún no había nadie, o es creía. Me encendí un cigarrillo estando apoyada en el navío.

– Eso te matará algún día. – Dijeron desde mi espalda. Apoyado en la barandilla del barco sobre mi estaba el que debía ser nuestro enlace, o puede que mi compañero. Por su apariencia me inclinaba más por el primero.

– Puede ser, pero dudo que algo como esto pueda conmigo, señor. – Le respondí. – ¿Hacia dónde nos dirigimos?

– Partiremos hacía Sabishima, en el South Blue en cuanto llegue su compañero. Es una isla pequeña, pero puede ser de gran utilidad si consiguen su objetivo, pero esperemos a que llegue el otro agente.

Cigarrillo en mano, el agente se asomó a la ventana. Contempló la calle bajo él mientras fumaba. No recordaba en qué momento había cogido aquel mal vicio. Siempre se había preocupado por llevar una vida sana, de ahí que comenzase las mañanas con media hora de ejercicio físico. Sin embargo, últimamente parecía haber muchas cosas que se le escapaban u olvidaban. A veces se sorprendía haciendo cosas que normalmente no haría, o se percataba de que no recordaba nada entre la cena y la hora de dormir. Sin embargo aún no había encontrado el momento para intentar ponerle remedio. Era esencial que la agencia no se percatase de su condición.

Se retiró de la ventana con un suspiro y fue a arreglarse. Tras una ducha y ya vestido con su uniforme y la pistola al cinturón, se dirigió al puerto. Le había tocado una tarea curiosa. Tenía que registrar un cementerio de barcos en el South Blue. Sus superiores tenían la sospecha de que entre los pecios, pertenecientes a la Guerra del Cisma, podía haber algunos tesoros olvidados. Habían llegado informes de saqueadores frecuentando la zona y eso era motivo suficiente para enviar un equipo. Le habían asignado a una novata para que la experiencia de la agente aumentase. Junto con ella había llamado a su equipo habitual. Ray y Therese estaban ya desplegados en el terreno, mientras que Andy estaba en el barco.

- El otro agente ya está aquí - Atsu se unió a la conversación con un saludo con la cabeza - Agente de campo Omega, del CP7. Tú debes ser la agente Alwyn - le tendió la mano a la mujer con una sonrisa cortés. El otro hombre se retiró un paso mientras conversaban. Recordaba su foto del informe. Era el enlace de la misión. Atsu se giró hacia la cabina y dijo en voz alta - ¡Andy, prepara todo! Zarpamos en cuanto la marea lo permita - volvió a mirar a Alwyn - ¿Te han informado sobre la operación, agente?

Un chico joven se unió a la conversación que estábamos manteniendo, haciendo que el enlace se retirara hacía el interior del navío. Se presentó usando su nombre, o puede que fuera su apodo, me era imposible saberlo, peor me daba igual en verdad. Lo importante era que era ya del CP7 y además agente de campo, en resumen, era mi superior. Era una gran oportunidad de aprender algo, seguía pensando que yo sola podría con ello, pero podía considerar esta misión como un entrenamiento. Únicamente esperaba que ese agente de campo estuviera a la altura y no fuera uno de esos enchufados.

– En efecto soy Alwyn. – Le dije apretándole la mano que había tendido. Dio alguna orden a alguien del barco por su nombre, así que debía de haber trabajado antes con él, puede que incluso con toda la tripulación. – No, señor. Solo sé el destino en el que se desarrollará, le agradecería más información. Soy una gran tiradora, además domino casi todo el rokushiki. Le puedo asegurar que no seré una carga para usted durante el transcurso de la misión. Si gusta incluso podría hacerla mientras usted descansa. – Me saqué otro cigarrillo. Una presentación de habilidades, una declaración de intenciones y un gran ofrecimiento.

La verdad es que tenía varios objetivos con esa presentación, y si podía hacer la misión yo sola pues mejor. Además de eso, quería que se me tuviera en cuenta, no era raro encontrar a agentes de más rangos que dejaban tareas menores o insignificantes a los de menso rango. Al menos eso era lo que se decía, esta era mi primera misión en conjunto con un superior, dato que me guardé para mí. Quería saber, además, si era un agente perezoso al que pudiera recurrir para seguir haciendo misiones en solitario. A mí me daba igual, no lo pensaba reportar, cada uno llegaba y ascendía como le era posible y yo no me iba a meter en la carrera de nadie.