Re: [22M] Asalto al tren de Benny D. Souto, último gran pirata del West Blue {Dom 7 Abr 2024 - 3:25}

25/06/2023

Las cosas se habían animado un poco en el vagón número diez, una chica que subió al techo del vagón había advertido el peligro del fuego en un lugar encerrado con tanta pólvora y tenía razón, seguir lanzando fuego a diestra y siniestra podría resultar en una catástrofe de magnitudes colosales. Tuve que apagar las flamas de mi espada y comencé a encargarme de los tripulantes con tajos certeros y una que otra cabeza cercenada, pero aún estaba la cuestión del hombre salamandra; parecía estar luchando contra un sujeto que destacaba bastante más que los demás maleantes.

Mientras danzaba con los cortes de mis espadas y los enemigos caían poco a poco, Alpha entró por la puerta trasera acompañado por dos de sus extrañas criaturas: el golem lo auxiliaba en el combate cuerpo a cuerpo mientras que el fuego viviente comenzó a hacerse cargo de las flamas que amenazaban con explotar todo el vagón. Poco a poco el fuego del lugar disminuyó y con ello el riesgo de la explosión. Era momento de ponernos serios y proseguir con la misión de detener a la bestia de acero y conseguir mi cita

-¡Has llegado justo a tiempo! -sonreí mientras le gritaba a Alpha- ¡encarguémonos de estos payasos!

Hikari, la chica samurai, había derrotado a algunos tripulantes más y subió al techo del vagón gritándole al hombre salamandra que lo quemara todo; no pensé que fuera la mejor de las ideas, acabaría por volar todo el lugar con todos los tripulantes dentro, incluyéndonos. Antes de que eso sucediera decidí tomar cartas en el asunto y ayudar a aquel hombre mitad reptil para salir sanos y salvos de ese vagón. Al final del día no quería terminar siendo un dinosaurio asado.

-¡Quítate de enmedio! -le grité al hombre reptil- ¡Lollypop Break!

Una onda de choque con tremenda fuerza salió disparada hacia los tripulantes del tren y el sujeto de la ametralladora, el ataque les dio de lleno así como a la pared del fondo, que termino por romperse, dejando ver el exterior del tren y algunos de los súbditos salieron volando como si de hojas de papel se tratasen. La onda de choque había logrado derribar al sujeto de la ametralladora y le costaba levantarse. Estaba un poco cansado, busqué rápido en mis bolsas y tomé un caramelo de limón para aumentar mi ánimo. Era momento de que Alpha y el hombre reptil le dieran el golpe de gracia.

Resumen:

25/03/2022

«Me he cegado» reconoció Rokuro tras terminar su combo de ataques y observar el resultado. Si bien el oficial pirata había bloqueado todos sus ataques con la espada, no pudo hacer lo mismo con el Rankyaku. La onda cortante fue tal que le empujó abruptamente contra el lateral del vagón, desgarrándolo y abriendo una brecha que llegó hasta el techo, el cuál comenzó a abrirse como una lata de conservas. Aunque no lo había derrotado aún, parecía magullado y herido, y necesitó apoyar una rodilla en el suelo para no caerse por completo.

Aprovechando aquel momento de descanso, logró ser consciente de su alrededor. Matt había logrado hacer un buen trabajo —aún con sus métodos poco ortodoxos— espantando a los refuerzos que entraron por la puerta que conducía al siguiente vagón, y el resto de creaciones de tinta seguían disminuyendo las tropas enemigas. Además, no sabía cómo ni por qué, pero Mako había aparecido. Aquello no auguraba nada bueno, pero a juzgar por su reacción parecía estar apoyándole. Aún con todo, probablemente mantendría una conversación con él cuando derrotase al oficial.

De vuelta con el bandolero, pudo observar cómo sacó una segunda arma, similar a la primera, y apuntó. Sin dudar ni un segundo lanzó una ráfaga incomprensible de balas, directas sobre el agente. Previendo gracias al haki de observación la oleada de disparos, creó un nuevo dibujo especial con su poder, que nació de su hombro y tomó la forma de un pequeño carbonero, un pajarito de varios colores con una bufanda negra alrededor de su cuello, como un ninja. Rokuro comenzó a moverse, dando saltos por el aire gracias al Geppou, mientras que el Pequeño Carbonero abrió su pequeño pico y pió fuertemente a la vez que comenzó a lanzar clavos desde su boca a una velocidad endiablada. Los clavos apuntaron directamente a las balas disparadas por el forajido, bloqueándolas o desviándolas, y las pocas que alcanzaron a Rokuro fueron detenidas con Susurro de Oscuridad.

De pronto, su aliado criminal gritó, pidiendo protección. «¿Qué pretendes hacer? —se preguntó mentalmente, airado. Aquel idiota no parecía percatarse de que estaba en mitad de un combate—. Qué inoportuno». A pesar de todo, decidió hacer lo que pudo para brindarle ayuda, trasmitiendo mentalmente al Gran Caballero que bloquease con su titánico escudo cualquier ataque enemigo a la vez que dejó que el resto de creaciones continuasen limpiando el vagón. Entonces continuó con la ofensiva; no iba a permitir que ese bandido escapase.

Dio unos pocos pasos más en el aire, para ubicarse de forma perpendicular al lateral del vagón en el que se encontraba su objetivo mientras envainaba la espada, y extrajo dos pergaminos de los bolsillos de su interior. Al desplegarlos en el aire, el papel realizó varios giros a su alrededor, rodeándolo, y frente a él comenzaron a surgir varios animales. En total aparecieron cinco serpientes y seis perros de varias razas, que salieron disparados contra el pirata a una velocidad vertiginosa. Cuando alcanzaron su objetivo, las serpientes buscaron enroscar sus cuerpos alrededor alrededor del suyo para clavar sus colmillos y contraer su músculos constriñéndolo para evitar inmovilizarlo, y los perros trataron de sujetarlo prensando con sus mandíbulas tobillos distintas partes de su cuerpo, entre ellas piernas y brazos.

Una vez hecho, aunque los animales no hubiesen conseguido detenerlo por completo, le habrían dado tiempo a Rokuro para extraer una nueva semilla desde sus bolsillos y colocarla entre sus dedos pulgar y corazón, envolviéndola en haki de armadura y apuntando. En cuánto decidió que era el mejor momento, aprovechó la posición desde el aire y disparó la semilla con la fuerza de una bala. El proyectil voló directo hacia el oficial en ángulo descendente. Tanto si recibía el ataque o lo que esquivaba, la semilla impactaría contra el o contra el suelo, provocando una temible explosión que acabaría mostrando una enorme nube rosada en forma de calavera.

Resumen:

28/02/2022

Una gran explosión y sentir como doy vueltas golpeándome con mil cosas para acabar de nuevo en el 12. Puta suerte de mierda tengo y quien es este tío se ha puesto a contarme cosas? ,"Pues la verdad es que no me suenas ni tengo pensado unirme a la tripulación de nadie, pero dado que me gustaría recuperar mis patos a la mayor brevedad posible, me gustaría saber qué planeas hacer con este vagón. El tren se nos escapa y eso disminuye mis posibilidades de cobrarle daños y perjuicios a su conductor. Por cierto, me llamo Vanko y estaría encantado, cuando todo esto pase, de crear algo para ti que realmente te haga sobresalir como espadachín. Debes ser mi cliente si quieres lo mejor", dije sin apenas respirar ni esperar respuesta, mientras garabateaba en el suelo.

El hombre por otra parte tenia las cosas claras, asi que paré de dibujar y, agarrando todos los cadáveres que podía en una brazada, los lancé al desierto como me dijo. "Podríamos hacer algo mejor que unos patos para dar caza a la locomotora, y además, si colocásemos todos los cañones en una banda y pusiéramos un mecanismo de disparo sincronizado, podríamos descargar una cantidad enorme de muerte sobre ellos", comenté mientras tiraba otra brazada de cadáveres a la arena.

"Puedo hacer un timón funcional en unos 20 segundos y vamos a matarlos salvo que paguen el coste del jade del desierto que me ha jodido su puto tren. ¿Sabe lo que me había costado sacar una pieza de 5 kg entera sin romperla? ¿Sabe las obras maestras que podría haber creado con ello?", pregunté indignadísimo. "Y estos cabrones me lo han jodido", dije estampando un cadáver contra otro y haciéndolos papilla en el momento.

Y de pronto ya no es un hombre ni un gallo si no un pato…en ese momento un escalofrío recorrió mi espalda y quede totalmente bloqueado unos segundos…, tras sobreponerme y recuperarme así que le interrumpo con mi idea explicándole le porque va a funcionar bien. “Necesitas un diferencial lo mires por donde lo mires", inquirí. "Vale, cambiemos aquí fuera a falta de unirlo orden de los factores, fabrico el diferencial completo al eje, le sueldo unas piezas externas de sujeción temporal. Corto el eje que se sujetará momentáneamente en las barras temporales, sueldo el diferencial y quitamos las barras de sujeción. No estamos sin eje en ningún momento y tendríamos direccionalidad completa a riesgo casi 0", reí a carcajadas por dar con la solución.

Lancé los cadáveres que tenía en brazos por la borda, saqué mis herramientas y comencé a arrancar placas de metal y clavos del armazón del vagón. Una vez con chatarra suficiente entre manos, encendí el “soplete” y comenzó el trabajo de artesanía. No tenía que ser un refinado diferencial; con una versión básica nos bastaría. Sería menos suave y los giros traquetearían, pero aguantaría el propósito de darnos algo de giro. "Id arrancando unos tablones por cada lado para ver por dónde vamos", dije dirigiendo la construcción del vehículo. Esto no debería llevarme más de unos minutos, espero que menos de un cuarto de hora en cualquier caso, mientras el olor a ámbar quemado embriagaba el ambiente y el metal tomaba forma y unos componentes se unían a otros.

Resumen:

01/02/2012

- ¡Me cago en Dios, Hayato! -grité frustrado cuando entró disparado por una ventana, derribando al ciego-. ¿No podías llegar diez segundos más tarde?

En mitad del caos había perdido de vista el rumbo de las balas. Sabía que no se las esperaba, yo tampoco las habría esperado. Uno tras otro cada proyectil había salido de la oscuridad a propulsión, con la intensidad suficiente para hacerle daño. Verdadero daño. Pero de alguna forma había tenido tan buena suerte de que el samurái cornudo se interpusiese para salvarlo. ¡Y encima estaba ayudándolo a levantarse! Quise darle una bofetada, pero hasta cierto punto conocía el ridículo honor del que hacían gala tanto Sasaki como él... Aunque el de Hayato era por completo excesivo.

Esperé mientras se disculpaba por haberlo derribado, callándome que debería estarle agradecido por salvarlo pero preparado para continuar el duelo en cualquier momento desde ahí. Bueno, puede que no esperase en silencio y protestase un poco, pero ni de lejos tanto como debería haberlo hecho: ¿De verdad era necesario que le sacudiese el polvo de la ropa? Debería haberme traído un libro para cuando inevitablemente Hayato la liase de alguna manera y tratase de arreglarlo consumiendo mi valioso tiempo.

- Por favor, Hayato. Que está ciego, no imbécil -protesté mientras terminaba de quitarle el polvo-. ¿Puedes apartarte para que lo mate de una vez?

Por fin, tras demasiado tiempo de espera, el ciego ya estaba en pie de nuevo y Hayato haciendo sus tonterías de siempre como, por ejemplo, agarrar cosas del suelo. Solo que en esa ocasión un chasquido resonó desde fuera y en un instante Hayato fue reemplazado por Sasaki. Sorprendido apunté el sable hacia él por un instante, pero rápidamente la llevé de nuevo al espadachín. Había demostrado ser extremadamente hábil pese a su falta de visión, y ya no contaba con la posibilidad de saturar su brillo. Tenía que pensar algo rápido.

- Capitán Sebastian Miles Silvercat -corregí cuando Hayato te interpeló-. Alice se encuentra... Indispuesta en estos momentos, por culpa de este tren de los horrores.

La oscuridad del suelo y las paredes comenzó a humear, burbujeante. Reptaba por el techo como una suerte de serpiente amorfa y la que rodeaba mi cuerpo comenzó a fundirse con esta a medida que me agachaba para tocar la que se encontraba justo a mis pies. De no haber estado Sasaki ahí podría haber hecho otra cosa para asegurarme de que el ciego perecía, pero tendría que conformarme con el plan B: Las sombras cerraron la puerta entre los vagones, aislándonos, y tras de mí un velo negro se formó para ir estrechándose poco a poco alrededor del ciego y el ronin. Nada opresivo, nada que pudiese dañar a Sasaki, al punto de que la sólida pared de negror se abrió ligeramente para no tocarlo y cerrarse delante de él una vez más.

Si aquello había funcionado Ojeras estaba atrapado y Sasaki a salvo. Fue en ese momento que cerré el puño sobre la oscuridad y toda la que había liberado por el vagón serpenteó velozmente hasta la jaula de Ojeras -o donde contaba que estuviese, ya que no esperaba que escapase- y centré mi brillo en él. Entonces abrí la mano; la oscuridad latió como una pupa, y volví a cerrarlo para que se compactase violentamente, tratando de reducir su tamaño a una minúscula esfera del tamaño de una bala de cañón. Si funcionaba el ciego ya no volvería a ser un problema, pero no terminaba de darme buena espina todo aquello.

Resumen:

10/09/2019

- Estás mal de la cabeza - respondió a Doc, levantando la pistola de nuevo. Un solo tiro fue suficiente; el frasco reventó en el aire y sus contenidos se esparcieron por la zona inmediata del vagón. El problema fue cuando parte del líquido roció el brazo derecho de Atsu y el lateral de su cuello. Sintió un dolor agudo y ardiente mientras el líquido burbujeaba sobre su piel; era alguna clase de compuesto alcalino. El agente se agachó y arrancó un trozo de ropa de un pirata caído con el que se secó apresuradamente, como pudo, los restos del líquido.

- Espero que no te quede mucho, este oficial se está poniendo cariñoso - el comentario de Atsu a través del comunicador del Den Den Mushi fue sardónico, cargado de humor desapasionado. Aquella situación era emocionalmente drenante: los piratas estaban amenazando su tierra natal. Nada le decía que su padre estuviera a salvo y a decir verdad, ni siquiera había podido llamarle para saber si se encontraba en Nanohana. Escuchó el ruido de un segundo transporte aproximándose y el sonido de artillería. Sabiendo el endeble estado del vagón, se elevó con su geppou para alejarse de las previsibles consecuencias y saltó hacia el transporte.

- Estoy sobre el Kataphractos - contestó a RAL - Vengo un poco ligero de equipaje, lo más potente que he traído son las pistolas y granadas. Si hay un puesto de artillero... - dudó al ver el estado del ingenio mecánico - funcional, puedo intentar hacer algo. Si no, si tienes herramientas a bordo puedo intentar hacerle un apaño a los sistemas que hayan quedado dañados.

Derribó con sendos disparos a un par de piratas que habían levantado sus fusiles con intención de detenerle y se agarró al vehículo. Cuando el vehículo aceleró y se reposicionó para mantener el equilibrio, el dedo meñique de su pie fue a encontrarse junto contra una barra metálica. Una lagrimita cayó de su ojo derecho y contuvo una queja. Tenía pinta de que iba a ser un viaje movidito y doloroso.

resumen:

18/05/2022

Tragué saliva cuando vi el tambor girar, pensando en cómo podría aguantar los balazos en mi cara, no las tenía todas conmigo. Por suerte, en ese momento entró un… ¿un medio dinosaurio? Quizá sí que me había llevado un golpe demasiado fuerte en la cabeza si estaba teniendo este tipo de alucinaciones… Salí de mi estupor cuando el resto del vagón se fijó en él, de modo que supe que no estaba solo en mi imaginación. De hecho, parecía que venía a ayudarnos un poco, conociendo incluso a Hikari. ¿Qué habrá hecho mi herrera en todo este tiempo para haber hecho una amistad tan peculiar?

Estuve a punto de hacer lo que me dijeron y salir de este vagón tras explotarlo, incluso si yo lo que quería era acabar esta pelea para recuperar mi honor. Por suerte, el nuevo reptil parecía estar de acuerdo conmigo y estaba dispuesto a luchar hasta el final. Me aparté tal y como me dijo, observando con curiosidad su técnica. Parecía que si te tocaba dolía un rato, sip.

Entendí que una vez impactara iba a ser mi momento para actuar por lo que en cuanto me sobrepasó corrí detrás del haz de energía que había creado, empezando a concentrar el fuego en mi brazo. Hasta ahora no había tenido oportunidad para usarla en un entorno hostil de verdad por lo que me hacía hasta ilusión. Copié los movimientos que tantas veces había leído, giré el torso para coger inercia, di un salto y grité con mucha energía.

-¡Red Hawk!- Otra cosa es que diera o no, pero el movimiento chulo y el grito no me los quitaba nadie.- ¡Gracias por el apoyo! Pelear codo a codo con alguien siempre es más divertido.

Por supuesto, esto no era todo lo que tenía que ofrecer. Tenía que aprovechar que había activado el rocío de veneno, no me gustaría tener que activarlo otra vez y no quería haberlo hecho antes en vano. Puede que él pegara duro, pero yo también. Los puñetazos potenciados tanto por la akuma como por el haki podían doler bastante, ya lo había comprobado en mí mismo de hecho. Por eso mientras tuviera fuerzas, no dejaría de lanzar esos golpes con la esperanza de que alguno fuese el último. Este vagón era de los últimos del tren y si quería llegar al final, tenía que guardar fuerzas, cosa que no estaba haciendo demasiado bien por el momento. El caso es que descargué una ráfaga de puñetazos, también atento a no estar en medio para cuando el otro chico que estaba en el fondo del vagón decidiera actuar.

Tenía que confiar en que Judy y Hikari estarían bien, con mi vuelo podría unirme a ellas más tarde para asegurarme de que nada hubiera pasado. Eran fuertes por sí mismas, pero no podría dormir tranquilo pensando que no pude ayudar a unas amigas en una situación de peligro.

Resumen:

08/12/2017

Aquellos tipos debía de ser idiotas profesionales. Tras las explosiones que había provocado en el vagón, todos comenzaron a disparar sin ton ni son, suponía que intentando dispararme a mí, sin embargo, apenas me rozaron un par de veces. Por suerte, y a pesar de aquel desastre pude llevar a cabo lo que planeaba. La oscuridad comenzó a reducirse, debía de aprovechar el tiempo.

Lancé la otra esfera de sombra al límite de la primera para ampliar la zona en oscuridad. En ese momento me percaté de que unos de los tipos aquellos estaban moviendo unos barriles. Por otra parte, el tipo que había en taparrabos se puso a poner algo de cebo en una caña, parecía que empezaría a hacer alguna cosa. Una vez en el suelo de nuevo, busqué el agujero que había echo.

Una explosión volvió a sonar, el explosivo que había puesto en el techo había explotado cuando alguien pasó por el láser de detección. La cosa se estaba poniendo bastante fea, y la posibilidad de huir iba a ser complicada, por lo que debía de ganar algo más de tiempo. Tiré un par de canicas en el agujero del suelo de antes y tras alejarme un poco hice que explotasen.

Tras eso noté dos sombras que hacía tiempo que no notaba. Og y Katua. Aquello era una buena noticia. Me permitirían huir. Además Raven había vuelto a mi sombra dado que se había alejado demasiado tras el intercambio. Si el techo tenía un agujero podría ser otra forma de salir, aunque primero debía confirmar que tenía otras opciones. En el centro de la oscuridad me centré en la sombra de Katua. El agente aquel se encontraba en un espacio relativamente oscuro y bastante cerrado, por lo que sería complicado. Si aquello era un vehículo peligraría el ir dado el susto que le daría y el consiguiente accidente.

Luego puse mi mirada en Og, estaba más cerca el chico calvo, de echo entres dos vagones, aunque me era imposible saber en cuales. A su alrededor noté bastante jaleo, y Mako intentaba hacer algo a las juntas de unión. ¿Pretendía soltar vagones? Podía ser algo bastante peligroso para todo el tren, sobre todo para los últimos vagones que al perder fuerza podrían accidentarse.

-Og, dale un saludo cariñoso – le dije a la sombra.

En la sombra de Mako aparecieron unos ojos azules durante un momento, solo en el dijo.

-Buenas, asesino mío. Los muertos no hablan, pero recuerdan.

Tras aquellas palabras se mantuvo escondida en la sombra como hasta ese momento, a ver si con ello conseguía alguna pista de donde estaba. Usé de nuevo el hilo de sombra para tener una mejor posición hacia el techo y usando la pistola de trion del bolsillo disparé a varios de los bidones que transportaban, además me serviría para ver si había agujero en el techo.

resumen:

19/05/2023

Todo estaba siendo una locura, y por algún motivo, me encontraba feliz. Era divertido todo lo que estaba sucediendo.

Bueno, cuando apareció esa señorita no lo fue tanto. Disparó al tipo que había sustituido al pollo colorido y, de repente, apareció vestido de pollo. Pero lo peor fue cuando, por un instante, me quedé congelado. Intenté moverme, reaccionar, pero no pude lograr hacer nada. Estaba... Atrapado. Paralizado. Y entonces pude volver a moverme. Sujeté uno de mis brazos con la mano contraria y empecé a dar vueltas con el puño sobre la muñeca. Continué girando el brazo hacia atrás repetidas veces y terminé por hacer varias sentadillas y dar varios saltos.

—¡Eh, he recuperado la movilidad! —dije a todos, feliz—. ¡Yupi!

Luego, al ver como todos comenzaban a coger cuerpos y arrojarlos por detrás, hice lo mismo. Es más, me esforcé mucho, corriendo de un lado a otro y cargando tres, cuatro e incluso cinco cuerpos a la vez. De alguna forma tenía que competir con el gigante de rostro horrendo. No era justo que él pudiera cargar y lanzar a tantos de ellos con tan poco esfuerzo mientras que yo tenía que dar seis o siete veces más pasos que él. Ah, y también estaba la extraña conversación con el de pelo rojo, que me hizo explotar el cerebro. No tenía ni la más remota idea sobre lo que estaban hablando, y en cuánto me cansé me fui a otro lado.

—¡Oye, oye! —increpo al viejo al que la señora está... ¿Esposando? Eran unas esposas muy raras—. ¡Que no me dijo nada! ¡Necesito agua! —bajo el tono y agacho un poco la cabeza. Hay que ser civilizados—. Porfi. ¿Tiene un poco de agua que darme? Porfi.

Y le sonreí con mi mejor sonrisa y unos ojitos enormes y brillantes.

Al terminar con el anciano, me acerqué a la señora y la saludé. Iba vestida como los compis de Seth, así que quizás le conociera.

—¡Hola, yo soy Maxi! —me presenté con una elegante reverencia—. ¡Bailarín y cazarrecompensas! ¿Y tú quién eres? ¿Conoces a Seth? ¿Eres amiga suya? ¡Él es mi mejor amigo del mundo mundial!

Resumen:

31/01/2022

Se detuvo en el último gesto esotérico e interrumpió su técnica. Pues vaya decepción, había esperado poder hacer una entrada triunfal, pero el vagón estaba ya destrozado y libre de enemigos. Pisó algo carbonizado y crujiendo que empezó a deshacerse y dijo - ¿Qué es est...? - era una persona. O lo que quedaba de ella. El estómago le dio un vuelco y el desayuno amenazó con salir a saludar por la boca. Retrocedió dos pasos y entonces se dio cuenta de que lo que originalmente había pensado que eran restos del vagón, eran restos humanos. Como un tamborileo, el corazón empezó a sonar tan fuerte que cada golpe le provocaba un pinchazo de dolor en el esternón.

- Es... ¿siempre así? - preguntó quedamente, a todos y nadie en concreto. Ignoró a la gente extraña que pasaba y corría hacia el siguiente vagón, mientras observaba la carnicería. ¿Era realmente necesario, todas esas muertes? Se agachó y recogió algo entre las cenizas. Una pañoleta roja medio quemada. Se preguntó quién había sido su dueña, o dueño. Qué sueños y objetivos había tenido. Las voces de sus compañeros le llegaban, pero no las escuchaba. Su mano tembló por un instante.

- Cálmate - susurró - Has leído cosas peores. Sabías a lo que venías - pero ninguna biografía, novela o diario podía haberla preparado para los horrores de una batalla real. Respiró hondo, contuvo el aliento y comenzó a preguntarse por qué hacían eso. ¿Por gloria, tesoro? No era necesario matar por esas cosas si una era fuerte. Podía conseguirlas sin arrebatar vidas. Vio a Alpha avanzar y tardó unos segundos en comprender su orden. Dubitativa, comenzó a caminar tras él hacia el vagón 10. En el interior les esperaba un infierno de llamas y un grupo de gente peleando contra los piratas del tren. Un pirata se lanzó a por ella gritando, espada en mano. Apenas alcanzó a echarse a un lado; el arma le hizo un corte discontinuo de la mejilla al hombro.

El dolor la devolvió a la realidad. O más bien despertó sus instintos de supervivencia. Desenvainó la ninjato y desvió un corte del pirata. Un movimiento rápido y su acero estuvo en la garganta de su oponente - Ríndete - demandó, fieramente. Por un momento el hombre vaciló ante su mirada. Era un chico joven, poco mayor que Iulia, de cabellos pajizos y ojos verdes. Abrió la boca, pero no llegó a decir nada; una bala perdida le alcanzó por la espalda. El mundo pareció detenerse por un instante mientras el cuerpo trazaba su caída hasta el suelo del vagón. Ira. La ira inundó a Iulia como pocas veces antes. Un súbito pensamiento recorrió su mente: ellos habían asaltado el tren, pero aquella batalla la había iniciado el capitán enemigo. ¿Y por qué? ¿Qué podía justificar todas aquellas atrocidades?

resumen:

22/01/2022

El espadachín resistió con fuerza la influencia magnética de los poderes de Christa y consiguió bloquear apropiadamente los ataques de su oponente, aunque con ciertas dificultades. Tal vez, si hubiera electrificado la espada y usado el Dominio Electromagnético, lo habría desarmado y el combate habría terminado, pero debía actuar con cautela y dejar los actos imprudentes de lado. Además, tenía otro enemigo del que ocuparse: el viejo de la gabardina deshilachada.

Vio venir el ataque cuando identificó los movimientos característicos de un tirador, aquella postura delatadora que había visto en enemigos anteriores. No era un arquero como Soren ni un espadachín como Ely, mucho menos una especie de berserker como la Bruja del Pantano de Aceite, sino una especie de pistolero. Decidida a esquivar, su cuerpo se movió hacia la derecha como si hubiera sido jalado por una cuerda invisible y poderosa, al mismo tiempo que las balas pasaban a escasos centímetros de ella. Uno de los proyectiles rozó la capa mágica, pero haría falta munición antitanque para dañar la prenda. De esta manera, actuando inteligente y cautamente consiguió evitar el ataque del pistolero, y era el momento de iniciar el contraataque.

Con un movimiento rápido de mano, y aún suspendida a pocos centímetros de la superficie, invocó un débil rayo que se dividió a sí mismo para convertirse en seis rápidas trombas eléctricas que salieron disparadas hacia el hombre de la gabardina. Enseguida, Christa apuntó con la pistola de 9 mm y vació el cargador, disparando 12 balas al pecho.

-¡Ahora, Isara! ¡Ataca!

Isara, el poderoso grifo que cuidaba a Christa desde la altura, descendió del cielo del vagón como un ave de presa y cargó contra el hombre de la gabardina. Conectasen o no los ataques de la cazadora, la criatura alada buscaría someter a su víctima con su poderosa pata y luego ejecutaría una serie de 10 picotazos a distintas secciones del cuerpo, esto con el propósito de causar contusiones en vez de heridas sangrantes. Christa dudaba de que el pirata pudiera sobrevivir una embestida de Isara, pero por si no era suficiente…

-¡Isara, atrás! ¡Loki, somételo! -ordenó al final.

El león albino, esperando ansioso la orden de su ama, cargó contra el pirata y dio un poderoso salto para caer sobre él. De conseguirlo (y esperaba que sí) mordería el hombro de la víctima e inutilizaría sus brazos colocando sus zarpas sobre ellos. Permanecería así un par de minutos hasta que la asfixia hiciera lo suyo y el pirata perdiese el control.

Resumen:

23/03/2014

Asalto al tren de Benny D. Souto

One Piece Definitive

Puntos de salud totales: 28.000 (5.000 Souto, 5.000 Gas, 5.000 Goldy; 7.000 el tren, repartido en 500 por cada vagón, 1.000 la locomotora y 500 cada oficial).

Puntos de salud restantes: 16.900

Daño recibido: El tren de Benny D. Souto recibe daño de la siguiente manera: Atacar la estructura hace tanto daño como la destreza más su otro atributo de daño (fuerza, velocidad o precisión) menos 15. Cada técnica lanzada hace 20 puntos de daño por categoría (20 especiales, 100 definitivas). Los tripulantes ordinarios del tren pueden ser derrotados de un golpe o mediante técnicas como acción cerrada, perdiendo el encuentro 2 puntos de vida por cada uno de ellos. Destruir los 12 vagones quita 12.000 puntos de vida al encuentro.

Desanclar un vagón: Desanclar un vagón es una proeza de fuerza que requiere fuerza 10 más 1 rango por cada vagón amarrado. Desarmar el vagón 12 necesita fuerza 10 y el vagón 1 (mientras no se haya soltado lastre) fuerza 22. También puede ser roto atacándolo hasta hacerle 100 puntos de daño.

Calor: Cada tripulante derrotado incrementa el calor de un personaje en 5 puntos. Con 100 puntos de calor los oficiales se fijarán en él en lugar de en el personaje más cercano.

Situación general: No os vais a creer lo que ha pasado. Todo parecía ir más o menos bien, o al menos no del todo mal mientras el tren destrozaba todo a su paso. Un pequeño pueblo en un oasis se interponía en el camino de Souto y ya no existe, pero entonces de golpe el eje trasero del sexto vagón colapsa con una explosión y sus ruedas salen volando hacia los lados violentamente. Esto provoca que choque con el vagón siete y todos a partir de ahí vayan basculando, uno a uno, hasta que el décimo termina cayendo sobre su costado izquierdo. La situación ha resultado tan grave que todo el cuerpo del tren se ha detenido por completo para evitar que vuelquen más vagones. Le va a costar un rato recuperar su velocidad anterior, pero la música empieza a sonar de forma mucho más estridente en todos los vagones. Da inicio la fase 3.

La troupe de los horrores del vagón 10:

Bartolo y Anagumitsu:

El carruaje 12 (Ely, Ingrid, Vanko, Max y Claude):

RAL y Omega:

Elaina y Prometeo:

Mako, Rokuro y Matt:

Morgoth:

Vagones 1 y 2:

Timmy:

18/06/2022

Elyria consiguió esposar al viejo, y varias raíces comenzaron a emanar de sus muñecas. O del metal más bien, claro, eso tenía mucho más sentido. Estas intentaron rodear el cuerpo del hombre para inmovilizarlo por completo. Entonces vió cómo le miraban Claude y un pescado extraño que le había pedido agua al viejo. Uno a uno. Primero el pez, que al parecer era amigo de Seth. Ambos formaban parte del club de los poetas Gyojin, supongo.

“Elyria Priscaft, un placer. Y conozco a tu amiguito, sí, pertenece a mi brigada. Estábamos juntos, pero una zorra traidora decidió que era buena idea explotar el puto vagón.” Realmente no había visto a la mink provocar la explosión en sí. No tenía pruebas, pero sinceramente, tampoco dudas. Puta loca sin ningún tipo de consciencia con su entorno.

Ahora se acercaban los problemas. Claude parecía cabreado, y sus palabras no fueron precisamente amables. ¿Y cómo que parte de su tripulación? Si ni siquiera era un animal. ¿Y su barco? ¡Si era una puta carroza de patos tirada por el hombre más feo en pisar la superficie de este nuestro planeta! ¿Le había explotado algo en el cráneo y se había vuelto profúndamente retrasado? Primero le roba en el concurso de bañadores y ahora esto, era un gallo sin ningún tipo de escrúpulos.

“No he venido a arrestarte, Von Appetit, así que deja de decir tonterías,” dijo mientras clavaba su mirada penetrante en los ojos del pelirrojo con mucha intensidad. Y cómo no, respondió de una forma que de no ser por cómo lucía, le haría pensar que era causa de su masculinidad fragil. En cualquier caso, si acaban peleando ambos acabarían mal parados. Y no había tiempo para tonterías. “Tenemos un puto tren que parar, así que si el golpe en la cabeza no ha roto tu sentido de las prioridades, no tenemos tiempo para gilipolleces. No tengo ni idea de cuales son tus objetivos, pero yo no pienso permitir que el tren destroce la capi—”

Entonces, se escuchó un fuerte ruido de explosiones y metal chocando con metal. Y el chirrido de un frenazo claramente forzado. Cuándo giró la cabeza para mirar el tren, este estaba perdiendo velocidad, hasta que finalmente se paró por completo.

“Bueno, eso ayuda. No se vosotros, pero yo iría moviendo el culo antes de que sea demasiado tarde.” Su mirada volvió a clavarse en los ojos de Claude. “Y tú, no te entrometas si no vas a ayudar. Puedo sentir lo fuerte que eres, y puedo ofreceros una tregua. Si colaboráis para parar el tren, la marina no irá a por tu banda. Solo hoy, por supuesto. Tengo la autoridad aquí, y prefiero ahorrarme tiempo y muertes innecesarias cuándo hay otras prioridades. ¡Vámos Ingrid!” Eso último se lo gritó al techo. Cualquiera que la viese pensaría que estaba loca. Cuándo se enterasen que le estaba hablando a una putísima gigante que jugaba al escondite… Sería divertido.

“¡Recuerda mis palabras, Claude!” Gritó antes de cortar la cuerda de uno de los super patos y salir pateando a toda velocidad en dirección al tren. Ah, y de dispararle a un pato con la pistola cambiadora para que fuese luciendo la ropa del gallo. No debería tener problemas en recuperarla Esperaba que Ingrid pudiera seguirle el ritmo, veía complicado que la columna vertebral de esos patos aguantara su peso. ¿Le había llamado gorda? ¡No, joder, pero esta bastante grandota!

resumen:

25/05/2023

De un momento a otro todo se torció, otra vez, parecía que el destino le jugaba malas bromas a Berry el vagón comenzó a inclinarse y algodón de azucar por alguna razón salio volando por la puerta antes de que el infierno de metal volcase. La mink ahora observaba desde las alturas el desastre del tren frente a sus ojos, personas que se agolpaban en las puertas, un vagón volcado algunos tambaleando y ¿Era eso un vagón con patos? La zorra se frotó los ojos mientras algodón de azucar parecía estabilizarse y comenzar a descender, pudiendo ver a ¿Ely? Montando un pato, era extraño recordaba que la mujer podía terminarse una maratón caminando con ese par de grandes y suaves... piernas.

—¡Anagumitsuuuuu, Bartolomeoooooo! ¿Qué hacen en ese pedazo de madera? ¡Suban vamos haré algunas llamadas!—

La mink saludó desde el aire a sus amigos y les tendió la mano para subir, por suerte Anagumitsu podría finalmente atenderla si era que nada más les explotaba cerca o les chocaba de frente. La mink no sabía dirigir a algodón de azucar, solo le estrujaba las orejas para mantenerlo a distancia segura del peligro. Ahora venía lo importante.

—¡ELYYYYYYYYYYYY!—

La mink tomó aire en sus pulmones y lanzó un rugido que pese a sonar muy fuerte a su alrededor el viento debió bloquear, o Elyria ahora era sorda además de muda. No podría alcanzarle con gritos pese a que lo intentó tres veces más hasta quedarse sin aire, tocaría el plan B.

Buscó entre su chaqueta quemada aquel caracol y lo encontró temblando en el bolsillo, por suerte cuando se transformaba su ropa quedaba debajo de su dura piel de piedra y por tal motivo no había sufrido daños más que cabello chamuscado, eso o le estaba imitando realmente bien. Pensó en llamar a Elyria pero antes marcó otro número, no esperó respuesta dejando solo un mensaje al final del tono.

—¡Aliceee! Amiga ¿Estás en el tren? Ya sabes el de Arabasta, pensaba llevarte la cabeza de un oficial pero inexplicablemente creo que lo volé en pedazos. Si estás ahí dime donde nos vemos, he escuchado que en Arabasta se marcan unas fiestas geniales. ¿Te apuntas? Dejame un mensaje, lo veré cuando pueda.—

La mink colgó y ahora tocaba lo más complicado, no tenía idea del número de Elyria, pero eso no la detendría. Comenzó a marcar aleatoriamente, esperando dar con la albina, quien atendiese escucharía la voz de Berry con el siguiente mensaje.

—¿Ely? ¡Elyyy! ¿Quieres que pateemos malos tu y yo? ¿Adonde vas con ese pato? Tengo un amigo civil que es médico, lo mantendré seguro lo prometo.—

La suerte ya le había fallado bastante, bueno quizás su karma estaba en un 50 y 50, solo el tiempo diría si Elyria recibía su llamada y si Alice le respondía para salir esa noche. Como fuera, esperaría ser tratada por Anagumitsu antes de unirse a la diversión con sus amigas, hasta entonces seguiría marcando números al azar.

Resumen:

10/01/2018

Escuché los pasos del agente Omega sobre la chapa de cubierta, instantes después escuché su voz dándome luz verde para ponernos en marcha.

- Procura no morderte la lengua. - Comenté a la vez que aceleraba para alejarnos, viendo en ese momento una serie de cañones que nos apuntaban.

Estaba preparada para hacer una maniobra de emergencia, pisando el freno para salir de la línea de tiro de los cañones, pero de pronto el vagón se inclinó y unas ruedas pasaron peligrosamente a nuestro lado, haciendo que fallaran el tiro. Miré atrás, no sabía si había sido consecuencia de los disparos de antes u otro saboteador, pero ya eran dos los vagones que el tren tenía que arrastrar, y a esa velocidad no eran muy estables. Pero nuestros problemas no habían acabado, aceleré lo más rápido que pude a ver la sombra del séptimo coche acercarse amenazando con aplastarnos. Con una temeraria maniobra evitamos el vagón sólo para atravesar una pequeña duna, al otro lado la orilla de un oasis. El Kataphraktos se quejó intentando acelerar de nuevo, pero al ver que el tren se había detenido cambié de idea. Estaba en mal estado, si no aprovechábamos esta oportunidad nos arriesgábamos a que fallase en medio del desierto.

- Baja por la escotilla, en el primer armario de la derecha tengo herramientas. - Comenté a Omega mientras pulsaba un par de botones y me levantaba del asiento. - He puesto el cañón de la torreta en modo mantenimiento, los pernos que mantienen el cañón en su sitio deberían estar sueltos. Quedan dos disparos, uno en la recámara y otro en espera, el autocargardor es analógico, se parece al sistema de tu torreta portátil, deberías estar familiarizado con la mayoría de sus funciones, pero no está calibrado para el uso manual. - Fui explicando mientras me acercaba a una serie de armarios en un lado del interior, abriendo y equipando lo que tenía preparado con un orden perfectamente practicado.

Me quité la chaqueta y comencé a conectar el equipo a los diferentes puertos. En la parte superior dos al blindaje de asalto, ajusté la coraza y comprobé la movilidad de los escudos, para luego poner mi escopeta y mi pistola con lanzagranadas en la parte posterior de cada uno. Tras eso dediqué dos puertos más al sistema del Retributionem, el cañón portátil requería una conexión directa para la calibración, así como equipar la parte de las piernas con las anclas estabilizadoras. Por últimolos últimos nos puertos estaban reservados para el sistema de maniobras S.A.S.A.G.E.Y.O.

- Estoy lista. - Dije saliendo y mirando a Omega, el cual parecía guardar un interesante as bajo la manga, lo sospechaba desde hacía tiempo, pero no cabía duda de que era usuario. - El agente Kurokage nos ha informado de que pasa al coche 4. No perdamos el tiempo, el tren comienza a moverse, asumo que podrás llegar sin ayuda. - Dije haciendo alusión a sus alas.

Sin decir nada más lancé un cable a un edificio cercano y comencé a acelerar entre las casas rumbo al cuarto vagón, acercándome a una velocidad vertiginosa a este. Puse los escudos por delante para proteger la cara de los cristales, golpeando la ventana con la suela de la bota, atravesando la ventana con una patada voladora a uno de los piratas. Una vez en el suelo apunté al grupo más alineado y disparé con el cañón, soltando el asa de este al momento para agarrar la escopeta y hacer un último disparo al más cercano.

- Agentes R.A.L. y Omega, se presentan como refuerzos. - Dije una vez se asentó el humo de mi entrada. - Sentimos la tardanza. - Añadí lanzando una mirada amenazadora a los piratas que quedaban.

Ilustración ilustrativa:

Resumen:

26/07/2023

Cuando tienes esa sensación de que te vas a comer el mundo con un salto super chido que dejará abierta más de una boca, es genial. Lamentablemente no me comí el mundo, sino el suelo del vagón de una buena hostia, la madre que me trajo a este horrible mundo. Había calculado fatal, no, lo siguiente mi pirueta para salir por la parte superior del tren. Y ahora estaba allí tirada, como si me hubiera descoyuntado el cuerpo entero a lo muppet.

-Ay madres espero que esto no me deje chicón - dije frotándome con la mano la frente mientras me incorporaba ante la mirada atónita de los pocos idiotas que quedaban en pie en el vagón, y no me corté ni un pelo-¿ Que os pasa vergasos?¿ ¿Queréis que os vuelva a reventar?

Me sacudí el polvo y pude ver todo el mogollón de gente que acababa de entrar al vagón. ¿ Pero que pasa? ¿ Había una fiesta aquí montada o que? Dios, esto empieza a ser insufrible y encima no hay ni un poco de botín. Además por si fuera poco pude notar como el tren se iba parando lentamente...esta era la mía.

-Que os follen- dije haciendo un sutil corte de manga mientras me subía ESTA VEZ a las cajas para llegar a la escotilla y salir a la parte alta del vagón. No había arena, eso era bueno, aunque claro el tren estaba algo parado. Fuera como fuera era el mejor momento para comenzar a correr como loca e ir saltando de techo en techo con el objetivo de llegar al vagón 6 antes de que el tren volviera a coger inercia. ¿Y Yor? Que se safe como pueda, él es usuario.

Mientras corría procuraba que nadie me siguiera, aunque de seguro eso era imposible. También debía de admitir que ya empezaba a cansarme el maldito tren de las narices, además, aquí había ya más gente que en Alubarna dios mío. Que había algo de valor era claro, el que ni idea. Así que vamos a aguantar un poco más a ver si me puedo llevar algo...por que a este paso, solo voy a poder vender las cenizas.

Resumen:

25/12/2021

¿De que estaba hecha esa unión del vagón? Era imposible que mi magma no pudiera romperlo, y aún así ahí estaba, tocado pero no roto. Bueno, se acabó el intento, es hora de tirar hacia adelante y llegar a la dichosa locomotora. Seth estaba conmigo, y Elyria a saber donde coño estaba, pero no aquí, no aún. Suspiré mientras le decía a Seth que tirara para adelante lo que pudiera, si es que podía, que yo debía seguir avanzando y acabar con esta maldita mole que ya parecía el tren de la casa de los Horrores.

Si fuera poco ver a la peliverde haciendo algo raro, esta desapareció de escena al poco, con lo cual un problema menos, pero, pero , pero...aparece un montón de gente. Los imbéciles del vagón 11 y otras gentes. Parecía que nunca me iba a librar de ellos, y me estaba cansando ya un poco de este circo ¡ Y CALENTANDO!. Así que intenté avanzar, pero vi que me cortaron el paso los resto de los imbéciles que custodiaban el vagón. Comencé a convertir mi cuerpo en magma.

-Mirad..me habéis dado un día de mierda, me he ensuciado la ropa, me habéis jodido el día libre, me habéis intentado matar y me habéis hecho trabajar..sois una panda de desgraciados...así que....

Si seth estaba conmigo lo agarraría y lo pondría justo a mi espalda, para protegerlo de lo que iba a hacer. Mi puño comenzó a crecer a tamaño desorbitado, hasta el punto de parecer un volcán echando magma. Sin dudarlo golpeé a esos idiotas, hubiera pólvora cerca o los restos que quedaran de esta, a Seth lo tenía cubierto y el resto me importaban una cagada.

-SHOKAKI!

Si todo salía normal, agarraría a Seth y me lo llevaría fuera del tren, el cual parecía haberse parado para así, correr al vagón 7, ya que no creía que tuviera más tiempo, porque este volvió a moverse lentamente.

Resumen.:

23/11/2023

De entre basura por así decirlo aparece una cabeza con coleta color chicle, fue fugaz pero por un momento, se pudo ver un cuerpo rosado pasa de tener los pies en el suelo del vagón a tener la cabeza en una de las paredes, al volcar la gran habitación metálica, este había salido disparado junto con todo, cosas en llamas, cuerpos inertes, cajas, barriles... Por lo que cuando todo se detuvo salió entre la porquería algo aturdido -¿Pero que fisura marítima está pasando hoy?- Preguntó al aire, a nadie en particular, pero de pronto vio su salvación, un barril de los que había por el vagón con letras en grande que ponía "AGUA" estaba tirado en el suelo, con el movimiento de vaivén que le da el líquido en movimiento dentro de él, que hacía parecer que se estaba meciendo. Seth, desesperado por el calor, sed y sufrimiento que tenía encima salió disparado a por él, pero cuando ya sentía como esa agua bajaba por su garganta, la mano de Nia apareció de la nada y le tiró hacia atrás, alejando así al gyojin de su elemento natural -¡Pero que hac...!- No llegó a terminar la frase que de la nada apareció una fuerte sensación de estar al rojo vivo, mucho peor que cuando abres un horno a mil doscientos grados y por si eso no bastara, un grandioso puño arrasó con todo lo que tenía delante, enemigos, asientos, cajas... El barril de agua tan necesario para el Gyojin...

Por si estar en el desierto a vete tu a saber cuantos grados dentro de una caja de hierro bajo esa temperatura y sol, la cual está en llamas y con una mujer escupiendo lava que fresquito no daba, Seth se puso a perder H2o a voluntad cuando tras ver como el barril desaparecía y el agua se evaporaba, se puso a llorar -¡Pero quien me pone la pierna encima para que no levante cabeza! ¡QUIEN! Ostias... ¿Qué es esto?- ¡Suerte! Otro barril estaba detrás de estos, tenía un par de llamas rodeando la madera pero nada imponente, estaban tapando las letras de "Agua" pero se podía abrir. Seth no tardó en sacar la tapa y meterse dentro con una ilusión, con un ímpetu, con una fuerza desmedida... Medio cuerpo quedó dentro y las patas las dejó fuera cual antenas de un caracol... Por fin pudo hidratarse como era debido...

Tras sacar la cabeza, agarró el barril, lo alzó con todas sus fuerzas y se lo tiró encima como aquél reto de tirarse agua encima... No me acuerdo del nombre, "no se que reto"... Se que os acordáis así que paso de buscar el nombre. Quedó más a gusto y aliviado que se permitió unos minutos para degustar esa sensación... Pero de pronto otra vez, la mano de Nia aparece y se lleva a Seth con ella a lo que él corre a la par acompañándola...

Por cierto, el fuego no había tapado las letras de "Agua" ponía "Cerveza" no se yo si eso le sentará tan bien a nuestro pequeño amigo...

Resumen:

08/12/2017

Tras la explosión de las canicas que había tirado por el agujero fue mucho más potente de lo que había calculado en principio, por no contar los daños que había causado que fueron todavía mayores. La explosión y el ruido hicieron que mis oídos comenzasen a pitar hasta el punto de hacer que me doliesen.

Un fuerte impacto en la parte trasera del vagón me dio a entender que el vagón había frenado de forma muy brusca y el vagón que iba detrás había chocado de forma bastante brusca contra en el que íbamos. Esto hizo que el caos fuese mucho mayor en el vagón, sin embargo, y gracias a las dos pequeñas granadas de oscuridad el resto de individuos que había en el vagón no se habían percatado de donde me encontraba, aunque ahora que me fijaba, no parecían muy dispuestos a seguir buscándome y comenzaron a moverse hacia el siguiente vagón. Y quizás era la mejor opción dado que el tren había ido deteniéndose hasta pararse mientras nos íbamos zarandeando.

El tren una vez parado pareció retomar el control de sus vagones de cola par ano volcar y lentamente parecía iniciar de nuevo la marcha. Sin embargo, ¿cómo no aprovechar aquel momento? Mientras me sujetaba con el hilo de sombra al techo como si de una araña se tratase, metí la otra en un bolsillo y saqué un disco, lo activé y asegurándome que el láser no se le cruzase nada, por lo menos antes de lanzarlo, lo lancé hacia la salida hacia el vagón siguiente donde comenzaba a formarse un embudo de gente.

Una vez explotase, dado que sería imposible que no lo hiciese con la de gente que había abajo, lanzaría otra hacia donde más que gente hubiese, si iba a seguir avanzando hasta poder detener aquel trasto, entre menos gente pasase mejor.

Era cierto que siempre podía moverme a otra sombra, pero tanto la que estaba con el calvo asesino, como la del agente asesino no eran una opción por el momento.

-Raven – invoqué al cuervo que salió de la sombra – Sal fuera, necesito ver la situación, y quedate cerca del tren por si acaso.

El cuervo dio un graznido y se dirigió hacia la puerta abierta del vagón y salió, me centré el él y pude ver un pueblo en el que estaba el tren ahora mismo, parecía haber atravesado varias construcciones, había que darse prisa en detener aquel trasto. Las otras dos sombras las percibía bastante más adelante de mi posición, lo cual me serviría si eran necesarias en algún momento.

resumen:

22/02/2014

El tipo aquel, que parecía ser ciego por lo que vi en sus ojos, esquivó sin mucha dificultad la estocada que le había intentado dar. Por suerte me dejó coger algo de espacio antes de hacer nada, aunque recibió el ataque de mi compañera, o por lo menos hasta que salió a duras penas de lo que le estuviese haciendo. De pronto el poder de Alice tapó la puerte entre los vagones en los que estábamos luchando, perdiendo la visibilidad del del otro lado, aunque por suerte, seguía estando en mi rango y notaba como se iban moviendo.

Varios disparos se sucedieron con un ruido mínimo casi inaudible. Una de las estáticas que notaba en el otro vagón de pronto se movió de donde se movía otra y bastante rápido, debía de ser el perro de antes.

-Creo que va a ser algo complicado el combate en aquel lado. Hay que ir a ayudarles – dije en voz alta para que Alice lo escuchase, y aunque lo había dicho de una forma en la que daba a entender que debíamos terminar pronto no fue con esa intención.

El ciego se zafó de una forma extraña del ataque de la chica y fue a por ella con intención de matarla de un golpe. Chasqué los dedos de mi mano libre y Alice dejó de estar donde estaba justo cuando el ciego atacaba para aparecer en el otro vagón.

-Espero ser suficientemente bueno para entretenerte hasta que vuelva.

No había visto casi nada de aquel tipo, pero que hubiese luchado contra Alice durante un poco y hubiese aguantado era suficiente pare decirme que era un tipo bastante fuerte. Llevé mi mano libre a la la empuñadura del otro arma que tenía y la desenfundé.

-Me arriesgaré a no usar mi habilidad contra ti, pero creo que necesitaré más esto.

Me agaché colocándome en mi particular posición de combate, decidí mantener la habilidad de percepción para seguir sabiendo donde estaban mis compañeros en el otro vagón. Sin embargo, me mantuve centrado en el combate que tenía por delante. Me lancé al ataque, con la katana que tenía en mi mano derecha realicé un golpe ascendente en diagonal que iría desde su rodilla izquierda hasta su pecho derecho. Aproveché la inercia del golpe para hacer un barrido con las piernas apoyando la mano izquierda en el suelo y si lograba evitar ambas cosas me impulsaría con la mano izquierda para darle una doble patada en el pecho.

resumen:

19/04/2022

Casi llegaba a la salida cuando el vagón de pronto... Bueno, ya sabéis que pasó, el golpe fue fuerte, lo suficiente para hacer caer a la herrera a un lado de la pared que ahora es el suelo, por un momento se vio rodeada de llamas con todos esos barriles de pólvora, cerró los ojos asumiendo que iba a volar en pedazos, pequeños cachos de carne quemada y sangrienta iban a pintar las paredes o la arena, lo que pillase primero... Pero tras unos segundos, nada sucedió, solo escuchó el ruido de un niño comiendo un bollito tierno relleno de cacao... "Ñam, ñam, ñam" Cuando abrió los ojos, pudo ver como el bicho de fuego de Alpha estaba absorbiendo todo el fuego del lugar -Y pensar que solo me caía bien la nube por lo esponjosa que es... Te tengo que dar las gra...- De pronto, de la espalda de ese maldito bicho repugnante, apareció una gran bola de fuego directa a por Hikari.

Quiso lanzar un espadazo para crear la onda de hielo cortante para contrarestar el fuego, pero al caer, había perdido la espada, bueno, perdido no que la tenía a un par de metros, pero lo suficiente lejos como para no poder realizar dicha hazaña. Quiso apartarse, es más, saltó hacia un lado pero no sabía si le daba tiempo, en medio del salto colocó los brazos en forma de equis recibiendo un "ataque" gaseoso trasero casi de pleno. Tras ser golpeada, toda la llamarada cubrió el cuerpo hasta que al caer de lado (Puesto que se lanzó para intentar esquivarla) Salió de esta con sus ropas envueltas en llamas (Qué misteriosamente el pelo no sufrió ningún daño, que fea estaría con el pelo corto... O calva...) Dio unas cuantas vueltas al mejor modo croqueta, hasta que se apagaron... -¡Maldito bicho!- No pudo evitar gritar, pero pronto se desvió su atención -¡Yor!- Gritó preocupada para buscar con la mirada a ese hombre que la mira y la desnu... A no, eso es de una canción...

Le dio igual los daños que tenía o si los demás habían sufrido, solo se preocupaba por los suyos, si la del pelo verde moco estaba herida ya podía acabar asfixiada entre la mierda en llamas del vagón pero que a su capitán no le pasara nada... -¿¡Yor, estás bien!?- Y empezó a buscar, estaba desorientada por el golpe y el pedo de Alpha así que por muy grande y rojo que sea, no lo tenía en la vista.

Resumen:

31/01/2012

Eloísa me conoce. Eso está bien. Sin embargo, por alguna extraña razón cree que tiene alguna oportunidad contra mí. Me agrada que no pretenda arrestarme, sería problemático tener que evitarla dentro de un espacio tan reducido. Además, la gente con Harem tiende a ser particularmente obstinada, así que quizá tuviese que matarla al final y, la verdad, qué pereza solo de pensarlo. Encima por ninguna razón en particular.

- Lo dices como si tuvieses alguna posibilidad -termino contestando. La última vez que alguien pudo arrestarme necesitó mi colaboración y amenazar a toda mi tripulación mientras dormía, y eso no va a suceder otra vez. No mientras yo me tenga en pie-. Mis prioridades están claras: Mi tripulación, mi barco, mi camino. En ese orden. -Saco mi cuchillo de la funda y corto sin dificultad las ramas que se han extendido por el cuerpo de Jim. Creo que se llama Jim. Debería preguntarle, podría ser mi nuevo subcapitán-. Esta vez toleraré tus faltas de respeto porque he visto cómo te caías y aún debes estar reubicándote, pero nadie entra a mi casa a amenazar a mi gente.

Da igual si es un vagón de tren o un barco. Da igual si nos movemos por el desierto o en medio del mar, los Fancy Cock Pirates están donde el corazón de su capitán se encuentre. Un sentimiento de apego que una simple marine no podría llegar a compartir. Quizá algún día se pare a pensar en cómo vive y termine dándose cuenta de que hay muchas cosas que no entiende del todo desde la supuesta protección de su armada. Espero que no le pase como a mí, pero tiene que aprender a templar su carácter o alguien menos afable que yo podría molestarse con ella. Sobre todo si va por la vida disfrazando a la gente de pato.

Un ruido ensordecedor me hace desviar la mirada de Eloísa para observar el frente: El tren se está deteniendo. El vagón once -o lo que queda de él- ha volcado y varios delante de él también. Ella también se percata, y sinceramente coincido en que es momento de apurar lo máximo posible. Pero no me gusta su tono.

- Hasta yo sé que esta isla no es jurisdicción de la Marina -contesto-. No tienes ninguna autoridad en esta isla para ofrecerme tratos, y aunque así fuese no aceptaría. Haré lo que me dé la gana, decidiré qué hacer cuando me plazca y si hay que derramar sangre innecesariamente así será. -Un ruido extraño vibra por toda la carrocería del tren. Espero que estén bien los patos-. ¡Vanko! ¡¿Está esa máquina del demonio lista para coger velocidad de verdad?! ¡Que podríamos llegar a la locomotora en nada!

Eloísa se marcha. Como persona amable y nada inmadura me devuelve mi ropa. Eso o me ha confundido con un pato, pero no pienso quejarme si he tenido suerte. Me ha ahorrado algunos problemas como cortarle la mano para quedarme la pistola cambiadora y recuperar así mi ropa, así que todo correcto por el momento. Eso sí, tengo que conseguir un trasto de esos y vestirla con lo más vejatorio que se me ocurra. Un traje de marine o algo así, por ejemplo.

Resumen:

01/02/2012

El brillo seguía marcando al ciego en es punto, atrapado en su pequeña crisálida cada vez más comprimida, poco a poco asfixiándose. Escuché algunos huesos crujir de forma apagada; un sonido quizá extraño para otros pero profundamente familiar para nosotros. Sin embargo, pronto empecé a sentir calor ahí dentro. Traté de absorberlo como pude, pero era tan fuerte que desbordó y antes de poder hacerme con él, el tapiz de oscuridad se rompió con un leve rasgueo. La espada en llamas del hombre se lanzaba a por mí llena de furia encarnada. Yo, en guardia, flexioné las rodillas mientras tomaba el sable cuidadosamente para repeler sus envites y...

- ¿Qué cojones? -grité-. ¡Sasaki, me cago en tus muertos!

Vale, tenía poco tiempo, así que examiné la situación. Toqué mi pecho: El compresor no estaba roto todavía, pero necesitaba arreglarlo cuanto antes. Al menos hasta que pudiese llegar al barco para coger uno nuevo. También miré a mi alrededor, percatándome de que Hayato estaba luchando contra el perro-lobo ese de las narices, que de alguna manera había sido capaz de volver a subirse al tren, mientras una chica de cabello púrpura se enfrenta junto a una pareja de grandes animales al forajido. Suspiré. Reconocí ese movimiento al instante y sabía qué se venía en ese preciso instante. La chuleta llegó a la cara de la muchacha fácilmente como si tuviese más facilidad para lanzar carne que para acertar un disparo de pistola. Pero no importaba.

Corrí hacia ella y se la quité al momento de la cara, quedándomela yo por el momento pero actuando rápido: Un garfio contra el suelo, muy cerca del forajido, y el motor de aceleración activado en momento. Un segundo garfio, también al suelo pero al lado contrario, y orbité a su alrededor cuidadosamente mientras dejaba que el perro oliese la grasa de la chuleta. Hayato no parecía en problemas pero tenía serias dudas de que considerase aquello un duelo. No podía, o al menos no creía, que fuese a tomar un animal como alguien digno de esos honores.

No quise dar una vuelta completa, envolviéndome en oscuridad para dejarme caer por encima de Woody. Si conseguía alcanzarlo lo abrazaría para hacerle una presa mientras mantenía la chuleta en su cara a la espera de que el perro se encargase del resto del trabajo.

Resumen:

14/10/2018

¿Qué es ese olor? Mejor dicho ¿Qué es eso que sientes? Por un momento te das cuenta que el calzado que usas están vuelto casi nada. El de tu hermana también, la cual tampoco se dio cuenta ya que era un hecho que el fervor de la batalla no os había permitido darse cuenta de aquello. – Quítate los zapatos, hermana. – Ahora, lo de Logi no fue algo que te esperaras. Este comienza a arrojar pedos flamígeros sin control. Era curioso enterarse de esa manera que tus elementales pudieran sufrir indigestión por comer. Un gesto burlón salió de tu persona - ¡Contrólate, Logi! – Le indicaste a este. El cual intentaba contenerse. Pero aun así, el fuego salía fuera de control por el lugar. Al mismo tiempo que lo hacía, este reducía su tamaño, así que imaginabas que al momento de terminar su problema, este regresaría a su forma miniatura.

Esto era problemático, pero ahora la cosa se pone peor.

-¿Mmm? – sentiste como ese corte paso por tu costado. Observaste a los enemigos lidiar con tus homies con facilidad. Nada del otro mundo para ti, no eran tanto como para que el numero ganara a los enemigos, pero tampoco te sorprendía. Los homies básicos no eran característicos de ser fuertes o poderosos. Solo lo eran si su número era grande. Ahora, todos ellos te apuntan y buscan acabar contigo. Al mismo tiempo, escuchas cierta canción que te hace sentir de cierta manera que no eres capaz de correr muy rápido o mover tus brazos rápidos. Era una canción… molesta para ti. Ahora, escuchaste algo que llamo la atención de inmediato. Fijaste la mirada, quise personas te apuntaban a matar. – Si…. ¡Sí! – Sonreiste con emoción. - ¡Zehahahahahaha! ¡Sí! ¡Así es como tiene que ser! ¡A un lado, Iulia! – Cruzaste los brazos para cubrirte.

Usaste tu haki para recubrirte además de usar tu técnica defensiva - ¡Tekai! – Buscando protegerte de aquella balacera. Era un momento que para ti parecía interminable. Respiraste profundo. Los observaste a todos aquellos luego de eso. – ¿Es esto, lo mejor que pueden hacer? – Apretaste el puño derecho e inmediatamente las venas de tu brazo comenzaron a marcarse. Estabas preparando una tormenta de leyenda para mandarlos a todos a volar. – Imaginen... mi decepción.

Te fuera gustado lanzar el ataque, pero algo interrumpe tu momento. Fijas la vista hacia arriba. Una de los marines estaba preparando un ataque provocado por un puño de magma. – Lo que me faltaba… - Ahora si que todo estaba a nada de irse al diablo. Silbaste, la plumífera llega a toda velocidad esquivando todo obstáculo. Tú corres hacia tu hermana y la coges en brazos si pensarlo mucho y saltas hacia el lomo de la plumífera. – ¡Suzaku, sácanos! ¡Prometio, nos largamos a otro vagón! ¡Logi, afuera! – Intentan salir de lugar a toda la velocidad, tratando de esquivar todo obstáculo posible. Ahora una vez afuera, te das cuenta que el tren se ha detenido por completo. – ¿Estas bien, Iulia? – Preguntaste a tu hermana. – Suzaku, busca a Thor. Y que Susanoo sé quede con Seth. Lo necesito cuando se despierte. – Logi estaba cerca, pero aún se tiraba pedos flamígeros. - ¿Aun no terminas de digerir? – Preguntaste al fuego. Luego la plumífera localiza al homie con el radio homie y llega con el grupo. Terminaron por reagruparse nuevamente.

- Ok… este trabajo no está fácil… pero tampoco imposible.

Resumen:

20/03/2024

Cuando Alpha se abrió paso para entrar en el décimo vagón, Bartolomeo se dispuso a seguir sus ordenes para cubrirlo. No obstante, al cruzar el umbral del décimo vagón, sintió un sonoro chirrido en sus oídos, consecuencia de la onda con la que Berry arrasó el vagón, así como una calor muy intensa que lo repelió de nuevo hacia atrás. Allí se echó al suelo cerca de la puerta para tomar aire y buscó sin éxito algo de agua: el vagón estaba completamente destruido, ni paredes, ni techo, ni asientos, ni cañones... Solo manchas y gente en el suelo, y los que quedaban en pie estaban cruzando hacia el décimo. Ni en sueños, allí no había agua, y mucho menos podría dar un trago. Solo quedaba ir hacia adelante.

«Necesito un trago.»

De pronto se escuchó un estruendo horrible que venía de los vagones de más adelante. El ruido pareció cesar un momento, pero era cosa de los oídos de Bartolo, que dejó de escuchar por un momento. En ese momento, no sintió como el vagón volcaba, ni como salía volando por los aires; pero sí que lo vio, y el golpe le dolió. Un par de gruñidos más tarde consiguió ponerse en pie, cubierto el bañador de arena. El sol le abrasaba la piel y se sentía muy cansado así de expuesto. Había perdido el arma y aún andaba recuperándose del golpe en la espalda y del sonido percutor que reverberaba por ciclos en su cabeza. Se concentró para intentar calmarse, pero no era eso lo que necesitaba. Necesitaba algo de agua.

«¡Maldición!»

Para variar, Berry fue tan amable de pasar montada en una nube (?) a buscarle. Bartolo aceptó su ofrecimiento para que subiera. Ella era su ángel de la guarda, él ya lo tenía por confirmado. En la nube se estaba realmente cómodo, aunque todas las criaturas a las que Alpha daba vida le daban repelús. Se ahorró cualquier comentario porqué sentía bastante vergüenza por la situación en la que se encontraba. No solo iba en bañador, sin estar de ningún modo preparado para la ocasión, si no que para colmo no había hecho más que recibir golpes por aquí y por allá. Si hubiera estado preparado, lo de Berry no habría sido ningún problema. Pero claro, todo había venido siendo precipitado. Tomó aire para esclarecer las ideas y luego pensó en que debería de encontrar algo de ropa para vestirse.

—¿Tenéis algo de agua? —preguntó a la tripulación de la nube—. Estoy bien seco compaes. ¿Tienes algo de licorsito, Berry?

22/01/2022

Miró de reojo y por un breve instante la capa de oscuridad que separaba los vagones; recordaría esa habilidad tan peligrosa. Enseguida escuchó los disparos de revólver y giró la mirada hacia el pistolero, preocupada. Vio manar sangre de la pata y del hombro izquierdo de Loki, pero el león estaba lejos de querer soltar a su presa. Sabía que podía aguantar, había estado en muchísimas batallas; sin embargo, ver a su león herido le partía el corazón. Estaba por dar la orden de retirada cuando una chuleta cae en su rostro con precisión perfecta. ¿Qué clase de broma era esa? Entonces, entre la estridente música del vagón, distinguió las rápidas pisadas del animal acercándose hacia ella.

Iba a quitarse la chuleta de la cara cuando alguien lo hizo por ella. Pestañeó como si eso le ayudara a ver mejor y vio a una chica rubia de expresiva determinación. Salió disparada, usando un curioso mecanismo basado en cables y arpones. Le hubiera gustado saber las intenciones de la desconocida para actuar en manada, pero solo se había abalanzado hacia delante con la chuleta en la mano.

Christa aprovechó la ventana brindada por la chica rubia y le dio un buen sorbo a la cantimplora, hidratándose para evitar el malestar. Solo entonces notó el plan de la desconocida: haría que el lobo mordiese el rostro de su amo. Era buena idea, aunque innecesariamente cruel; se le partiría el corazón si Isara o Loki le atacasen. Como sea, y en un intento de sumarse a la táctica de la chica, se acercó con cuidado al forajido derribado y entonces tiró del revólver, utilizando la fuerza magnética con la intención de desarmarlo. Tiraría con tanto ahínco como fuera necesario para quitarle el arma y quedársela, no con el propósito de usarla, sino para cuidarse ella y a sus mascotas.

Una vez le quitase el arma al forajido y su propio lobo le atacase -o igual no-, Christa le daría la orden a Isara de derribar al animal para entonces someterlo con sus poderosas zarpas y picotearlo con furia. Mientras Isara se encargaba del lobo, Loki continuaría mordiendo al pistolero y asfixiándolo.

Resumen:

[22M] Asalto al tren de Benny D. Souto, último gran pirata del West Blue